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Manuela Malasaña, 3
Madrid (Centro)
Bilbao (LÃneas 1 y 4)
91 593 14 40
20 - 30
La Isla del Tesoro es uno de los mejores y más famosos restaurantes vegetarianos de Madrid. Su singular decoración, apoyada por su sabrosa cocina encandila al comensal. Dispone de un menú del dÃa a 10 € que varÃa de lunes a viernes mostrándonos la gastronomÃa de diferentes paises: argentino, hindú, napolitano, ruso… excepto el viernes que siempre ofrecen cuscús marroquÃ. Sus fogones están abiertos de 13:30 a 16:00 h y de 21:00 a 00:00h. No cierra ningún dÃa de la semana. Todo el espacio está destinado para no fumadores. Imprescindible reservar con antelación.
3,9
Rayo: ¿Dónde nos encontramos? ¿En el comedor de un misterioso barco pirata? ¿”La Perla Negra” quizás? ¿En una tenebrosa taberna de época? ¿En un profundo sueño surcando los mares en un velero hacia… La Isla del Tesoro? ¡En Madrid queridos lectores! ¡En el mismo centro!
Bueno, bueno… por primera vez un restaurante vegetariano consigue seducirme y no puedo ocultarlo… ¡a mÃ! ¡un carnÃvoro de libro! La experiencia gastronómica del equipo de Cucharete, me llevó a descubrir un local que considero de lo más acertado para darse un paseo por los sabores “verdes” que la mayorÃa de las veces dejamos de lado y a los que únicamente estamos acostumbrados a dar una oportunidad cuando acompañamos a alguno de nuestros amigos vegetarianos.
Entrar en la Isla del Tesoro, supone traspasar la puerta de la fantasÃa y sentirse coprotagonista del intrépido capitán Jack Sparrow en una de sus aventuras cinematográficas de la saga de Piratas del Caribe. Un lugar, que puede presumir de poseer un encanto especial que gusta al comensal: luz tenue -pero no escasa- que dibuja misteriosas sombras en todas las esquinas, multitud de artÃculos decorativos que no te cansas de observar, y sobre todo, especial cuidado en los pequeños detalles que son los que finalmente marcan la diferencia: todas las velas del interior del local estaban encendidas… ¡todas! lo que le otorgaba un aspecto minuciosamente aderezado.
Bajo la luz hechicera de esta pequeña lámpara comprueban nuestra reserva, pues uno de los inconvenientes del local -si puede ser considerado como tal- es que un fin de semana sin aviso previo resulta toda una odisea encontrar mesa.
Farolillos de luz verde, roja, amarilla, blanca… iluminan cuadros, tapices y paredes con tonos azules, violetas, naranjas, verdes… Un espacio multicolor muy bien combinado que escapa del desorden que pudiera intuirse gracias al ambiente para el que fue concebido.
El mobiliario utilizado despierta nuestra atención: las mesas, son diferentes en cada espacio; lo mismo ocurre con las sillas, gran variedad de modelos antiguos, siguiendo la directriz decorativa de la sala; apliques y lámparas de antaño que asociamos rápidamente con chirridos metálicos a las que sólo les falta el vaivén de un oleaje ficticio.
La vajilla utilizada me convence, armoniza con el resto del conjunto, y aunque el minimantel individual no deja de ser una servilleta estirada, se agradece que sea de tela y no de papel. ¡Me encanta esa mesa de la lámpara de seta para una pareja!
Divisamos un cielo estrellado, gracias a una vieja red repleta de historia y de destellos que hacen chispear la brillantina que recorre el techo en un verde oscuro poco común. La estancia se hace agradable en todo el local, desde las primeras mesas de la entrada hasta las últimas cercanas a la barra.
Una barra que -como podéis observar en la fotografÃa- no se cansa uno de mirar… llena de color y de detalles, en la que un gracioso loro marca el ritmo de Annie, VÃctor y Freddy -nuestros camareros- que nos atendieron muy amable y correctamente y a los que envÃo desde aquà un cariñoso saludo. Nos comentaron que les encantarÃa salir en Cucharete y… ¡ahà los tenéis! en la foto que os muestra Ninillas.
La entrada a los servicios tampoco pasa desapercibida. Se me puede ver reflejado en el espejo -lo que garantiza que no soy un vampiro- mientras tomo la imagen del lavabo compartido que continúa en la lÃnea ataviada del local.
Las velas -docenas de ellas-, todas encendidas como os comentaba al principio, se enorgullecen de mostrar larguÃsimas cascadas de cera que desafÃan la gravedad. La oscilación de su luz, es la guinda de la Isla del Tesoro, pues crea un ambiente lleno de titilaciones imperceptibles pero que sin duda están ahÃ, muy romántico.
Disfruté mucho de la cena como veréis a lo largo de este artÃculo, pues la verdad, nuestras elecciones -ayudados siempre por la dulce voz de Annie- resultaron ser todas francamente sabrosas. No es la primera vez que acudo a un restaurante de este tipo, pero sà es la primera que salgo satisfecho con el resultado de la degustación. Salvando pequeños detalles, podrÃa calificar la cena como: ¡Sorprendente!
Después de un gustoso aperitivo que os muestra FlashBack, comenzamos con las Croquetas de la Isla, presentadas en una cajita redonda de madera y que venÃan rodeadas de gran cantidad de ensalada bien aliñada. Para mi gusto… ¡RiquÃsimas! Tanto las de quÃnoa con aceitunas, como las de polenta o las de avena, pues las habÃa de tres tipos.
La Ensalada Boskimana resulta un entrante formidable: tomates templados con queso de cabra, dátiles -que le otrogan un toque muy singular-, nueces, cebolla azul confitada sobre hojas de roble y lollo rosso a la miel. Estábamos prácticamente llenos con dos entrantes y… ¡todavÃa quedaban los platos principales!
Mi elección fue una Jungle Burguer: hamburguesa de azukis y verduras en pan integral con guarnición de patatas baby y ensalada con salsa especial de la Isla. Me sorprendió lo buena que estaba. Se la recomiendo a todo el mundo, resulta muy sabrosa. En cuanto al tamaño… descomunal.
Ahà tenéis un primer plano del plato… Una imagen no apta para lectores que estén a punto de ir a comer…
Los postres no son el punto fuerte del restaurante. Aunque he de decir que a mà me gustó el Gocho de Chocolate, que consta de un bizcocho caliente, bombón de tres chocolates y bocadito de mousse de chocolate en salsa de chocolate y almendras, como veis… ¡mucho chocolate! Asi que… para los chocolateros, éste es su postre.
Por contra, el Hada Madrina no encandiló mi paladar -aunque sà el de FlashBack-, seguramente por el sabor a jengibre, que no es de mi agrado, pues su composición venÃa constituÃda por fruta de temporada, helado de jengibre con frutas del bosque y miel ecológica.
Me quedan muchos locales por recorrer en la capital, pero no dudo en que la Isla del Tesoro tiene un lugar reservado entre los mejores restaurantes vegetarianos de la ciudad, pues fue capaz de sorprender con sus novedosos sabores a un carnÃvoro como yo.
FlashBack: Motivados por el boca a boca y la ya reputada fama de la Isla del Tesoro ganada a lo largo de sus siete años de vida nos dirigimos a la calle de Manuela Malasaña para comprobar si realmente todo lo anterior está fundado sobre un restaurante con las cualidades que se le atañen.
La ardua tarea, en este caso, parte de saber que nos encontraremos con una cocina vegetariana. Algo arriesgado ya que, aunque se sea vegetariano, no es sencillo que el resto de comensales que te acompañan también lo sea. O lo que es lo mismo, a un restaurante vegetariano prácticamente se le obliga a preparar jugosos platos tanto para quienes basan su régimen alimenticio básicamente en productos vegetales como para quienes disfrutan con una variedad más amplia. En cualquier caso, si tantos paladares lo halagan de tal manera nos cabe esperar que será al menos por algún motivo.
Si algo sorprende, al curiosear desde el exterior a través de su llamativa fachada de cristal y madera y según nos embarcamos en el interior del establecimiento, es la temática de su decoración inspirada por el conocidÃsimo libro de Robert Louis Stevenson que lleva su mismo nombre. Asà que comenzamos a sentirnos cual Jim Hawkins expectantes a enfrentarnos a malvados piratas.
Farolillos de luz suave, apliques que simulan pequeñas velas de color rojo llamativo, tablones de madera colgados por cuerdas, estrellas de mar de tamaño considerable, cuadros antiguos… Todos ellos elementos concienzudamente escogidos para situarnos en plena novela clásica de aventura en el transcurso de nuestra cena.
Las mesas se encuentran vestidas sobriamente pero son funcionales y respetuosas con el resto del conjunto. Tanto éstas como las sillas, ambas en madera, se caracterizan por tener diseños no uniformes que ayudan a crear esa atmósfera desenfadada y rústica al mismo tiempo que fantasiosa del local. Sin embargo debo de reconocer que, en mi caso, mi silla no es demasiado cómoda.
Se nos recibe con la carta de vinos sobre cada una de las tablas que encierran una botella de vino tinto de la casa en su espacio interior para, si deseamos quedarnos con ella, sea servida sobre las pequeñas y gruesas copas de cristal.
Merece la pena enormemente el dirigir nuestra mirada hacia todas las partes del salón, si disponemos de tiempo suficiente, ya que cada rincón nos sorprende con elementos muy originales tales como telas y redes que cuelgan desde el techo, lámparas de araña antiguas o candelabros con velas que aportan distinción y romanticismo a la atmósfera general.
Al fondo y cerca de la cocina se encuentra una preciosa barra también con motivos marÃtimos y caracterÃsticos de decorados fácilmente achacables a obras cinematográficas de piratas. En ella se terminan de preparar las bebidas que desean los comensales bajo la vista atenta del llamativo y simpático loro que la vigila.
Una vez hemos tomado sitio, centran nuestra atención los cuadrados y bien decorados platos que nos permitirán compartir nuestros entrantes, si asà lo deseamos. Se agradecen las pulcras servilletas de tela en color granate que se encuentran debajo de ellos aunque los manteles blancos individuales más bien da la impresión de ser una de ellas más que ha sido estirada.
Tanto la cuberterÃa como la cristalerÃa no pueden presumir de grandes pretensiones, aunque debemos tener en cuenta ciertamente que no nos encontramos en un crucero de lujo sino en un barco que surca los mares en busca de tesoros.
Con la intención de que vayamos abriendo boca, se recibe a los clientes con un pequeño aperitivo consistente en una fuente de barro rellena de garbanzos con queso azul, soja y salsa alioli ideales para acompañar nuestra espera.
Les acompaña una generosa fuente de pan de pasas. No es que haya que extender el primero sobre el segundo pero si es asà nuestro deseo nadie nos prohibirá hacerlo. Gustos aparte, ha de ser dicho que en una sesión gastronómica a base de alimentos vegetales entre los que se encuentran numerosos ingredientes basados en cereales y harinas no se hace tan imprescindible la presencia de pan. Aunque es un detalle y siempre hay quien si este alimento no le acompaña en su comida se puede sentir menos satisfecho.
Metidos en preliminares, las Croquetas de la Isla se caracterizan por una excelente puesta en escena servidas sobre una cama vegetal en el interior de una caja de madera muy vistosa. Asà se me han quedado los ojos como platos en la siguiente instantánea.
Las disfrutamos en sus tres tipos: de quÃnoa (psuedocereal proveniente de sudamérica) con aceitunas, de polenta y de avena. Particularmente la primera de ellas es la que más me convence y aunque las dos siguientes también son sugerentes disponen de un sabor algo más discreto.
De gran tamaño y elegantemente presentada aparece la Ensalada Boskimana, cuyos ingredientes principales son queso de cabra sobre tomates templados en un base de hojas de roble y lechuga del tipo lollo rosso a la miel. Le aporta un toque singular el acompañamiento de nueces, cebolla azul confitada y, sobre todo, los dátiles. Muy recomendable.
Llegados al plato principal, la carta nos ofrece una selección de lo que llama primeros, principalmente platos de pasta entre los que encontramos wok, raviolis, fideua, noodles picantes o el Buenrollito que elige como segundo y os muestra Ninillas.
Yo me decido por los Solomillos Salvajes o lo que es lo mismo filetes de seitán o gluten blanco de trigo con una estructura fibrosa muy similar a la carne que vienen salteados con jengibre y puerro. Como guarnición se acompaña con arroz basmati y negro asà como hongos orientales y algas en salsa de mil especias.
Me recuerda al sabor de la carne de ave y ciertamente la salsa le apoya de notable manera en este sentido. Se deja disfrutar debido a una preparación que permite degustarlos desde unas partes más churruscadas hacia otras más tiernas. Un sustituto de la carne muy conseguido y que seguramente encanta a quienes la cocina vegetariana le crea ciertas dudas. En cuanto a cantidad, resulta más que suficiente como se puede apreciar.
Respecto a los postres, decidimos compartir dos de ellos con nombres y descripciones en la carta muy atractivos: el Gocho de chocolate que os presentan Rayo y Ninillas y que encantó a Rayo y el Hada madrina, para mà el mejor de la pareja.
Consiste en fruta de temporada, una bola de helado de jengibre y frutos del bosque acompañados de miel ecológica. Para quien le guste la raÃz de esta planta, me parece una opción muy refrescante aunque la consistencia del helado, lejos de ser cremosa, se asemeja más a la de un sorbete por su alto contenido en hielo.
La Isla del Tesoro claramente nos encandila con su espectacular puesta en escena y decoración siendo una opción perfecta tanto para vegetarianos y no tanto. Su atento y agradable servicio formado por Annie, Victor y Freddy es capaz de guiarnos por su gastronomÃa y hacernos sentir muy cómodos. Gracias a todo lo anterior, merece verdaderamente su fama y haber sido reconocido como uno de los mejores vegetarianos de nuestra ciudad.
Ninillas: No os voy a hablar de la novela de R. L. Stevenson, ni tampoco del infatigable capitán Jack Sparrow, de ambos ya han dado debida cuenta mis compañeros. Yo, sencillamente os mostraré lo que para mà es un clásico, me explico: un restaurante que consigue sobrevivir más de 5 años en Madrid, como es el caso, y sigue llenando, tiene toda la pinta de perdurar en el tiempo. Soy consciente de que no os vamos a descubrir la pólvora, quien más, quien menos, o ha ido a cenar o ha oÃdo hablar de él, sea como sea, Cucharete lo ha considerado una visita obligada y allà que fuimos: ¡Bienvenidos a la Isla del Tesoro!
Nada más entrar te das cuenta de que el nombre no es casual y que, efectivamente, estás en un pequeño oasis, sólo que éste se encuentra en pleno corazón del barrio de Malasaña.
La sala está repleta de objetos traÃdos de todas las partes del mundo: Filipinas, Tibet, Brasil… Absolutamente todo tiene su hueco en este exótico restaurante. Las paredes aparecen pintadas de diferentes tonos, como si cada rinconcito fuera la isla de un archipiélago. Lo mismo que sus mesas y sillas, cada una de su padre y de su madre, pero que lejos de restarle uniformidad al conjunto, dan un toque personal a la estancia.
Por supuesto, la iluminación juega un papel fundamental. A las numerosas lámparas, cada una más original que la anterior, hay que sumarle la luz aportada por las velas, consiguiendo crear un ambiente Ãntimo, ideal para una cena romántica.
La distancia entre mesas no es grande, pero suficiente. En cuanto al tamaño de las mismas, depende de la mesa que te toque en suerte, no son pequeñas, aunque algunas son demasiado justas. Respecto a su indumentaria, aparecen vestidas con unos mantelitos individuales blancos de tela y una servilleta, también de tela, color rojo. La cuberterÃa y la cristalerÃa pasan desapercibidas, llevándose la atención la colorida vajilla.
Si el dÃa de tu visita la fortuna está de tu lado y consigues una mesa bajo el “cielo estrellado”, la sensación de que efectivamente estás en una isla paradisÃaca será completa, de ti depende la compañÃa porque desde luego el entorno ya está creado.
Pero vamos al asunto, que ya seas náufrago o pirata, a estas alturas el estómago reclama atención. En su tarjeta reza: “Isla del Tesoro”, Cocina sana. SÃ, estamos en un vegetariano, de modo que de momento olvÃdense de carnes y pescados, que no de comer, porque si por algo se caracteriza este restaurante es por gustar no sólo a los amantes del verde sino también a los carnÃvoros más voraces y sino que se lo digan a Rayo y FlashBack, consumidores contumaces de carne. De lunes a viernes, cuentan con un menú a mediodÃa de lo más internacional, pudiendo encontrar platos como el Strogonoff ruso, la Feijoada brasileira, el Daal indio, la Musaka griega… Cada dÃa, un paÃs, con excepción del viernes, que es cuando uno puede disfrutar del auténtico Cus-cús marroquà de vegetales y sémola de trigo integral, servido en cuscusera. El precio del menú diario: 10 €.
Si no te apetece el menú, o bien vas por la noche, ya sabes, hay que echar una ojeada a la carta, no demasiado extensa, pero donde todos los platos están elaborados con productos frescos, de cultivo biológico, artesanales e integrales producidos de forma natural. A esto hay que unir el uso de ingredientes tan originales como el seitán, el tempeh, las algas… Vamos, que es un vegetariano, pero desde luego no es el tÃpico vegetariano. Por supuesto, su oferta gastronómica va regada no sólo con vinos tradicionales, sino también con vinos, cerveza y zumos ecológicos.
Nosotros Ãbamos un poco perdidos, y como ante la duda lo mejor es preguntar… eso es lo que hicimos. Nos dijeron que las raciones eran contundentes y que si éramos de buen comer -ya saben que lo somos-, con dos entrantes para compartir y un segundo por cabeza Ãbamos más que bien servidos. Aquà debo añadir, que desde luego no nos engañaron, salimos como barriletes.
Tras el aperitivo compuesto por Garbanzos con queso azul y alioli con soja -mostrado por FlashBack-, fueron llegando nuestros platos. El primero: La Ensalada Boskimana, constaba de dos medios tomates asados templados con queso de cabra francés y cebolla azul confitada sobre una cama de distintos tipos de lechuga y aderezada con una vinagreta a base de miel, dátiles y nuez. TenÃa una presentación vistosa, venÃa en cantidad más que generosa y de sabor… rica rica.
Las Croquetas de la Isla, eran seis bolitas variadas de quÃnoa, avena y mijo, con una fresca salsa de tomates verdes y todo ello sobre una base de ensalada. Hombre… croquetas, lo que se dice croquetas para mà no eran, eran más bien albóndigas, pero fueran croquetas o albóndigas, lo cierto es que estaban muy buenas, sobre todo las de quÃnoa con aceitunas.
Y aquà estoy con mi segundo plato, lo que ellos denominan Buenrrollito. Un plato contundente que no fui capaz de acabar porque, aunque desabroché el cinturón, ya no me cabÃa.
El Buenrrollito era un canutillo de pasta fresca integral relleno de espinacas, manzana, puerro, queso y nuez con salsa blanca de cebolla. Reconozco que el primer bocado que le di no me apasionó, me resultaba demasiado dulzón, pero luego vino un segundo, y tras éste un tercero… como resultado, me enganchó su sabor y me dio pena dejarlo en el plato cuando ya no podÃa más.
Llegamos a los postres, hasta el momento: buenas sensaciones, originales sabores y estómagos más que llenos, pero como siempre digo, postres hay que pedir, aunque sea lo último que hagas, sin postre no hay cena. Revisamos nuevamente la carta y elegimos dos de entre los seis ofertados, con unos precios que oscilaban entre los 4 y los 5.50 € +IVA.
En primer plano Gocho de chocolate, compuesto por un bizcocho caliente, un bombón de tres chocolates y un bocadito de mousse de chocolate en salsa de chocolate y almendras. No me encandiló, demasiado chocolate para mÃ, pero como siempre digo, el que sea un amante del mismo estará encantado.
El segundo postre fue el Hada Madrina, que llevaba una fruta de temporada en trocitos y helado de jengibre, todo ello bañado con frutas del bosque y miel ecológica. El problema de este postre fue el helado, que lejos de estar cremoso presentaba un núcleo central que era puro hielo lo que hacÃa que no se disfrutase como debiera.
Y ahora os preguntaréis: ¿Éstos quiénes son? Sus nombres son: Freddy, Annie y VÃctor, y son los responsables de que nuestra visita al Restaurante Isla del tesoro fuera tan acertada. Gracias por vuestra paciencia -somos conscientes de que con nosotros hay que tenerla, y mucha-, por vuestro buen hacer y sobre todo por llevar la sonrisa impresa en la cara.
Al final salimos a 26 €/persona, con dos entrantes para compartir, tres segundos, dos postres, dos cañas y una copa de vino. Incluidos por supuesto los 1.50 € +IVA del aperitivo y el pan. ¿Relación calidad-cantidad-precio? Buena la verdad, los platos son contundentes, bien elaborados, sabrosos y atractivos. Como decÃa al principio, estamos en un restaurante donde se destierra el concepto de cocina vegetariana insulsa y poco imaginativa, si a esto le unimos el marco creado para poder degustar su cocina, obtenemos como resultado un restaurante que hay que visitar al menos una vez para conocer, dos para disfrutar y las sucesivas para cualquier momento porque va con todo.
Cucharete: Esta vez, el equipo de Cucharete surca los mares de la gastronomÃa madrileña buscando un escondido tesoro repleto de sabores nuevos, y… ¡Lo encuentra! En… ¡la Isla del Tesoro! Un restaurante vegetariano en Madrid que no dejará a nadie indiferente. Mi equipo cenó por 26 €/persona, con cañas, 2 entrantes, 3 platos principales y 2 postres.
Su vistosa decoración. Sus agradables y tenues tonos de luz. El trato amable y correcto del servicio. Su cocina. Admiten cheques de comida.
Alguna de sus mesas puede resultar de espacio reducido. No todas sus sillas son cómodas.
3,9
40 comentarios a “Isla del Tesoro”
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Me va a entrar complejo de criticona en esta web pero me veo en la necesidad de compartir con vosotros/as mi experiencia.
Estuve el invierno pasado en la Isla del Tesoro (en la sucursal de Malasaña) pero lo recuerdo con nitidez porque nunca me habÃa sentido tan maltratada en un restaurante. Os cuento.
En lo que a decoración se refiere, el sitio es peculiar, bonito, acogedor, agradable para una cena Ãntima. Me gustaron los cuadros de las paredes. Me parece que, como se ha comentado, las mesas son algo estrechas, lo cual es un mal bastante extendido entre los establecimientos de esta ciudad. También hay que añadir que los fines de semana está de bote en bote, incluso teniendo dos turnos para cenar, una práctica que personalmente, me desincentiva a la hora de ir a cenar a alguna parte porque al final tratan de echarte como sea a la hora convenida…es realmente incómodo para los/as que nos gustan las sobremesas relajadas.
Dejando esto a un lado, recuerdo algunos de los platos que degustamos: el entrante de garbanzos, muy bueno; la ensalada bosquimana, que nos gustó; la lasaña de verduras, ciertamente sabrosa; y el famoso bocho de chocolate, que como soy muy chocolatera…
De precio nos pareció moderado.
¿Y cuál es la pega?, podrÃais preguntarme. Pues la cuestión es que nos tocó un camarero extranjero, no sé exactamente de donde, que cuando elegà el vino (el Milflores, un vino normalito, español) se permitió la desfachatez de decirme que ese vino era “una mierda”(sic.) y que tomara uno de Sudáfrica (¿conocéis muchos buenos vinos sudafricanos por 15€?). No contento con el desprecio, aun cuando, tras el pasmo, yo insistiera en la elección del vino, se permitió decir entre dientes “qué mala leche” cuando le miré con mala cara, escarmentada por lo del vino y en el momento en que vino a toda prisa y antes de que termináramos, a traernos la cuenta porque el segundo turno (a las 23 horas) se acercaba peligrosamente…lo recuerdo todo con nitidez…a pesar del bochorno y la vergüenza ajena, no quise recurrir al encargado de sala porque la elección del restaurante no era mÃa y a mis acompañantes les gustó (con lo cual opté por la discreción y no quise montar el numerito). Pero francamente, a mà no me vuelven a ver el pelo por allÃ. Y os recomiendo que contrastéis mi opinión sobre este restaurante, con otras que pululan por la Red…
Es curioso pero me imagÃno que cada persona es un mundo,he leÃdo vuestros comentarios y me parecen fascinantes, pero yo no los comparto. Mi experiencia en este restaurante no fué muy buena, la primera vez que fuà me encantó y me resultaba muy curioso por la decoración etc… Pero la segunda vez cambió la cosa con reserva a las 9:15 entramos y nos atendió una señorita rubia,tenÃa mucha prisa por atendernos y ¡NO! nos trató de forma correcta.Finalmente a las 10:45 nos pasa la cuenta sin preguntar si querÃamos café,le comenté que me tomarÃa una infusión y respondiendome con cierta soberbia me dijo que ya no era posible pues tocaba el siguiente turno,salà un poco enfadada porque su trato me amargó la cena.La tercera vez fué similar, la misma camarera prepotente puso mala cara cuando uno de mis acompañantes querÃa una explicación acerca de un plato,y sin más miración dijo que ella estaba muy ocupada y nos mandó a otro camarero que no supo explicarnos con certeza en que consistÃa,eran las 12:05 Sabado ella misma nos volvió a pasar la cuenta sin pedirla, le dije que esta vez si tomarÃa la infusión que el dÃa pasado no me dejó tomar y tuvo la poca decencia de traerme el TÉ y recalcarme que la caja la iba a cerrar y abonasemos la cuenta. ¡NO VOLVERÉ hasta que esa señorita con delirios de grandeza no esté en ese local !
Nuestra experiencia fue tan satisfactoria como véis en la crÃtica, aunque no acudimos en fin de semana -era un Jueves-, por lo que no podemos opinar sobre ello.
Sà podemos añadir, que la gran mayorÃa de los locales que se gestionan en turnos durante esos dÃas comparten la misma insatisfacción entre sus clientes, sobre todo en aquellos que desean una sobremesa agradable tras la cena. Pero es algo que debe valorarse y tener en cuenta a la hora de realizar la reserva, cuando te informan de sus turnos.
Depende de uno mismo, seleccionar otro restaurante o saber que la sobremesa tendrá que ser en otro espacio.
Bueno, yo aún no he podido visitar este restaurante, pero conozco unos cuantos que tienen los llamados “turnos de cenas” Sinceramente, todavÃa estoy esperando que alguna vez me echen de alguna cena de la que he estado disfrutando.
¿Qué me traen la comida rápido? Ya me encargo yo de que me duren los platos,
¿Qué no me quieren servir un té, poleo, café etc.. ? En este caso les dices…
Por favor, ¿Me dices donde tienes el libro de reclamaciones? Y como todos los restaurantes están encantados de que les pongan reclamaciones (esto lo digo con el tono más irónico que podaÃs imaginar), generalmente te dejan cenar tranquila.
La verdad es que es duro decirlo asà y seguramente si esto lo lee algún dueño de algún restaurante seguro que les ha sucedido algún caso como el mÃo.
Señores, yo cuando salgo a cenar, salgo a DISFRUTAR, tanto de la compañÃa que lleve en ese instante como de la cena en sÃ. Si tienes prisa por echarme no lo conseguirás.
Esta es una de las cosas que se aprenden yendo a sitios con prisas y es que no hay cosa que peor lleve, que me intenten sacar por la fuerza cuando aún yo no he dado por terminada mi cena, comida o desayuno. (También hay sitios que en los desayunos están deseando echarte para servir a más gente lo puedo asegurar )
Saludos, Nenúfar_amarillo
Este es otro de mis favoritos recientes. Me encantan el ambiente, la comida y la atención. Casi no te das cuenta de que es un vegetariano (digo, para los carnÃvoros empedernidos) porque todo está riquÃsimo. Recomiendo también los zumos de fruta naturales.
Saludos…
Hola,
pues yo estaba deseando volver a este restaurante por que la primera vez que fuà me parecio muy acogedor a la vez de bonito y la comida bastante buena, pero al leer estas opiniones me he quedado asustada ya que a mi también me gusta disfrutar de la estancia y sobre todo una estancia sin prisas de esas por servir al mayor número de personas en un dÃa. Sinceramente no recuerdo el tema este, puede que fuera al último turno, no lo se por que nos tomamos nuestro té y todo. El caso esque ahora con lo que he leido en vuestros comentarios nose que hacer porque como me pase esto voy a salir muy disgustada. No se que es mejor si ir a comer o cenar porque como pase esto de las prisas en ambos casos me da algo.
Pues chicos, yo he ido un sabado (llamando) a las 23 horas, y he comido y bebido como un autentico animal. Todo riquisimo (y eso que iba con uno que no le gustaba la comida vegetariana). No echas de menos la carne en ningun momento.
Las raciones son mediana-pequeñas, pero sales hinchado .. no se si es que luego se expande en el estomago o que.
Salvo el precio (que me parece un poco caro), por mi estupendo.
Mi experiencia fue más que agradable. Los platos son generosos y el tipo de comida sorprende por su mezcla de sabores. Recuerdo (hace ya tiempo que no voy) que la vajilla estaba mellada y no me dio muy buena impresión, pero lo pasé fenomenal (quizá fue la botella entre dos que nos marcamos). Las mesas muy estrechas para el tipo de platos que presentan.
Yo almuerzo casi todos los dias en la isla y me encanta ! Soy casi residente de esta isla de placeres. Como de maravilla y disfruto de buena atencion por parte de los camareros que son encantadores en todas las ocasiones. Seguro que ese camarero extranjero tan brusco no duro mucho alli o fue transitorio… que injusto que todos paguen por pecadores ! Almorzando no he sentido nunca presion alguna por atender a mas gente y veo muy a menudo como gente se va sin poder ser atendidos. En fin que tampoco es cuestion de alargar por alargar tu turno ! cuando he comido en fin de semana se me ha avisado sobre el turno y se entiende y aceptas si no no vas. Vete a un 5 estrellas y paga por que aguanten tu soberbia !
FELIZ AÑO NUEVO 2008 !!
Yo fui a cenar el 23 de diciembre, domingo.
Para empezar me dijeron que habia dos turnos, y yo elegi el segundo, pero cuando llegue alli me dijeron que el que me cogio la reserva se equivoco y no habia dos turnos, y que la cocina cerraba a las 23, asi que tendriamos que cenar “rapidito”.
Nos hizo mucha gracia a mi pareja y a mi que la chica, para animarnos a que si q nos iba a dar tiempo nso dijo “Tranquilos, que nosotros aqui os tratatamos … de puta madre !!” …. una expresion que dista mucho de la apariencia que quiere transmitir la decoracion del local, pero bueno.
La comida, pues solo la puedo describir de “empacho de sabores”.
Pedimos unas croquetas para compartir y yo una jungle burguer y mi pareja una lasagna de espinacas con pera.
Las croquetas estaban bien, aunque necesitabas un buen trago de agua / vino a veces para pasar la pasta de la que estaban rellenas, muy pastosa.
La jungle burguer … pues un popurri de sabores fuertisimos de la que solo fui capaz de comerme la mitad, además el aliño de la ensalada habia mojado todo el plato y reblandecido el pan de la hamburguesa.
La lasagna estaba rica, pero sin más.
De postre saboree un Hada madrina, tambien de nuevo empalagoso, mucha miel.
El precio, correcto, quizas un poco caro, pero eso solo me lo parece a mi por que no me gustó la comida.
No creo que vuelva a repetir.
El sábado pasado estuvimos dos parejas cenando en La Isla del Tesoro. Escogà yo misma el sitio siendo plenamente consciente del “problemilla” que tienen con eso de los turnos y de meter prisa, y de hecho reservé en el primer turno porque “querÃa” que para las 11 de la noche hubiéramos terminado de cenar. Ciertamente, asà fue, pues al principio nos atendieron relativamente despacio y eso que no habÃa apenas gente, pero a las 11 menos cuarto empezaron a acelerar, nos pusieron la cuenta encima de la mesa y nos dijeron que fuéramos acabando rapidito con el postre porque nos tenÃamos que levantar YA. Como yo me lo esperaba, repito, a mi la verdad es que no me molestó, pero mi pareja, que no iba sobre aviso, se lo tomó nada más que regular.
Por otra parte, la decoración y el ambiente del local nos encantaron a todos. La presentación y cantidad de los platos, la verdad es que tampoco merecen queja alguna, desde mi punto de vista. Pedimos los mismos entrantes que vosotros, y tuvieron bastante éxito.
Sin embargo, a mi los platos principales, al menos los que escogimos nosotros, me parecieron bastante insulsos. Ricos, pero no como para repetir o recomendar. Hablo en particular de la Ofrenda del Lama, que es una especie de paella y que simplemente puedo decir que “no estuvo mal”.
Eso sÃ, pedimos un postre que no recuerdo cómo se llamaba, pero era una especie de hojaldre con pera y mango, si mal no recuerdo, y ese sà que me conquistó plenamente!
A la hora de pagar… el sitio la verdad es que no es caro, pero vamos, que pondrÃa por delante otros vegetarianos en la relación calidad-precio.
Otro aspecto positivo es, sin embargo, el sitio en el que está, estupendo para quedarse después por el barrio a tomarse unos copazos!
He estado varias veces y en lo que respecta a la comida es normalito, pero que cada uno saque su propia conclusionde lo que me paso la ultima vez . Voy un dia de diario hace dos semanas con mi mujer una amiga y mi hija de dos años con un cochecito de bebe, nos preguntan que si tengo reserva, y les digo que no me dicen que esta todo lleno , todo esto estando el restaurante vacio y siendo las 1330. Paso por la puerta despues de una hora y haber comido en uno de al lado y veo que solo hay ocupadas dos mesas y el resto esta vacio. Conclusion si vas con algun bebe ni lo intentes, y sino los llevas yo no pienso volver a un sitio en el que te desprecian de esa forma, ya que no son el unico ni el mejor restaurante vegetariano de madrid
Impresionante…todo…el trato…la comida…calidad precio…el sitio super acogedor…en fin…un 10 !!!
E’ un posto favoloso. La cucina è buonissima, i piatti sono presentati con grande cura e attenzione, il personale è cordiale, bravo e preparato.
Un ristorante in cui non ci si stanca mai di tornare. L’ho scoperto il penultimo giorno a Madrid e ho provato, per quanto possibile, i differenti piatti, nelle tre volte che ci sono andato a mangiare. Ogni volta è stato un piacere grandissimo.
Ritornando a Madrid avrò la gioia di poter tornare a mangiare all’Isla del Tesoro, un posto veramente SPECIALE !!
Sergio
Enhorabuena , solo querÃa felicitaros por la rica comida,llevo dos años en Madrid y me gusta salir a probar restaurantes de todo tipo ,en vuestro sector hay cada vez mas competencia como ya sabéis, tanto
referencia a otro restaurantecomoreferencia a otro restauranteno os supera desde mi humilde punto de vista, pero lo mas importante de todo lo que vendéis en la pag. web etc… etc… que me parece fantástico es una persona que trabaja con vosotros ,teneis un profesional que no está siempre, creo que su nombre es Roberto , sabe vender los platos,tratar con la gente y muiy correcto esto es lo que marca la diferencia en los tiempos que vivimos …….capacidades humanas en todos los sentidos ,hay que decir las cosas cuando lo normal serÃa que no nos sorprendiera pero ya sabeis como está la vida, es dificil encontrarte con personas que tienen esta actitud, esto es lo que realmente hace volver a un lugar.ENHORABUENA .
Buenas,
La Isla del Tesoro para mi es uno de los mejores, por no decir, el mejor restaurante vegetariano que conozco en Madrid.
He ido unas cinco veces con personas distintas, es decir, desde las que están casadas de comer en vegetarianos hasta aquellos que les da grimilla eso de los “vegeta”. Pues todos han salido satisfechos y fascinados del lugar.
La primera vez que fuimos tuvimos la suerte de que nos atendió el “encargadillo” que nos asesoró en todo y con el que además tuvimos una grata charla acerca de vinos (uno de mis amigos es un entendido en la materia).
El resto de ocasiones no me ha decepcionado en nada, bueno sólo en algo que creo que va en mi contra: soy fumadora y echo de menos que tengan una zonita de fumadores, pero entiendo que el local no es muy amplio y la peña no tiene por qué tragarse mis humos.
Bueno pues os lo recomiendo y os envÃo un saludo cucharetes, que me encantaÃs.
Seré breve y concisa. El restaurante le elegà yo porque lo vi en la web, y como buena amante de la cocina decidà probarlo yo misma y tener mi propia opinión.
Tardaron muchÃsimo en atendernos y eso que llame la atención de tres personas diferentes. El sitio, si, es bonito, pero la comida estaba terrible, tanto que mi acompañante (pobre de él) y yo tuvimos un percance al dia siguiente…como lo digo….mi cita con mi wc Roca maravillosa!
Sin más…me despido, alli desde luego tampoco me vuelven a ver el pelo a mi!Las cosas como son.
Saludos.
La impresión que he tenido de este restaurante la dividiré en tres partes:
1ª La comida: Muy buena presentación, combinación de sabores, abundante y poca diversidad pero suficiente para elegir.
2ª El local: Decorado con un batiburrillo de cosas traidas de cualquier parte del mundo, colores verde turquesa, azules y tierra dan la sensación de entrar a un local temático sobre piratas, pero no es asÃ, ya que el desorden reina en el lugar y por tanto pierdes detalle.
3º El servicio: Si esperas una larga sobremesa acompañado de tus amigos, no vayas a este sitio. TenÃamos reservada la mesa en el segundo turno del viernes (11,00h), entramos a las 11,10h y nos mandarón a la calle a las 12,34h, nos faltaba el café, nos quitaban los platos a medias, nos pasaban el cesto del importe… MUY DESAGRADABLE.
Yo salgo pocas veces a cenar fuera, pero desde luego jamas me habÃan tratado de esta manera, creo que la opinión del resto de personas que allà estaban era la misma que la mia. NO VOLVERÉ, NI TAMPOCO LO RECOMENDARÉ
Hola a todos! Estuve ayer sábado cenando en la isla del tesoro con mi marido y nuestra experiencia fué estupenda.
TenÃamos reserva a las 21:00, entramos puntuales, (justo es cuando abren). y no tenemos ninguna queja ni con el trato ni con nada.
Yo iba con mucha cautela, dado las opiniones que habÃa leÃdo, pero la verdad es que nos gustó mucho. Nosotros comimos postres, con café y té. Salimos a las 22:30 cenando con total tranquilidad, por cierto recomiendo la mousse de fresa… deliccciosa.
Me encanta vuestra página…ciao.
bueno y abundante
servicio rapidisimo!
¡Buenas gente! El viernes fui a cenar con mi novia a la Isla del Tesoro, y muy bien. Nos pedimos las croquetas y la ensalada para empezar, excelente sobre todo la ensalada. Luego de segundos, una cosa con arroz que no me acuerdo el nombre y los solomillos de seitán, bien ambos. Ya para terminar de reventar (porque las raciones son bastante potentes) el postre de chocolate, una pena que el bizcocho estuviese más duro que la mesa. Con agua y una copa de vino, 30 euros por persona.
El sitio, muy bonito pero demasiado pequeño para tanta gente y hay momentos de locura decibélica. En cuanto a los turnos, creo que con dos horas (de 9 a 11) hay tiempo para cenar, pero entiendo que pueda convertirse en un problema. Aunque si ya vas avisado, no hay excusa…
En resumen: de acuerdo con la puntuación de cucharete, está bien pero le falta un toque para el excelente. ¡Gracias Cucharete!
Buenas,
despues de ver en diferentes sitios que este restaurante era el mejor de los vegetarianos, decidà llevar a 6 personas allÃ, en total fuimos 8, un sábado en el turno de las 23.00.
Una verguenza, porque aunque llegas a la hora, te tienen esperando muchisimo tiempo en la puerta hasta que hay mesas libres, van llamando a la gente en funcion de los sitios que haya libres.
Un vez sentados en la mesa, 2 mesas juntas, 8 personas apretadisimas, junto a la puerta, con un frio que te mueres…tardan mucho en servir la cena.
Nos quejamos tanto del espacio como del frio, nos tuvimos que aguantar porque era lo que habia…del frio, la respuesta era que la calefaccion estaba puesta y que alli no hacia frio.
La comida: eso de que está bien…más bien diria yo que es escasa, compartiendo entrantes y con un segundo…el plato muy adornado, pero comida poca.
Me parece que la relacion calidad-cantidad-precio no esta proporcionada.
Y lo más fue pagar 16€ por el pan!! que era pan de oro?
Hay otros vegetarianos, con buena comida, con ingredientes más normalitos, mayor cantidad y comida muchisimo más rica!!
Pagamos 27,5€/persona por: 3 entrantes (tocamos a chupar el tenedor), 1 segundo/persona, 1 postre/persona, 2 botellas de vino y 2 cestillos de pan (2 trozos/persona). Me parece demasiado caro teniendo en cuenta que llenamos el estomago a base de pan y los garbanzos que pusieron de aperitivo y los postres.
Si quieres sorpender a alguien de fuera de madrid, no lo lleves ahi.
La verdad es que tenÃa muchÃsimas ganas de conocerlo, lo de los turnos es un poco molesto, pero bueno..La decoración original, el servicio aceptable. En cuanto a la comida quitándo algún entrante, “incomestible” el peor seitan que he comido en mi vida, los sabores de algunos platos incalificables..tanto para los que me acompañoran como para mà el peor Restaurante vegetariano que hemos probado y hemos ido a bastantes. Se me olvidaba la digestion de después fue penosa.. y el precio caro para lo que es. Dejamos casi todo en los platos!!! No volveremos y por supuesto no lo recomendaré a nadie. Saludos.
Nunca habia ido a un restaurante de comida sana pero salimos rodando, eso si pagamos 85€ 3 personas pero se puede bajar el precio
Los refrescos y las botellas de agua PEQUEÑAS 3€
Mi amigo y yo somos de buen comer mi mujer no tanto pero las raciones son muy muy generosas, con un entrante es suficiente
Nosotros pedimos
Croquetas (deliciosas)
Ensalada Boskimana (se puede prescindir)
Hamburguesa Junger (Muy rica)
Pasta (Pichi picha)
Combo (est lo pidio mi mujer y nos encanto a los tres muy completo y muy rico)
De postre nos recomendaron helado de violetas…..una pasada sabe a los cramelos esos de cuando eramos pequeños q eran en forma de flor…riquisimo
Para terminar unos tes
Te rojo (muy bueno)
te negro (con canela, buenismo)
La cena en general muy bien, muy recomendable.
El servicio normal, todo se puede mejorar.
Lo malo el precio el pan 1.5 por persona ty sobre todo la bebida es una clavada, asi es q hacer como en el vips…..JARRITA DE AGUA.
Me ha sorprendido la crÃtica tan positiva de Cucharete, la verdad. Hace ya unos años que estuve en este restaurante, y me pareció bastante cutre: para empezar, me intentaron colocar al ladito (casi codo con codo) del tÃo de la mesa de al lado. Tuve que modificar yo la colocación de la mesa y mi silla, para no estar de colegueo con el fulano de al lado. El servicio fue muy pobre, y la comida normalita. Las sillas incómodas y las mesas apenas daban para que cupiese el plato. Me pareció caro, para la calidad de la cocina y del local. En definitiva, el que quiera ir, que vaya. Mejor. Asà será más fácil encontrar mesa en los sitios que merecen la pena.
Me sorprende la nota tan alta que tiene el sitio, y la buena publicidad que se le ha hecho. Estuve anoche cenando con mi pareja y desde luego, no volveremos a repetir la experiencia. Valoraré los principales puntos uno por uno.
- Ambientación del local: Muy agradable.
- Servicio: Estaban atendiendo un chico y una chica. El primero, al preguntarle qué vinos tenÃan para servir por copas, contestó que un rioja de la casa cosechero, y se molestó al preguntarle cual. Se llevó la carta y me preguntó de manera bastante desagradable “bueno, qué, ¿no sabes si quieres el vino?”. Por supuesto, la botella no tenÃa ninguna etiqueta, podÃa ser vino Don Simón (no era asÃ, estaba bastante bueno). Creo que en un sitio como este deberÃan de cuidar esos detalles.
- Comida: Pretenciosa y decepcionante. Pedimos tres platos, una ensalada “Estrella de Mar”, batiburrillo de sabores donde sobresalÃa el de una salsa grasienta de naranja, todos los demás quedaban muy aplastados por la salsa. Luego pedimos unos “Raviolis de Boletus” que chorreaban aceite (muy desagradable) y una “Jungle Burguer” que si la aplastabas un poco con el tenedor también rezumaba aceite.
En conclusión, comida muy aceitosa (constante en los tres platos) y demasiado pesada para ser SANA, como anuncia su tarjeta. La sensación de mala digestión nos ha durado toda la noche.
- Precio: Para terminar pedimos dos cafés, al precio de 2,9 más IVA cada uno. El remate, es de auténticos piratas.
- Prisas: También nos pusieron la cestita con la cuenta sin haberla pedido.
- Libro de Reclamaciones: Lo pedimos, pero nos dijo la chica que no estaba el encargado, que volviéramos al dÃa siguiente. Francamente, después de una velada tan desagradable, no nos apetecÃa ponernos a luchar con empleados, encargados, etc… No sé si me pasaré a poner mi queja, pero sà quiero dejar constancia en este foro de que el sitio, deja mucho que desear en muchos sentidos.
Adoro este restaurante!
Para empezar la decoración es fantastica, a mi personalmente me relaja muchisimo.
Segundo el trato es bueno y cordial.
Tercero la comida buenÃsima.
Mi plato favorito…..el postre [=
a mi personalmente me encanto,lo descubri por unos amigos que me lo recomendaron y a mi la comida vegetal no es uno de mis platos fuertes pero da la sensacion de no estar comiendo comida vegetariana,esta todo muy rico en especial los postres,es una pasada,recomiendo a todo el mundo que una vez al mes vayan a comer o a cenar,seguro q repetiran,y de precio fantastico os lo puedo asegurar
el sitio muy agradable y tal…pero la comida estaba asquerosa con una fusión de sabores que no pegaban por ningun lado. muy mono el sitio y la presentación..pero la comida es como para hacer un sinpa..lo peor que he cmido en mi vida…una
palabra no permitidaverguenzaTenÃa reservado hace varios dias para el 6.01.10- DIA DE REYES y pensando que no habÃa menú llamé y me comentaron que me costaria por encima de los 30 euros por persona porque era dia de fiesta, como bien lo dice en internet.
Accedà a internet y no indicaba que el menu es solo para dias laborables.
Les llamé para cometárselo y su tono de voz no me parecÃa adecuado y pensé, si me atiende asà por teléfono, no quiero correr el riesgo porque de gente con esos modales prefiero ir a otros restarurantes con mas amabilidad. Asà que anulé una reserva para cuatro y nunca mas intentaré ir a este restaurante. Un consejo ir a resturartes madrileños de toda la vida. EL PERSONAL MADRILEÑO ES MUY AMABLE.
Reservamos ayer para dos personas a las 21h y llegamos puntuales. En cuanto al rollo de que hay dos turnos y a las 23h tenÃamos que dejar la mesa, a nosotros no nos molestó, porque a pesar de que yo como a pedal a las 22h y poco ya estabamos fuera, y señores, nosotros no volvemos.
La decoración pues muy tal, pero vamos…, el trato afable…, pero la comida no nos convenció.
Comimos:
-el pan ese con garbanzos que te traen (rico)
-las croquetas (sequÃsimas, solo la salsita verde me gustó y era pepino en vinagre si no me equivoco…)
-el Combo (pues hombre…, maquis de quinoa y no se que más, muy a lo sushi con palillos…, no se..no nos encantó)
-el Tan tan ( seitan con puré de patatas…yo creo que me sentó mal…estaba un poco insipido…no sé…)
le sumamos una cerveza y una botella de agua y pagamos 46€
Sé que no es fácil encontrar un vegetariano en Madrid. Pero yo recomiendo
referencia a otro restaurante. En este los platos son más abundantes y nunca me ha dado la impresión de que un plato sea insÃpido… Y el precio es más o menos el mismo. A este hemos ido un montón de veces y volveremos a ir.saludin
perdón se me olvidó decir que la digestión se presentaba muy ardua, menos mal que lo solucionamos con una hierba luisa, ya en casa claro…
Ayer fui a cenar aquÃ, alentada por vuestras opiniones, y salà bastante contenta, yo que también soy una carnÃvora de pro.
Lo de los turnos es una lata, es cierto. Es la peor pega que le veo.
Fuimos al turno de las 23.00h. Nos atendieron en seguida, buen trato. Hay un camarero que es un poco seco, pero en general el trato fue agradable. A varias mesas cercanas a la nuestra oÃmos un asesoramiento completo para novatos.
Pedimos para compartir una ensalada bosquimana. Rica.
Como plato principal, no querÃa arriesgarme mucho con sabores extraños, asà que me fié de de Rayo y pedà la Jungle Burger. Ni idea de lo que estaba comiendo, pero estaba riquÃsima.
Mi compañero pidió el buenrollito, que también estaba bastante bien.
De postre, un hada madrina (sorprendente, pero rico) y el helado del dÃa (violeta! sÃ, como los caramelitos de lilas, igual), y luego un par de tés.
La verdad es que tenÃamos tanta hambre que comimos algo más rápido de la cuenta. Yo repetirÃa.
ya sólo de leer este artÃculo me ha entrado hambre… sin duda uno de mis restaurantes preferidos… la ensalada más rica la he comido aquÃ. Eso sÃ, si el rollo vegetariano o comida diferente no te mola, no vengas, aunque tampoco parece que estés en un vegetariano.
Esto lo hago refiriéndome a las crÃticas que he leÃdo (especialmente las últimas). No se puede echar por tierra el prestigio de un restaurante por el hecho de que no te guste ese tipo de comida… a mà el sushi no me gusta nada y no por eso escribo en un blog que el sushi del japonés de mi barrio es asqueroso… lo será para mÃ, pero para el que le guste le parecerá una delicia… pero está claro que todas las opiniones son respetables.
Yo he ido en más de dos ocasiones y estoy deseando repetir!!
Saludos!
Yo estuve el sábado cenando , y debo decir que me defraudo porque esperaba mucho mas.
Nada mas sentarnos en la mesa, apareció
palabra no permitidacaminando por la pared , quizá en ese momento debà haberme levantado ..La carta se queda corta y no hay demasiado donde elegir , no me parece que la relación calidad-precio sea buena y el trato de los camareros tampoco; primero nos dieron una cuenta de otra mesa que era el doble de la nuestra , pero como un error lo tiene cualquiera lo indicamos y pedimos nos dieran la cuenta correcta ( parece que la camarera que nos atendió no le sento muy bien ) , de nuevo traen la cuenta y vuelve a ser errónea cobrandonos consumiciones que no habÃamos tomado, asà que finalmente y después de casi 20 minutos de la primera cuenta conseguimos pagar y marcharnos.Desde luego es la primera y la última vez que ire . Me quede con ganas de pedir la hoja de reclamaciones…
Yo fuà ayer sabado 20 de noviembre y sinceramente me defraudó mucho, no creo que vuelva nunca, la comida es pesadÃsima, nos pedimos el tantan de seitan y una hamburguesa de verduras que estaba frita, era pesadÃsima acabé con tal empachó que he estado fatal todo el dÃa con el estomago, se supone que es un vegetariano y debe haber comida sana, nada mas lejos de la realidad. además es muy ruidoso, nada aconsejable para una cena de pareja
He estado comiendo hoy con dos amigos. Hemos pedido el menú del dÃa y nos ha gustado mucho, el sitio también y la atención ha sido buena. Lo peor, que nos hemos pedido 3 cafés y nos han cobrado 2,50 € + IVA por cada uno. A los que aún no se han dejado caer por allà les recomiendo que el café se los tomen en cualquier cafeterÃa de la zona, seguro que les sale más económico.
Ayer fuimos a cenar a este restaurante (el de Malasaña) del que teniamos muy buenas referencias, la comida buena pero si mas.
El problema fue lo que nos paso al terminar la misma, nos levantamos de la mesa y al salir del restaurante nos dimos cuenta que nos habiamos olvidado el movil en la mesa, en cuestion de 5 minutos (de reloj) volvimos a entrar, la mesa estaba recogida y el movil desaparecido.
preguntamos amablemente a las trabajadoras del local las que nos dieron por respuesa:
- Aqui hay muchos ladrones, tambien desaparecen bolsos con normalidad….
Yo vivo por el barrio y es la primera vez que entro a un restaurante y la explicacion que me dan es que en el mismo entran muchos ladrones.
Que clase de establecimiento es este?
No volvermeos por supuesto!
una maravilla,fui hace años ,desde entonces han cambiado mis gustos culinarios,si viviera en madrid seria la pera y la atencion para que hablar.
Hola a todos. Yo he ido de casualidad (pasaba por allÃ) un sábado pasadas las nueve y aunque buscábamos una teterÃa, al ver el restaurante de comida sana, como soy vegetariana, decidimos entrar.
Pedimos un Menú degustación y qué decir…estuvo tremendo. Nunca comà tan rico. Nos sirvieron una ensalada, unas croquetas, unos raviolis con una salsa exquisita y otra cosa más tipo rollitos de algo, no sé…de postre una cesta del pecado que estaba riquÃsima. El ambiente, la rapidez del servicio, las buenas maneras, el vino…todo fue excepcional. La comida riquÃsima, aunque sà que es verdad que cuesta la digestión. Yo repetiré, pero pediré menos platos, porque cuatro platos para dos personas más postre y botella de vino, me parece demasiado. Con respecto a lo que dicen del mal trato de los camareros, lo creo, aunque a mà no me ocurrió (muy al contrario, mi camarero me atendió estupendamente) a la otra camarera le oà decir entre dientes, sobre una cliente que acababa de llegar “qué mala leche tiene”. Pero no hay que olvidar que el trabajo de camarero es estresante. Yo si lo dice de mà y no lo oigo no me importa, porque la comida es excepcional.