-
Calle Recoletos, 5
Madrid (Salamanca)
Banco de España (L2)
91 435 08 28
30 - 40
Restaurante de cocina magrebà -entre la Plaza de Cibeles y la Plaza de Colón- que conjuga a la perfección el placer de la estancia con el del buen comer. Dispone tanto de zonas habilitadas para no fumadores como para fumadores. Sus vistosos comedores -decorados con impresionantes mosaicos- admiten 90 comensales. Ofrece servicio de aparcacoches. Cierran los domingos.
4,0
Rayo: TenÃamos muchas ganas de probar la cocina magrebà del restaurante Al-Mounia desde que mi bandeja de entrada recibió el correo de Gonzalo y MarÃa proponiendo el lugar para el próximo sábado. HacÃa mucho que no quedábamos “comilónicamente” hablando y la ocasión merecÃa un sitio un tanto especial para disfrutar no sólo de la compañÃa sino también de la cocina.
Un espacio lleno de color -decorado minuciosamente por auténticos artesanos marroquÃes- en el que las vidrieras, lámparas y bellos mosaicos envuelven al comensal durante la degustación, trasladándole por un instante lejos del bullicio de la capital.
No hay más que observar las fotografÃas para darse cuenta de que estamos en un rincón de Marruecos en el mismo centro de Madrid. Un local de éxito y de visita obligada, 40 años a sus espaldas asà lo acreditan.
La cristralerÃa luce impecable en sus mesas de cobre -habituales en estos restaurantes-, aunque lo que más llama la atención es la vajilla, con un diseño propio del local.
Rojos, verdes, azules, amarillos, blancos… todos en perfecta armonÃa crean un ambiente de relax que absorbe el ruido que brota cuando el local se llena -que es siempre-. Se está muy a gusto aunque esté abarrotado de gente -puedes encontrar a personajes famosos y de la vida pública por allÃ-.
Un salón principal -para no fumadores- y dos laterales -para los amantes de la nicotina- que, debido al cambio de tonalidades y formas, consiguen que varias jornadas gastronómicas en el mismo lugar parezcan diferentes visitas a la oferta culinaria del Magreb.
Es difÃcil deleitarse con las imágenes y no coger el teléfono para realizar una reserva inminente. ¿Verdad? De vez en cuando hay que salir de los locales más “chic” de Madrid y “viajar” a otras tierras.
Podéis contar las diferentes y lucidas lámparas que cuelgan de los fascinantes techos del Al-Mounia, aquà os muestro cuatro, pero habÃa muchÃsimas más. El espacio está repleto de detalles que devoras con la vista la primera vez que lo visitas, aunque en cada una de ellas siempre descubres algo nuevo.
Y llegada la hora de zampar… comienza el análisis minucioso, crÃtico, profesional, experto y distinguido de un Cucharete… -¡Un minipunto para el equipo de los chicos por la última frase!-
El Jefe de Sala -muy atento en todo momento- propone -siempre según los gustos de los comensales- confeccionar un menú degustación a medida, en el que dispones de la oportunidad de probar diferentes platos. De todos modos, nosotros optamos por ordenar a nuestro antojo y no nos fue nada mal. Ahà tenéis los aperitivos: Albóndigas y Rollitos de carne, que se facturan a razón de 2,25 €/persona +IVA y que nos sirvieron nada más sentarnos acompañados por una generosa ración de rico pan. ¡No quedó nada en las bandejitas! ¡Ni salsa!
La Farci Pastella del Al-Mounia está de muerte. No sacrifiquéis este plato por otro cuando vayáis a este restaurante. ¡Merece la pena! ¡La mejor que he probado!
El Tajine con ciruelas muy bueno también, carne tierna en cantidad más que generosa en un estofado en el que el sésamo juega un papel importante.
Tanto el Pollo M´Charmel -con una salsa riquÃsima- como el Asado Berebere -un cordero exquisito- que sostienen Gonzalo y MarÃa son unas raciones más que recomendadas y que podéis ver en primer plano en la sección de Ninillas. El cordero -cual ceremonia- sale de la cocina flanqueado por dos camareros en una enorme y larga bandeja perfecta y lujosamente presentada. ¡Qué pena que no disponga de una foto! ¡No me dio tiempo!Pero de ese modo, os obligo a ir en persona si queréis verlo…
Aquà me veis con el Couscous Fassi, una gran ración de cordero que nos recordarÃa a un cocido casero -tanto por el sabor como por los ingredientes- si no fuese por los granos de sémola que lo hacÃan más exótico. No era para tirar cohetes pero tampoco os puedo decir que quedase algo en el plato… Claro que nos acompañaban buenos comedores Made in Galicia.
El caldo para el couscous venÃa en un cuenco a parte, para servir al gusto de cada uno. Como bebida, optamos por un rioja Cune 2004 Crianza -a parte de agua- que refrescaba nuestros paladares ante el copioso atracón.
Al recordar los postres me da la risa tonta… una anécdota bien divertida. Resulta que preguntamos qué podÃamos tomar de sobremesa, y el camarero -con acento poco entendible- nos repetÃa una y otra vez algo asà como: “Carrito… carrito…” ¡No tenÃamos ni idea de lo que era el carrito! ¿Un postre marroquÃ? ¿El recomendado de la casa? ¿Que sólo habÃa ese? Pues nada… venga… pues pedimos todos “carrito”, qué le vamos a hacer si no hay nada más… ¡Y nos traen el carrito de los postres! Que luce a la entrada del restaurante y que os muestra Ninillas en una fotografÃa. ¡Menudas risas!
TenÃamos pasteles de sobra para elegir, asà que tocó uno de cada. De Coco, de Almendras con Miel, de Almendras con Agua de Azahar, más otros tres que os muestra Ninillas. Impresiones de todo tipo, a unos nos encantaron, a otros les parecieron muy empalagosos, pero claro… no deja de ser un pastelito de almendra, por lo tanto, muy contundente.
Finalizamos la velada con un Té a la menta que resultó ser la guinda de la degustación. Volveremos al Al-Mounia, todavÃa nos quedan platos por probar…
Ninillas: Está ubicado en el Barrio de Salamanca y lleva casi 40 años, que se dice pronto, dando a conocer la más tÃpica cocina del Magreb. Yo sabÃa de su existencia, siempre me habÃan hablado bien de él, pero no habÃa ido y, seguramente, seguirÃa sin conocerlo sino fuera porque dos amigos: MarÃa y Gonzalo, decidieron que aquel sábado tocaba.
Y asÃ, sin más preámbulos -no quiero cansarles que la visita es larga- se abre el telón y… aquà lo tienen: el Restaurante Al-Mounia.
El espacio está dividido en un salón principal para no fumadores y dos salitas laterales destinadas a los fumadores, en total cuentan con 90 cubiertos.
Su atmósfera, exótica y sensual, te sumerge de lleno en Las Mil y Una Noches, de hecho hasta Schehrazada y el cruel sultán bien podrÃan ser la bella camarera de piernas interminables y el jefe de sala respectivamente.
Todas sus paredes están vestidas con preciosos mosaicos, algo deteriorados por el paso del tiempo, pero no por ello exentos de encanto.
Cada rincón supone una inmersión en el mundo de las especias, iluminado por fantásticas lámparas que cuelgan de techos tallados en madera.
Las mesas son las tÃpicas mesitas bajas pintadas con un plato de cobre reluciente encima. La cuberterÃa y la cristalerÃa no destaca sobremanera, en cambio sà lo hace la vajilla que aparece decorada con llamativos colores y que es diseño propio del restaurante.
Bien, pues en este entorno de ensueño, nos dirigimos a nuestra mesa y rápidamente nos trajeron los aperitivos a base de Albóndigas y Rollitos de carne, acompañados por una más que generosa ración de pan.
Su carta es un recorrido por los platos populares marroquÃes, eso sà elaborados según marca la tradición, entre ellos cabe destacar la Sopa Harira -de verduras y legumbres-, la Chekchouka -una especie de pisto norteafricano-, los Tajine, la Pastella, varios Couscous -completo, de cordero, de pollo o de verduras- y por supuesto su famoso asado de cordero.
El restaurante no ofrece un menú degustación como tal, sencillamente elaboran uno a medida de cada mesa con un poquito de todo y siempre en función de los gustos de los comensales. Como las degustaciones no nos van mucho, por no decir nada, nosotros elegimos platos completos para compartir y aquà va el primero: Farci Pastella. Se trata de un hojaldre de pollo y pichón con almendras, canela y cilantro, se sirve caliente y la mezcla de la carne con el azúcar glass lo convierte en un plato único. Esta Pastella en concreto estaba de 10.
Bueno estuvo también el Pollo M´Charmel, un guiso a base de pollo que se acompañaba con aceitunas, alcachofas y corteza de limón. La salsa estaba bien ligadita y se prestaba al mojete.
Ración de Asado Berebere, que no es otra cosa que cordero asado, pero muy bien asado eso sÃ. Es uno de sus platos estrella y la verdad es que no me extraña nada porque estaba delicioso.
El couscous lo elegimos de cordero, en concreto se llamaba Couscous Fassi, el grano de sémola estaba en su punto y se acompañaba además de por la carne y las legumbres por un caldo, que para que os hagáis una idea recuerda a la sopa de cocido de cualquiera de nuestras abuelas. Me supo bien, pero no espectacular la verdad.
De entre los tajine -estofados árabes-, nos quedamos con el Tajine con ciruelas, por variar un poco. La carne estaba tierna y además de ciruelas y especias llevaba bastante sésamo. No me disgustó, aunque para mi gusto la salsa estaba poco espesa y eso le restaba encanto.
Con los 5 platos los estómagos estaban saciados, pero claro, aún habÃa que probar los postres. Y ahà lo tenéis, el carrito de los postres bien cargado de pasteles de todo tipo: de Coco, de Almendras con Miel, de Almendras con Agua de Azahar, de Almendras con Sésamo, de Pestiños, de Almendras con azúcar y canela…
Se pedÃan individualmente a un precio de 2.45 € +IVA la unidad. Elegimos 6, para probar un poquito de todo y aquà os muestro en primer plano el Pastel de Almendra con azúcar y canela, el Pestiño y el Pastel de Almendra con sésamo. Respecto al sabor… pues lo cierto es que no puedo opinar sobre algo que no me gusta, a mà los dulces a base de miel, almendras y demás me resultan tremendamente empalagosos asà que de poco os puedo servir. Ahora, MarÃa y Gonzalo que son golosos los disfrutaron muchÃsimo.
Por supuesto, habÃa que hacer una visita al baño y, en esta ocasión, mereció la pena. Como es lógico, no es el original, va muy acorde al resto del local.
El Restaurante Al-Mounia es un restaurante que ofrece un ambiente especial para disfrutar de una velada gastronómica diferente. Se presta tanto para una reunión con amigos como para una velada romántica. En general, cuenta con una cocina bien elaborada y de sabores auténticos, servida por un equipo de sala con solera y saber estar. Tal vez serÃa conveniente un repaso a su carta de vinos, algo anticuada, y la inclusión de nuevos platos, aunque creo que a este respecto ya están pensando en darle nuevos aires. Por lo demás, salimos a 37 € por persona, con una botella de vino, la relación calidad-cantidad-precio se me hizo un poco elevada la verdad, aunque a juzgar por la cantidad de gente que allà habÃa congregada creo que sólo a mà me lo pareció.
Cucharete: Uno de los mejores locales para salirse de Madrid y disfrutar de la cocina marroquÃ. ¡No dejéis de probar su Pastella y su Cordero! pues fue lo que más impresionó a mis chicos y a sus amigos. Mi equipo cenó por 37 €/persona, con los aperitivos de bienvenida, 5 platos, 6 pequeños postres, una botella de vino y agua.
Su espectacular decoración. El trato del servicio. La calidad de sus materias primas.
Referencias de vinos muy tradicionales que acompañan una carta con ausencia de pescados -aunque nos han comentado que lo van a remediar en breve-. No se aceptan tickets de restaurante.
4,0
15 comentarios a “Al-Mounia”
Escribe un comentario
IMPORTANTE: Por favor, intenta que tu comentario tenga que ver directamente con el restaurante analizado. Para cualquier otra comunicación tienes disponible la sección de contacto.
Debes estar identificado para escribir un comentario.
El restaurante nos gustó mucho, si bien yo no pedirÃa el Asado Berebere, que en mi opinión es un poco caro para la cantidad y la calidad. Lo mejor, la Pastella y los postres.
37 euros? es caro para lo poco que se ha comido?
Y viendo las fotos, da miedo!!!
Cierto es que “Al-Mounia” fue un espectacular restaurante .
Aunque hace unos 8 años que no he ido por allÃ.,he oÃdo que la calidad gastronómica ha caÃdo un montón…viendo la presentación y la pinta de los platos en las fotos que habéis hecho,me temo que el rumor parece ser cierto…
Eso sÃ,el sitio sigue siendo único.
Gracias de nuevo por un buen reportaje.
El restaurante es precioso por dentro, si bien deberÃan llevar a cabo una pequeña restauración de los murales que se ven ya un poco desgastados por los años. Respecto a los platos degustados, la verdad es que estaban bastante buenos (especialmente la pastela y los postres); pero el precio de alguno de ellos está un poco fuera de lo debido, y algún otro no deja de ser un plato bastante normalito.
Eso sÃ, hay que reservar o ir pronto, porque el local se llena en menos de nada….
Estuvimos hace unos 10 dias. 2 personas. Como no sabiamos muy bien que comer, le pedimos a uno de los sres que atienden (de los que no van vestidos de camareros) consejo. Nos pusieros unos pinchos, pastella y cordero (le advertimos de que no queriamos cus-cus). Todo muy rico y sobre todo nos sentimos bien aconsejados. Precio razonable.
La decoracion excelente como ya se ha dicho. Lo que menos nos gusto fue la disposicion de las mesas y los asientos. Nos parecio que eran poco comodas porque nos toco una mesa redonda (como todas) y asientos pegados a la pared (como casi todos las mesas para dos personas), aun asi, forma parte del encanto del local.
Teniamos tantas ganas de ir a este restaurante que nos decepciono un poco, pero porque habiamos puesto muchas esperanzas. Es un buen restaurante, se puede repetir.
La verdad un
palabra no permitida, lo único bueno es la decoración.Fuimos el fÃn de semana a comer no habÃa demasiada gente pero tardaron mucho en atendernos, los camareros poco amables, pedimos una ensalada que era una vergüenza un plato con tomate picado y cebolla sin más, luego te sirven todo al mismo tiempo por lo que cuando llegas al plato principal esta frio y la verdad el famoso tajine no sabia ha nada más que a carne estofada y sosa. Tengo una amiga marroquà que prepara unos platos que se llevarÃan unos 10 cucharetes comparados con los 4 que le han dado a este restaurante. Ni siquiera la presentación los merece.
Los postres salvaron la comida. Pero 70€ es un
palabra no permitida.Y créanme habÃa más de uno que opinó lo mismo pues los comensales de las mesas vecinas hacÃan comentarios parecidos al mio.
He confiado en su sugerencia y la tastomosamente me han defraudado.
Un total
palabra no permitida. El sitio es precioso, eso es verdad, pero el precio increiblemente alto y la comida increiblemente mala. Toda la comida tiene el mismo sabor, hasta los postres. Ni siquiera la presentación de los platos es buena, sino todo lo contrario. Pedimos el menú de degustación y los dos primeros platos que pusieron creo recordar que costaban 20 euros cada uno y, sin exagerar eran de grandes como las tapas que te ponen en cualquier bar al pedir un refresco. Resumiendo, 120 euros dos personas es unpalabra no permitidapara una comida tan mala. Un desastre. Lo desaconsejo totalmente.esta buenisimo el retaurante .me gustaria conocer al restaurante ,soy del escorial ,
Me encanta la comida árabe en general, y a este restaurante he acudido en tres ocasiones distribuidas a lo largo de bastantes años. Y no sé si yo me he hecho más exigente, o es que la calidad ha ido bajando con el tiempo.
La comida es buena, no me quejo, pero la relación calidad/precio, justita. Es decir, lo veo caro para lo que es. Y, sobre todo, para el servicio que te dan. No sé si a vosotros os trataron bien porque veÃan que Ãbais haciendo fotos e intuyeron de qué iba el tema, o si tuvisteis suerte, pero mi experiencia es más bien mala. La primera vez (hace unos 10 años) salà contento con el servicio, pero las otras dos, todo lo contrario. En concreto, el maître, fatal. Tirando a borde, y, sobre todo, más preocupado porque la factura final abulte que por aconsejar con rigor.
Por lo demás, y dado el nivel general de otros marroquÃes en Madrid, sigue siendo recomendable. Pero sin tirar cohetes, y teniendo mucho cuidado con seguir las recomendaciones, especialmente con ese “famoso” menú degustación que siempre te ofrecen con la única finalidad de que la cuenta se dispare a costa de que sobre más de la mitad de la comida.
El sábado pasado estuve en este restaurante con unos amigos, me habÃan hablado muy bien de el. A mi me gustó pero a mis amigos no, la verdad es que la comida es realmente escasa para el precio que tiene, la Farci pastela, los postres y el té buenÃsimos!!!!! pero yo solo recomendarÃa este restaurante para ir a comer eso una noche que no tengais mucha hambre, la relación calidad precio está realmente descompensada y la carta es bastante escasa.
La comida muy buena, algo cara, pero muy atentos. Pero de todas maneras, lo mejorla compañia que yo llevaba.
El restaurante es estraordinario con la decoracion tan maravillosa de Marruecos.
Hacia unos años que no iba por ahi y total desilusion ya que la comida de su primer dueño era de lo mejor en calidad y muy bien cocinada. Despues lo vendieron y ahora creo que va por el tercer dueño.
Han subido los precios mucho y ha bajado la calidad aun mas. Personalmente no me parece una comida de primera para un restaurante que presume de una categoria tan alta, se les ha quedado muy pequeño el cocinero.
He vivido mas de 25 años en Marruecos y entiendo de comida marroqui.
Es una pena porque el local es maravilloso.
Al final fui a este restaurante. La verdad es que tanto mi chica como yo tenÃamos ganas de ir y no nos defraudó… quizás la única pega es lo juntas que están las mesas pero por lo demás estaba bien aunque los precios andan un poco inflados.
Acostumbrado como estoy a la pastela de una cafeterái de Granada, que está de lujo, la de éste restaurante me sorprendió gratamente, ¡qué rica estaba!
Muy buena decoracion y fascinante la propuesta gastronomica. Despues de lascriticas de escasez de comida me sorprendio gratamente comprobar que no eran ciertas. Mis hijos disfrutaron enormemente con el brik moghrebine y los dulces. Mi marido y yo disfrutamos de unas riquisimas paletillas de cordero. Excelente el trato de los camareros y recepcionista y muy acertados los consejos del maitre a cerca de los vinos. Lo peor la musica excesivamente alta. Repetiremos sin lugar a dudas
Despues de casi 15 años sin venir a este restaurante, volvi ayer domingo. Fui con mis nietos y unos amigos argentinos. Sorpendente la calidad y la cantidad de la comida. Es tal y como yo lo recordaba. El cordero asado en una pieza que pedimos por encargo resultó ser un acierto. Mis amigos argentinos, que de cordero y carnes entienden un rato quedaron impactados gratamente. Volveré y ahora que ya vivo acá, con mucha más asiduidad.