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Atocha, 116
Madrid (Centro)
Atocha (Línea 1)
91 528 00 55
25 - 35
El restaurante La Sede -diseño en estado puro a precios asequibles- se encuentra muy próximo a la Estación de Atocha. Ofrece tres ambientes claramente diferenciados: una larguísima mesa para degustar pinchos fríos y calientes frente a la barra, un comedor interior para degustar diferentes platos vanguardistas a la carta, y varios espacios reservados -pensados para ocasiones que requieran de intimidad así como para comensales no fumadores-. Dispone de un menú del día a 12,50 € -elevando su precio el fin de semana- y su espectacular horario va desde las 6:00h hasta la 1:00h (de jueves a sábado hasta las 2:00h) ya que ofrecen desayunos desde primera hora, ideal para quienes “cierran” discotecas cercanas. En el exterior posee una elegante terraza de verano. No cierra.
4,0
AVISO: Este restaurante ya no existe.
Véase también: Restaurante La Sede - Nueva Carta
Rayo: ¡Qué sitio más bonito! Da gusto encontrarse con locales de este tipo, fashion pero elegantes a la vez, que cuidan con mimo la iluminación alcanzando el equilibrio entre la visibilidad y la intimidad que transmite una luz cálida y tenue.
Su fachada despierta el interés del viandante, pues su distinción es notable al estar inmersa entre tanta oferta de “bocadillo de calamares” que saturan la zona de Atocha. Es probable que la gente sienta respeto hacia el local y se imagine unos precios desorbitados, pero queridos lectores… ¡nada más lejos de la realidad!
Impresiona nada más entrar su espectacular y larguísima mesa -¡de una sola pieza!-, pensada para degustar todo tipo de pinchos -fríos y calientes- mientras se disfruta de un vinito o de una cerveza, sin duda, una de las zonas muy recomendables del local. Multitud de lamparitas sobrevuelan la mesa e iluminan el trayecto hacia los comedores interiores que ¡son preciosos!
Las tonalidades amarillas y anaranjadas que emanan suavemente del decorado le tranfieren personalidad propia y le conceden un aire distingido a la vez que vanguardista… muy chic. Amplias pantallas de plasma recorren las paredes del local, incluso disponemos de ellas en alguna de las zonas reservadas, ideales para cenas íntimas y románticas, inclusive para reuniones de trabajo o grupos de amigos.
Grandes espejos amplían -más si cabe- el espacio a la vista del comensal. Debidamente situados, lucen garbosos la imagen corporativa del lugar, un local esbelto que entra por los ojos gracias a una oscuridad magistralmente controlada que consigue esa anhelada sensación de permitirmos respirar paz.
La bodega ofrece sensatas referencias seleccionadas con criterio y a buen precio. Nosotros optamos por un Melquior Reserva 1995, un rioja con denominación de origen limpio en nariz, fresco y con aromas de fruta roja y silvestre que, por unos correctos 22 €, nunca nos defrauda.
Las siguientes imágenes las considero preciosas -en su acepción indiscutible: “dotadas de hermosura”-. Me resultó tremendamente complicado fotografiar este local, intentando fielmente llevar a la lente lo que observaban mis ojos desde diferentes ángulos. Un ISO elevado no lo es todo para captar los diferentes tonos de color iluminado evitando el flash (desastroso en estas ocasiones de poca luz), pues los altos techos y la profundidad del local convertían la difícil tarea en prácticamente imposible, de ahí que acabase por el suelo y en posturas suficientemente ridículas, para sorpresa de los camareros.
Pero, sinceramente, considero que he conseguido unas aceptables instantáneas, que transmiten al lector lo que yo pude disfrutar.
Recordaré el local como el restaurante de las fotos verticales, pues no había manera de plasmar su belleza horizontalmente, culpa de ello, las vistosas lámparas en forma de cubo que nacen del techo, elementos esenciales de su decoración.
¿Son necesarias las palabras ante esos atinados juegos de luz cálida? Las imágenes hablan por sí solas, y os aseguro que en directo gana más.
Las zonas reservadas son las más atractivas: recovecos decorados de igual modo, engalanados de luz, en los cuales se consigue una intimidad plácida digna de los mejores restaurantes de la ciudad.
Aunque debo indicar, que en los comedores centrales no nos encontramos ante un local ruidoso -pues no estábamos solos-, además, las mesas son amplias y no sientes agobio alguno durante la degustación. Se agradece.
El destello de luz blanca que irrumpe en esta foto, indica el acceso a los servicios, cuidadosamente ocultos a la vista desde las mesas del comedor central.
Y llegada la hora de menear la mandíbula, decidimos probar los pinchos -dos fríos y dos calientes- para hacernos una idea de lo que hubiese sido quedarnos en el comedor de la barra.
Éste primero, Solomillo y cebolla caramelizada estaba buenísimo, sin duda prometían sus competidores…
Y así fue… Tanto el de Asadillo de pimientos y ventresca como el de Sobrasada con queso brie fundido estaban espectaculares, cada uno con su genuino sabor principal resaltando la calidad de sus ingredientes principales. Y nada que envidiar el de Mi-cuit de foie que presenta Ninillas en su artículo. ¡Qué buenos estaban todos!
Visto que la valoración del restaurante en cuanto a cucharetes iba viento en popa, decidimos compartir cuatro primeros y cuatro segundos, para que ninguno se quedase sin saborear los diferentes gustillos que prometía el local.
La Ensalada “La Sede” no podía faltar en nuestra degustación, pues cuando un plato presume orgulloso del nombre de su emplazamiento, no cabe duda alguna de que estamos ante todo un símbolo para su carta. No puedo deciros otra cosa que no sea un cúmulo de adjetivos deliciosos. Los sabores de sus pasas, piñones, cacahuetes, lechuga, foie y reduccción de vinagre, se entremezclaban divinamente. ¡Qué disfrute!
Mmmmmm… ¡Cómo estaba la Parrillada de verduras sobre masa crujiente y romescu! Sin duda los primeros estaban resultando platos de 10.
¿Y el Crujiente de morcilla de Burgos y gambas? ¡Delicioso tambien! Y tengo que confesar que la morcilla posee un sabor con el que no me llevo muy bien que se diga, dato conocido por todo el equipo de Cucharete, pero reconozco que este plato me impresionó (y para bien).
Llegados los segundos nos encontramos un poco de todo, bueno y malo… o mejor matizado, bueno y no tan bueno (porque malo no había nada realmente)… Los Chipirones braseados con suave y agridulce de soja, como podéis observar por vosotros mismos gozan de un aspecto envidiable, según el resto del equipo estaban muy sabrosos, quizás yo sea excesivamente exigente con este tipo de platos, pues soy gallego y.. que queréis que os diga… tiendo a comparar instintivamente el sabor de los mariscos, pescados y demás inquilinos marinos con los de mi tierra y la gran mayoría no superan la prueba… Pero vamos, reconozco que superan con creces a los de multitud de locales que los ofrecen con mucha peor pinta e incluso más caros.
El Rabo de toro a la antigua -con idéntica presentación a la morcilla de Burgos- estaba… estaba… estaba… ¡bueníiiiiiiiiiisimo! ¡Sí señor! Lo recomiendo a todos los que visitéis el local, una cantidad correcta aunque quizás un poco escasa, pero es que estamos hablando de un restaurante de: primero, segundo y postre. Debemos optar por los tres “tercios” para no quedarnos con hambre, aunque con los precios que se barajan no resulta ningún impedimento.
Al Escalope de lechal a la milanesa me toca darle la de arena -después de tantas de cal-, pues considero que es un plato que sobra en su carta, puesto que no está a la altura de sus vecinos. Poco sabroso y quizás un tanto aceitoso, por supuesto, siempre valorándolo desde mi punto de vista personal, que puede no ser compatido.
El resto de primeros y segundos os los analizan detalladamente FlashBack y Ninillas, tan sólo me gustaría hacer referencia a lo buena que estaba la lubina. ¡Y soy gallego!
Los postres, por mi parte, se llevan otra de arena con media de cal, pero a Ninillas por ejemplo le encantaron TODOS (con mayúsculas), por lo que queda claro que todo es cuestión de gustos. Los considero excesivamente suaves pero reconozco que están muy elaborados.
En la fotografía, el Hojaldre con crema de limón y frutos rojos, que ofreciendo una presentación excelente no me encandiló su sabor.
Me quedo con la Espuma de crema catalana y con el Helado de vainilla crocanti y yogourt búlgaro con grosellas. El primero de paladar agradable y el segundo, un helado para chuparse los dedos.
En definitiva, un recomendado, precioso y nuevo restaurante que pronto estará de moda en Madrid. Sus espacios privados e íntimos serán muy solicitados por todo tipo de clientes. En cuanto vuelva reservaré uno de ellos.
FlashBack: ¡Un espectáculo con clase y distinción! Eso es lo que sentimos al cruzar la puerta de este original restaurante que despunta sorprendentemente gracias a su aspecto innovador y cosmopolita sin caer en los actuales diseños que plagan cualquier nuevo restaurante asiático o de fusión, realizados todos bajo el mismo patrón.
Tanto su fachada así como el rótulo que lleva el nombre del local nos hace caer en la impresión de estar adentrándonos en un elitista local de copas o discoteca. Sin embargo no es así, pero esto conlleva dos consecuencias positivas: la primera, que la situación de la Discoteca Kapital justo en la acera enfrentada de la calle Atocha no nos dejará con ese gusto de boca; y segundo, ¿acaso no es este restaurante el mejor complemento para disfrutar de una brillante cena antes de una larga noche de marcha madrileña?
Una vez dentro, nos vemos inmersos en un cierto aire futurista y de diseño factoría que contrasta inusitadamente con los muy acertados rasgos de calidez en su iluminación. Juega un importante papel su seleccionada ambientación musical que combina diversos estilos de música alternativa y rap, reproducidos a un volumen suave perfecto para disfrutar de una comida, una cena y un pequeño pincho en su barra. En ningún caso tendremos la idea de estar comiendo en un bar de copas en el que la música nos desorbita el corazón y el estómago como ocurre en otros casos.
Incluso su personal te atiende ataviado con trajes realizados por su conocido patrocinador, Hugo Boss, con un corte bastante informal que atrae mucho e impresiona por su elegancia al comensal.
La distribución del establecimiento copa todas las necesidades y gustos. Partimos de su terraza exterior montada en época de temperaturas agradables al frente de su entrada, es ideal para degustar diversas bebidas bien acompañadas de algún que otro pincho, los cuales también podemos disfrutar en la cuidada barra que nos recibe puesto que posee una mesa alargada dedicada a este fin en su mismo espacio.
El siguiente paso son unas mesas orientadas a parejas o grupos reducidos de hasta cuatro personas. Esta zona inicial se caracteriza por su amplitud y sus cómodos sillones con un recubrimiento realmente cercano a la piel auténtica que nos entretiene un tiempo discutiendo sobre ello. A continuación se nos presenta un gran salón con diversas zonas privadas adheridas muy acogedoras.
La disposición de las mesas se encuentra realizada cuidando los pequeños detalles con cerámicas resistentes, copas esbeltas y una cubertería de diseño. Sin olvidar la calidad de la tela con la que están fabricadas las servilletas y la discreta vela que acompaña el conjunto anterior. No dispone de mantel pero, en este caso, me atrevo a decir que tampoco lo necesita.
Sin embargo nuestra vista no se centra únicamente en la pequeña distancia. La gran altura de los techos es significativamente agradable. En un ambiente nocturno como es el creado por el diseñador de los espacios destacan tonos amarillos en los techos como si de un sol naciente se tratara así como sus metálicas paredes que parecen ocultar una cálida llama tras de sí.
Rellenando los huecos atrevidamente, cuelgan diversas televisiones planas que muestran de forma continuada vídeos musicales como amenización para los clientes del restaurante. Su cantidad y distribución es suficiente, en armonía con el local.
El toque industrial viene dado por los grandes tubos metálicos que recorren el techo y el gris de la pared, con los cuales se consigue ese aire tan propio de películas norteamericanas actuales como XXX ó The Fast & the Furious donde juventud, belleza y acción son los motores principales. Se podría tachar también de buscar un claro rasgo transgresor.
En pequeños descansos en nuestro recorrer del local podemos encontrarnos grandes espejos que resaltan el nombre del restaurante y potencian la amplitud favorecida por la gran altura de los techos. Más de alguno nos quedamos observándonos en ellos con coquetería al encontrarlos.
En este original entorno y, a pesar de que nuestra intención habitual es la de disfrutar de una cena completa, decidimos realizar un preámbulo debido a lo atrayente de los pinchos de su barra. Entre ellos, el Mi-cuit de foie es perfecto como elección. Así como el Solomillo y cebolla caramelizada. Sin duda mis dos preferidos.
Decidimos pedir además la Sobrasada con queso brie fundido que a pesar de sus ingredientes no posee un sabor demasiado intenso ni fuerte. Quizás el que menos me convence es el de Asadillo de pimientos y ventresca.
Como buen y avenido equipo, decidimos compartir las entradas basándonos en la Ensalada “La Sede”. Si lleva el nombre del local, está claro que promete. Hace honor al nombre del local con unos ingredientes muy bien combinados vestidos por hilos de reducción de vinagre y salsa afrutada. Exquisita.
Respecto a la Parrillada de verduras sobre masa crujiente y romescu, no me encandila tanto por no poseer mis sabores vegetales perfectos pero al resto del equipo parece que le encanta. Eso sí, el Crujiente de morcilla de Burgos y gambas, del que también os habla Ninillas, se sale de espectacular tanto en gusto como en presentación. Un real y verdadero placer.
Y si la dinámica con los primeros nos ha llevado por el buen camino, realizamos lo mismo con los platos principales. No hay razón para ser egoísta cada uno con nuestro plato, aunque elegimos cada uno el que es más de nuestro gusto. Y en mi caso, raro en mí, esta ocasión no me llaman excesivamente las elecciones de carne en la carta pero si lo hace la Lubina gratinada con curry y miel. ¿Qué os puedo decir? muy fresca, deliciosa y con una presentación atrayente.
El siguiente en venir es el ¿crujiente de morcilla de nuevo? No nos asustemos aunque no me importaria repetirlo y la presentación es similiar, se trata del Rabo de toro a la antigua. He probado unas cuantas veces el rabo de toro pero os puedo asegurar que éste pone el listón en un récord de altitud.
El globo se deshincha ligeramente con la llegada de los Chipirones braseados con suave y agridulce de soja, muy suaves pero llegan a resultar algo insípidos, lo cual se solucionaría fácilmente con algo más de salsa o incluso cierto relleno en su interior. Sin embargo, su calidad parece bastante buena.
En cuanto al Escalope de lechal a la milanesa, desentona respecto al resto de opciones de la carta. Seguramente si vuelvo los cambiaría por el Entrecot de ternera braseado o el Solomillo de ibérico con reducción de vino de rioja.
Como postre, el que más me llama la atención sobre el papel de la carta es la Espuma de crema catalana que no me defraudó en ningún aspecto junto con el Hojaldre con crema de limón y frutos rojos.
Mi otra elección guiado por su nombre puesto que en la espuma estamos todos de acuerdo, es la Pastela de cuajada con sorbete de Pacharán, que junto con el Helado de vainilla crocanti y yogourt búlgaro con grosellas, me agradan bastante. Tan sólo una muy importante advertencia a los muy golosos y es que el plantel de postres es realmente ligero y suave, tanto que yo que lo soy en alguno de los casos me llegaba a quedar con una sensación de que les faltaba algo de potencia.
La Sede es sin duda un punto de encuentro muy recomendable a un precio muy atractivo donde estoy seguro que todo el que lo conozca volverá algún día, gracias a su situación, gastronomía y esta vez sí, elaborada decoración.
Ninillas: La lectura de un libro, te conduce a otro libro… Con los restaurantes sucede, en cierto modo, lo mismo. Veréis, bajábamos por la calle Atocha, habíamos disfrutado muchísimo de un restaurante cercano, aún íbamos relamiéndonos cuando vimos en la acera de enfrente otro nuevo local. Nos llamó la atención su terraza de verano y su imponente fachada, pero sobre todo, lo que nos hizo cruzar fue que rompía totalmente con su entorno. Como no era cuestión de cenar dos veces, ya íbamos como barriletes, asomamos las cabezas y no hizo falta decir dónde sería nuestra próxima experiencia culinaria.
Se llama Restaurante La Sede (de los mismos propietarios que el Moma), y dado su horario de apertura -de 6:00 AM a 1:00 AM, 19 horas ininterrumpidas- lleva camino de serlo: sede de desayuno, tapeo, comida, merienda, tapeo de nuevo, cena y primeras copas. La propuesta no puede ser más amplia. Sin embargo, lo realmente interesante, al margen de sus horarios, es su oferta gastronómica. En una zona donde los bocadillos de calamares y tortilla parece que van a salir andando por la puerta del Reina Sofía, es de agradecer un establecimiento en el que se juega con las recetas de toda la vida dotándolas de imaginación, originalidad y buen gusto.
Me lío, me lío… Vamos a lo nuestro, que ya empiezo a dispersarme. Nada más entrar nos encontramos con la barra sobre la que reposan unos maravillosos pinchos que no hacen sino decirte: ¡cómeme!. Los hay fríos y calientes -a 2.5 y 3 € respectivamente-, tradicionales y más innovadores, pero lo que los une es su aspecto, ya os digo, mis ojos no dejaban de mirarlos y no paré hasta probarlos.
Destaca en esta zona su descomunal mesa corrida de silestone -toda de una pieza-, perfecta para unas cañitas y unas tapas. Las paredes son de cemento para todos los espacios, en esta primera parte la hilera de bombillas y los halógenos consiguen crear un ambiente informal, urbano y vanguardista, que contrasta con las zonas de sala donde con los mismos elementos y haciendo uso de la luz, se consigue transmitir calidez.
Pero estamos en Atocha, y no podía faltar el toque “cañí”, por eso también tienen su pizarra, ésa donde se muestran desayunos, pinchos y vinos del mes, que por cierto estos últimos se van renovando y puedes pedirlos por copas tanto en barra como en sala a unos precios razonables.
Avanzamos, aunque poquito, tan solo un paso, el que se necesita para pasar de una estancia casual a otra más íntima. Comenzamos con una hilera de mesas en batería con sillones -muy cómodos por cierto- de color naranja, ideales para cuatro comensales. Paredes revestidas a media altura con láminas de latón y por detrás de ellas luces anaranjadas. Techos altos presididos por cubos que no sólo decoran sino que aportan calidez. Y acompañando desde las alturas, como si de un gusano futurista se tratara, los tubos metálicos del aire, que lejos de estropear la visión, otorgan una perspectiva de modernidad.
Las mesas son amplias, y están elegantemente vestidas, o mejor dicho, desvestidas porque carecen de mantel. Y ahora diréis, ¡la que le va a caer al restaurante por no tener mantel! Pues, la verdad es que me gustó, no sé si lo pondría, tal vez uno en banda, pero tal y como estaba… El conjunto resultaba sencillo y a la vez distinguido así que en serio, no sé… En cuanto a la vajilla, diseñada por Sergi Arola, era de color blanco, líneas naturales y al tiempo refinada.
Tras el breve paréntesis, continuamos la visita y llegamos a la zona de sala propiamente dicha. Sigue la misma tónica: minimalismo perfilado con claroscuro, calidez y aire distinguido. Nada sobra ni hace falta, lo que ves es lo que hay. Tan sólo algunas televisiones planas salpican las paredes. No hay cuadros, no hay hornacinas… Lo que intento decir es que la estética y diseño del restaurante es brillante. Partiendo de un elemento tan frío como el cemento y jugando con la iluminación se consigue crear un ambiente íntimo y acogedor, al tiempo que vanguardista.
Saliendo de esta sala central, hay varios reservados, ideales para reuniones privadas con amigos o una cena romántica a la luz de las velas.
Aprovecho la imagen del espejo corporativo para hacer algunas presentaciones. No es que nos estemos profesionalizando, pero al césar lo que es del césar, y nombrar a aquellos que hacen posible una buena velada es sencillamente un agradecimiento. Al frente de la zona de sala se encuentra Pedro de Miguel, a los fogones Óscar González y Fadel Benjel. Y en contacto directo con el equipo cucharete, Roberto, nuestro camarero, muy correcto, pero de los que saben captar al personal y se presta a echar unas risas cuando la situación lo requiere. Mira que le dimos guerra…
Volvamos al asunto, nos sentamos y no tardaron en traernos la carta. Yo ni siquiera la abrí, porque no dejaba de pensar en los pinchos de la entrada, de modo que pregunté si podíamos pedir alguno antes de la cena. Nos hicieron el favor, puesto que precisamente la gran mesa de la entrada está destinada a tal fin, y la de sala es sólo para carta.
Seleccionamos dos fríos y dos calientes, pero no fue tarea sencilla porque los había que sonaban francamente bien: de Bacalao en carppacio, de Chatka y crema de tomate, de Setas salteadas con jamón…
Los de la foto son de Solomillo y cebolla caramelizada -izquierda- y de Mi-Cuit de Foie -derecha-. No sabría con cual de los dos quedarme, ambos estaban deliciosos y cuidadosamente presentados.
Éste era de Asadillo de Pimientos y Ventresca, y al igual que los anteriores estaba buenísmo, además el hilillo a base de una reducción de vinagre le daba ese punto que lo hacía diferente.
Retomando la carta, podríamos decir que se trata de una cocina imaginativa donde se ha puesto un sello propio a algunos platos tradicionales. Cuenta con unos primeros para compartir tan atractivos como: Surtido de croquetas (sepia, merluza y jamón), Piquillos rellenos de bacalao y gambas en su jugo ó Mezclum de setas silvestres. No olvidan las ensaladas -todas muy originales- ni los huevos -Huevos de la abuela con jamón ibérico, Huevo poché-. Carnes como Rabo de toro a la antigua, Albóndigas de buey con crujiente de bacon, Pollo a la ‘broche’ -relleno de sobrasada-. Y los pescados: Salmón a la plancha con estofado de verduras a la leche de coco, Dorada a la donostiarra…
La carta de vinos cuenta con más de 30 referencias, bien seleccionadas y con algún que otro caldo poco usual de las Denominaciones de Origen de Toro y Calatayud. Todo ello a unos precios bastante sensatos.
De los entrantes nos decantamos por el Queso de cabra gratinado con vinagreta de frutos secos -izquierda- y la Ensalada “La Sede” -derecha-. La ensalada llevaba lechuga, foie, pasas, piñones, cacahuetes y reduccción de vinagre. La presentación, ya la véis, una imagen vale más que mil palabras, en cuanto al sabor… para que os hagáis una idea, no quedó ni un piñón en el plato.
Primer plano del Queso de cabra gratinado con vinagreta de frutos secos, delicioso. La vinagreta le iba como añillo al dedo al queso de cabra.
Nadie lo diría, pero esto es morcilla, en concreto es Crujiente de morcilla de Burgos y gambas. Iba sobre una acertada base de pimientos y el resultado sorprendió y gustó muchísimo incluso a Rayo, poco amigo de la morcilla, y menos aún de la mezcla de ésta con productos de la mar.
Me queda sólo uno, la Parrillada de Verduras sobre masa crujiente y romescu, mostrada por Rayo y Flashback y que a mí personalmente me encantó tanto su presentación como el punto de las verduras.
Los entrantes resultaron un auténtico disfrute, íbamos a por los segundos. En primera línea de fuego los Chipirones braseados con suave agridulce de soja -izquierda- y Lubina gratinada con curry y miel -derecha-. Los chipirones estaban correctos sin más, tal vez un poco más de salsa hubiera alegrado un poco más al paladar. La lubina en cambio, iba contentísima, la salsa le iba perfecta y ofrecía un auténtico carnaval de sabores.
El Rabo de toro a la antigua, aunque repetía presentación, estaba sencillamente delicioso, sabor intenso y carne tierna, muy tierna.
Del Escalope de lechal a la milanesa, mostrado por mis compañeros, no puedo decir lo mismo. Bajo mi punto de vista es un plato a revisar no sólo por la presentación, que resultaba un poco pobre, sino por estar fuera de la línea gastronómica del restaurante.
El capítulo de los postres sembró la discordia entre mis compañeros y yo. ¿Por qué? muy sencillo, pues porque como ya he dicho en otras ocasiones, a mí el dulce sí, pero el superdulce no. De modo que conforme fueron llegando y fuimos introduciendo las cucharas nuestras opiniones se encontraron.
Hojaldre de crema de limón y frutos secos, para mí: buenísimo, ligero y con una mezcla de texturas y sabores acertada. Pero claro, para mí, para quien busque azúcar… no es su postre.
La Pastela de cuajada con sorbete de Patxarán, ídem, se comía sólo y el patxarán que iba en medio le daba un punto de sabor sin interferir en la esencia de la cuajada. Al resto, en cambio les faltó dulce.
No ocurrió lo mismo con el Helado de vainilla crocanti y yogourt búlgaro con grosellas -en la foto- y la Espuma de crema catalana. Éstos no defraudaron a nadie, ni a golosos ni no-golosos. Excelentes helados y perfecta la espuma.
Bien, recapitulemos y vayamos a por los detalles porque cenados estamos. Empezamos por su decoración y ambiente: qué os puedo contar que no haya dicho ya, me encantó, han conseguido un espacio idóneo tanto para un encuentro informal a base de tapas como para una cena romántica o con amigos a la carta, y todo ello con una música de fondo que se siente, pero que no molesta. El servicio es bueno, profesional y nada estresante. Respecto a la comida: entrantes sobresalientes, segundos con alguna irregularidad -sobre todo los escalopes, el resto me gustaron y mucho-, y postres… pues para todos los gustos, aunque a mí me agradaron todos. En general, buenas materias primas, elaboraciones sabrosas y presentaciones originales a unos precios comedidos. Eso sí, es conveniente pedir entrante, segundo y postre, las cantidades no son escasas, pero sí pensadas para que uno haga el recorrido completo por toda la carta. Aún así, la cartera no se resiente, pues sin vino viene a salir por unos 25€/persona, lo que a mi juicio es una excelente relación calidad/precio. Y con todo esto, queda la pregunta: ¿Volveré? No os quepa la menor duda, lo haré, aunque con un horario tan flexible, lo que no sé es la hora.
Cucharete: Un restaurante con aspecto “chic” y elitista (a un precio que francamente no lo es) que deslumbra por su ambientación ideal para la gente con espíritu joven e innovador. Mi equipo cenó por 34 €/persona, teniendo en cuenta que eliminando los pinchos, el vino de 22 € y los cafés, se queda en unos interesantes 25 €/persona.
La cálida y vanguardista decoración. El ambiente de bienestar conseguido en el local. Sus espacios reservados. Sus pinchos, sus primeros y la mayoría de sus segundos. Su vajilla. El cercano y elegante trato de los camareros. Admite cheques de comida.
La carta necesita algún toque de maduración debido a su reciente apertura.
4,0
Véase también: Restaurante La Sede - Nueva Carta
53 comentarios a “La Sede”
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De este restaurante destacaría sus pinchos y entrantes, sus sabores me conquistaron. En cambio los segundos, me parecieron de lo más común. Tal vez fue porque me emocioné con los primeros y esperaba tener la misma sensación. Los que sí me decepcionaron fueron los postres, demasiado flojos, muy suaves, parecían haber perdido sus sabores.
En cuanto al local, me parece que es muy bonito. El personal es muy agradable y presta un buen servicio.
Sólo decir que me da rabia no estar en Madrid para poder probarlo. La próxima vez que vaya, me llevaré a mis amigos, porque tiene una pinta genial.
Solo decir que tiene todo lo que un restaurante debe tener.Buena comida y un servicio excelente.Los camareros saben hacerte pasar una velada agradable mientras disfrutas de una buena comida.Les doy mis felicitaciones,seguro que volveré y aconsejo a todos que os animeis.
yo vivo en miami, soy espanol e ire de vacas este verano y lo primero que voy a hacer es parar en este restaurant, porque todos los platos parecen ser deliciosos.
Hola amigos: os felicito por vuestro blog, me parece muy interesante, original, fresco, con buen gusto… lo único que le falta es “olor” y “sabor”.
Felicidades y seguid así. Espero que vengáis a Alicante y “critiquéis” algún restaurante de la zona para poder opinar.
Un saludo.
Me pase por esa direccion y no encontre el restaurante.
Seguro que esta escrita correctamente?
Su localización es donde nos indica Cucharete en el mapa justo debajo de la puntuación. Además pulsando en “satélite” puedes ver una imagen real de la calle que sirve para orientarse mejor. Para más referencias, decirte que se encuentra en la calle Atocha en la acera de enfrente de la discoteca Kapital, aproximadamente a la misma altura. En esta temporada posee una terraza de verano y puede ser que oculte algo su fachada. Esperamos que lo encuentres y nos comentes tu experiencia.
Un saludo Emilio.
Coincido plenamente con vuestra valoración del sitio. Realmente vuestros comentarios sobre la carta son perfectamente atinados. Es la primera vez que sigo una recomendación de vuestro blog y creo que a partir de ahora vais a ser nuestra referencia. Por cierto, ¿se admiten sugerencias de restaurantes a visitar o choca con la filosofía de cucharete?
Por supuesto que podéis sugerirnos lugares que os hayan fascinado, podéis hacerlo siempre que queráis desde la sección de contacto e intentaremos tener en cuenta todos ellos.
Muchas gracias por la recomendación…
Excelente ambiente y servicio al lado de la estación de Atocha… Recomiendo, por encima de todo, la ensalada de “La Sede”. Sencillamente, espectacular.
¡¡¡¡Impresionante!!!, nos ha encantado elegimos este de los que recomendáis porque era de los pocos que abren los domingos por la noche, pero es que era nuestro aniversario y tenía que ser hoy, los entrantes pedimos 2 el crujiente de morcilla y gambas excelente y los chipirones muy buenos, aunque sin llegar al sobresaliente, en los segundos seguimos el consejo de vosotros en el rabo de toro y no me ha defraudado el mejor que he probado, y he probado unos cuantos, mi mujer se pidió el solomillo ibérico, muy bueno también pero sin pasarse y los postres fenomenales: helado de yogurt búlgaro y pastel de chocolate (o algo así).
En definitiva un restaurante para recomendar y que no defraudará a nadie, además de precio bastante bien con lo que se lleva en Madrid, volveremos seguro.
¡¡Enhorabuena Cucharetes!!
Os he conocido hace poco, así que ésta es la primera recomendación vuestra que sigo. Y habéis dado en el clavo.
Estuve en La Sede ayer por la noche y la verdad es que me encantó. De las cosas para compartir que pedimos de primero os diré que me encantaron las croquetas y la ensalada de La Sede, pero especialmente la salsa Romescu de la parrillada. ¡¡Buenísima!!
Y el pastel fluido de chocolate es un postre más que recomendable.
En cuanto al precio, me pareció muy razonable.
Ayer estuve cenando en la sede y aunque el local está montado con mucho gusto tengo que deciros que me esperaba algo más; en todos los sentidos, el servicio correcto pero recien salido de la escuela, la cantidad un poco escasa, yo no soy de comer mucho pero después de tres primeros 2 segundos y los postres más el café me fui insatisfecho, aunque todo estaba muy bien presentado le falta intensidad el precio bien contando con la cantidad que te ponen.
En la misma linea de cocina os recomiendo una joya que descubrí hace 2 meses “
referencia a otro restaurante“, aunque el local es más humilde creo que la relacción calidad precio es inigualable, el único pero es que todos los días está hasta la bandera. Gracias.*Cucharete elimina citas a otros restaurantes en los comentarios a un local, por poder ser considerado un comentario de la competencia.
Buenas Tardes…
Ayer fui de a tomar unos pinchos a “La Sede”. Había ido hace unos días a comer y la verdad es que si bien aquella vez quedé gratamente sorprendido, anoche me llevé un chasco.
Los pinchos no son nada del otro mundo, la carta es escasita, los precios a la postre resultan caros y para postres tardan siglos entre un pincho y otro.
Es un buen sitio para comer, pero para tapear creo que es mejorirse a los bares de al lado para las raciones de toda la vida.
Hola.
Felicidades por vuestro sitio web, me encanta.
Estoy de acuerdo con Iván. Para comer dentro a la carta, estupendo, pero fuera, de pinchos, penoso, un servicio que no se entera y leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeento. Los pinchos mas bien pequeñitos y a 300 pelas los frios y 350 los calientes, un poco caros.
Hola a todos,
He pasado un par de veces ultimamente, una a comer y la otra a cenar.
Para información de todos, acaban de retocar la carta, a mejor.
Hay que contar con que es un sitio nuevo, y la gente está un pelín perdida, pero eso es normal y en general el servicio tanto es bueno.
La comida fue mejor en la cena que a la hora de comer, y eso que pedimos dos platos iguales.
Coincido con vosotros, un sitio de 4 pero van a mejoran.
Un saludo a todos
Hola,
Lo primero felicitaros por vuestra página, es interesante, bien elaborada y facil de consultar.
Deciros que soy de Vitoria y, gracias a Dios, por allí estamos acostumbrados al buen comer. Este agosto nos pasamos 4 parejas por Madrid a pasar unos días y el sábado a la noche cenamos en este restaurante siguiendo vuestro consejo.
En general salimos satisfechos pero, como lo bueno lo destacais muy bien en vuestra página, me centraré en lo malo. No me parece ni chic ni elegante ni moderno tener televisiones en un restaurante. Una de las cosas que más me gustan de cenar son las tertulias que se generan y las televisiones son para mí un estorbo. Los camareros fueron correctos, pero el primero que nos atendió era del tipo ‘dejadme escoger a mi’. El servicio fue un poco lento y los segundos no eran nada del otro jueves. La vajilla a la que hacéis referencia era buena pero estaban fuera de lugar las copas con publicidad de una marca de champagne que nos sacaron para beber un cava rosado que pedimos.
Lo mejor de todo fue el final. Pedimos unos cubatas y nos sacaron unas copas bien grandes con una buena cantidad de hielos. En Madrid no encontramos otro sitio donde pusieran los cubatas así, como estamos acostumbrados a tomarlos por aquí. Eso sí, las cervecitas como en ningún sitio.
Un saludo a todos
Hola a todos, descubri esta web no hace mucho y me encanta. Enhorabuena, porque esta genial. Es muy util para poder organizar cenas en ocasiones especiales y no quedar mal, te ayuda hacerte una idea de como es el sitio y que tal se come, ya que cuando empiezas a mirar una cosa es lo que se ve en la web del restaurante y otro cosa es estar alli y probarlo.
Sobre el restaurante la Sede, voy a intentar ir este finde y sino como tarde el proximo, espero que este todo tan rico como decis. Ya os contare.
Un besito a todos
Cojonudo el postre gratis!!!!!!!!! La copa era enorme!!
Mi novia y yo lo probamos anoche, con 20 euros cada uno comimos de puta madre. Tenéis que sacar más promociones así para otros locales
Yo estuve con mi novia el domingo 14 de octubre (es de los pocos sitios que abren un domingo por la noche) y me dejó un buen sabor de boca.
Mención especial merecen el rabo de toro y la lubina con curry y miel (muy muy buena).
Como notas positivas no añadiré más de las que ya se han dicho (fundamentalmente el precio apto para todos los bolsillos).
Como notas negativas la ausencia de manteles, la tardanza entre plato y plato y que quereis que os diga, que yo con primero, segundo y postre me quedé con un poco de hambre.
Para mí los 4 cucharetes justitos
Bueno fui con 6 amigos, y el sitio me pareció increible! Una decoración perfecta, unos camareros majísimos, y una comida de diez! yo me pillé la ensalada con foie de primero y el magret de pato de segundo…la ensalada muy rica pero el magret… sencillamente escepcional, el resto de mis amigos quedaron muy satisfechos tanto en cantidad como calidad, realmente un sitio perfecto. Además doy fe que os darán el postre gratis con las condiciones ya citadas.
El que no haya ido que no lo dude, pues elsitio es muy bueno.
Un saludo a todos!
Buenas tardes.
Ayer estuvimos cenando en este restaurante y aprovechándonos un poco del postre gratis.
Llamé por la tarde para reservar, todo normal, trato normal etc… Nota importante que nos dijo el chico que nos atendió es que en fin de semana sólo se reservan las mesas 15 minutos después de la hora indicada, aunque realmente después vimos que al menos este sábado no se llenó el sitio.
La verdad es que no sé si fue por eso o qué, pero llegamos media hora antes de lo previsto
La atención en todo momento fue buena, como vieron que tardamos en decidirnos por lo que íbamos a cenar nos preguntaron si queríamos ayuda, pero al final no hizo falta.
Nos decidimos por la ensalada de cecina y arándanos, mi acompañante por la lubina gratinada a la miel y yo por la carrillada con puré de patata.
La ensalada que decir, mucha mezcla de sabores y muy buena, los platos engañan al menos el de la ensalada y trae más de lo que en un principio parece. Para dos no está mal la cantidad.
Los segundos la verdad es que nos sorprendieron, la lubina parecía igualmente poca cantidad, pero mi acompañante se quedó satisfecho, la carrillada he de decir que está BUENISIMA con mayúsculas, porque la verdad es que tiene un sabor delicioso y el puré que le acompaña tiene un sabor especial. Aunque lo que más nos sorprendió fue el plato, ya que parecía una baldosa de pizarra. Era muy original! (Lástima no haber sacado documento gráfico para que lo vierais)
Llegó la hora del postre y la verdad es que estaba delicioso, pedimos solo uno porque a mi acompañante no le suelen gustar las cosas dulces, pero también le gustó bastante, ya que aunque es de chocolate es muy suave y está magnifico.
Todo lo acompañamos con un cava rosado, que para ser la primera vez que elegimos cava para cenar, creemos que fue muy buena elección ya que no se nos hizo pesado. El detalle de enseñar la botella y probarlo, no se si no se hace al ser un cava o simplemente que no se hace nunca. (Esto lo desconocemos)
Nos llamó la atención el grupo de guiris que tuvimos en una mesa cercana que les pidieron dos tortillas de patatas.
También me llamo la atención personalmente, que como solo hay un baño para cada sexo, hay como una salita de espera con sus correspondientes sillones. Es curioso lo menos
Todo nos salió por 52 euros, creemos que está bastante bien relacionado con la calidad, la cantidad y sobre todo la ubicación.
Saludos
Con el constipado que tengo se me ha olvidado comentar algunas cosas.
Busqué los ansiados chipirones que sacáis que tienen una pinta estupenda, pero debe de ser que en la nueva carta ya no los han puesto, snif snif.
Tomamos café para acompañar al postre ^_^ Por si a alguién le habían parecido raros los 52 euros.
Para ser sábado no había demasiada gente, cosa que no sé si es importate para mucha gente, pero para mi personalmente si. No sé si sería por ser puente o por que.
En ningún momento nos sentimos con sensación de que la cena fuera rápida por que hubiera más turnos, quizás al contrario, nos trajeron la comida tranquilamente, a un ritmo normal, sin agobios y sin esperar demasiado.
El sitio es cómodo, a nosotros personalmente nos pusieron en una mesa apartada y nos sentimos verdaderamente a gusto, sobre todo si se busca algo de intimidad y tranquilidad es un sitio bastante majo.
Seguro que algo más se me olvida, pero ya os contaré!
Saludos.
Nenufar
Buenos días!
Antes de nada enhorabuena por vuestra web!!! Os he conocido hace apenas unos días y me parece estupenda.
Despues de ver vuestros comentarios sobre este restaurante, ayer estuve cenando con unos amigos y … estupendo! Como lo habiais descrito.
Seguid así!!!
Saludos.
Ayer por la noche, viernes, estuve cenando con dos amigas y la verdad es que quedamos gratamente sorprendidas.
La reserva la había hecho deprisa y corriendo el día anterior y he de decir que me satisfajo llamar con sólo 24 horas de antelación y encontrar sitio. El local estaba lleno. Para nuestra fortuna, nos acomodaron en un reservado, dado que no había espacio en no fumadores, que era la zona que habíamos demandado.
Encontré la decoración moderna, con una combinación acertada entre estética industrial-minimalista, y tintes más cálidos en naranja en servilletas, sillas, bancos, lámparas e iluminación, que suavizan el frío del gris y de los metales de la decoración. Música de fondo electrónica algo machacona para mi gusto - aunque no llegaba a estorbar -, y unas pantallas de vídeo que en mi opinión no deberían tener cabida en un local de estas características…distraen la atención y confunden…personalmente me desagradan.
Las mesas correctamente vestidas en cuanto a vajillas, cubertería…sin manteles, servilletas de tela; copas adecuadas
para los vinos. Los camareros, correctamente vestidos de Hugo Boss (jejeje…)
Por lo que se refiere a los platos, pedimos varias cosas para compartir. De los entrantes pedimos la parrillada de verduras, que nos gustó; el risotto de setas, que estaba delicioso; y la cecina con virutas de foie, muy aromática. De segundos, pedimos el pollo a La Broche, original y sabroso; y la lubina gratinada con ali oli de curry que estaba jugosísima, en un punto excelente y muy equilibrada de sabores, en mi opinión.
También pedimos dos postres: la sopa de piña, muy fresca y bien combinada con el tomillo, ideal para bajar la comida; y el vertical de chocolate que en lo culinario fue para mí, lo más decepcionante de la cena porque esperaba un postre de chocolate más cremoso y untuoso, con mucho más chocolate, y realmente lleva poco cacao. No me gustó. Las raciones, para los muy comilones, más bien breves.
3 entrantes, 2 platos, 2 postres, una botella de vino tinto muy aceptable (Corpus del Muni) y agua: 86€. Y la sensación de querer repetir…recomendable.
De nuevo todo un acierto hacer caso de los comentarios de este restaurante.
El otro día nos pasamos para cenar informalmente, echando de menos lo cada vez es menos frecuente, encontrar un lugar agradable con una comida de buen sabor y a un precio razonable.
Cada día encontramos lugares con precios más y más altos, pero cada vez de peor calidad, desde aquí os hago un llamamiento a todos a que exijamos restaurantes de calidad y no sólo precouparnos por la fama del local o por el ‘esnobismo’
La Sede, un lugar para ir con la pareja o con amigos de lo más agradable
Ayer cené en este sitio y todo un acierto. Decorado chulísimo, trato y servicio estupendo y comida muy buena. Compartimos un rissoto de boletus (el mejor que he comido en mucho tiempo, muy recomendable) y una ensalada de Foia, de segundo salmón para mí y solomillo para él, botella de vino tinto buena y postre a compartir, 65€ los dos…entramos ahí a las diez y salimos a la una y pico, música agradable no muy alta estilo chill-out que te hace el ambiente mucho más agradable!
Muchas gracias de nuevo, otro gran acierto!
Un saludo
Acabo de reservar cena para dos el día 15. La verdad es que los comentarios de esta página animan mucho. Espero contaros mis sensaciones.
Por cierto, la discoteca que decís que hay enfrente, también es recomendable?
Mañana mismo voy a ir a cenar, acabo de llamar para reservar en una mesa de no fumadores y aunque soy de San Sebastian, yo soy el cicerone en Madrid para ir con un acompañante costaricense al que espero que le guste el local y la comida. Me habian recomendado ir a un restaurante, no voy a decir el nombre, pero estaba completo para mañana y he encontrado esta web que espero me recomiende bien, por lo leido hasta ahora, me ha parecido muy “de fiar”. Con estas referencias es con las que hago de cicerone. Ya os contaré el viernes.
Fui a cenar a este restaurante con un par de amigos y salimos los tres muy satisfechos, buen restaurante y buena comida, a destacar el risotto.
Fuimos un sábado y el ambiente era muy agradable, sobraban mesas y no era nada ruidoso.
Los camareros muy educados y no tuvimos que esperar mucho a que nos sirvieran los platos.
El único inconveniente que le ví es que tenían la calefacción excesivamente alta, por lo demás un sitio muy recomendable.
Este sábado por la mañana, día 16 de febrero sobre las 8:00, pasé por allí con intención de desayunar y ver qué tal era el local; pero, a diferencia de como indicáis en vuestra web, el local no estaba abierto a esa hora. Desde fuera se podía observar a alguien dentro limpiando un poco, así que supongo que abrirían no mucho más tarde, pero desde luego, no desde las 6. Sumando, me fuí a tomar el café a otro lugar.
Hola amigos:
Restaurante estupendo, fui a comer un domingo como mi novia, a ella la chiflan las ensaladas, realmente acabó encantada, yo soy más de carne, me decanté por el rabo de toro, me lo imaginaba de otra forma eso si, pero bueno, luego pensé que al ser comida vanguardista, es otra cosa, realmente excepcional, aunque me decanto más por ir a otro restaurante y comer mas en cantidad, que es a lo que estoy acostumbrado.
Servicio atento, decoración un 10. No sé si volveré, pero realmente un lugar para ir a comer o cenar totalmente recomendable.
hola
esta semana santa estuvimos en la sede(2 personas) y la verdad es q nos parecio normalito, despues d los comentarios esperabamos algo mas q decoracion en los platos.
Pedimos la parrillada de verduras q estaba mas q cruda, no crujiente, crudisima y eso q a mi la verdura me gusta muy poco hecha.
Tambien pedimos el changurro q nos parecio q llevaba demasiado queso aunque este plato a decir verdad fue lo mejor de la comida.
Y por ultimo el rabo de toro, q aunque la presentacion nos parecio buena, el sabor un tanto escaso (mi mujer dice q nulo).
Los postres otro tanto, la sopa de piña superdulce y la vertical de chocolate no acababa de fusionarse, buena presentacion mala conjuncion.No nos gusto.
al final tres entrantes, dos postres, chupitos, agua y 2 copas de vino, casi 70 €.Caro
A eso le unimos q el trato tampoco fue una maravilla (estando el restaurante vacio), asi q en total no me parece para tantos cucharetes.
Estuve la semana pasada, y bajo mi punto de vista, no es nada del otro mundo, nos dieron un amesa para dos en la cual no cabian casi los platos, pedimos pescado y el bacalao bien pero la lubina, impresentable, a la hora de los postres la cuajada de leche de coco pues ni se sabe lo qu era, el servicio, pues aceptable, eso si debajo de uno de los platos aparecieron dos pastillas que desde luego mias no eran, fue un misterio.
Por otro lado el salon privado, se ve muy desmerecido por el ruido del comedor.
y la decoracion pues tampoco.
Es un restaurante estupendo. Mucha calidad en todos sus platos, inmejorable servicio, amabilidad, muy acogedor. Muy bien de precio. Tienen un menú especial de sábados que incluye un surtido de ibéricos buenísimo. Y sólo por 19 euros. El resto de la semana, el precio del menú del día es de 12′5 euros.
Hemos estado estos dos últimos días en Madrid y hemos ido dos veces al restaurante. El entrecot a la parrilla estaba justo en su punto. Y hoy hemos probado un nuevo plato que han incluído en la carta. Éramos los primeros en probar un exquisito arroz a banda. Un 10 sobre 10.
El servicio es estupendo. El ambiente muy acogedor, música ambiental, pantallas con imágenes relajantes, decoración agradable….
Repetiré cuando vuelva a Madrid.
Muy buenas a tod@s , voy a contaros mi experiencia:
-Ayer dia 18 venia mi hermana de Escocia(T1 , barajas) , yo como ahora vivo en Toledo , pues pense en recogerla y que duerma en Toledo y luego se vaya para Ciudad Real(que es de donde somos)
Pero claro el avion llegaba a la 12 de la noche , asi navegando conoci cucharete , (me ha encantado de verdad , y sobre todo me resultado util , por los contenidos)
Me gusto la sede , y ayer estuve alli cenando con mi novia.
Hice la reserva la misma tarde por que como habia futbol , imaginaba que no habria problema
Tuvimos suerte por que encontre un parking cerca
Al entrar nos recibio , el mismo que habia confirmado la reserva por telefono (supongo que el encargado) muy majo , nos preparo el reservado por que habia 2 cenas de guiris de un monton de personas por lo menos 40 o 50(me da igual un poco) .
Me encanto todo lo que pedi , en especial el carpaccio y el postre de cholocate(brutal) , muy atentos y amables , volvere por me quede con ganas de pedir risotto , la ensalada de foie
Me gusto las calidad , el trato , la ubicacion y el precio
Por ponerle algun pero , el resevado las paredes son de cementos y me dejaron un poco descolocado(estan de obras o es que es asi)
Para mi es un acierto cucharete y en este caso La sede , felicidades a ambos
Una verdadera lástima. Después de darle varias vueltas, habíamos decidido ir a La Sede para celebrar un aniversario y no hemos podido pasar de la reserva ¡¡¡¡
No tengo más remedio que tomármelo con humor, pero el chico argentino que respondió al teléfono fue tan irrespetuoso y maleducado que no pude hacer otra cosa que despedirme y cancelar la reserva.
Entiendo que no son teleoperadores, pero si ya por tlfn. es tan maleducado, no quiero pensar como nos tratará en persona.
Siento mucho indicar la nacionalidad de la persona, pero se ha convertido en una constante de devaluación del servicio, junto con el día de la reserva. Hoy sábado, para variar …
Ya son 4 ó 5 ocasiones en las que tenemos quejas y por educación siempre callamos, pero hoy, aunque sea sólo como laxante, quería comentarlo.
Fuimos ayer a cenar a La Sede un poco conducidas por las criticas leídas en esta página y en otras similares.
Estamos bastante decepcionadas. El servicio atento eso no lo podemos negar, la carta de vinos estaría bien si hubiesen tenido alguno de los cuatro primeros que seleccionamos, aunque debemos ser honestas y decir que tenían un Luis Cañas a buen precio que nos ofreció el camarero.
En cuanto a la comida……. faltaban algunos platos de la carta y no se había sustituido por nuevos (no había nada relacionado con foie de pato, por lo que el mi-cuit nada, y tampoco había carillada), las croquetas minúsculas, díficil distinguir cual era de sepia, cual de merluza y cual de jamón y el acompañamiento de crema de pimientos del piquillo enmascaraba completamente el poco sabor de las mismas. El Tatin de Txangurro, bueno aún estamos buscando ese Txangurro o mejor dicho ese sabor a Txangurro. Los chipirones, bueno, nuevamente enmascarados por la crema de piquillo asi que bastante sosos.
En cuanto a los segundos el atun estaba sequísimo, fresco fresco me atrevo a asegurar que no era, el maigret de pato muy correoso, y de sabor bah, creedme los hemos probado mejores y sin necesidad de ir a un sitio de esos estupendísimos. El solomillo parece ser que si estaba bueno. Los postres, estaban buenos y bien presentados.
El precio 28 € por persona que para los precios que estamos acostumbrados a pagar en Madrid no es excesivo, pero es que tampoco la cena valía mas.
ayer, me llevo mi novio a cenar.
me quiso sorprender y me cito en frente del kapital(calle atocha).a primera vista pense que ibamos en plan tapeo y “bocadillo de calamares”…
que sorpresa,el local esta muy bien situadoy la decoracion(rollo moderno)nos gusto.
el servicio:muy bueno y atento.
obviamente no es un restaurante gastronomico pero con los pocos camareros que habia,me parecio casi optimo.
la comida:se puede mejorar,pero en vista de la cuenta(2 primeros a compartir,2 segundos y una botella de vino que nos recomendaron:reino de los mallos)pondria un sobresaliente.
pagando 30 euros por persona(mas o menos como el VIPS):es un local que recomiendo.
Buenos días.
Ayer estuvimos comiendo en este restaurante, esta vez lo hicimos de menú y aunque tiene sus peros nos gustó bastante.
Entré en un principio yo sola, porque mi acompañante iba a tardar un poco más, me preguntaron si quería algo de beber mientras esperaba, la verdad es que estaba sedienta, así que me pedí una cerveza con limón que me sentó estupendamente.
Cuando me senté el chico me dijo que siempre que mi acompañante viniera antes de las 17:00 nos darían de comer. Por mi estupendo, eran las 15.40 y él llego a las 16.00.
Indicado esto no entendí que a los 15 minutos de estar allí, sin mi acompañante presente aún, me dieran la carta y me volvieran a preguntar, esta vez ya no con cara de amigos, si no en plan de.. ” se está haciendo tarde”.. me preguntaron si mi acompañante vendría y que si quería que mirara la carta también para él.
Después de este pequeño detalle, me informó de varios platos que ya no les quedaban y que habían encontrado un sustituto.
A los 5 minutos de preguntarme eso el camarero vino mi acompañante, otro chico le dió otra carta, como sabía que había platos que no había el hombre nos dijo que vendría un compañero a decirnoslo, pero no importó porque yo se lo dije a mi acompañante y ya está.
Pedimos los platos, salteado de arroz y salteado de solomillo para mi. Y ensalada y pollo asado al limón para mi acompañante.
Sinceramente del arroz salteado me esperaba algo más.. Simplemente era un arroz tres delicias, echado a la sartén con un poco de pimiento rojo.
El solomillo estaba algo mejor, sobre todo la salsa que lo acompañaba.
La ensalada, aunque no era de ibericos como señalaba en la carta si no mixta, porque ya nos lo habían comentado, era bastante pobre, quizás un poco de atún o maiz, le hubieran venido bien.
Sobre el pollo, yo no lo probé, pero mi acompañante me dijo que estaba bastante seco, además de ser pechuga, no estaba servido con nada de salsa y claro, no hubo quien se lo comiera, por eso se lo dejó.
De postre, poca variedad, helados y melón.. Aúnque en la tarta especificaba tarta, en ningún momento nos la ofrecieron..
Tuvieron el detalle de meternos las cervezas grandes que nos tomamos en el menú.
Y además tienen unas tarjetas, que si vas a comer 9 veces a la 10 te invitan
En fin, está bien el menú, pero se podría mejorar, sobre la atención, excepto el detalle de no esperar más cuando dije que llegaría mi acompañante un poco más tarde, creo que se podría haber evitado hasta un poco más tarde..
Pero por lo demás todo muy bien, como la otra vez que estuvimos
Saludos
Nenúfar Amarillo
Después de mucho pensar donde podía llevar a mi novio a cenar, elegí La Sede por los comentarios buenos que se hacían en esta web.
Reservé una mesa íntima, ya que celebrabamos una ocasión especial, y bueno, lo de mesa íntima fue meternos en un rincón, donde casi ni podías ver al camarero, a parte, cerca, había una despedida de soltero, por lo que la tranquilidad y el ambiente romántico fueron nulos.
Mi novio es de buen comer, así que creimos que con dos entrantes y un segundo para cada uno y postre sería suficiente, pero después de salir de allí pensamos en ir a cenar de nuevo, porque las raciones son muy escasas.
He de decir que la comida estaba buenísima, pedimos de entrantes el Rissoto de setas, después de acabar la ración se te queda en un diente, y el otro entrante el crujiente de morcilla, que te ponen tres rollitos, uno te lo comes de un “bocao” así que se hace poco.
Luego pedimos atún ( la parte más pequeña del filete es la que te ponen”, eso sí, muy bueno y muy bien adornado, pero escaso. Y el solomillo con crema de manzana y cebolla caramelizada, muy rico también pero escasito.
Como no, aún te queda hueco para los postres, para todos los postres si quieres. Mi novio pidió helado de vainilla crocanti con caramelo, que podemos dejarlo en dos bolas de vainilla a secas, con sirope de caramelo, y yo queria pedir la crema de arroz con leche y mango, pero ya no quedaba, así que pedí una especie de chocolatina rellena de crema de naranja y mermelada de frutos del bosque, que no era para tirar cohetes.
El vino, un rosado, no lo habiamos probado nunca, pero a mi me gustan más bien afrutados y este tenía toda la pinta.
En fin, el restaurante tiene una buena cocina, estaba todo muy rico, pero no estaría mal para los precios que tiene que pusieran más cantidad en las raciones.
El precio total de la cena fue de 80€, a mi gusto, caro para tan poca cantidad.
Un saludo
Restaurante maravilloso en pleno centro de Madrid. No me parecio excesivamente caro para lo que nos habian ofrecido. El trato excelente. Sin ninguna duda repetiremos cuando podamos ya que quedamos enormemente satisfechos tanto de la comida, del ambiente, como del trato. Los 4 cucharetes los tiene bien merecidos.
Por cierto lo del rabo de toro es una autentica delicia asi como si te gusta el queso hacen un queso de cabra gratinado con piñones y salsa de vinagre de modena por encima increible.
En definitva, no se si ha quedado claro pero el sitio merece la pena. Un saludo
Hola cucharetes!!!
estuve en febrero del año pasado en este restaurante y volví la semana pasada…. debo decir que para los 4 que repetíamos, la calidad del restaurante ha bajado muchísimo. Debo decir que la que tuvo más suerte fui yo, pero probamos todo y salimos muy decepcionados…
Para empezar, y muy a pesar del refrán de “a caballo regalado…”, nos pusieron con la bebida unas tostas que estaban muy resecas, y al llegar nos habíamos fijado en ellas porque pasamos por al lado y vimos que estaban en la entrada muy… descuidadas… Lo sé, no hay que criticar, pues no sé si las cobraron o no porque invitaron los chicos, pero es lo que me pareció…
De primero pedimos dos ensaladas cesar, decentes pero nada destacables, una de ibéricos que estaba bastante buena porque venía con mucho jamón, pero con salsa de setas que no se notaba, y un revuelto de morcilla y pimientos bastante malo. Tenía una salsa de pimientos y estaba muy seco e insípido.
De segundo, mi risotto bueno, pesado, pero personalmente es q me gusta bastante, así que no puedo opinar. A mi marido no le gustó. Ademas pedimos pollo con sobrasada, malisimo, sin sustancia y escaso, magret de pato, que era para echarse a llorar… nada comparable a vuestras fotos y con mucha grasa, y huevos estrellados, con salsa de pimientos y también realmente malos.
Llegados a este punto ninguno quisimos probar postres y preferimos ir a casa…. debo decir además que en el local olia muy mal, claro que puede ser puntual, pero era bastante insoportable…. aunque claro, en madrid, tarde y sin mas reservas… no era plan de irnos. Y como nos había gustado, allá que entramos! Quiza tuvimos mala suerte, ya que repetimos que nos gustó mucho la vez primera, y pedimos platos poco destacados, no lo sé. Pero vaya, de momento tardaremos en volver…..
genial, mi chico y yo fuimos en reyes, y yo quede encantada, seguro que volvemos mas veces, muchas mas
Conocí vuestra página por unos amigos y en seguida me dispuse a seguir una de vuestras recomendaciones, calificada con 4 cucharetes, por su aparente buena relación calidad-precio.
Mi error fue arrastrar a 3 personas más conmigo.
Reservé mesa un sábado por la noche de hace 2 semanas. Llamé con solo una hora de antelación sobre la hora deseada y no tuve ningún problema, cosa que me extrañó bastante, siendo tan bueno, bonito y barato. Llegamos al restaurante y solo vimos 3 o 4 mesas ocupadas, lo que nos extrañó más aún, pero no tardamos en comprender.
Nos alojaron en un apartado donde solo estaba nuestra mesa, rodeados de paredes enfoscadas en cemento gris sin pintar. Esto parece ser que es decoración moderna. Lamento no tener gusto para apreciar tanta imaginción decorativa. En mi pueblo esto se llama ahorrarse una pasta, como también lo es dejar a la vista todas las tuberías de ventilación. A mi pareja y a mí nos tocó sentarnos en un banco corrido a lo largo de la pared, con la comodidad más que justa.
Lo primero que nos dicen es que están cambiando la carta y que hay tres o cuatro cosas que no nos van a poder servir. Vale, no hay problema. Pedimos para compartir cuatro entrantes: una Ensalada que, aunque en la carta aparecía con otro nombre, nos djeron que era La sede. Remoto parecido con la de la foto, con el foie troceado y desperdigado por la ensalada, pero buena de sabor (9,50 €). La Parrillada de verduras (9 €), buena, pero escasita, con el romescu algo corto de sabor. Las Croquetas surtidas (9 unidades, 8,50 €)venían marcialmente dispuestas en un platito, sin el menor adorno, y todas uniformes. No fuimos capaces de asegurar a qué variedad pertenecía cada una. Pedimos también el Crujiente de morcilla, pero al rato vino el camarero a disculparse porque no tenían. No lo sustituimos por otra cosa.
Y en los segundos variedad de opiniones, aparte de un Risotto que no nos pudieron servir tampoco por no recuerdo qué inconveniente. El Rabo de toro (12 €), muy bueno, venía en presentación clásica, como se puede comer en cualquier tasca, y esto no lo digo como peyorativo, sino todo lo contrario. El Bacalao (15 €), bueno de sabor pero con una ración ridícula para el precio que hay que pagar por él. Los Chipirones (11,50 €), estaban picantísimos y no era cuestión de gusto, es que estaban incomibles. El camarero se los llevó y al rato vino una especie de maitre a disculparse diciendo que tenían un cocinero mejicano nuevo y se le había ido la mano con el picante. Volvieron más tarde con otros que se podían comer. Yo pedí el Pollo relleno de sobrasada (10,50 €), y el pollo daba un ligero sabor a pasado de fecha. Aparte, el sabor de la sobrasada no aparecía por ningún lado.
Los postres (todos a 4 €). Bien la Crema de arroz con leche. Muy bien el Pastel fluido de chocolate. Excepcional el Vertical de chocolate, tanto en presentación como en sabor. Y a mí me tocó la cruz, la Espuma de crema catalana que tanto alabais. Cualquier parecido entre las fotos de Cucharete y lo que a mí me trajeron es pura coincidencia. Era un líquido, como una mousse que no se hubiera montado bien, sin ningún sabor a crema catalana ni por lo más remoto. A la salida volvimos a leer la carta de postres en la puerta para ver qué narices me habían servido, tan convencidos estábamos de que se habían confundido de postre.
Al acabar nos ofrecieron unos chupitos de parte de la casa que aceptamos gustosamente. El total de la cuenta fueron 97,80 €, habiendo bebido agua sin gas los cuatro.
En resumen, puedo decir que después de haber leído vuestras críticas, salí decepcionado tanto por la calidad de algunos platos como por la cantidad de otros. Y los precios en ningún momento me parecieron baratos en relación al producto. Aún así, estoy dispuesto a darle una segunda oportunidad, no sé muy bien por qué.
Un saludo.
Hola muy buenas, hace tiempo fui al restaurante La Sede, el lugar estaba bastante bien con una decoración exquisita y un servicio a la altura del restaurante.
Los platos no eran para llenarse, si con una presentación requerida al ambiente y a los comensales, aunque uno de los platos que pedi no me gusto nada, la carne estaba algo seca.
Los demás platos que pedimos mi novia y yo, si que tenian buen sabor, aunque el que vaya a hacer una cena fuerte se queda con algo de hambre.
Mi nota personal; Decoración: 8, Atención: 8, Comida 6
Un saludo
Fui a cenar ayer y el restaurante me decepcionó bastante. Aquí mis motivos:
-al hacer la reserva pedimos para “no fumadores” pero la verdad es que se fuma en TODO el sitio. Y eso no nos lo han dicho.
- la carta está muy cambiada respecto a la crítica de cucharete. La nueva carta es mucho menos variada y la podéis encontrar en la página web del restaurante. Nada de ensalada La sede, escalope a la milanesa, morcilla o risotto.
- las raciones son pequeñas, las tostas de las fotos son gigantes comparadas con las que nos sirvieron a nosotros. Para que os hagáis una idea, las hacen de pan chapatta así que son bastante finitas. Al final te quedas con hambre y eso que tuvimos un entrante, cada uno 2 tostas y postre. Por cierto, los huevos rotos venían con patatas fritas de bolsa!!!! Vaya clase.
- el servicio es muy lento, tan lento que al final decidimos ir a pagar a la barra porque no nos traían la cuenta.
En fin, no creo que vuelva a este sitio. Esperaba mucho más porque ya he ido a varios restaurantes recomendados por cucharete y estaba muy contenta. Este no se merece sus 4,5 cucharetes. A lo mejor en los tiempos de vuestro reportaje las cosas eran mucho mejores…
¡Hola! Os quiero contar mi experiencia porque aunque cada uno prioriza unas cosas u otras, creo que tengo que hacer un poco de crítica, porque no creo que sean formas de permancer en el tiempo las de este restaurante, y la inversión que han hecho no me pareció despreciable.
He ido de visita a Madrid este fin de semana y llevaba varias referencias apuntadas de Cucharete.com para disfrutar de una cena bonita. Al final, por proximidad a donde me había cogido la hora de cenar me decanté por La Sede. La verdad es que el local me gustó bastante, y el camarero empezó muy atento y amable. La comida también estaba siendo de nuestro agrado, por lo que estaba cumpliendo las expectativas bastante bien. Y ahora las pegas:
Entre la ensalada de entrada y los primeros platos tardaron una barbaridad, y eso que no llegaba al 50% de las mesas las ocupadas. En medio de la cena, tuvimos la “suerte” de coincidir con la actuación de David Diges en Eurovisión, “Algo chiquitito, uououo” momento que los camareros dieron volumen a las televisiones del salón. Este hecho, para mí fue lamentable, pues rompe el ambiente del restaurante, las conversaciones, y demás. Desconozco si alguien del local era familiar o buen amigo de D. Diges, porque otra razón no le encuentro.
Y por último, lo más desagradable y definitivo, cuando estabamos terminando el plato principal, mi mujer
frase no permitida. Hasta aquí llegamos. Lo pusimos bien visible en el plato, y me consta que el camarero lo vió. No se dio por aludido, y aun así nos ofreció postres o café. Cuando le dijimos que no queríamos nada más, que nos trajera la cuenta, fue rápidamente a por ella, pagamos y nos marchamos. No quisimos sacar ventaja de la situación porque no nos gusta armar escándalos pero de ahí a hacerse el ciego…en fín pagamos lo que habíamos consumido y ni un céntimo de propina.Lo que podía haber sido una bonita velada terminó de la peor forma posible.
Yo estuve. Y la verdad es que sobre 10 no le pondría más de un 6…
Ahí va lo que escribí en su momento:
Los platos son muy originales y combinan muy bien los sabores, pero creo que para la calidad de la materia prima sin la oferta de Atrápalo son demasiado altos. Si bien los entrantes estaban en su punto y muy ricos, (ensalada de sabores, ¡Y vaya si tenía sabores!, y verduras a la brasa también muy ricas) los segundos eran otro cantar. El plato de sardinas muy original, con salsa de soja y granizado de vodka. Peeero, las sardinas parecían sacadas del cretácito y la sal de adorno te estropea la última sardina. Por otro lado, el plato de pollo al curry, con poco curry, seco y muy vulgar. El blanco y negro de postre con un blanco demasiado empalagoso y un negro demasiado aguado, más que negro marroncillo suave. El servicio, eso sí muy amable. Y la decoración muy acertada, romántica y distinta.
Donden están todos esos platos que mostrais en las imágines?
Decepcionante, no volveré a ir jamás y desde luego no lo recomendaré, no había de nada, lo de la carta, que he leido en otras páginas, nada de nada, los primeros platos ufffffff hemos dejado más de la mitas, las patatas en salsa de perú, según nos dijeron, se han quedado enteras, los pimientos rellenos de bacalao, con espinas y las croquetas, más pequeñas impoisbles,
Los segundos el bacalao con cantidad de espinas, y eso que según el camarero no tenia, pero es que fuera de ahí o la carrillada o la merluza o el entrecot, no había nada del resto de cosas
En fin un desastre de restaurante y de comida, he salido con el mismo hambre y encima con el bolsillo vacio
No he dado mi valoración, pero Muy deficiente, un dos y por que el sitio estaba limpio, eso si vacio, creo que eramos los únicos comensales, que pena de sito lo que prometia ser una velada agradable, se convirtió en algo desagradable
Los camareros dejan mucho que desear. Es una pena que un sitio con tanto encanto para tomarte un café, comer o incluso tomarse una cervecita, tenga tan mala atención por parte de los camareros que no tienen profesionalidad ninguna. Antes ibamos mucho a desayunar a este establecimiento y tuvimos que dejar de hacerlo por el trato tan poco profesional que tienen.
Es curioso esto de las opiniones, puesto que cada uno tiene su propia experiencia en el mismo sitio. Descartadas las tiquismiquis o las que van siempre con mala leche, todas las demás son igualmente válidas. Ayer, 16 de septiembre de 2010 estuve comiendo en La Sede con otras dos personas. Una ya lo conocía. Pedimos el menú del día (10 euros), que consistió, en los primeros, en una ensalada de ahumados (muy digna), un salmorejo (estupendo) y una ensalada mixta (bien); los segundos fueron pollo al curri (muy compensado de sabores), filete con patatas (no tenían la carrillera del menú, y eso que eran las 3 de la tarde), y bacalao a la gallega (un poco salado de más, pero muy rico de sabor, así como la salsa). Postres. En fin, que nos pareció bastante más que digno por ese precio. Probaremos con plato de carta.