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Santa MarÃa, 28
Madrid (Centro)
Antón MartÃn (LÃnea 1)
91 429 54 62
15 - 25
El Restaurante ZKF (Zoe Café) presenta en el cosmopolita Barrio de las Letras -zona de Huertas- una oferta sencilla pero digna de los paladares más exigentes. Una variada selección de platos de alrededor del mundo que cambia con cada estación. Incorpora conceptos requeridos por el público joven de hoy en dÃa: acceso WIFI, brunch los domingos (11:00h - 17:30h), descorche (posibilidad de aparecer con tu propia botella), e incluso llevarte el vino sobrante a casa. Disponen de zonas de fumadores y no fumadores debidamente delimitadas, de menú del dÃa a 9,50 € asà como de menú de encargo para grupos. Cocina abierta los Martes y Miércoles de 13:00h a 18:30h. Jueves, Viernes y Sábados de 13:00h a 2:00h. Domingos de 13:00h a 18:00h. Lunes cerrado. Capacidad para 90 comensales.
3,9
AVISO: Este restaurante ya no existe.
Rayo: El equipo de Cucharete encontró casi por casualidad un nuevo restaurante en Madrid que al parecer abrió sus puertas a finales de Marzo y… personalmente… ¡Me gusta, me gusta! ¡Me gusta este sitio! No tengo ninguna duda en que pronto se convertirá en uno de los locales de moda en la capital, porque ofrece una relación calidad/precio sorprendente. Todo está francamente “rico rico” y es muy complicado que se dispare la factura pidas lo que pidas.
¡Ei, tú! Si… ¡Tú! ¡Lector! ¿SabÃas que tienes WIFI en el ZKF? ¡PodrÃas estar leyendo estas lÃneas desde allà mismo! mientras te tomas un cafelito, asà como navegar por tus sites favorios o consultar tu correo. Gracias a estas apuestas por la tecnologÃa en los nuevos locales, quizás en un futuro cercano acabemos contando nuestras experiencias en directo… ¡quién sabe!
Me encanta que se me reciba con flores, y ahà las tenéis en la barra todas dispuestas y arrogantes presidiendo el local, señalando las lamparitas de colores que dan ese toque particular al blanco que peina el local del color de las nubes. Muy gracioso sin duda el mensaje de “Parada de tren corto” que marca una zona de la barra. Otro acierto son los espejos, a mucha gente le encanta esa sensación de amplitud que son capaces de transmitir allà donde los colocas. ¡Cuidado los vampiros! ¡Se os descubrirá pronto!
El ladrillo visto de la entrada conjuga con la madera a la perfección, consiguiendo convertir el espacio en una vistosa maceta para las flores que, junto con las noticias de última hora de los periódicos, dan ese toque de vida al lugar blanco/negro .
El comedor de fumadores, a la tutela de un largo espejo, es amplio y sencillo, destacando las emisiones de videos varios que, cuando son dibujos animados de hace tiempo como en nuestro caso, despiertan en nosotros sentimiendos de nostalgia arraigados en la infancia y hacen todavÃa más agradable si cabe la estancia en el lugar.
El comedor de aquellos que presumen de pulmones de tono rosado es enorme, gobernado de igual manera por un gran espejo, da pie a fotografÃas como esta: ¡Pero si sale el fotógrafo!
Las mesas son correctas y presumen de un coqueto pie de hierro forjado, pero me da pena que se use indiscriminadamente ese horroroso -a mi modo de ver- papel como mantel individual hoy en dÃa en tantos establecimientos, aunque entiendo la comodidad que conlleva su uso para el servicio del restaurante y, cierto es, que un local como el que nos ocupa -por público y precio- es de los más apropiados para utilizarlo y en los que menos desentona.
El salero cumple perfectamente su función, le da un toque más “salado” al local, un guiño violeta como nota de color que irrumpe con simpatÃa en el blanco.
También ayudan las exposiciones de arte que el Zoe Café brinda por temporadas. Es esta ocasión “Placamadre” -con Fotocopi Makinesi y Lamariet como progenitoras- muestra su encanto, tanto colgada estratégicamente de las paredes como en curiosas vitrinas iluminadas en pleno suelo. Me fascinan las empresas que ofrecen sus espacios abiertos a proyecciones y muestras de artistas noveles para ayudarles en su dura pero sin duda fascinante andadura hacia el éxito, en este caso, dos jóvenes estudiantes de Bellas Artes -Eva y MarÃa- que presentaron allà mismo su trabajo a los profesores.
Llegado el momento de zampar, los cucharetes consultan con Semilla -pronunciado ‘Semila’, nuestra camarera- sobre los mejores platos que oferta la cocina, y es cuando se nos informa que la carta -todavÃa sin diseñar del todo pero mostrando ya opciones muy variadas- es de temporada y que variará con el tiempo. Hacemos caso a sus consejos y… ¡Voilà ! ¡Menuda Ensalada con manchego, naranja y cacahuete! ¡Qué buena estaba! ¿Veis bien la cantidad en la foto? Pues no quedó vivo ni un mÃsero cacahuete… excelente combinación de sabores, todavÃa la recuerdo gratamente.
Os muestro ahora las Empanadillas chinas de carne (Gyoza) y no voy a variar mucho mi impresión respecto al primero anterior… ¡Deliciosas! Nos sorprendieron gratamente a los tres, sobre todo la salsa que las acompaña, que por educación, no lamimos el cuenco FlashBack y yo -anda que vaya frase para un crÃtico gastronómico casero-.
El Paté casero de salmón al eneldo, os lo muestran debidamente FlashBack y Ninillas, pero he de deciros igualmente que estaba exquisito. ¡Menudos tres primeros! O habÃamos elegido adecuadamente… o todo en ese lugar semejaba un suculento manjar.
A todo esto… la cena resultó ser de lo más hechicera, pues allà estaban mi querido Papá Pitufo y sus adorados amigos azules con Gárgamel y Azrael haciéndole la vida imposible. ¡Qué recuerdos! Entre la sabrosa degustación y las geniales imágenes colmadas de inolvidables momentos pasados no se podÃa pedir más.
Llegados los segundos, confirmamos por mayorÃa absoluta el buenhacer de la cocina. ¡Qué ricos! ¡Qué bueno estaba todo! La Brocheta de solomillo de cerdo estaba… estaba… ¡cómo estaba! Una contundente ración, crujiente, sabrosa, en su punto… dudo mucho que pueda mejorarse.
Misma concatenación de adjetivos para los Pimientos del piquillo rellenos de bacalao, de los cuales, una experta cono Ninillas puede sacar mucho más jugo.
Y la Pasta rellena con Idiazábal y trufa que os muestran Ninillas y FlashBack, la considero un poco más floja, aunque reconozco que tenÃa que competir con excelentes sabores anteriores, tarea nada fácil.
De los tres postres que degustamos me quedo sin dudarlo ni una sola centésima de segundo con el Mousse de yogurt con coulis de fresa… ¡BuenÃsimo! ¡Lo mejor para terminar la cena!
El resto de sobremesas se hacÃan un poquito más pesadas para mi gusto, pero estaban trabajadas con mimo, dignas de reconocerse y definirse como postres completamente caseros, como la Tartaleta de Baileys -foto- o el Brownie de fresa, nombre ya empalagoso de por sÃ, pero reconozco que éste es de los mejores que he probado.
Un lugar genial, con un precio inesperado para los platos que ofrece, tanto por calidad como por cantidad. La cena quedó en unos correctos 26 €/persona pero… ¡incluyendo una botella de Marqués de Cáceres Reserva 2001! que elevaba la factura 15 €. Por lo que, eliminado un primero, el vino y los cafés, se quedarÃa en unos increÃbles 17,50 € por comensal.
¡Volveré! Y os aseguro que la próxima vez seguramente tendré que reservar mesa con mayor antelación, pues el boca a boca se adueña rápidamente de lugares tan interesantes como éste. Pronto se convertirá en uno de los restaurantes de moda en Madrid.
FlashBack: ¡Una buena y grata sorpresa! Nos encontramos en pleno centro de madrid cercanos a la tan transitada y abarrotada Plaza de Santa Ana y la zona de marcha de la calle de las Huertas. Allà se encontraba antes un restaurante llamado Rincón de Piedra que habitualmente siempre lo habÃa visto al pasar pero no me habÃa atrevido a entrar por su aspecto tan cerrado. Pero ¿que es eso? ¡No es el restaurante que se encontraba allà antes!
De repente ante nuestros ojos aparece un singular establecimiento que dispone de una iluminación y diseño realmente llamativos, el nuevo restaurante Zoe Café, con unas grandes ventanas que invitan a echar un vistazo a su artÃstico interior y que nos recibe con las puertas bien abiertas. Es inevitable acercarse a echar un vistazo.
¿Probamos a pasar? ¡Adelante! Nos recibe en primer lugar una interesante barra donde degustar una cerveza fresquita de grifo, echar un vistazo a los aperitivos y que nos avisa en una de sus pizarras que disponen de ZONA WIFI. A quien más que a nosotros y a nuestros lectores nos puede parecer esto una fantástica idea. Si lo hubiéramos sabido, incluso podrÃamos haber realizado nuestro artÃculo directamente allà al finalizar los postres. A Rayo está claro que le ha impresionado.
En cuanto a su mobiliario, se han elegido piezas realizadas en madera con un color negro muy elegante que combina con el blanco cal de las paredes.
Las mesas poseen unos originales manteles que, aún siendo de papel (pequeño pecado) se caracterizan por llevar impresas las iniciales de este establecimiento: ZKF. Sobre ellos, unas impolutas copas de cristal y un salero que resalta sobre el resto por su tono violeta. Un detalle sencillo pero muy acertado para romper la división de colores entre mesas y pared.
Es precisamente sobre ésta, de la que cuelgan diversos espejos con gruesos marcos de madera que permiten dirigir la mirada hasta lo más lejano del salón ó incluso hacer accesibles a cualquier comensal las proyecciones que se realizan sobre la pared de diversos fragmentos de dibujos animados. En nuestra cena disfrutamos con los ¡simpáticos pitufos!
Por si todos estos detalles nos parecÃan escasos, tenemos a nuestra disposición diversas exposiciones de arte en la sala para no fumadores, por aquello del humo, con las que deleitarnos. Interesante la colgada actualmente, composiciones contemporáneas creadas por alumnos de último curso de la Facultad de Bellas Artes.
Tan sólo apostarÃa por añadir un toque más de calidez a las paredes o a la iluminación interna. Por lo demás me parece un conjunto muy agradable.
Tomamos asiento y elegimos un buen caldo con el que acompañar nuestra cena: un Marqués de Cáceres reserva del 2001. El local dispone de una selección no muy extensa de vinos, además de otra escogida según la semana que varÃa en función de los gustos que van demandando más sus clientes. Todos ellos a un buen precio.
Pero lo que realmente destaca es la posibilidad de llevar tu propia botella por únicamente 5 €, disfrutando de ella durante tu cena e incluso si sobra poder llevártela a casa de nuevo preparada correctamente por el servicio dentro del mismo precio.
Como detalle de la casa se nos obsequia con un delicioso aperitivo, por el cual además no se añade un cargo adicional en la factura como viene siendo habitual en otros restaurantes en concepto de pan, servicio ó cubierto. En nuestro caso, una buena ración de paté de garbanzos o humus rodeado de abundantes tostaditas de pan sobre las cuales untarlo. Y con ella iniciamos una interesante carrera de productos elaborados.
Se deslizan sobre el asfalto las cartas y escogemos como primeros cursos una gama de platos ligeros debido a que observamos en el resto de mesas que se caracterizan por tener una abundante cantidad con la ayuda de Semilla -precioso nombre cuando se pronuncia en portugués- que nos toma nota de ellos. Es el caso del Paté casero de salmón al eneldo, que despierta a mis papilas gustativas muy positivamente y empiezan a pensar que se avecina un gran espectáculo.
Adelanta en posiciones la Ensalada con manchego, naranja y cacahuete, con su composición de sabores y más que impresionante tamaño. Y toman la primera posición, la pole, las Empanadillas chinas de carne (Gyoza), de las que os habla más Ninillas, servidas con una salsa que se diferencia de la de soja por su gusto tan espectacular especialmente especiado. A mà me encanta.
Pasamos a la división de los segundos platos, presentándose en la parrilla de salida la crujiente Brocheta de solomillo de cerdo, con un sabor único y una presentación muy especial gracias a la salsa con la que viene acompañada. Por supuesto, no nos olvidamos de empapar cada uno de los pedacitos con ella.
Peleándose por la misma posición se encuentra la Pasta rellena con Idiazábal y trufa. Sin duda me fascinó, debido a mi aprecio por los buenos quesos con denominación de origen de nuestra penÃnsula. Un gran queso elaborado con leche de oveja Latxa principalmente, propia en esta región de el PaÃs Vasco.
Participan también en la carrera los Pimientos del piquillo rellenos de bacalao y puesto que no soy un gran amante de los pimientos rellenos os recomiendo la crÃtica que hace de ellos Ninillas. Sólo deciros que en comparación con otros anteriores me parecen muy tiernos.
Y ya en las últimas vueltas, los postres toman la iniciativa, siendo elegido entre los tres el Brownie de fresa, gracias a su nombre. Un bizcocho con piñones en su interior realmente casero combinado con helado de vainilla, chocolate lÃquido y fresas de temporada.
Con su nombre no podÃa dejar de ser candidata también al premio la Tartaleta de Baileys, muy casero y recubierto de canela. Quizás no se aprecia demasiado el sabor del licor del cual estaba realizada, pero la recomiendo para aquellos que les encanta tomar el café al mismo tiempo que el postre por su especial consistencia.
Eso sÃ, el ganador de la carrera en la recta final es el Mousse de yogurt con coulis de fresa. El campeón de los postres, gracias a su ligero chásis con una especial elaboración. No hay comparación cuando se presenta un postre afrutado, suave y digestivo.
El restaurante Zoe es, sin lugar a dudas, un marco incomparable en su situación donde poder cenar atendidos por su personal francamente entregado. No encontraremos una carta muy extensa todavÃa debido a la incipiente aparición del local pero sà una buena selección de entrantes, platos y ensaladas a un precio ajustado siendo posible cenar desde los 15 € por persona. Ideal para comer sano e innovar en las ocasiones en las que deseamos llenar el estómago antes de disfrutar del resto de opciones de ocio que nos brinda la zona centro de madrid.
Enhorabuena a MarÃa, al frente de este local, por esta creación de la que espero y deseo nos sorprenda aún más próximamente.
Ninillas: En ocasiones, sin buscar, encuentras… y no me cabe la menor duda de que la casualidad debió mediar a nuestro favor.
Nos llamó la atención su curiosa fachada de madera y cristales traslúcidos blancos. Tres puertas: la del centro es la entrada al bloque de pisos, y las otras dos pertenecen al local. Recuerdo que pensé que debÃa tener forma de “U”, no quedaba otra.
Miramos su rótulo y al unÃsono dijimos: “Pa dentro”.
Se trata de un restaurante de nueva apertura, lleva apenas 3 meses entre nosostros y, cuando le llamas: “Restaurante Zoe Café”, te responde.
Nada más entrar, confirmé mi teorÃa, efectivamente tenÃa forma de “U”. Te recibe la zona de barra, muy sencilla, donde unas flores frescas te dan la bienvenida. El blanco de las paredes ilumina la estancia y tan sólo se ve salpicado por leves toques de color aportados por las lámparas naranjas o verdes y el violeta de la puerta.
Es en esta parte donde se ubica la zona WIFI y, para poder disfrutar de ella, dispones de varias mesas, taburetes y bancos de madera en total consonancia con el local.
Si continúas el recorrido, te encuentras con el restaurante: primero la zona de fumadores en la base de la “U” y, finalmente, con la de no fumadores.
Techos altos, grandes espejos colgados en las paredes blancas inmaculadas, mesas de forja… En definitiva, una decoración sobria y elegante, pero que al mismo tiempo consigue crear un ambiente informal y cosmopolita, amenizado con una suave música de fondo.
Disponen de todo tipo de mesas, lo que lo hacen ideal tanto para una cena Ãntima y romántica como para una reunión familiar o de amigos. Y todo ello sin dar preferencia a unas y otras como ocurre en otros restaurantes donde las mesas de dos se ven relegadas a un segundo plano, ocupando los lugares menos indicados.
Pero el ZKF no es sólo un café, no es sólo un restaurante. El Zoe va más allá y aporta ese “algo” que lo dota de personalidad propia y lo hace claramente diferente.
Se ofrece como un espacio abierto a todo tipo de actividades culturales al tiempo que muestra exposiciones y proyecciones de artistas noveles o ya consolidados.
En las fotos, dos cuadros de la exposición “Placamadre”, creación de Eva y MarÃa, dos jóvenes alumnas de la Escuela de Bellas Artes, quienes además, según nos comentaron, se habÃan encargado de darle ese toque tan particular a la fachada.
Llamó mi atención su selección de vinos. Disponen de una bodega variada y con unos precios muy comedidos. Además tienen una sección de “Vinos de hoy” con caldos muy atractivos. De ahà precisamente fue de donde elegimos nuestra botella: un Marqués de Cáceres, Reserva 2001. Estaba a 15€, desde luego muy ajustado. Ofrecen también bolsitas para poder llevarte a casa la botella si no la terminas en la cena y la posibilidad del “descorche” a 5 €. Sin duda una buena oportunidad para compartir esas botellitas que siempre guardamos para una ocasión especial.
En cuanto a su carta, me sorprendió y mucho. Al igual que su personal, se trata de una cocina multicultural que va desde platos orientales, pasando por mediterráneos y acabando, por qué no, con guiños al otro lado del Atlántico. Nos encontramos asà con platos sencillos, pero muy bien elaborados como: Paté casero de salmón al eneldo, Arroz integral biológico salteado con verduras, Wrapp de pollo tandoori, Salmorejo con jamoncito y huevo, Escalopines de lomo argentino con verduras… Se trata a fin de cuentas de una carta no muy extensa, bien elegida y para todos los gustos, que además se va modificando con el paso de las estaciones para poder ofrecer productos de temporada.
Nosotros hicimos nuestra elección: tres entrantes y tres segundos, mientras comÃamos el humus cortesÃa de la casa y que estaba buenÃsimo.
Empezamos con una Ensalada con manchego, naranja y cacahuete, me encantó, era original y su vinagreta combinaba a la perfección con los ingredientes.
En la foto aparecen las Empanadillas chinas de carne (Gyoza), fue el plato que más me sorprendió, mira que he probado veces este tipo de empanadillas, pero reconozco que éstas son difÃciles de igualar.
El Paté casero de salmón al eneldo, misma tónica, muy rico. En resumen, unos primeros de sabores curiosos en los que queda patente el cariño con el que han sido cocinados.
El pan se presentaba en dos versiones, la más clásica y con colines pequeñitos que entraban solos.
Llegamos a los segundos, aparte de las Brochetas de solomillo de cerdo que ya os ha enseñado Rayo y que debo añadir que estaban sabrosÃsimas, pedimos también Pasta rellena con Idiazábal y trufa, muy buena aunque tal vez es el plato que pasó más desapercibido dado que era el más convencional.
Los Pimientos del piquillo rellenos de bacalao, qué os puedo decir, ¡ójala los tuviera aquà ahora! En una palabra, deliciosos. Y creanme, me consido una experta cuando de pimientos hablamos, pues es el sabor que más me gusta.
Todo iba sobre ruedas, quedaban los postres, la guinda del pastel, y nunca mejor dicho.
El Mousse de yogurt con coulis de fresa, al contrario que a Rayo y Flashback, es el que me pareció más normalito, estaba bien, pero sencillamente los otros dos me gustaron más. Sobre todo la Tartaleta de Baileys, a medio camino entre bizcocho y pasta de té, tenÃa un sabor muy diferente que dejaba en el paladar el gustillo del licor.
El Brownie de fresa, estaba muy suave, me gustó mucho, normalmente suelen dejarlo demasiado compacto y a mà personalmente me empalaga mucho, pero no fue éste el caso. De los brownies que he probado es uno de los que más ha agradado.
Ahora sà que habÃamos terminado de cenar, todo habÃa ido como la seda, pero claro, su nombre no deja lugar a dudas: Restaurante Zoe Café, de modo que habÃa que probar un cafecito.
Qué queréis que os cuente, no nos decepcionó, estaba cremoso y con sabor intenso, un café de sobresaliente.
Ya me queda poco por contar, únicamente esos detalles, bueno o malos, con los que al final suelo quedarme. A este respecto, debo decir que lo único que no me agradó, es justificable. SÃ, es lo que piensan: no tenÃan manteles ni servilletas de tela, pero reconozco que los precios están tan ajustados que no se le puede pedir más.
De los buenos, de aquellos que te dejan buen sabor de boca, muchos. El servicio fue bueno, nuestra camarera era encantadora, joven, guapa y profesional. Me alegró, y no saben cuanto, el hecho de que conceptos como cubierto o servicio de mesa -al igual que el pan- no se incluyeran en la factura.
Me gustó en definitiva, su buenhacer, la manera que tienen de intentar complacer al cliente, de ofrecerle algo diferente, sin que por ello haya que sangrarle.
Me encantó su cocina, a base de productos de temporada, bien elaborada y de sabores originales.
En cuanto a lo que le falta, es precisamente lo que en un futuro hará que ir al Zoe Café sea una empresa difÃcil. Porque señores, el Zoe es un café-restaurante con paredes blancas, muy blancas, paredes ávidas de historias, de esas que se van incrustando con el paso del tiempo y que hacen que un local nuevo como éste, se convierta en un referente con el paso de los años. Sólo espero que alguna de esas historias me pertenezca y que si van por allÃ, disfruten igual que disfruté yo.
Cucharete: Mi equipo ha descubierto este restaurante recién surgido en nuestra ciudad con muchas opciones adicionales difÃciles de encontrar en cualquiera de los de su clase y dentro de su franja de precio. Una opción perfecta para una cena informal y original. Mi equipo cenó por 26 €/persona, incluyendo un vino de 15 €, por lo que debemos tener en cuenta que eliminado un primero, el vino y los cafés, se quedarÃa en unos sorprendentes 17,50 € por comensal.
Su calidad a un precio envidiable. Posibilidad de usar tu portátil conectado de forma inhalámbrica a Internet. Una ambientación muy auténtica. Servicio amable. Ayuda a jóvenes promesas exponiendo sus trabajos. Zona de no fumadores debidamente aislada. Posibilidad de llevar tu propio vino. Admite cheques de comida.
Carta no muy extensa, sin selecciones de pescados, aunque hay que aclarar que la pretensión es variarla en función de la temporada y los gustos de sus clientes. El mantelito de papel.
3,9
AVISO: Este restaurante ya no existe.
30 comentarios a “Zoe Café”
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¡Hola! Hace mucho que os leo, me encantan vuestras crÃticas. Este sitio parece todo un acierto, qué buena presencia tienen esos platos… creo que en breve reservaré lo que pasa es que no veo que haya mucha gente ¿no? ¿se llenó?
Seguramente reserve para el próximo viernes Ya os contaré…
Una pequeña puntualización a Flashback (no te lo tomes a mal pero es que soy asà de “asquerosita”) pero “untar” es sin h.
Saludos,
Lola
Creo que a Gloria Enmascarada le gustará este restaurante…
Gracias por leernos Lola. Me alegro que te agrade la página tanto puesto que es nuestro principal interés.
Ya está corregido el pequeño gazapo que me comentas. Intentamos siempre eliminar todo tipo de errores ortográficos que aparecen en nuestros borradores pero es inevitable que a veces se nos cuele alguno. No diré que cometer errores es de sabios porque tampoco creemos que lo seamos, simplementemente nos esmeramos en informar desde nuestra opinión de la mejor manera posible. Y sinceramente me alegra que lo hayas encontrado porque ello significa que nuestros visitantes aparte de observar las fotografÃas también nos leen atentamente.
En cuanto a lo que nos preguntas sobre el Restaurante Zoe, comentarte que en la mayorÃa de nuestros artÃculos los locales no aparecen casi nunca llenos. Esto es porque intentamos siempre acudir pronto y normalmente entre semana para molestar lo menos posible. Por ello recomendamos siempre y más si es en fin de semana, reservar con antelación.
Un saludo.
¡Hola!
me acerque a este restaurante porque encontre publicidad de la exposicion en una cafeteria y me sorprendió muchisimo.
el ambiente es muy agradable y tiene un diseño asombroso. Las obras me impactaron por su calidad creativa y me parecieron realmente originales. Parece mentira que la mayoria de las galerias de arte esten llenas de valores economicos y no creativos como el de estas dos chicas.
Os animo a todos a probar la peculiar y rica comida de ZOE en un ambiente que os sorprenderá, además echarle un vistazo a la fachada cuando llegueis!
un saludo!
Hola de nuevo! Ahhh ya decÃa yo que en vuestras fotos los sitios nunca salen muy llenos CreÃa que quedábais para cenar los fines de semana porque como, casi siempre, veo el artÃculo publicado los domingos…todo tiene su explicación.
Igual reservo para el sábado asà que si voy ya os contaré que pruebo aunque a veces, en estos casos, soy un poco copiota y prefiero ir sobre seguro, jeje. De todos modos ya os comentaré,
Un saludo
Pues a raÃz de esta anotación vuestra, anoche celebramos en el Zoe Café una cena de empresa de 25 personas.
Y salimos muy contentos del lugar: la calidad de los alimentos y del servicio, el precio contenido (aunque nos invitaba la empresa), el local, las cervecitas previas ricas-ricas y las copas posteriores en vasos “de reglamento”,…
El menú era el nº3 para grupos y, efectivamente, la brocheta de solomillo ibérico estaba exquisita.
Ahora solo falta volver en petit comite para revisar la carta…
Saludos y seguid asÃ!
Siento la verdad ser una aguafiestas con mi crÃtica, pero lo cierto es que acabamos de cenar hoy tanto mi novia como yo y no hemos salido contentos. He pensado mucho en los pros y contras de hacer esta crÃtica, pero al final creo que la diversidad de opiniones es lo que más puede favorecer a este blog. Reconozco que tiene una carta de vinos honesta y barata y que efectivamente la bocheta de solomillo estaba buena; pero lo cierto es que el resto de puntos son débiles. Con esa amplia variedad de ensaladas es un pecado que fallen tan clamorosamente en el alineo (imperdonable). A pesar de la amabilidad del servicio lo cierto es que no se hacen con un local tan grande y los tiempos de espera son bastante amplios. Junto a esto comentaros que con una carta tan estrecha no te puedes permitir el lujo de no tener un plato. En este caso fue uno de los postres que en vuestra crÃtica mencionasteis que elegisteis, mousse de yogurt con coulis de fresa, el que no tenÃan. Nos tuvimos que conformar al final con una tarta de limón con fresa que nos dejó la duda si era casera o industrial. En fin creo que no se merece los cucharetes que le habeis puesto. El otro dÃa estuve en otro que recomendabais, La Sede, y para mi gusto no guarda proporcionalidad. Si a este último mencionado le habeis puesto 4 cucharetes, personalmente creo que 3,9 a Zoe Café es una calificación demasiado generosa. CrÃticas a parte os felicito por vuestra labor y dedicación que es realmente sobresaliente. Prometo seguir vuestras huellas y consejos porque este tipo de cosas no merma vuestra credibilidad.
Hola a todos;
hace dos semanas que fui a comer a este restaurante con mi pareja y pude confirmar que la comida estaba realmente deliciosa (yo pedà las empanadillas, la ensalada con cacahuetes y las brochetas de cerdo). Asimismo de precio está muy bien, pues ambos comimos por menos de 45 euros incluido la botella de vino.
Ahora bien, no puedo recomendar este restaurante si de lo que se trata es de tener una velada donde se pueda conversar apaciblemente, pues no es sólo que los españoles seamos los más gritones de Europa y de parte del resto del mundo sino que además la disposición del local y de las mesas no está diseñado para que se pueda conversar sin tener que escuchar los detalles de la operación quirúrgica a la que fue sometida la madre del que se sentaba a nuestro lado.
Saludos,
Fer.
Voy a ser breve porque ya casi todo se ha dicho de este sitio.
Los postres son INCREIBLES. Y lo dice una golosa de pro.
Por favor, no le digáis a nadie lo bien que está el Zoe Café no vaya a llenarse. Mantened el secreto.
Hola a todos,
El pasado sábado dÃa 29 celebramos la I cena de moderadores y colaboradores de nuestra web www.elotrolado.net. Nos reunÃamos en Madrid, aunque venÃamos de varios rincones de España (Barcelona, Valencia, Zaragoza, Córdoba, Oviedo…) y como es lógico necesitabamos algún sitio donde realizar tamaño evento.
Por recomendación expresa del “Cucharete” nos decidimos por éste, el Zoe Cafe. El restaurante está en la calle Santa Maria, bastante cerca de Atocha, aunque creo que la parada de metro más cercana era la de Anton MartÃn.
TenÃamos mesa reservada para 17, con parte del menú pactado de antemano. Nada más llegar pudimos pasar al interior y tomar asiento, no hubo esperas de ningún tipo. El local no tiene un salón grande como suele ser habitual sino que está compuesto por varias estancias rectangulares en los que caben mesas de todo tipo, incluido una alargada para los diecisiete que eramos.
Apenas un par de minutos después de sentarnos pasaron a tomarnos nota de las bebidas y casi al instante las tenÃamos en la mesa, junto con un montadito para ir abriendo boca. No hay mucho que decir al respecto, con 17 comensales tampoco nos paramos mucho a mirar la carta de vinos. Un punto en contra fue no tener la opción de SangrÃa, pero los “tintos de verano” que tomamos alguno no estaban nada mal en su lugar.
La rapidez del servicio también se dejo notar cuando en seguida comenzaron a servirnos el primer plato, unos entrantes de lo más variaopinto compuestos por: Escalibada con queso de cabra (plato tÃpico de la cocina catalana), Quesadilla mexicana y un rollito oriental. El primero de ellos tuvo menos aceptación entre los comensales, incluidos los catalanes, pero los que lo probamos podemos decir que estaba rico. Atendiendo a la velocidad con que los otros dos fueron desapareciendo de los platos se puede deducir que no estaban precisamente malos.
Entre bocado y bocado, se nos dio la opción de elegir el segundo entre la famosa brocheta y un Salmón Teriyaki que tampoco debÃa estar nada mal. Por unanimidad se sirvió brocheta para todos.
Tras esto fueron colocadas en la mesa unas monumentales ensaladas César para compartir, bastante sabrosas, aunque quizás con algo menos de salsa César de lo que hubiera sido preciso. La gente fue dando buena cuenta de ellas mientras l@s antent@s camarer@s iban trayendo las brochetas.
El plato estrella de la carta, dos brochetas de solomillo de cerdo rebozadas, se sirvió en un plato rectangular decorado por una correcta cantidad de salsa barbacoa, sin ensalada de guarnición a diferencia de la mostrada en la foto por el hecho de tener sobre la mesa las “César”. El manjar cumplió con las expectativas y fue devorado, tal que sus hijos por Saturno, en todos los casos.
Mientras tanto, el personal del ZKF se afanaba por que no faltase bebida y fueramos eligiendo el postre (tarta de chocolate o de queso con coulies de fres creo recordar), que gustó a todos, pero que dejó a algunos con ganas de que su porción hubiese sido más grande.
Llegados a este punto, la casa nos ofreció un chupito, aunque se pospuso un par de horas mientras aprovechábamos para hacer sobremesa y degustar entre risas y buen ambiente (¡Sin humos!) un par de copas con lo mejor de la bodega.
Al final dimos buena cuenta de ese chupito y pedimos la “dolorosa”, sobre todo para el webmaster, no tengo un conocimiento exacto del total pero creo que rondo los 30€ por cabeza, aunque hay que tener en cuenta que la mayorÃa tomamos dos copazos y que además se pagó en la cuenta las consumiciones pedidas mientras los más “madrugadores” esperaban al resto en la entrada del ZKF.
Saludos EOLIANOS.
Suscribo lo dicho por mi compañero, la comida estuvo bastante bien (en especial las brochetas), el local muy agradable y el servicio muy bueno, lo único que se quedaron algo cortos fueron los postres (tras lo leÃdo por aquà esperábamos algo más). Destacar también para los más alcohólicos los cubatas, marcas variadas y un precio imbatible: 4,5 euros.
Hace poco me pasé por este restaurante con mi madre, solemos ir a comer fuera una o dos veces al mes para conocer sitios nuevos desde que descubrà la página del cucharete. Zoe Cafe fué mi primera elección aunque no me quedó más remedio que posponerla ya que cerraban en agosto. El lugar me encantó, las camareras muy amables y el servicio muy rápido, al ir entre semana no estaba lleno y entramos enseguida. La comida riquisima, pedimos la ensalada de queso manchego, naranja y cacahuetes, los pimientos de piquillo rellenos de bacalao, la brocheta de solomillo y cerdo y de postre un browni de fresa y una tarta de manzana casera. He de decir que mi madre salió encantadÃsima, la brocheta y la tarta de manzana le encantaron y casi no me deja probar la ensalada. Además en un restaurante apto para cualquier bolsillo asi que seguramente volveré pero esta vez con mi novio….
hola a todos,
fui a celebrar un cumpleaño el dia 25 de octubre con 17-18 personas. La verdad que el local es muy bonito, los camareros majos pero…lentos. Para una jarra de agua esperamos 15 minutos , y era siempre pedir, pedir..Es que creo tuvimos la mala suerte de tener otro grupo al lado de 40 personas, y se les atendia mucho mejor a ellos que a nosostros. El menu era concertado: primer plato rollito primavera, segundo brocheta de salmon o pollo con salsa de frambuesa y cacahuete y postre (20 euros cada uno, bien el precio)Te dejan traer tu botella pero para abrirla quieren 5 euros.- Las cantidades eran pequeñas pero buenas (suerte que no he llegado hambriento) he visto mas cantidad en estas fotos, y me hubiera gustado comer un buen postre….con esto estoy de acuerdo con meda (vease los comentarios encima) he tenido la duda si era casero o industrial, voy mas por la segunda opcion. Estoy seguro que habria podido ser mejor en otro momento….ya lo intentare otra vez, un saludo
El pasado viernes cené con con un grupo de 14 personas en este restaurante que habÃa encontrado entre las sugerencias de vuestra web. Encargamos el menú nº1 de grupos y el balance general fue bastante malo: los camareros eran agradables pero muy, muy lentos… los entrantes los sirvieron en platos individuales tocando a una croqueta por persona, cuatro hojas de lechuga con dos rodajas de naranja y unos pipas por encima, un mini-crujiente de queso son salsa de frutos del bosque y una porción de pastel de puerros…. los segundos platos estaban regular y todos acompañados, tanto el salmón como los “solomillos” de cerdo, de la misma guarnición (arroz con boletus), el postre no era en absoluto casero y bastante malo, por cierto. En cuanto al vino, la mayorÃa bebimos Lambrusco, pero los que tomaron tinto comentaron que la primera botella infumable y la segunda algo mejor. Al final tocamos a 27 E por persona y, la verdad, nos resultó bastante caro teniendo en cuenta lo que comimos y bebimos. En fin, este ha sido la opinión general de las 15 personas que cenamos en el Zoe-Café.
Pues nada, despues de mirar y mirar posibilidades para comer en madrid, en vista de las criticas positivas de este restaurante, pues alli que fuimos.
Pedimos el menu del dia que costaba 9.5 euros por persona y que incluia un primero, un segundo, el postre, pan y bebida.
El primer plato era a elegir entre un pure de remolacha y una ensalada de pollo con eneldo muy muy normalita y escasa.
En general ambos platos nos parecieron un poco escasos y nada del otro mundo.
En cuanto al segundo podias elegir entre carne que era chuleta de cerdo con especias acompañado de unas patatas panaderas , una lubina al horno con crujiente de esparragos , tambien con patatas panaderas y tambien habia una empanada de pisto con algo que no recuerdo.
Nosotros pedimos el plato de cerdo y el de pescado. La verdad es que estaban muy buenos , lo que si nos parecio es que para una persona que acostumbre a comer poco es suficiente pero si eres un chicarron y necesitas una comida acorde a tu tamaño …….pues se queda pequeño.
De postre tomamos un mousse de queso con frutas rojas…….era como una crema de nata con mermelada.
Y una tarta de frutas que era como una especie de compota sobre masa quebrada cubierta con salsa caliente de vainilla y un poco de nata montada al lado…….tampoco demasiado grandes.
Nos sirvieron dos botellas de agua mineral de medio litro cada una aunque no vimos como las abrian……. y una cesta con tres trozos pequeños de pan de baguette(como dos dedos de ancho cada trozo).
Valeeeeeeeeeeee, que es un menu del dia y no te van a dar una cantidad enorme, supongo que igual nosotros que no somos de madrid sino de una ciudad cercana donde se come muy bien , estamos acostumbrados a raciones mas generosas, no se, el caso es que yo que no suelo comer mucho…….no me senti llena al terminar. Mi chico que es mas tragon acorde con su tamaño, la verdad es que salio mas bien ligerito y de cabeza a la pasteleria mas cercana.
El lugar es muy bonito y tranquilo a la hora de comer, no se si seriamos nosotros o el dia o yo que se pero pasamos un poquito de frio en el comedor.
Espero que os haya ayudado mi critica que tan solo esta hecha con animo constructivo.
Pues nosotros fuimos un grupo de 17 personas a celebrar la cena de la empresa y la verdad es que no comimos del todo mal. Hay que decir que la bebida no está incluida en el menú y al final salimos por unos 26 € contando con las 5 botellas de vino y algunos cafés que tomaron mis compañeros. Yo en mi caso si que prefiero que los entrantes sean individuales porque siempre hay alguien que come más de la cuenta y no te dejan probar nada.
Los segundos estaban bien tanto la carne, el salmón o la berenjena siempre acompañados por arroz.
Los postres eran o tarta de queso o mousse de almendras que esta última no me gustó mucho, la verdad.
Es sitio está bien pero para ir una vez, creo que no volverÃa aunque para cenar muchos puede ser una opción recomendable.
Tras leer vuestra crÃtica, estuve hace ya un tiempo en el Zoe Café con unas amigas, y he de decir que me gustó. HacÃa poco que habÃa descubierto vuestra web y me hacÃa mucha ilusión probar un restaurante valorado por vosotros. Volver a ver a los pitufosfue demasiado!!! Qué recuerdos!!! La comida me pareció original y bien presentada. El paté de salmón magnÃfico! POr poner un pero, se echaba un poco en falta algo más de aliño en las ensaladas, pero en general muy bien!!! Para volver.
Anoche estuve cenando en este restaurante con una amiga que me invitó. Era un viernes y debo reconocer que el local estaba insólitamente vacÃo. Pero nos gustó mucho.
El local es muy amplio, las zonas están correctamente habilitadas y a mà me gustó la decoración con cuadros coloristas que ponÃan el contrapunto a un local de corte más bien clásico (sillas de madera, colores neutros, vigas vistas etc).
Pedimos empanadillas Gynza, que resultaron crujientes y jugosas a un tiempo; ensalada de tomate, manchego y naranja, bastante buena, original con los cacahuetes; pimientos de piquillo rellenos de bacalao y unos ravioli de calabaza con salsa de queso ahumado. No es una cocina pretenciosa en lo gastronómico pero los platos resultan muy bien. Nos gustó todo loq ue pedimos. De postre, el brownie (que más bien parece tarta de chocolate) con sorbete de mandarina.
En conjunto, como he dicho, nos gustó y disfrutamos de la cena, excepto por tres o cuatro cositas: tardaron muchÃsimo en tomarnos nota y servirnos los primeros; las mesas carecen de vestimenta ninguna - lo cual a mà me molesta especialmente -; la carta es bastante elemental tanto en formato (una hoja plastificada) como en amplitud de platos, y la carta de vinos es igualmente corta. Los precios nos parecieron muy normales.
En conclusión, es un sitio al que volverÃa y que recomendarÃa.
Bueno por una vez tengo que dar una crÃtica negativa y eso que no me gusta demasiado.
Anoche estuvimos en el Zoe Café, con las ganas que tenÃa de conocerlo, sinceramente me decepcionó soberanamente.
Llegamos y en seguida nos pusieron en nuestra mesa. Eramos cuatro, pédimos de primeros una ensalada de pollo naranja y tomate, que ahora que lo escribo.. no se donde se que quedó el pollo y dos degustaciones.
La ensalada estaba buena, aunque yo si pongo en una ensalada naranja, al menos la pongo dulce y no tan ácida con la que venÃa en nuestra ensalada. De la degustación las croquetas estaban insipidas, mucha masa y poca cantidad de nada dentro. La bola que venÃa de curri tenÃa mucho sabor, no las habÃamos probado nunca asà que nos medio gustó y los rollitos eran congelados . en fin.. muy mal.
Esperabamos mejorar con los segundos. Una amiga se pidió las brochetas famosas, que estaban frÃas, aunque comentó que el sabor no era malo. Los chicos pidieron fajitas de ternera, que también estaba la carne y el complemento de cebolla etc frÃo!!!. Lo único que se salvó un poco fué lo que me pedà yo, los raviolis rellenos de calabaza con salsa de queso. Que debe de ser que como la salsa si estaba caliente….. sabÃa hasta medianamente bien.
Como ya estaba bastante decepcionada con la comida, decidà ni siquiera probar los postres, nos tomamos café y unos chupitos..
De los chupitos comentar, que el de HIERBAS es un chupito sin alcohol, que sabe super dulce. Al menos el que tenÃan ese dÃa. Que la chica se equivocó aunque fué un detalle por su parte dejarnos el chupito que se habÃa equivocado y no cobrarlosno.
Bebimos un ribera del duero normalito.. 12 € la botella.
La cena en total nos salió por 102 euros!!!! sinceramente para lo que habÃamos comido nos parció una exageración, porque si alguién ha seguido nuestros comentarios.. en el restaurante de 5 cucharetes que más nos ha gustado hemos comido por 40 euros más los cuatro y con muchÃsima más calidad.
Desde luego, es la primera vez que no estoy de acuerdo con vuestra crÃtica no le veo un restaurante de casi cuatro, si no más bien de los que no llega casi a tres..
Por cierto menos mal que nos ibamos cuando llegó la mesa que tenÃamos al lado de muchas personas, porque la acustica del local hace que te sientas a disgusto ya que se oye demasiado a todo el mundo y nos tocó gritar al final de la cena.
Saludos
Nenúfar_Amarillo.
Por recomendación en la web de cucharete fui con un grupo de amigos hace tiempo y me pareció que el restaurante tenÃa buena relación calidad/precio: comida rica, cantidades buenas, servicio correcto…
Hace poco volvà y ufff parece ser que ha llegado la operación bikini. Las raciones eran la mitad de lo que nos sirvieron hace unos meses, cuando veo el brownie de vuestra foto, la pasta en serio…de donde sacaban un plato ahora sacan dos. Pero el precio sigue el mismo!
El servicio fue correcto eso si (estábamos solos un sábado a las 11 de la noche)
Por lo que a mà respecta no creo que recomiende este sitio, y esoq ue me gustó la primera vez que fuimos.
Un saludo!
Sara
Hola a todo!!!! Ayer fuimos 8 amigos a Zoe Cafe a cenar…. ninguno de los que Ãbamos lo conocÃa, dimos con él gracias a este maravilloso blog que es Cucharete… y simplemente deciros que a todos nos encantó… el sitio es una chulada, pero sencillo; cuadros preciosos, fotos muy bonitas por las paredes, y un proyector que reproduce en las paredes los dibujos animados de nuestra infancia… (tenemos treinta y…). El sitio muy tranquilo porque no está masificado (hasta que se ponga de moda, que creo que será en breve…)
Y ni qué decir del servicio: muy muy muy amables, estuvimos muy agusto en todo momento; de hecho, al ser tantos llegamos con bastante tiempo de retraso y ni una mala cara por parte de los camareros, más bien al contrario.
Otra de las ventajas de este sitio es la cantidad de opciones: puedes ir a cenar, o puedes sentarte en una mesita baja para, simplemente, tomar algo.
De hecho, tienen una barra y puedes tomarte unas cervezas con unas tapas que te ponen según pides las bebidas… tapas, por cierto, muy buenas y muy curradas, muy originales…
En cuanto a la comida, que es importante: pedimos de entrantes un surtido que no recuerdo cómo se llamaba pero que se componÃa de humus (riquÃsimo), rollitos de primavera, croquetas y unas bolitas de algo que no sé que eran, pero que estaban espectaculares…. todo esto con una presentación de lo más cuidada…
Cada uno elegimos un plato: las ensaladas tenÃan muy buena pinta, y la brocheta de solomillo, que la probé, estaba también muy muy rica… yo pedà las fajitas de ternera (me quedé con las ganas de probar los raviolis con trufa e idiazábal, que esta vez no estaban en la carta…). Y las fajitas también muy buenas… aunque creo que me pidiera lo que me pidiera, iba a acertar, porque veÃas los platos y te entraban ganas de probarlo todo…
Postre no pedimos, puesto que estábamos llenos (no entiendo lo que dicen otras personas de que ponen poca cantidad….. yo creo que es la perfecta, no demasiada pero la suficiente para dejarte saciada), pero la carta tenÃa unos postres que, con leerlos, se te hacÃa la boca agua, como por ejemplo, el chocolate con texturas, o el sorbete de mojito… De todos modos, como estábamos tan agusto, pedimos los cafés, y buenos buenos buenos…. espumosito, como me gustan (las fotos no engañan).
Todo esto (cañas del principio, cena y café, más botella de vino) por 22 €/persona.
Asà que sinceramente, el mantelito de papel no me importa mucho… lo importante es que se come genial, que el trato es buenÃsimo, el local es precioso (la vajilla muy original y cuidada), y muy económico… ah!, y cogen todos los cheques de comida (Sodexho Pass, Cheque Gourmet y otro más que no recuerdo).
Recomendable al cien por cien… yo, desde luego, pienso volver… y mis amigos, también.
Muchas gracias por leerme!!! y gracias a Cucharete por este trabajo tan bien hecho, y hacernos descubrir estos sitios en Madrid, seguid asÃ!!!!
MalÃsimo, muy muy malo, celebramos una cena de grupo y fue un desastre y yo me hago responsable ya que fue elección mÃa. La comida muy simple, escasa, salÃa frÃa y tarde, el servicio muy malo, teniamos que buscar a los camareros para que nos sirvieran algo de beber.
Además el trato fue realmente malo, muy lentos, y lo peor es que nos trataron con mala educación y con falta de respeto, de esos sitios en los que creen que por ser jóvenes pueden tratarte peor.
Encima fue muy caro, salimos a más de 30 euros por persona por 2 croquetas y 3 canapés y encima en las copas del final intentaron cobrarnos 2 copas de más aprovechando que éramos muchos, y cuando fuimos a reclamar ya fue horrible, un camarero insultándonos y gritándonos en medio de la gente, la poca gente que habÃa alucinaba……………En seguida se quedó vacÃo
Fue de esas situaciones en las que te da vergüenza ajena…………Nosotros estuvimos a puntito de llamar a la policia, no os digo más. Fue patético.
Creo que no saben nada de restaurantes ni de trato con el cliente. Sinceramente no sé qué pueden recomendar de este sitio…….
Ya he leido en muchos foros cosas parecidas a lo que digo yo, por lo que creo que deberÃais revisar bien vuestra crÃtica
Este sitio es una
palabra no permitida. Fuimos un grupo muy grande, la cena que nos prepararon salió y volvió a la cocina casa intacta. El caso es que ni nos lo creÃmos porque la carta tenÃa muy buena pinta y los platos que veÃamos en las mesas de alrededor no tenÃan mala pinta. Y no es que pagáramos una miseria: 38Euros por cabeza y todo canapés frÃos…Para más INRI casi acabamos a bofetadas con el camarero exaltado de la barra que nos querÃa cobrar copas de más.
Hicieron con nosotros su agosto y además todavÃa nos
palabra no permitidallamándonospalabra no permitidaal salir.En resumidas cuentas: no se lo recomiendo ni a mi peor enemigo.
Pues sinceramente o yo he estado en otro restaurante o se han puesto las pilas,por que estuve ayer cenando con mi novia y salimos encantados.un sitio agradable, muy agradable.el servicio superatento.teniamos una mesa en zona de fumadores y nos ofrecieron una mesa mejor si queriamos dejar la zona de fumadores,el camarero se preocupo de que estuvieramos en una zona buena y agradabe.y que decir de la cena.espectacular.todo buenisimo y unas raciones mas que generosas.ensalada de salmon marinado y frutas con salsa de yogur(no untamos pan por verguenza torera),croquetas(con jamon jamon), quesadilla de brie con cebolla caramelizada y pasas(hiper recomendable) y brochetas de tempura de verduras(verdura de calidad y un rebozado exquisito).Postre para compartir entre los dos,unos bocaditos de queso y frambuesa,simples pero sabrosisimos y sorprendentes.cafes y vino.total: 48 euros.En mi opinion un sitio de lo mas recomendable y en una zona fenomenal.Lo recomiendo.Yo repetire seguro
Pues yo siento no haber entrado antes a leer estas cristicas porque tienen razón, fuimos este finde y un desastre!!!!
Javitxu no se en q restaurante estuviste o es q son amigos tuyos xqe lo veo una critica muy estirada!!
El local es muy grande y no se manejan, estuvimos un monton de tiempo esperando a que nos sirvieran, es un poco frio la verdad; la comida nada especial, las ensaladas a mi gusto muy insipidas, las croquetas gigantes, muy mazacotes, además llegaron frias; las famosas brochetas pues…….Unas brochetas sin más, sin aderezo ni nada, no sé……..Mi novia se pidio un entrante qe era como humus y se lo dejo entero…..Yo de segundo unas fajitas que no me gustaron, se parecian a cualkiera de las ya preparadas de cualquier fast food
A mi lo que comenatais del mantel y la carta de plástico me da un poco igual, yo voya un sitio a cenar bien, nada más y en este sitio no cenamos bien, muchos nombres originales en la carta y demás, pero luego en la boca no decian nada; no era sabroso, escasa cantidad y frio………….
El servicio ni bien ni mal, MUY LENTOS, y habñia un camarero si qe nos parecio bastante tosco pero nada más.
El precio desde luego caro para lo que es. Casi 60 euros!!!!!!!!!!! Me fui todfa la noche acordándome del chuleton estupendo q me habria tomado yo en otro lado por ese precio………….
En definitiva, quieren aprovechar la zona en la que estan, quieren dar un aspecto cosmopolita con el nombre y el aspecto pero en resumidas cuentas parece que hayas cenado en VIPS unas ensaladas (incluso son mejores las d VIPS) croqetas congeladas y unas brochetas y fajitas de lo más insipidas…………..
Vamos que por ese precio ya os podeis buscar otro sitio para cenar d everdad………….Es mi consejo, porque a mi me hubiera gustado leerlo antes de ir.
Saludos
Hola Soy Dany de Irapuato Gto, Mexico el nombre es increible asi se llama mi bebe Zoe y todo se ve riquisimo.
¡¡Por fin un sitio donde se está agusto de verdad!!
Nos sorpredieron gratamente con plantos multiculturales muy ricos, y comimos tan agusto.
Se nos quedo buen sabor de boca….
¡¡Y qué postres!!
Volveremos con mucho gusto
Entramos a comer por casualidad y resultó un sitio acogedor con un menú del dia muy original ¡¡¡¡¡ a 10.5 euros!!!!!
La comida estaba deliciosa y disfrutamos de ella en una zona de no fumadores de las de verdad.
Encantados.
Celebré allà mi cumpleaños con unos amigos y todos quedamos encantados. Al entrar la primera impresión no fue muy buena, la verdad. Estuvimos a punto de dar la vuelta pero como habÃa leÃdo vuestras crÃticas decidà arriesgarme y quedarme.
El servicio es muy amable y correcto, además nos aconsejaron muy bien. La carta es muy reducida pero sà diré que la comida está muy buena, sobretodo para el precio que tiene. El guacamole y el humus son obligatorios (de lo buenos que están…) Y lo mejor de toda la cena (será porque soy muy golosa) fueron los postres: eran caseros, las raciones eran más que grandes y ninguno decepcionó.
Asà que disfrutad del sitio que quedan pocos asÃ, ¡yo volveré seguro!
Hola cucharetes!! que lástima que este restaurante, de los que hay pocos, haya cerrado sus puertas… el chasco me lo llevé hace unos tres meses, que fui expresamente hasta allà para cenar con unos amigos. También os digo que hablo sin conocimiento, ya que el local existe, pero no como el Zoe Café, sino con otro nombre, y por dentro está lleno de camas para fumar pipas… la verdad es que tenÃa buena pinta y creo recordar que se podÃa cenar… pero el ambiente no tiene nada que ver con el Zoe, con lo que era.
Espero que os haya servido mi comentario y sobre todo, que no os llevéis una sorpresa si decidÃs ir! eso sÃ, no quiero hacer mala publicidad del nuevo sitio, simplemente aviso! Saludos.