Ta-Pra Rallye (Mos - Pontevedra)
25 Julio 2007 por Cucharete - Este artículo ha sido leído 31,009 veces
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Daniel Alonso Lago, 37
Mos (Pontevedra)
986 49 88 35
15 - 25
Disfrutar de multitud de ambientes diferentes en un mismo enclave es posible en el Ta-Pra Rallye: una tapería, un restaurante, una heladería, una aislado reservado, una amplia zona verde… ¡todo tiene cabida en este curioso lugar! A pie de pista del Aeropuerto de Vigo, donde podemos ver a escasos metros despegar a los aviones por encima mismo de nuestras cabezas.
3,5
Rayo: El Ta-Pra Rally no se limita únicamente al concepto de restaurante, sino que abarca muchísimo más. Un lugar singular en el que se está muy a gusto en cada uno de sus variados y amplios ambientes. Con el concurrido tema de fondo de los rallys como reclamo, ofrecen a su entrada exposiciones de coches y motos preparados que llaman la atención y hacen las delicias de sus visitantes, muchos de ellos asíduos a las concentraciones del mundo del motor. En esta ocasión, la cristalera mostraba unos karts de competición que me hicieron rápidamente recordar viejos tiempos con los amigos en la pista al aire libre de Los Santos de la Humosa (Alcalá de Henares).
A su entrada nos encontramos con toda la oferta gastronómica impresa en un gran panel que abarca toda la pared, como podéis vislumbar tenemos tapas, tablas, pras, brochetas, tortillas, revueltos y ensaladas en la zona de barra y comedor de tapas; y entrantes, mariscos, pescados, carnes, arroces, pastas y postres varios en el comedor de carta.
El local se presta a cualquier tipo de evento: comuniones, cumpleaños, bautizos, bodas, banquetes, comidas de empresa… Pero lo que más gracia me ha hecho es el texto: “Para despedidas y divorcios“. Así que ya sabéis, estamos ante un lugar ideal para celebrar un divorcio con los amigos.
En frente al mural, una escalera de caracol nos guía a la zona reservada, ideal para aislarse del resto de la clientela y disfrutar de un comedor privado para celebrar lo que se te antoje.
Las mesas en esa zona son enormes y lucen a su vera unas sillas de diseño que conjugan perfectamente con la decoración del espacio, una mezcla entre lo rústico y lo moderno con toques de color que le dan un aire fresco.
Las vistas desde este comedor superior dan directamente a la pista del aeropuerto, desde el enorme ventanal podemos ver los aviones girar ante nosotros a escasos metros y disfrutar de sus despegues, pues arrancan hacia el Ta-Pra y sobrevuelan el establecimiento. ¡Qué no se caiga ninguno!
La barra -abajo- nos brinda imágenes retroiluminadas de vehículos en plena acción y consigue un ambiente muy acogedor, digno de una visita, una cañita y un pinchito.
A su lado encontramos la heladería, con multitud de mesas preparadas para degustar sus sabores, permitiéndonos elegir entre taburetes altos o sillas bajas para una estancia más prolongada.
Al otro lado: el comedor de carta, donde podemos verificar el buenhacer de su cocinero comprobando el punto al que nos entrega las carnes y los pescados.
La piedra vista deja entrever la historia del lugar, aportándole sabiduría y leyenda.
Los tonos cálidos que inundan cada rincón del local así como la amplitud de sus mesas consiguen que la cena discurra de un modo agradable, sin agobios, sin prisas.
La vestimenta de las mesas parece sacada de la mente de Ágata Ruíz de la Prada, tan sólo se echan en falta algunas flores y corazones. Con vajilla a juego en verde pistacho y una cubertería atractiva se completa el conjunto.
Elegimos la mesa central, que nos permitía ver como iba anocheciendo y recrearnos con las vistas a la zona exterior donde disponen de mesas de piedra y hamacas como un nuevo ambiente para deleite del comensal.
Los fines de semana, no hay hueco en el jardín -nosotros acudimos entre semana, un jueves-.
Quizás acudimos al restaurante en el momento equivocado, pues todo parecía un inconveniente a la hora de pedir a la carta -aunque el servicio, muy amable y con mucha paciencia, nos trató estupendamente- Después de debatir entre cenar de raciones o a la carta, decidimos esto último y mi elección como segundo fue el Cordero lechal manchego al horno, que minutos después me aconsejaron cambiar, pues al parecer, sin reserva previa, su preparación llevaría más de una hora.
De este modo, me decidí -con ayuda del camarero- por un Rodaballo a la plancha con guarnición que parecía una más que correcta opción, pero minutos después, una explicación que incluía cambio de cocinero en los fogones hace tres días, tiró al traste la elección y tan sólo quedaban las opciones de rape o bacalao como pescados disponibles. Al final… Bacalao a la plancha con guarnición.
Comenzamos con dos primeros para compartir. El Revuelto de ajetes con gambas estaba delicioso, uno de los mejores platos de la noche, sobre todo comparándolo con otro probado días atrás en otro restaurante pontevedrés menos afortunado.
La Ensalada especial Ta-Pra, que llevaba lechuga, tomate, cebolla, atún, huevo, espárragos, maiz, remolacha, zanahoria, pimiento verde y pimiento rojo era espectacular: enorme y muy sabrosa. ¡Cayó enterita!
Emiliano… pesaba la fuente ¿eh?
Mi Bacalao a la plancha con guarnición era tremendo, un verdadero ladrillo del mar. Muy rico, bien asado y desalado, aunque al ser tan grande es inevitable que el centro de su parte más gruesa superase ligeramente el umbral de salinidad permitida por mi paladar para disfrutar completamente del plato. Pero reconozco que estaba delicioso.
La Brocheta de rape con langostinos según Marcos estaba de sobresaliente. Aunque en mi opinión, las patatas fritas que la acompañaban -al igual que las del entrecot de Emilino- estaban excesivamente aceitosas.
Las raciones, como podéis observar, descomunales… Fijaros en el bacalao… ¡impresionante!
El “Entrecot” -entre comillas- a la plancha, nos asegura Emiliano -experto en buenas carnes argentinas- que estaba muy bueno, y os puedo dar fe que nada dejó en el plato. Quizás las patatas pecaban de exceso de aceite.
La ración, al igual que el resto, monumental.
No éramos capaces de movernos del sitio, pero no podíamos irnos sin probar alguno de sus postres tras asegurarnos que eran caseros. Optamos por la Tarta de queso que más bien era una tarta de quesito-fresa con base de galleta que recordaba a las típicas industriales de polvos “mágicos”. A pesar de la insistencia del camarero en su elaboración artesanal, no las tengo todas conmigo en que no sean unos simples polvos los artífices de la sobremesa, pues para mí, una tarta casera no es la que se hace en casa con un sobre de polvos. De todos modos, era ligera y se dejaba comer.
Tuvieron el detalle de invitarnos a unos chupitos de Crema de orujo casera -aunque no propia de ellos- que estaba realmente buena.
No dejéis de visitar el Ta-Pra Rallye porque merece la pena.
Cucharete: Un recomendado restaurante, una recomendada tapería, una recomendada heladería, una recomendada zona verde, un recomendado reservado… ¡Lo tiene todo! ¡Elige tu ambiente!. Mi equipo cenó por 20 €/persona, con agua.
Sus diferentes y variados ambientes. Su terraza. Sus carnes y pescados. Su precio.
Detalles en el servicio y en la existencia de los platos de carta que sufrimos por acudir en épocas de cambio de cocinero.
3,5
6 comentarios a “Ta-Pra Rallye (Mos - Pontevedra)”
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Sitio curioso el “Ta-Pra Rallye”, ya desde el nombre. Nada más llegar ves lo que parece un taller mecánico, con cars y todo. En el interior hay varios ambientes, heladería, cafetería, restaurante con varios sectores y fuera un jardín con mesas para disfrutar de una comida al aire libre, desde luego hay donde elegir, según las circunstancias.
En cuanto a la comida, empezamos con un revuelto con gambas muy rico y una ensalada muy abundante con todo tipo de ingredientes, la verdad que solo con eso uno quedaba servido. De segundo un entrecot con una carne muy blanda, hecha en su punto muy rico, a criticar la ración de patatas, demasiado hechas y con un aceite que probablemente usaron para más cosas. Al final se pidió un postre para 3, ya por gula porque no podíamos más. Se trataba de una tarta de queso, supuestamente casera, pero que harían con “polvitos”, eso si, estaba muy buena. A destacar la amabilidad y paciencia del personal, así como la buena relación calidad precio.
En resumen, un sitio para comer bien y barato, con ambientes para todos los gustos y ocasiones
hola soy carolina soy de venezuela tengo una cafeteria y quisiera tener si puedo la direccion donde compraron sus sillas y sus muebles porque me encantan gracias
Lo tienes crudo nena, xq los hace él, es un artista.
hola, desde luego un sitio para repetir una y otra vez os sentireis super a gusto tanto con el trato del personal muy profesional como con la comida riquisimo todo raciones abundantes y todo muy bien presentado ,el sitio tambien tiene mucho encanto y en verano tiene que ser la bomba con ese pedazo de jardin que tiene…….solo decir que intentare llevar a toda mi gente a conocerlo y de paso repetir yo cuantas veces sea necesario.relacion calidad precio muy buena la verdad todo fue agradable en ese rincon de mos y ademas hemos visto despegar un avion pero tranquilos parece que esta bien insonorizado.GRACIAS A TODA LA GENTE QUE HIZO POSIBLE EL TRA-PA RALLYE……!!!!!!!
VANE:
nos alegra que te alla gustado nuestro restaurante, por supuesto que cuando venga otra vez nos lo indiques ” soy vane” la del comentario en cucharete será un placer el saludarte y algún giño tendrás de nuestra parte. Pregunta por Carlos.
Saludos y a comerrrrrrrrrrrr.
me encantan los cafes con leche que preparais,ademas hacen un roscon buenisimo,nos veremos pronto,un saludo