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Zurbano, 83
Madrid (Chamberí)
Gregorio Marañón
91 442 49 02
35 - 55
Visitar el Restaurante La Nova es disfrutar de un exótico paseo gastronómico que permite degustar una variada oferta de carnes poco habituales: reno, avestruz, búfalo, bisonte, camello, canguro, buey de kobe… Todas ellas apoyadas por una selección de entrantes y postres que por sí solos merecen de igual modo una visita al local. A parte de las entradas de su carta ofrece un “Menú Degustación” a 39,90 € que permite complacerse con su cocina a un precio moderado (incluye vino, postre y pan). El menú del día está disponible a 13 € de Lunes a Viernes. Sus comedores -fumadores y no fumadores- dan cabida a 80 comensales. Su horario de apertura es de Lunes a Sábado de 13:30h a 17:00h y de 20:30h a 01:30h, y los Domingos de 13:30h a 17:00h. Cierra los Domingos por la noche.
4,5
Rayo: En plena temporada cucharetil carnívora, despertó nuestra atención una fachada que presentaba una carta plagada literalmente de carnes exóticas, tantas… que el trío de Cucharete se quedaría con las ganas de probar la mitad de las que ofrecía, de modo que llamamos a Mario, Sandra, Roberto, Mari Luz y… ¡Reserva al canto en el Restaurante La Nova! ¡A probar carnes nuevas!
Situado en la calle Zurbano, muy próximo al Paseo de la Castellana en su cruce con José Abascal, el Restaurante La Nova nos ofrece un comedor con solera -haciendo honor a sus más de 12 años en activo- lo cual nos garantiza en cierta medida su éxito.
Manteles de cuadros azules que nos recuerdan comidas familiares del pasado ponen la nota de color sobre una gama de tonos anaranjados que pintan el resto del local. Sobre ellos descansa una antigua vajilla, prueba de que antes se hacían las cosas de otra manera, ahora, por durar… ¡no duran ni las pilas Duracell!
La cubertería necesitaría un despido -tan de moda en estos tiempos en los que por desgracia no hace más que aumentar el número de parados-, aunque quizás se tildaría de “improcedente”, pues perdería parte de su encanto el espacio. Mucho mejor la que nos encontramos en el comedor del sótano, rústica y preparada para hincarle el diente a todo tipo de géneros exóticos.
Si curioseamos un poco, encontramos en cada esquina alguna reliquia de antaño, como por ejemplo esta máquina de escribir sobre la que ya no va ni el Windows 3.11, así como este receptor de radio sin ningún tipo de conexión USB y que nos costará horrores encontrar de oferta en el Media Markt. ¡Pero que seguramente funcionan! ¡Nostalgia pura y dura!
Como contrapartida a estas joyitas partícipes de la vida de nuestros abuelos, nos topamos con alguna que otra flor de plástico pachuchilla que acompaña a farolillos plateados de esta “época chinesca” que no puede competir con la de tiempos pasados. Por mi parte los retiraría, cediendo el espacio a -viejas- nuevas adquisiciones.
Claro que, bajando las escaleras mientras echamos un último vistazo a lo “guapos” que somos en el espejo que las preside, llegamos a un comedor mucho más cuidado, un espacio gobernado por un piano que tocaban los antiguos camareros de La Nova y que a día de hoy reposa en una hibernación continua esperando que alguien le ayude a despertar de tan largo letargo. Si alguien toca… ¡que pida que lo afinen en la reserva para tenerlo listo!
Diversas pinturas recorren las paredes del comedor del Restaurante La Nova, en el que entre las mesas de 2 y de 4 personas -muy modulables para grupos- resaltan mesas redondas que permiten disfrutar de una cena que pone cara a todos los comensales, en la que la charla y las risas fluyen sin que nadie se pierda el más mínimo detalle, como la que elegimos esta vez para nuestra visita cucharetera.
Curiosa la luz azul y anaranjada que brota de la escayola del techo en las fotografías, pues así es como la recoge la lente de la cámara al diferenciar perfectamente los tubos de distintos kelvin. Obviamente en vivo se ve blanca -aunque apreciemos que varíe ligeramente la tonalidad-, pero nunca de color.
Algunas zonas del comedor están dominadas por la piedra y los tonos anaranjados pasan a un segundo plano, consiguiendo un ambiente más rústico, a modo de mesón tradicional. El lienzo de una bodega es perfecto como guinda de este grupito de mesas, preparadas para disfrutar de una carta mayoritariamente carnívora. ¿Reservamos?
¡Sin duda alguna me quedo con las mesas redondas de las esquinas! –No hay más que ver la siguiente imagen- Pues permiten una visión global del espacio y transmiten un poquito más de intimidad al grupo. Al centro, su botellita de aceite de oliva y su salero, para todos aquellos que se deleiten personalizando ligeramente su plato.
Pero vamos a entrar en materia gastronómica, que ya va tocando a estas alturas de crónica. Al Restaurante La Nova se viene a “Comer alrededor del mundo” -como indica en letras bien grandes su tarjeta de visita-. Frase que despertó nuestra atención desde que vimos su carta a pie de calle, como os comentaba al principio de este artículo. Y es que no es para menos… Íbamos a probar: ¡Avestruz! ¡Camello! ¡Bisonte! ¡Canguro! ¡Búfalo! ¡Reno! ¡Kobe! ¡Siete carnes diferentes! ¡Nosotros no podríamos con todo! Por eso llamamos a varios de nuestros amigos, quienes -como no- siempre están dispuestos a acompañarnos en nuestras visitas cuchareteras, pues no me extraña que se lo pasen pipa con fotitos de aquí para allá y probando nuevos platos. ¡Al final los vamos a hacer famosos! -A muchos ya los conocéis-.
Preguntamos al camarero si era posible que nos enseñasen la procedencia de las carnes exóticas que tenían, cómo las recibían, de dónde venían… y la sorpresa es que no hubo ningún problema. Se nos presenta con una bandeja con todas las carnes que habíamos pedido tal y como les llegan al restaurante -tenéis una fotografía que plasma el momento en la sección de Ninillas, yo aquí os dejo un par de ellas: “Solomillo de Reno” y “Entrecot de Camello”-.
Algunas de las pinturas que cuelgan de sus paredes ayudan a ponerse en situación: Unos bueyes… ¿Serán de Kobe? Unos avestruces… Vamos, muy acorde con el sitio, no puede negarse.
Había probado en numerosas ocasiones la carne de Avestruz, pero el Kobe y el Reno no en más de tres -claro que el precio tiene parte de culpa…-, y el Bisonte únicamente en una ocasión. El Búfalo fue novedad en mi paladar, y sobre todo… ¡el Camello y el Canguro! ¡Que carne más diferente! Chapó para el Canguro y aprobado para el Camello, pero ya os iré contando cuando llegue el momento. ¡Que primero vienen los entrantes! ¡Y también pedimos 7! Como siempre… comimos como auténticas limas -la cruz de los cucharetes-.
En esta ocasión los entrantes fueron acompañados con un vino de mi tierra: Mar de Frades 2007, un albariño del Valle del Salnés de la D.O. Rías Baixas que no nos disgustó a ninguno de los presentes, cumplió perfectamente su cometido. Y para los platos principales -carnes exóticas en este caso- nos decantamos por un más que notable tinto Abadía Retuerta Selección Especial 2006, un V.T de Castilla y León de los viñedos de Sardón de Duero, escogido por todos de entre las 40 referencias de su carta, en la que se deja ver alguna entrada de Australia y de Chile, pero sin que lleguen a quitar protagonismo a los vinos de nuestra tierra. ¡Que son los mejores! Muy destacable el Abadía Retuerta éste, nos sorprendió a todos con la riqueza del Tempranillo, la redondez del Merlot, y la elegancia aromática del Cavernet Sauvignon. ¡Probadlo con vuestro canguro y después me contáis!
¡A darle al diente! ¡Preparad el babero para las siguientes imágenes que ahora viene lo bueno! Porque en el Restaurante La Nova, no sólo comimos bien… ¡Comimos más que bien! ¡De P.M.! No esperábamos la presentación que traían los platos en un local de este tipo, y la verdad es que se agradece ese toque de cariño y presencia en los platos. A medida que vayáis avanzando en el texto… entenderéis mejor por qué el local nos gustó mil veces más después de la cena. ¡Y menuda cena! ¡Cena exótica en toda regla!
Aquí tenéis a esta feliz pareja con unas exquisitas ensaladas que nos dejaron con las ganas de repetir a todos. ¡Riquísimas! No sabría con cual quedarme de las dos, si con la de Mario –Ensalada de brotes frescos con salmón y queso de cabra- o con la de Sandra -Ensalada de pimientos de la huerta asados con leña y bacalao- Si tiro una moneda al aire para decidirme… ¡seguro que cae de canto! Seguro no… ¡Segurísimo!
FlashBack y Ninillas os las presentan en primer plano… ¡Disfrutadlas! -De momento con los ojos, claro-
Como podéis ver, las raciones son muy generosas -dato importante para los lectores de buen comer que nos siguen semana a semana-. Y… ¿Qué me decís de este Revuelto de grelos y gambas? ¡No os escucho! ¡Enchufad el micro! Yo puedo adelantaros que está de muerte. ¡Delicioso! Ahora mismo no sabría deciros si es una deconstrucción o una construcción -en torre-, pero lo que sí me quedó grabado es el recuerdo de su sabor. Se nota que hay buena materia prima de por medio. ¡No quedó ni para mojar pan en el plato!
Os dejo un peligroso primer plano del Pulpo “a feira” con espuma de patata. Y digo peligroso, porque ese plato tiene un peligroooooooooo… ¡enorme! ¡Está buenísimo! Que bien le queda esa “espuma” de patata conjugada con el pimentón del pulpo. ¡Madre mía! Si tenéis en mente ir al Restaurante la Nova a daros un homenaje de carnes exóticas como hemos hecho nosotros… ¡Tenéis que pedir este pulpo!
Los Chipirones a la parrilla también muy buenos, pero no olvidéis tomarlos bien calentitos antes de que cojan frío, que si no pierden mucho; nosotros estábamos de charla y cuando dio la vuelta a la mesa y cayeron en mi plato el calor se había esfumado. ¡Error nuestro! Porque estaban bien ricos.
FlashBack y Ninillas os enseñan en sus respectivas secciones el Foie de oca sobre una cama de bizcocho de miel -delicioso- y una Parrillada de verduras con salsa de guisantes -en su punto-. Dos entrantes más que disfrutamos en gran medida, la verdad es que estaba todo muy rico. Nada que objetar a ningún plato.
Vamos ya con el plato fuerte del Restaurante La Nova de Madrid… ¡Su excelente y amplia oferta gastronómica en carnes exóticas! Nos enteramos después de la cena de que fueron el primer restaurante de Madrid en tener carne de avestruz, ¡y ya llovió desde entonces! Porque ahora, no sólo el avestruz tiene un hueco en su carta.. ¡Hay canguro!, ¡bisonte!, ¡reno!, ¡kobe!, ¡camello! y ¡búfalo!, acompañando a cortes gallegos y argentinos más habituales.
¡Empecemos este viaje exótico con el Lomo de Reno con salsa de grosellas! ¡Fantástico! Una carne exquisita para mi gusto, muy tierna; un sabor diferente si la comparamos a la carne de caza, de vaca o de cerdo. ¡Muy recomendable probarla!
Roberto y Mari Luz nos enseñan el Entrecot de Bisonte a la parrilla y el Solomillo de Canguro a la parrilla. El bisonte es muy parecido a la ternera, hay que hilar fino para detectar la diferencia si no estás probando las dos carnes al mismo tiempo -de ese modo todo el mundo puede apreciarlo- y estar, estaba realmente bueno. Y el canguro… ¡Qué decir del canguro! ¡Exquisito! Este corte sí logró sorprenderme, buenísimo; una carne muy diferente a las que hayamos probado, muy suave, sabrosa y tierna, más rojiza que el buey y con un ligero toque a caza. ¡Tenéis que probarlo en La Nova! ¿Dónde sino vais a comer carne de canguro de gran calidad? La verdad es que suena bastante exótica esta carne, pero en realidad ya hace más de 50 años que se comercializa en Europa. En los próximos días volveré con otros amigos para que lo prueben, no dudo que les encantará. ¡A comer canguro se ha dicho!
Y llegamos al tan afamado -inmerecidamente, creo yo- Kobe con este primer plano de Entrecot de buey de Kobe a la parrilla. ¡Excelente materia prima! Aunque su precio -44,59 € +IVA 150gr.- quizás no esté justificado, ya que considero que hay exquisitas carnes que para mi gusto están a su altura sin tener ni que salir de nuestro país. Eso sí, si quieres probarlo… no te queda otra, y arrepentir -lo que se dice arrepentir- no te arrepentirás, porque está buenísimo. ¡Qué menos que probarlo una vez! ¡Exquisitamente tierno y sabroso! (Pero… ¿Qué me decís de un buen chuletón de Ávila? ¿Y de una buena ternera Gallega? ¿Y un buen corte de Navarra? ¿Y la también reconocida AnGus Argentina?). Pero el Kobe es mucho Kobe, y hay que pagarlo, igual que lo paga el restaurante que lo compra a precio de oro. ¡La fama es lo que tiene! ¡Sube el precio a las “marcas”!
Aquí estoy yo con el Entrecot de camello con salsa de setas y trufa. El camello… es mucho camello para mí… Se considera una delicia en la dieta arábiga, y está ganando popularidad en países áridos donde es difícil tener ovejas, cabras y todo tipo de ganado; pero se lo dejo para ellos. También es verdad, que acababa de probar carnes tan exquisitas que ésta resultó ser la que menos me sorprendió. Diferente a todas las demás, con una textura entre dura y rígida sin llegar a estarlo realmente, pues se masticaba con fluidez, pero no la consideraría una carne tierna. Perfecta para probar cosas nuevas, sobre todo en una “macrodegustación exótico carnívora” -que no “erótico festiva”- como la nuestra.
FlashBak y Ninillas muestran en sus artículos el Entrecot de Búfalo con salsa de hongos y el Solomillo de Avestruz con fioe de oca que completan las 7 carnes que ordenamos en La Nova, ambos estaban riquísimos también. ¡Vaya panzada carnívora la de aquel día! ¡Para el recuerdo!
Demos ahora un repasito a los postres del Restaurante La Nova… ¡Riquísima la Tarta de zanahoria de la siguiente imagen! Una especie de bizcocho -acompañado de otros elementos que ayudaban en la decoración del plato- que sabía completamente diferente a todas las tartas de zanahoria que probé en mi vida… ¡Sin duda, ésta la mejor! Probadla y veréis…
Muy ricas también las Filloas flambeadas al orujo de naranja, entre las más sabrosas de las que he probado por Madrid. ¡Ni la fresa quedó en el plato! Hombre… ¡Ni comparación a las de mi abuela Teresa! ¡Faltaría más! Pero es que dudo mucho de que esas las probéis algún día… ¡Son mías! ¡Sooooooolo mías!
FlashBack y Ninillas os presentan el resto de postres, entre los que participaron también unos sorbetes naturales muy apetecibles, pero a mi parecer elevados de precio -5,63 +IVA-
Para finalizar esta magnífica velada, mientras tomábamos los cafés y las infusiones de rigor, la casa tuvo el detalle de invitarnos a unos chupitos en unas curiosas copitas de pie verde. Licor de hierbas, aguardiente blanco, pacharán y… ¡licor café! -por supuesto, el que yo elegí-.
Y… ¡eso es todo amigos! -como diría Mel Blanc prestando su voz a Porky de los Looney Tunes. ¡Pedazo cena carnívora! ¡No hemos pedido ni un solo plato de pescado! -que también los hay en su carta- ¿Os habéis dado cuenta, verdad? ¡Todo carne! ¡Siete carnes! Pero ante semejante oferta en carnes exóticas no podíamos hacer otra cosa que aprovechar nuestra cena cucharetil de esta semana en el Restaurante La Nova para organizar una macrodegustación de nuevos géneros: ¿Refrescamos la memoria? ¡Carne de camello! ¡Carne de canguro! ¡Carne de Reno! ¡Carne de bisonte! ¡Carne de búfalo! ¡Carne de kobe! y ¡Carne de avestruz!
Una cena con tanto “animalico” junto, no tiene precio… Para todo lo demás… ¡Mastercard!
FlashBack: Séptima semana del ciclo solar adaptado al calendario gregoriano occidental que completa la década de los dos mil. ¿Qué nos está pasando? Comienzo a comprender lo lejano que quedan aquellos ochenta de Cuéntame para las recién llegadas generaciones. Y qué digamos ya de tiempos anteriores. Nuestros antepasados programaban sus planes de futuro precisamente en función de estos ciclos y nosotros comenzamos a hacerlo más bien por meses. Hoy en día, sin embargo, no hay semana o día en el que el conjunto de nuestras vidas pueda verse reprogramada de repente. Para culminar la encrucijada, nos encontramos absortos por las aclamaciones de las exhuberantes celebraciones del nuevo año lunar chino 4707, el del buey, el del toro y hasta el del búfalo -dependiendo de las interpretaciones-. Aquél, cuya base de esfuerzo y trabajo hará salvar las difíciles rachas avenidas, conduciéndonos a nuestro destino. Quienes disfrutan o sufren de mi compañía diariamente, coinciden en admitir que todo lo anterior lo narro porque realmente me afecta.
Y siempre habrá quien, más o menos inteligentemente, se rija por su propio sistema de representación del paso de los días, o incluso las noches. Una interpretación utópica, hippy, avancista… cada cual que la catalogue como desee. A los demás, la vida en sociedad y el orden global nos seguirá afectando según las disposiciones del Papa Gregorio XIII y, cada vez más, de acuerdo a las del Emperador Amarillo. Uso este adjetivo, no por soltar el chascarrillo de turno, sino por mencionar el conocido apodo del unificador y primer emperador de China, el mítico Huangdi. Hoy en día algún medio -tal y como se nos viene acostumbrando- lo hubiera dejado en algo así como Juanillo. No sería el primer caso. Sea como sea, doce son los años que hoy nos ocupan. Extenso tiempo durante el que el Restaurante La Nova ha relucido como pionero en la capital de los, por aquel entonces desconocidos, productos cárnicos obtenidos del avestruz. Un establecimiento cuya oferta de diferentes sensaciones ya habían llegado a nuestros ojos a través de diversos reconocimientos como los del estupendo libro y homenaje a la cultura gastronómica Lúa y sus amigos, creado por Manuel Domínguez Carrete. Si bien, lo que al equipo de Cucharete ha provocado extraordinaria atracción, es la incorporación de peregrinos cortes de otras especies como el enérgico canguro, el reposado camello, el robusto bisonte, el entrañable reno y sí, no se deja de presumir en la carta, del endiosado kobe. Doce años en este local de la calle Zurbano comprenden muchos meses, más aún semanas, una increíble cantidad de días. Tiempo más que suficiente para provocarnos el deseo de comprobar lo que su historia de comensales tiene el honor de poder seguir disfrutando. Festejemos el 2009, un nuevo arreglo temporal en la percepción de nuestro período vital o el Año del Búfalo acudiendo a La Nova. Donde una buena pieza de este corpulento bóvido además degustaremos. Si Juanillo -con todos mis respetos- su cuerpo levantara y acudir a disfrutar de tan lejanas especies con nosotros pudiera…
Día gélido, como de costumbre. Lluvioso aunque apacible. La labor de los cucharetes se acrecienta, no sin un aliento de satisfacción. Debido a ello, volvemos a dividir nuestra cata de la noche entre compañeros de faena. Me esperan tras la robusta puerta de madera, bien incorporada a su fachada. Medito. Si a ambos extremos de un segmento situara un hospedaje rural y una taberna, mi percepción del paramento exterior quedaría determinada en el mismísimo centro. Supero el acceso y allí se encuentran entre una barra más propia de un teatro y unas mesas cuyo aspecto superan el adjetivo de tradicional. Mari luz, ¡menudo cambiazo!, ¿qué fue de aquella larga melena morena con la que, hace casi ya dos años, en una crónica nos acompañaste? Roberto, por ti sigue sin transcurrir el tiempo, ¡enhorabuena! Sandra y Mario, por vosotros dos tampoco, claro que tan solo dista una semana de la última vez que disfruté de vuestra compañia. Me enorgullezco que sigáis diviertiéndoos todos de la compañía cucharetil. ¡Bienvenidos!
Claro que, iluso de mí, cometo la osadía de recibir a nuestros invitados apareciendo a la ocasión el último. Esta vez me ha surgido uno de los imprevistos propios de los bitacoreros. Gracias a la oportunidad de la suerte, Rayo y Ninillas se encuentran igualmente atareados tomando unas cañas con nuestros amigos en la barra. Nos dirigimos escaleras abajo a un salón inferior que nos soprende gratamente y que nos provoca individualmente expresiones de elogio muy acertadas: ¡qué acogedor!, ¡mucho más elegante que la planta superior!, ¿habéis visto el piano a la entrada?, ¡no me lo esperaba así, la verdad! ¡Tiene una decoración chula, eh! Uno a uno espetamos el silencio de la habitación con nuestras reacciones. El techo no se me deja ver excesivamente levantado desde el suelo, aunque lo esté. Culpa de ello la tiene la escayola que lo recorre de lado a lado, en cuyo interior, luces ardientes indirectas realizan esfuerzos por esparcirse más allá de sus dominios.
Inmediatamente inicio el ademán que muestra mi reacción al cambio de temperatura y la intención de deshacerme de mi abrigo, el personal de la sala ya se encuentra auxiliándonos en la tarea. ¡Atención y rapidez de reflejos extraordinaria! Es cierto que la mantelería, más propia de localizaciones serranas, es la ya apreciada a nuestra entrada. Aunque tan solo en su superficie. Bajo manteles, en armonía con cubresillas de tono claro, lucen ante mi mirada en compañía de curiosos farolillos y elementos de hierro forjado sobre un fondo de piedra. No obstante, no se trata de una disposición de gran lujo. La cerámica le sienta bien, la cristalería correcta. Claro que, esa cubertería Jay… Es rústica sí, pero me inclino hacia la albaceteña provista para los platos principales. Botellita de aceite de oliva virgen y salero, el de toda la vida, sin duda le van. Detalle indispensable en este entorno en el que la carne está a punto de ser nuestra base principal de alimento.
Especies americana, africana y australiana. Hoy en día criadas en los más recónditos países, incluso en el nuestro. Oriundo de tres continentes distintos, alrededor de los dos metros de altura en su madurez y con dos dedos en cada pie. Así es la mayor de las aves corredoras en la actualidad, el deseado avestruz. De él, se obtiene una carne que no comprende nervios, tierna y con bajo nivel de grasa. Si bien en un principio lo deseábamos por su piel y plumas, no hace mucho que hemos descubierto en occidente sus inmensas propiedades alimenticias. Principalmente aquellos de cuello negro. Ya que si bajo su cabeza detectamos un aspecto azulado o rojizo, deberemos ser cuidadosos. Nos encontramos ante las variedades más agresivas y salvajes. Dirijo mi mirada hacia la derecha. El artista creador de la pintura que nos acompaña, sabía perfectamente donde se adentraba.
Sobre la mesa -elegimos una de las redondas-, nuestras manos. Y, entre nuestras manos, se nos hacen llegar las cartas. Servilleta sobre las rodillas, comenzamos a seleccionar los caldos. En primer lugar, un Vino Blanco Mar de Frades D.O. Rías Baixas (Val do Salnés) de 2007. Parece que fue galardonado con el premio Nariz de Oro 2008 al mejor Mejor Vino Blanco de ese año. Sin embargo, el trofeo más importante es del comensal que lo degusta. ¿Qué se podría decir de él? Yo destacaría que su nombre lo define bien. Por sus recuerdos salinos en boca, aunque con una acidez también notable. Lo cual no quiere decir que no resulte perfecto para muchos. Como segunda opción, un Vino Tinto Abadía Retuerta V.T de Castilla y León (viñedos de Sardón de Duero) Selección Especial de 2006. Da la nota por proceder del Pago de la Milla de Oro vallisoletana. Al igual que su compañero de batalla cuelga con orgullo el galardón de Mejor Vino del Mundo por International Wine Challenge 2005. Tempranillo rebajado con 20% de Cabernet Sauvignon y una ínfima parte de Merlot. Su aroma girando alrededor de la madera asombra. Y lo cierto es que me sorprende por su especial contenido en taninos además de su persistencia. Combina con cualquier tipo de carne. Escucho la opinion de las voces alrededor de la mesa. Parece que todos coincidimos en gran cantidad de estos puntos.
Estupendamente presentada. En forma de torre y de este cariz que se puede apreciar a continuación, estrena la velada el primero de los platos identificados en la sección de Ensaladas. Se trata de la Ensalada de brotes frescos con salmón y queso de cabra. Definimos el protocolo de actuación. En cualquiera de los casos alguien romperá el plato y los demás podremos de esta forma saborear todos los platos en su conjunto. Buen comienzo. Redonda, ligera, brotes efectivamente frescos. Mejor probarla bien mezclada que a ingredientes separados. Y si se acompaña fielmente de su salsa verdirroja muchísimo mejor.
En mi mente se aparecen imágenes de Llanes. De aquella costa enfurecida, protegida por los Cubos de la Memoria creados por Agustín Ibarrola. Una obra de arte en presencia comparable a el Foie de oca sobre una cama de bizcocho de miel y probablemente realizada con el mismo cariño. Su foie me hace recordar la tierra sobre la que nos protegemos acechada por los resquicios de las olas. Bajo todo ello, un bizcocho jugoso sobre el que se empapa en nuestra boca la riquísima mezcla de los elementos descritos. Mario… Sandra… seguro que con esta relación de recuerdos, volveréis a disfrutar con uno de vuestros productos preferidos de una forma cuanto menos diferente.
¿Ufo u ovni? Plato del revés o cerámica conscientemente alienada para sorprender. Múltiples definiciones para el mismo recipiente que pretende captar la atención sobre el objeto de deseo a estas alturas de la noche. Se encuentra sobre él y se trata de un Revuelto de grelos y gambas dispuesto en forma cilíndrica. Receta sencilla de aspecto atractivo. Tanto que alguna mesa a nuestro alrededor parece no reconocer apropiadamente el haber ordenado este plato. Unos huevos revueltos no originales, sino auténticos y con personalidad. Me encantan.
Para los gallegos, los manchegos, los madrileños… Para cualquier ser terrestre con exigente paladar. Cualquiera de ellos, sucumbirá ante el Pulpo a feira con espuma de patata que sustenta Roberto. Un homenaje a la tradición gallega de preparar esta tradicional delicia nacida en las ferias y romerías de Galicia y el Bierzo. El toque personal de convertir los cachelos en espuma resulta excelso para mi boca. Sal y pimentón en su justa cantidad. Muy variada la Parrillada de verduras con salsa de guisantes que luce Mari Luz. Pimientos en todas sus tonalidades -rojos, verdes y amarillos-, calabacines, espárragos, setas de temporada, cebolla y hasta una mazorca de maíz. Toda una huerta de sabores.
Escucho su lento caminar. Noto la aproximación del plato estrella de La Nova. La inquietud se respira en la atmósfera del comedor subterráneo. El protagonista, un espléndido corte de Solomillo de avestruz con foie de oca, salsa de pedro ximenez y con unas finas láminas de trufa toma lugar en el centro de la tabla redonda. Lo rotamos en sentido inverso a las agujas del reloj. Sobre mi plato, una degustación de cada uno de sus ingredientes. Me atrae su semejanza con el vacuno, apoyado en esos aportes de textura similares al pollo o el pato. Incluso, conociendo la de equino, ciertos recuerdos de similitud no dudan en aparecer. Hasta consigo identificar una muy ligera referencia al hígado. De gran complejidad.
La siguiente carne se deja escuchar a través de mi oído. Y de el del resto de la mesa, al mismo tiempo que desfila en la cercanía de los comensales. Aún acabándose de elaborar sobre la base tórrida que la abrasa superficialmente. El Entrecot de bisonte a la parrilla se encuentra en su mejor punto. Aderezado con sal y un ligero toque de pimienta que se va convirtiendo en irresistible al degustarlo. Similar a una buena ternera pero con un carácter muy propio y poco contenido en grasa.
Emplatado y mucho más elaborado. De esta guisa comienza el baile de el más difícil todavía en cuanto a variedades cárnicas se refiere. Aquí viene la primera. Un Entrecot de camello con salsa de setas y trufa. La preparación es exquisita y me sirve para compensar la mayor dureza en textura que me ofrece este rumiante originario de tierras asiáticas. El toque de humor no tarda en liberarse al vaciarse las bocas. Sí, seguramente este animal nace muy fibrado por naturaleza, gracias a su resistividad demostrada en los fatigosos paseos a los que se les somete.
A pesar de ser la última, entra con extremada fuerza y pisando con mucha firmeza, una última pieza muscular que me aporta un delicioso último sabor antes de los esperados postres. Originales es la palabra con la que nos los han calificado. Un Entrecot de búfalo con salsa de hongos irrumpe con solidez. No solo al cortarla, sino al masticarla, me muestra su estructura significativamente tierna. Más que la del resto de especies de vacuno. La recomiendo sin pensarlo más.
¿Qué se puede esperar de un establecimiento que, sin duda, nos ha sorprendido con sus sobresalientes carnes y sus generosas raciones? Uno dulce final a la altura de las circunstancias. Oigo expresiones de asombro cuando las sombras que acompañan a la Tarta de tiramisú simulando un tenedor y una cuchara se quedan marcadas sobre nuestras retinas. No lo puedo considerar, para nada, el típico tiramisú que en otras situaciones me han podido ofrecer. Suavidad y ligereza dignos de destacar.
A continuación la prueba con la que sabremos a quién produce más atracción la Tarta de tiramisú. A Mario parece seducirle más la Sopa de chocolate con helado de frambuesas y frutas silvestres. A él y a Rayo, a Ninillas… ¿a quién no? gran sopa de chocolate blanco noblemente aderezada. Las cucharillas entran y salen incesamente al plato. Me encanta el sonido, y su sabor por supuesto.
Nuestros queridos acompañantes nos solicitan un brindis final como colofón de una estupenda velada. ¿Dónde queréis que nos situemos? Está bien. Haremos compañía al lienzo que parece hacer honor a la exhibición Cow Parade que se encuentra expuesta a lo largo y ancho de las calles de nuestra ciudad. Y lo festejaremos con sendos Sorbete de mandarina al vodka, Sorbete de limón al cava y Sorbete de frambuesa al cava. Potentes refrescos de culminación a expepción del de limón, apto para todos los gustos. Sorbete por excelencia, muy bien conseguido en la cocina.
Bellos vasitos, transparentes y en verde lima al cincuenta por ciento, se arriman mientras tanto a nuestra mesa. La casa obsequia a todos sus visitantes con diferentes opciones digestivas: Licor de café para los exclusivos, Pacharán artesanal como chupito por excelencia, Aguardiente blanco y un delicioso Licor de hierbas. De cualquier manera, se nos antojan igualmente diversos cafés al gusto para todos. He aquí donde cada uno da rienda suelta a su personalidad. Seguro que no somos sólo nosotros a quienes nos resulta sencillo pedirlos todos tan distintos.
De la misma forma que comenzaba, deseo concluir. Si el transcurso del tiempo se muestra complejo, para un restaurante se convierte en una apasionante carrera de obstáculos y satisfacciones a lo largo de los múltiples sucesos que en él se generan. Doce años representando una idea original, supone una auténtica lucha en la que no sólo unos productos exclusivos seleccionados tienen abundante culpa de su permanencia en la palestra. Estoy convencido de la importancia del toque personal de Conchi, magnífica jefe de cocina en la sombra del Restaurante La Nova. Aunque no haya tenido la ocasión de saludarte, espero ansiosamente el poder compartir, aquellos innumerables seguramente, secretos que solo tú y los fogones compartís. Agradable velada. Una cena que recordaré en ocasiones venideras.
Ninillas: Las apariencias engañan, y de qué manera. Reconozco que me dejo influenciar por las apariencias y que a menudo me llevo sorpresas, una primera y grata impresión me conduce a una total decepción, y en otras ocasiones me sucede lo contrario, tras una mala entrada termino con una extraordinaria sensación. Con los restaurantes, me pasa lo mismo. Siempre hay un antes y un después de la cena. Hay restaurantes que te enamoran con su envoltorio y en cambio su cocina rompe su encanto, pero también los hay en el lado opuesto, aquellos en los que a la llegada no sabes muy bien qué opinar y que sin embargo cuando estás en los postres te dices a ti mismo: “¡Qué bien he cenado!”.
El restaurante de hoy es del segundo tipo, no es un restaurante de nueva apertura, tampoco es un sitio chic, ni fashion, no tiene luces de colores… Podría continuar con lo que no tiene y lo que no es, pero de aquí salí diciendo: “¡Qué bien he cenado!”. Apuntároslo, se llama La Nova, Restaurante La Nova, en la Calle Zurbano 83, paralela al Paseo de la Castellana.
Nada más cruzar el quicio de su puerta te recibe un serpentín de cobre reluciente, acompañado por las cajitas de cerillas de las que todo el mundo hace acopio aunque no fume. Junto al serpentín, la barra y la zona de no fumadores, que tiene cabida para unos 20 comensales más o menos. Una estancia en color amarillo y naranja donde cabe resaltar objetos para el recuerdo, como una antigua máquina de escribir o las ya míticas radios que tantas tardes amenizaron a nuestros padres y abuelos.
Bajando unas escaleras llegamos al comedor para fumadores, que dispone de capacidad para unos 60 comensales bien distribuidos en mesas de todo tipo y condición: de dos, de cuatro, redondas de seis o de ocho… Y en general para cualquier número de personas que deseen degustar su cocina. Esta zona tiene mayor encanto que la de la planta superior, está todo como más conjuntado y resulta más acogedora.
De sus paredes cuelgan objetos variopintos, como una antigua sartén para asar castañas o un yugo, pero también cuadros de bueyes o avestruces, que nos ponen sobre aviso de lo que allí puedes comer. Porque hasta ahora no lo he comentado, pero aquí puedes probar una variada oferta en carnes exóticas -pues es la especialidad de la casa-, y la razón por la que fuimos allí.
Las mesas, por cierto con una separación considerable entre sí, están vestidas con mantel a cuadros blancos y azules -lo que le da un puntito rústico- y bajo mantel. El resto del conjunto lo componen una servilleta azul celeste de tela, una vajilla y cubertería de corte clásico y una cristalería sin grandes pretensiones, pero correcta. Debo aclarar que la vajilla que te encuentras al sentarte a la mesa no es la misma que en la que llegan las raciones, esta segunda es blanca y muy pensada para cada una de las viandas que contienen.
Pero, a la faena, que al Restaurante La Nova no se va para hablar de interiorismo, se va a comer, y a comer muy bien. Como ya he comentado, fuimos con la intención de probar carnes exóticas, en este sentido el restaurante ha sido pionero en Madrid, pues fue el primero en tener carne de avestruz en 1997, también el primero en incorporar la carne de canguro en 1999, y posteriormente ha ido agregando otras, como el reno, el bisonte, el búfalo, el buey de kobe o el camello. Sí, han leído bien, camello. Las probamos todas, no dejamos ni una, pero por supuesto antes pedimos que nos trajeran la prueba fehaciente de que realmente lo que comeríamos era lo que ponía en la carta, y el camarero, muy amable, nos trajo una bandeja con los diferentes cortes de las carnes.
Pero no sólo de carne a la parrilla vive el hombre, por eso el Restaurante La Nova ofrece una carta repleta de platos tremendamente apetecibles, y lo digo con conocimiento de causa. Empiezan con un “Para Comenzar”, para seguidamente pasar por sus “Ensaladas”, sus “Revueltos”, sus “Pescados” y por supuesto, sus “Carnes”. Me llamó la atención su “Huevo de Avestruz”, una ración para 4-6 personas, pero es que claro… un huevo de avestruz equivale a unos 17 huevos de gallina, ¡menuda tortilla sale! Aquí lo preparan con patatas, pimientos y jamón. De entre sus entradas, también se deduce que algo de gallego hay en el ambiente, de ahí sus Pimientos de Padrón o su Pulpo a feira. También cuentan con dos Menús que están muy bien de precio. El Menú Nova a 23 € +IVA, incluye tres entradas variadas para compartir elegidas por el chef y un plato principal de entre los que ellos ofertan para esta sección. En su Menú Degustación, a 39,90 €, se comienza igualmente por 3 entrantes elegidos por el chef para compartir y a continuación le sigue una degustación de carnes de Avestruz, Canguro, Búfalo y Buey o pescado del día.
Para la cena de aquel día, el número de cucharetes se amplió considerablemente, éramos nada más y nada menos que 7, por lo que, siguiendo nuestro modus operandi habitual, cayeron 7 entrantes, 7 segundos y 7 postres. No hace falta añadir que fue una barbaridad.
Abrimos la visita con uno de mis favoritos: Ensalada de pimientos de la huerta asados con leña y bacalao. En forma de torre y acompañada por un mézclum de lechuguitas tiernas y brotes, me hizo tremendamente feliz. Qué ricos esos pimientos, y ese bacalao, y que bien regadito con ese buen aceite de oliva virgen… En fin, que me encantó esta ensalada.
Claro que, la Ensalada de brotes frescos con salmón y queso de cabra -mostrada por mis compañeros- no se le quedó atrás, qué bien compensados estaban todos y cada uno de los sabores…
En la siguiente imagen os muestro el Foie de oca sobre una cama de bizcocho de miel, que hizo las delicias de todos, pero sobre todo de Luz y Roberto. Me pareció un plato tremendamente original y sabroso, cosa rara en mí, porque no soy yo mucho de foie, pero sin duda, el bizcocho combinaba perfectamente con el foie y la salsa de boletus le aportaba la fuerza necesaria al conjunto.
Llegó también a la mesa un delicioso Revuelto de grelos y gambas -mostrado por Rayo y FlashBack- que nos hizo recordar las tierras gallegas. Y para aligerar, esta Parrillada de verduras con salsa de guisantes. Calabacín, pimiento rojo, pimiento verde, champiñones, setas, espárragos, maíz y cebolla… todo en su punto justo. ¿Qué más se le puede pedir? Pues una finísima salsa que lo bañe. También la llevaba.
Me sorprendió el Pulpo a feira con espuma de patata, riquísimo. El sabor que uno espera, con ese pimentón picantito y la sal gorda, pero jugando con las texturas. Pero tampoco me puedo olvidar de estos Chipirones a la parrilla que se servían sobre una cama de verduras y de los que no quedó ni una patita.
Los entrantes nos dejaron un fantástico sabor de boca y era el momento de continuar nuestro periplo gastronómico, esta vez con carnes exóticas. Debo añadir que todas se sirven a la parrilla, pero que además se puede optar por diferentes salsas, nosotros nos dejamos aconsejar y ésta fue nuestra selección. Abrimos con Solomillo de avestruz con foie de oca con salsa de Pedro Ximénez con unas finas láminas de trufa -mostrado por Mario- y un Lomo de reno con salsa de grosellas -mostrado por Sandra-, de éste último nos aseguramos que no fuera de la manada de Santa Claus.
Del avestruz puedo decir que, a parte de pertenecer al grupo de las aves frustradas -por aquello de que tiene alas, pero no puede volar-, su carne no se parece en absoluto a la del pollo, es carne roja y recuerda más bien a la de vacuno, con la ventaja de que no tiene nervios, es más dulce y menos grasa. Fue una de las que más nos gustó, además el foie le iba fenomenal, todo un acierto.
El reno, que por cierto procede de Suecia, también fue de mi agrado. Es una carne tierna con sabor a caza, pero más suave. Si además de buena, como era el caso, tiene menos grasa, más minerales, vitaminas, proteínas y oligoelementos que la vaca o el cerdo… Pues razón de más para comerla. Ahora, eso sí, el reno junto con el kobe son de las entradas de importe más elevado en la carta, superando los 40 € por ración.
Le toca el turno a la carne canguro que, por si alguien no lo sabe, es la recomendada por Greenpeace en lugar de la carne bovina por contrarrestar el calentamiento global. No voy a entrar en detalles porque estamos comiendo, pero la cosa va de ventosidades. Lo que nosotros comimos fue Solomillo de canguro a la parrilla. Fue otra carne de las que más nos gustó, tiene un sabor único y muy peculiar, recuerda ligeramente a la caza, sólo que muchísimo más tierna. La verdad es que hay que probarla, porque su sabor “se asemeja a”, “lo compararía con”, pero en realidad es otra cosa, ¡es carne de canguro!
El Entrecot de bisonte a la parrilla -mostrado por mis compañeros- no defraud. Además al venir a la piedra, da la opción de dejarlo más o menos hecho, a mí me gustó tal cual, porque todas las carnes llegaron a la mesa en su punto justo. Ahora… a quien le guste más hecha es preferible avisar.
Como nuestros acompañantes no habían probado el kobe, decidimos pedirlo y, ahí lo tenéis: Entrecot de kobe a la parrilla. De él ya hemos hablado largo y tendido, para mí es una carne sobrevalorada, pero es como todo, hay que comerla para emitir juicio, porque rica… está rica, para qué vamos a engañarnos, otra cosa es estar dispuestos a pagar 45 €, pero es lo que hay.
El Entrecot de camello con salsa de setas y trufa -en la secciones de Rayo y FlashBack- me pareció tremendamente peculiar porque tiene una textura similar a la carne de vacuno, pero hay que masticarla mucho y fuerte, te da la sensación de que se te va a hacer una bola, pero no, se traga estupendamente, además nuestro camello venía acompañado por una salsa deliciosa. Respecto al sabor, es una mezcla entre cordero y venado. Por cierto, el camello viene de Australia, existen cerca de un millón de cabezas vagando libremente en el desierto y desde hace unos años el gobierno australiano ha decidido comercializar su carne.
Lo que os muestro a continuación es el Entrecot de búfalo con salsa de hongos. Éste es el que más me recordó a la ternera de siempre, estaba riquísimo, tanto sólo como mojado en la estupenda salsa que lo acompañaba.
Regamos nuestra cena con un Mar de Frades 2007, albariño del Valle del Salnés de la D.O. Rías Baixas, que cumplió bien su cometido, y con un tinto de Castilla y León que no había probado nunca llamado Abadía Retuerta Selección Especial 2006, que no sólo paso la prueba sino que lo hizo con nota, va perfecto con las carnes.
Vayamos a por la guinda del pastel, y nunca mejor dicho… porque tocan los postres -rondan los 6 € con IVA incluido-. Aquí me llevé otra vez una -no grata- sino gratísima sorpresa, y es que en el Restaurante La Nova vas de sobresalto en sobresalto gastronómico. Roberto os enseña unas Filloas flambeadas al orujo de naranja, simplemente voy a añadir que sólo he probado unas mejores, las de la abuela Teresa -que por cierto es la abuela de Rayo- y competir contra eso es ir en clara desventaja. Desde luego, a día de hoy son las mejores filloas que yo he probado en Madrid, porque mira que llaman filloa por ahí a cualquier cosa… Luz os presenta la Tarta de zanahoria, y antes de continuar debo decir que no me gusta la tarta de zanahoria, he probado muchísimas, pero nada, no me gusta. Pues bien, me veo en la obligación de rectificar y ahora puedo decir alto y claro, que ésta sí me gusta. Sin duda es una tarta excelente y obligada para todos los que visitéis el Restaurante La Nova.
No defraudó tampoco su Tarta casera de tiramisú, muy suave y nada empalagosa. Como tampoco lo hizo la Sopa de chocolate con helado de frambuesa y frutas silvestres que os muestro en esta imagen, y sino preguntadle a la señorita Luz. Rico chocolate, rico helado, rico todo.
Lo de pedir unos sorbetes fue más que nada para rebajar. Los elegidos fueron de Mandarina al vodka, Limón al cava y Frambuesa al cava. Me quedo con el de Limón al cava, pero eso yo, el resto no estuvieron muy de acuerdo, pero ya sabéis: para gustos se hicieron los colores.
Tras los postres, nos pedimos unos cafés con leche -1.70 € + IVA-, otros sólo con hielo -1.70 € +IVA- y alguno que optó por un poleo menta -1.80 € +IVA-. Los cazamos al vuelo, o mejor dicho a la bandeja -para la foto, claro-. Para acompañarlos, nos invitaron a unos chupitos artesanos de pacharán, licor de hierbas, aguardiente blanco y licor café.
Tengo que terminar ya, pero ahora que estoy mirando las fotografías y recordando la cena, yo no sé si voy a ser capaz de resumir en unas cuantas líneas lo que allí acaeció y lo que disfruté. Veréis, fuimos al Restaurante La Nova con una clara intención, probar diferentes carnes exóticas a la parrilla, con eso ya nos habría bastado. Lo que me encontré fue un “señor restaurante” donde además se ofrecía una cocina más ambiciosa, seria y bien elaborada comandada por Conchi Matilla. Por supuesto, la buena materia prima de las carnes y el dominio de la parrilla está asegurado, pero sin descuidar unos originales entrantes y, desde luego, rematando con unos excelentes postres. Si a todo ello se le une un servicio eficiente y agradable, pues ya lo tenemos.
En conclusión, el Restaurante La Nova no es un restaurante de nueva apertura, tampoco es un sitio chic, ni fashion y no tiene luces de colores, pero de él puedo decir: ¡Qué bien cené allí!
Cucharete: ¡Cómo se han puesto en el Restaurante La Nova mis cucharetes! ¡Y es que La Nova te permite probar todo tipo de carnes exóticas en Madrid! Una oportunidad que merece la pena tener en cuenta cuando queremos salirnos de lo habitual. No es para menos poder degustar carne de bisonte, carne de canguro, carne de búfalo, carne de avestruz, carne de reno, carne de buey de kobe, carne de camello… ¡Y de gran calidad! Además podemos hacerlo mediante su “Menú Degustación” a tan sólo 39,90 €. Mi equipo cenó por 52 €/persona, siete personas con 7 entrantes, 7 platos principales -algunos de ellos superaban los 40 €-, 7 postres, 2 botellas de agua, 6 cafés y una infusión. A lo que tendríamos que añadir 3 botellas de vino -una de 19,40 € y dos de 26 €-. Obviamente hemos pedido excesivos entrantes, y tampoco hemos dejado de lado las carnes más exclusivas de la carta, de otro modo… el importe final hubiese disminuido considerablemente.
Su agradable comedor de tintes rústicos. El atento trato del servicio en todo momento. La posibilidad de degustar una gran oferta de carnes exóticas. La indiscutible calidad de sus materias primas. La esmerada elaboración de sus platos. El pan. Admiten todos los cheques de comida.
Los aseos necesitan una reforma.
4,5
33 comentarios a “La Nova”
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Pues la carne de Kobe que has comido no es mucho mejor q un chuleton de avila o una angus argentina es porqué en realidad estas comiendo carne de Waygo criada en Australia y no verdadera carne de Waygo criada en Kobe, pues esta ultima, la buena, la original, la de verdad en defintiiva, tiene prohibida la comercialización fuera de Japón.
Por el resto … seguro que voy al restaurante !!
Hola Nazgul2,
ya hemos hablado del “Buey de Kobe” en otras ocasiones en el blog, por lo que creemos que los lectores ya lo tienen claro.
Como bien dices, la carne que sirven en España -por ejemplo en el Restaurante La Nova- al igual que en todos los países, es carne de buey raza Wagyu (wa = japonés - gyu = ganado) que en todo el mundo se conoce como carne de Kobe -aunque no sea criada en Kobe, de esa manera tan “curiosa, relajante y comercial”-.
Vayas a donde vayas, ésta será la única carne de Kobe que conseguirás degustar; exquisita, sabrosa, tierna, y muy exclusiva -en cuanto a precio-, y bien distinta en textura y sabor al chuletón de Ávila o a la AnGus argentina, de ahí que merezca la pena probar la raza Wagyu -conocida en todo el mundo como Kobe- aunque bajo nuestro modesto criterio consideremos que está sobrevalorada.
Un saludo.
Me habian hablado de este restaurante, conocido por las carnes, ya que trabajo por la zona, pero nunca habiamos ido asi que animados por vuestro reportaje, explicado con todo lujo de detalles, y que era una ocasion especial reservamos ayer para comer, fuimos cuatro compañeros pedimos la ensalada de brotes frescos con salmon y queso de cabra, los chipirones a la parrilla y el pulpo, buenisimooo, de segundo nos aventuramos con las carnes exoticas tome el solomillo de avestruz con foie y la verdad que me sorprendio su textura suave, estaba delicioso, a mis compañeros les robe un trocito de canguro y tambien estaba muy bueno, la verdad que nos encantaron las carnes.
Los postres riquisimos compartimos el tiramisu que estaba de viiiicio me hubiera tomado 3 más, la tarta de zanahoria la mejor que he probado nunca, muy jugosa, y la sopa de chocolate muy suave no es muy dulzona que con el helado de frambuesa le da un toque muy bueno.
En definitiva, comimos muy bien y a un precio razonable.
Buenas noches.
Acabo de cenar en este restaurante despues de una velada en el teatro. Me estoy tomando un Gin-Tonic en casa y volviendo a leer vuestros comentarios los cuales me fascinaron y me hicieron leer durante varios días vuestras criticas.
Quería que fuese una noche diferente. Nunca antes habia ido con mi mujer al teatro ni habiamos probado algunas de estas carnes exoticas que ofrezen en el restaurante.
Habia reservado para las 22h aunque la obra de teatro acabo tan pronto que a las 21h ya estabamos tomando una cerveza y un refresco (con un poque de queso muy rico por cierto) en la pequena barra en la entrada. El maitre no nos puso ninguna pega por bajar a cenar antes aunque ya en la entrada parecia o ser muy serio o tener un mal día. La camarera de la barra muy amable intentando entablar una conversación con nosotros aunque al hablarles de vosotros no tenía ni idea de que le estaba hablando.
Bajamos yo algo más ilusionado que mi mujer por provar algo nuevo. A mi mujer no le va eso de probar cosas raras por lo que el restaurante era ideal ya que tenian cosas normales como dice ella que si que le gustan.
Somos los primeros y unicos en todo el comedor y tenemos cuatro camareras y al maitre pendientes de nosotros. Mientras elegimos, por fin!!! llegan más clientes ya que nos empezaban a agobiar tanto personal del restaurante (claro que culpa nuestra por ir tan pronto) Pedimos: mi mujer los huevos rotos con jamon (tipico) y yo la ensalada de brotes frescos con salmon y queso de cabra (algo ligerito para poder reservarme para la carne). De segundo consigo que mi mujer pida el kobe (asi tambien lo probaba yo ) y yo me aventuro con el solomillo de canguro. Nos dejan bastante tiempo entre los dos primeros platos lo cual no estaba nada mal. Deliciosos los dos platos y unas porciones justas ni mucho ni poco. Bueno hay que decir que suelo comer bastante bien y aprovechando el aceite y la sal en la mesa iba untando un poquito de pan de vez en cuando. Me encanta!!! No esta mal el detalle de la botellita.
Pero se notaba un ambiente un poco raro entre el personal y de vez en cuando en el pasillo del que sacaban la comida se escuchaba alguna palabra más alta que otra por parte del maitre.
Por fin nos traen las tan esperadas carnes. El Kobe estaba muy bueno pero como decis vosotros se paga más el nombre que otra cosa. Aunque si me lo puedo permitir en otra ocasión repetire para poder comparar. El canguro me resulto algo fuerte y no creo que lo repita otra vez. Nos trajeron salsa chimichuri y sal despues de que acabaramos el kobe y solo nos quedaran 3 trozos de canguro. Algo tarde aunque tampoco es muy necesario para degustar el puro sabor de la carne. Yo tambien soy un carnivoro impedernido!!!! He acompanado la carne con la unica media botella de vino (mi mujer no le gusta el vino) que tienen en la carta, un tinto rioja. Es una pena que no haya algo mas de seleccion pero bueno tambien suele ser habitual en otros restaurantes. Por cierto muy bueno el tinto rioja crianza.
Pedimos los postres: mi mujer tarta de queso que no deja ni las fresas que vienen de decoración y yo pido la sopa de chocolate blanco aunque me traen filloas (menuda bronca de nuevo sale del pasillo). Al final sale mi esperada sopa de chocolate blanco que tenia un toque raro cada vez que tragaba que la probaba, a mi mujer le paso lo mismo por lo que decidimos dejar el plato lleno.
Le pregunto a la camarera los ingredientes de este postre y efectivamente me confirma tras preguntar ya que ella no sabia contestarme que se trataba de chocolate blanco con helado de frambuesa. Le pregunto si el chocolate lleva algo ya que tenia un toque raro al final y me dice que no. En cualquier otro sitio te hubieran preguntado si no te habia gustado y te habrian ofrecido otra cosa. Yo tampobo insisti mucho porque despues del incidente de las filloas….
Las camareras parecián todas estar en su primer día de trabajo y poco convincentes a la hora de ayudarte en la elección de los platos y poco profesionales en general como hubiese esperado de un restaurante que lleva funcionando tanto tiempo.
Al principio mencionaba que me estaba que me estaba tomando un gin-tonic y supongo que es para olvidar un poco esta experiencia.
Supongo que simplemente fue mala suerte esta noche y para nada dejare de leer vuestras criticas ya que creo que la proxima estare de acuerdo con vosotros, no puede ser con todo lo bien que explicais y todo lo que probais de la carta cada vez que vais a un restaurante falleis en todos. Aunque sea la primera vez que escriba no creo que sea la ultima ya que facilmente podria ser uno de vosotros por lo que disfruto comiendo. Muchas gracias por estar ahi!
El día de san Valentín estuvimos cenando dos parejas en este restaurante y la verdad que el trato del maître fue súper amable y correcto pedimos el menú degustación y ami novia que no le gustaba las entradas que tenia se las cambio por las que ella eligió de la carta muy amablemente y nos recomendó un vino de Valladolid que esta fuera de la denominación de origen Ribera del Duero aun precio mas que razonable con una excelente calidad.
El trato de las cameras fue bueno y amable aunque si parecían un poco despistadas una de ellas me comento a la pregunta de donde Traian la carne de Canguro que no lo sabia que era su primer día, se lo pregunto al Maître y me digo que de Australia.
Probamos la Carne de Avestruz , Canguro , Buey gallego y Búfalo y os recomiendo probar la de Canguro, es la que mas me sorprendió con una textura suave y con un sabor al vacuno esta muy bueno.
Como veis no estoy nada de acuerdo con ENTROIDO Yo también me tome un Brugal con coca cola y mis amigos unos chupitos con nos invitaron, puedo decir con el cubata de Brugal me lo sirvieron en una copa de balón con un poquito de limón exprimido, cuando por ahí te lo sirven con una rodaja de limón y alguna vez esta revenida, así que un 10 para el personal de la Nova
Os lo recomiendo ….
Gran noticia cuando he leído este artículo porque fui a este restaurante hace muchos años por lo de la carne de avestruz cuando era algo desconocida y me gustó mucho el sitio. Pensaba que lo habían quitado porque o bien ha estado cerrado o me equivoqué de lugar pero es una buena noticia para mi su existencia.
Un saludo
Hola, somos una pareja de A Coruña y la verdad es que siempre sacamos pecho cuando se trata de hablar de gastronomía y es que en Galicia se come muy bien. Concretamente Lugo tiene la fama por su mejores carnes, aunténtica ternera Gallega. Siempre los gallegos solemos decir “para comer Lugo”. Pues bien, el fin de semana pasado nos fuimos de escapada a Madrid y el mismo viernes por la noche buscando un sitio para cenar, cerca de nuestro Hotel, pasamos por delante del Restaurante la Nova y por el aspecto de la fachada y su nombre pensamos que se trataba de un Restaurante con acento Gallego, entonces nos decidimos a entrar.
Sólo os puedo decir que acertamos de pleno. No sólo tenía acento gallego sino que el dueño era de Lugo. Para cenar tomamos una ración de verduras a la parrilla, una ración de carpaccio (carne cruda, que nosotros nunca habíamos probado y que volveremos a probar), una ración de queso provolone y una degustación de 3 carnes (Avestruz que nunca habíamos probado y nos sorprendio muy gratamene, Canguro que tampoco nunca habíamos probado y por supuesto el buey), todo bañado con un vino de rioja y además acompañado de un pan buenísimo. Todo estaba muy bueno pero lo que más me llamó la atención fue la carne de buey, joder si es que estaba mejor que en cualquier sitio de Coruña y me atrevería a decir que en cualquier sitio del mismísimo Lugo.
Mi mujer y yo nunca pensamos que pudieramos volver a Coruña diciendo “que bien se come en Madrid”…
Ya estamos deseando hacernos otra escapadita a Madrid, sobre todo yo para comer carne de Buey… manda huevos… Hablando de huevos, el camarero también nos ofreció hacernos un huevo frito de avestruz, pero eso al final no lo probamos, lo dejamos para la próxima escapada. Ah y por último comentaros que en cuanto al precio no nos pareció en absoluto caro, además nos invitarón a los segundos cafés y a una copa. Si os tiráis el rollo un poquito con el camarero y le decís que Lugo es la ostia, seguro que también os invita a la copa.
Hola.
Una amiga y yo estuvimos cenando hoy por la noche en La Nova.
No íbamos muy decididos en que pedir, así que nos decantamos por el menú de degustación para probar un poco de todo.
En el menú de degustación no se elijen los primeros, te puede tocar cualquier cosa de su carta y desde mi punto de vista tuvimos bastante suerte. Por este orden fueron llegando ensalada de brotes, salmón y queso, revuelto de setas y pulpo con espuma de patata. La ensalada muy buena, el queso de esta impresionante y el salmón muy bueno también. El revuelto de setas muy bien, me encantan las setas y me encanto el plato, la única pega que la base de pan tostado que trae estaba demasiado tostado y se notaba en el sabor si lo comías. El pulpo muy bien también, la espuma de patata no me convenció y creo que podría haber venido a un lado en vez de base, pero muy bueno en cualquier caso.
De segundo ponen cuatro tipos de carne servidos en dos veces, primero avestruz y canguro y después búfalo y buey. Las carnes vienen poco echas como a mi me gustan sobre una bandeja caliente para que las dejes a tu gusto. El avestruz no me convenció del todo, algo fuerte de sabor, el canguro me pareció exquisito. El buey tampoco me convenció del todo, sabor propio de la carne de buey pero esto seguramente es por mis gustos en cuanto a carne y el búfalo si que me gusto muchísimo. Lo acompañan con una salsa chimichurri digamos suave que esta muy buena, aunque yo apenas la probé porque le quita demasiado sabor a la carne. Lo de la bandeja caliente esta muy bien, pero si te gusta la carne poco hecha mejor sacar la carne al plato según llega porque se acaban haciendo demás los últimos trozos y la carne suda un poco si lo dejas en la bandeja caliente.
De postre solo pedimos una tarta de queso para compartir, la cual estaba sublime. Nos encanto y ya no es que no quedasen las fresas que acompañan, es que no quedo ni el sirope de fresa que decora el plato.
Todo perfecto, comida mas que suficiente para dos, el trato y atención de los camareros, el tamaño de las mesas, separación entre mesas, tiempo entre platos. Quizá la única pega que tardaron un poco en traer el primer plato, pero mientras nos pusieron una tapa de queso muy curado que estaba delicioso. Una vez llego el primer primero todo fue rodado en cuanto a tiempos como dije antes.
Este menú de degustación para dos personas, cuatro refrescos y el postre que compartimos nos salio por 71€ IVA Incluido, lo cual me parece hasta barato.
Quedamos encantados con el sitio. De lo mejor en cuando a precio/calidad/servicio que he visto en mucho tiempo.
Volveremos sin duda alguna.
Un saludo.
vamos a probar la cocina de LA NOVA,un saludo,uwe
hola .sabado estuve cenando en la nova un 10 para cocina y 10 para camareras.una morenita violeta y rubia Ines .la rubia muy profesional y la otra tiene que aprender mucho pero las dos son un equipo.un 10 para vosotras chicas seguro volveremos.mesa redonda un saludo
Buenas, siguiendo los consejos de cucharete, invité a mi mujer por mi cumple a este restaurante. Nos pedimos un par de entrantes, una ensalada de pimientos asados bastante rica, y un queso provoleta a la parrilla tambien bastante rico. De segundo aprovechando la oferta del vino, pedimos un solomillo de avestruz y otro de canguro en salsa de Pedro Ximenez. El de avestruz, no estaba mal, no era para tirar cohetes pero bueno; lo malo fue el de canguro, lo pedí poco hecho, para poder disfrutar del sabor de la carne y me trajeron la carne poca hecha, pero en un plato normal, con lo que estaba no fría sin helada, además, venía totalmente cubierta de una salsa tipo Ketchup (no sé donde estaba el Pedro Ximenez) con lo que tuve que escurrir la carne para saborearla. El postre, invitación de la casa por cucharete realmente muy bueno. Dos cafes yuna botella de agua se sumaron a la factura, que en total teniendo en cuenta lo que pedimos (sin vino y sin postre) ascendió a 79 euros. El parking en Fernandez de la Hoz tambien salió gratis por dos horas, y menos mal, porque he ido a otros restaurantes donde en resumen he comido mejor y por el mismo precio sin invitacion, es decir pagando yo el vino y el postre.
Por cierto un cambio en la luz del local lo haría mas agradable, ya que es bastane cálida (no usan luz blanca) pero escasa, las fotos están mas claras que la realidad.
Como cosa curiosa tienen un revuleto de huevo de avestruz por casi 50 euros que sirve para comer como 6 o 7 personas. La mesa de la lado lo pidió, eran 3, y se dejaron mas o menos la mitad, y no cenaron nada mas.
Pues yo estuve con un grupo de amigos de 15 personas
Tomamos distintos primeros y un segundo plato cada uno
yo tome solomillo de canguro con salsa de pedro ximenes y laminas de trufa y puedo decir que estaba exquisito nos invitaron al vino tomamos 6 botella , también al postre. Filloas muy ricas a si que no se que puedo decir del Restaurante mas que darle las gracias por su atención con nosotros y recomendarlo
La cocina es buena.
Lastima que aya gente que no sepa agradecer los detalles que através de cucharetee nos invitan.
No sé si el comentario anterior es una critica al restaurante o a mis palabras, pero lo que tengo clarisimo es que precisamente si elegí ese restaurante fue por la opinión de cucharete, y por supuesto que se agradecieron las invitaciones debido a esta página, creo que en ningún momento expreso algo distinto, de lo que si me quejé es de la preparación del solomillo de canguro. No se puede presentar un solomillo frío y bañado en una salsa tipo barbacoa, otra cosa hubiera sido que la salsa hubiera estado en mucha menos cantidad, no hubiera tenido que apartarla para poder saborear la carne. Palabra que parecía una costilla decualquier restaurante tipo tex-mex.
En fin, lo que está claro, y más en cocina, es que las cosas no siempre salen bien, y creo que si alguien lee mi critica anterior, en ningún momento hablo mal de restaurante, solo expongo los hechos.
Por cierto no estaría de mas que antes de criticar una opinión, se expusiera la comanda, el precio final y la opinion de todos los platos, no solo de uno.
Estuve cenando el martes 26 para aprovechar la oferta en esta, prácticamente, última semana que quedaba.
Fuimos 4 personas y como era para cenar y al día siguiente había que madrugar solo pedimos dos entrantes para compartir y así poder pasar una noche menos pesada: pulpo sobre espuma de patata y chipirones a la plancha. Ambos muy buenos aunque quizá algún trozo del pulpo estaba un poco más duro.
De segundos pedimos canguro, búfalo, buey de Nebraska y buey gallego. Nos gustaron mucho todas las carnes aunque yo probablemente no sepa apreciar todas sus diferencias.
De la invitación todo correcto. El vino puede que estuviera un poco caliente para mi gusto aunque yo no suelo beberlo y las filloas a mi no me gustaron mucho. No estaban malas pero tenían un sabor muy fuerte para mi.
Además nos invitaron a un chupito servido en un mini vasito de chocolate.
Me dio un poco de pena que el restaurante estaba casi vacío. Solo había otra pareja que empezó y terminó antes que nosotros y nos quedamos solos. No soy de los que les gustan las multitudes y así es más tranquilo, pero se pierde un poco de ambiente.
El Viernes 29 de Mayo estuvimos en La Nova. Me gustó bastante, aunque es cierto que, excepto la camarera rubia que era muy espabilada, los demás camareros dejaban que desear.
La ensalada de salmón y queso estupenda y las carnes (avestruz y canguro) con salsa de foia, estaban riquisimas.
En el sorbete de mandarina con vodka se pasaron de vodka. Cuando tomo copas suelo pedir vodka con naranja y yo creo que jamás me he tomado un pelotazo tan fuerte como este sorbete.
Recomendable
¡Ninillas! ¡que hierbas es con “b”! (mira el final de tu crítica)
P.D. ¿Qué hay que hacer para entrar a formar parte del equipo de cucharete? xDDD
@David, tienes toda la razón, ya está corregido. ¡Hacía daño a la vista y todo esa “v”!
¡Todos vosotros formáis parte de Cucharete! Vuestros comentarios son tan importantes como los nuestros.
Hola, nueva escapada con mi mujer a Madrid y visita obligada a la Nova. Fuimos al teatro pero me quede dormido nada más empezar la obra, menudo rollo, que no me acuerdo ni como se titulaba y es que desde que salimos de casa (La Coruña) estaba soñando con el solomillo de buey de la Nova y lo del teatro fué la escusa para llevar a mi mujer a Madrid y para que no me fuera todo el camino rallando la cabeza con “jo yo quería ir a la playa…” en fin que os voy a contar a los que estéis casados.
Al grano, llegamos a la Nova y el Camarero nos conoció… y se acordaba que nos quedamos con ganas de probar el huevo de avestruz y sin pedírselo nos los trajo con lo cual nos quedamos sorprendidos, muy sorprendidos cuando además en la cuenta no nos lo cobró. Desde luego por Coruña no estamos acostumbrados a estos detalles en los restaurantes.
Cenamos de “pm” con perdón. Nos dijo que había una promoción y que nos invitaba también al vino… total que después de cenar le pregunté donde había algún sitio cercano para tomarnos una copa que le queríamos invitar y nos mando a “las bridas” que está a 300 metros del restaurante. Como no, los camareros de “las bridas” también paisanos, de Lugo. Y allí estuvimos con el camarero de la Nova y su mujer que resultaron ser los dueños de “La Nova” hasta las 4 de la mañana…
Hola, ayer jueves hicimos una reserva para 8 personas en La Nova. Fuimos con la promoción de Cucharete, aunque también la tienen en el propio restaurante (en la web se puede ver). De hecho el texto de la promoción está copiado casi al dedillo de aquí.
Como resumen diré que la presentación y calidad de los platos era bastante alta. No obstante, la cantidad era bastante diferente a las fotos que podemos ver en esta entrada, sobre todo en el postre. No llenaron el plato ni a la mitad, en cambio a los cucharetes les pusieron el plato bien lleno
Otro cantar fue el servicio, bastante seco en todo momento y con algún detalle “raro” como ponernos los primeros encima de los platos que ya teníamos. A la hora de la cuenta vino lo realmente sangrante. Como he comentado, éramos 8 personas, con lo cual nos correspondían 4 botellas de vino, pero sólo consumimos 2. Pedimos dos botellas de agua (a más de 2 € la unidad) y nos aparecieron en la cuenta. Vamos, que también fue nuestra culpa el no reclamar las dos botellas que nos faltaban. Pero fue un detalle feo. Del mismo modo, 13 € por 8 panecillos me parece algo excesivo.
En general nos fuimos con una sensación agridulce, si el servicio hubiera sido más amable la cosa habría cambiado bastante.
PD: si acudís entre semana a la hora de comer recomiendo pedir el menú del día, que incluyendo alguna carne exótica, son 19 € con primero, segundo, bebida y postre. A nosotros se nos fue a 37 € por persona… y eso que nos regalaban el vino y el postre…
Quiero empezar dándoles las gracias a Raúl y el resto de sus amigos por elegirnos para su comida del jueves.
Con referencia a la crítica que nos hace, en relación a que la promoción que acordamos con Cucharete.com es la misma que la que tenemos colgada en nuestra pagina web oficial del restaurante, entendemos que… además de a todos los lectores de Cucharete, queríamos obsequiar también a todas aquellas personas que visitan nuestra web oficial, y de ese modo, beneficiarse del vino que muy amablemente pone la Bodega Rioja Vega para esta espectacular promoción de Cucharete, si no fuera por esta Bodega, no podríamos tener este detalle con los lectores de Cucharete -y ampliarla a los que visitan la web oficial del restaurante-. Aprovecho estas líneas para darle las gracias a su Director.
Respecto al vino, estoy completamente seguro que si reclaman a nuestro personal las 2 botellas de vino que faltaban en su cena, se las servirían amablemente, ya que muy pocas veces, o ninguna, tenemos reclamaciones sobre su comportamiento profesional, lamento que en esta ocasión no haya sido así.
Sobre la cantidad de los platos, diré que nada tienen que ver con el cliente, no han variado nunca. Las raciones de carnes son, más o menos, 225 grs. - 250grs.
Respecto al postre, alguna vez podrá variar el montaje en cocina, nunca la calidad ni la cantidad del mismo.
Aprovecho para darles las gracias a todos los lectores de Cucharete.com que han pasado por nuestro restaurante.
Oliveros Fernández
Restaurante La Nova
* Cucharete.com garantiza la autoría de este comentario por parte del restaurante La Nova.
Nosotros estuvimos hace un tiempo ya en este restaurante…. Como un año o así.. En aquel momento decir que la carne estaba divina..
Pero lo que es el trato dejó que desear.. no sabemos si porque eramos la única mesa de dos que tenían.. Pero no nos trataron muy allá..
Eso si la comida está muy buena.
Lamentable.
No he llegado a comer ahí porque lo que me sucedió fue lamentable.
Si tratan así a la gente antes de entrar, cómo la tratarán dentro.
Reservo con casi una semana de antelación para el lunes 7 de septiembre a las 22:00 horas. Me piden nombre y teléfono, que quede claro.
Llego el lunes y me encuentro el restaurante cerrado y un cartel que dice “hoy hemos cerrado por una avería en el suministro de agua pero mañana abrimos”. Veo que hay gente, llamo al timbre y ¡no me abren!
Así que arruinan mi cena de cumpleaños, con lo sencillo que habría sido llamar para avisar.
Unos verdaderos
palabra no permitidaYo estuve con mi mujer el día 8 de Septiembre cenando me trataron muy bien había dos camareras muy agradable simpáticas, tomamos un Menú Degustación que nos sirvieron tres entradas. un Tartare de salmón un revuelto de ajos tiernos un miscuit de puerros con foie y caviar Y como plato principal Degustación de carnes de Avestruz, Canguro, Búfalo y Buey ,Tomamos dos postres ,agua y café y pagamos 66€ calidad precio me parece bien ,lo recomiendo
Hola Cucharete! Veo que has probado todo y mas!!!! pero solo un pequeño detalle a tener en cuenta.
Daña la vista que las fotos sean tan buenas, debido a que los platos se ve que son frescos, ricos y etc….. pero QUE ES ESE MANTEL!!!!!!!!!!!! SOBRE PLATOS TRANSPARENTESSSSSSSSSSSSSSS
Perdona! es que no lo puedo remediar!!! Todo parece excelente, y ademas se nota que los dueños les interesa mostrar lo bueno que es todo lo que hacen en la casa, pero no mereceria especial atencion, si los platos fueran en otro color, aunque sea Blanco! o que cambien a blanco los manteles, de forma que al servir el exquisito plato, se luzca en su plato transparente.
Seguro que pasare uno de estos dias, y ya te contare mi opinion, aunque yo, seguramente solo tome Coca Cola, pero algun acompañante degustara el recurso de este mes!
Gracias Cucharete y Suerte!!!!
Ya he podido disfrutar de la promoción de la comida de los domingos y, resumiendo, hemos tenido una muy buena comida a un precio bastante ajustado para el tipo de local del que hablamos.
Fui con mi pareja así que éramos dos personas. Al inicio, como comentáis, nos trajeron esos tres entrantes: dos platos con el carpaccio salmón y escarola/lechuga, dos platos con el micuit de puerros/gambas/caviar y un plato con el revuelto de ajetes y setas. Los primeros eran un plato para cada uno y el último un plato a compartir, las raciones eran más que suficientes teniendo en cuenta que eran tres entrantes.
El plato del salmón entraba muy suave y era bastante simple, aunque tenía toques de sabor geniales (pimiento confitado, pasas y pipas de calabaza en la “ensalada”, etc). El micuit de puerros tampoco estaba malo, aunque personalmente perdía en comparación con el fantástico revuelto de ajetes/setas. Quizás sea por gusto personal o porque es algo repetitivo comer dos “pasteles” seguidos, pero el revuelto de setas estaba delicioso y era sin duda la estrella entre los entrantes.
Para ayudar al estómago a digerir todo esto nos trajeron el litro de vino de la casa, una botella de 2 litros de agua mineral y dos panes, todo incluido en el precio. No soy muy de vino pero no estaba malo, se dejaba beber
Luego vino el plato fuerte, las 4 carnes a la parrilla. Básicamente, eran 4 entrecots (uno por animal) bastante gruesos, cortados en 4/5 trozos, servidos directamente en una miniparrilla y acompañados de una salsa de hierbas y sal maldon para aliñar al gusto. Sobre la cantidad, muy razonable, mi novia incluso se dejó carne porque estaba llena. Sobre el sabor, cada filete tenía su propio punto, y si eres un apasionado de la carne la Nova es un sitio aconsejable sin duda, al menos para probar nuevos “horizontes”.
Luego vino el postre, uno por cada uno y, al contrario que lo que ponéis en la promoción, elegidos totalmente por nosotros. No sé si sería que la promoción está cambiada o que la chica que nos sirvió (muy maja, por cierto) no lo tenía claro, ya que era el primer día de la promoción.
Nos fuimos a lo seguro y elegimos una tarta de queso y una tarta de tiramisú. ¡Sublimes! Y las raciones, gigantes, no ya para una promoción de estas sino incluso para un postre de carta. A pesar de que ya estábamos llenos, los postres estaban tan buenos que hasta rebañamos la mermelada. Por cierto, la tarta de tiramisú era muy alta y empachaba un poco más por el chocolate, mientras que la tarta de queso era más baja pero venía llena de mermelada de fresa, lo que la hacía más ácida que la otra.
Para rematar la velada nos tomamos el chupito a elección, en este caso de manzana. A pesar de llevar alcohol estaba muy suave y, cómo no, delicioso.
Algunas notas adicionales:
- ¡El menú Cucharete está indicado en la carta! Aparece al final, debajo del menú de Degustación de 23 euros, y como título pone “Cucharete”. Así que cualquiera que vaya, aunque no lea Cucharete, puede pedir este menú
- No pude degustar como quisiera la comida porque justamente horas antes pillé la gripe, así que mis sentidos no estaban 100%.
- Además llegamos tarde porque nos pilló la Vuelta a España, gran fallo por nuestra parte que nos costó hora y media de atasco para luego ir en metro. Ya fuera por eso o por la falta de clientes, el restaurante estaba bastante tranquilo, y había unas cinco mesas ocupadas mientras comíamos.
- Aunque los domingos no hay problemas para aparcar en la zona, el restaurante creo que te incluye dos horas de parking en un parking de al lado.
- Si queréis fotos, mirad las que hicieron Cucharete, porque los platos son exactamente iguales. Supongo que las demás semanas cambiarán, pero esta primera eran los platos que dijeron.
- La cuenta final, 49.99 euros por los dos.
- En definitiva, un buena lugar para comer un domingo especial, yo lo veo más con la familia, pero si tienes amigos o parejas que les guste comer, es un buen plan.
¡Hola Víctor!
¡Vaya pedazo de comentario! Nos alegra que hayas disfrutado -tal y como expones- del “Menú Exclusivo Cucharete” que el Restaurante La Nova ha elaborado para nuestros lectores durante 30 días a 25 €/persona con todo incluido y manteniendo la calidad y cantidad en todas sus raciones. ¡Chapó!
Por lo que comentas, el restaurante ha decidido plasmarlo en su propia carta… ¡Y con nuestro nombre nada más y nada menos! ¡Madre mía! ¡Qué lujazo para nosotros! ¡Estamos pensando en ir a hacerle una foto a la carta de recuerdo!
Nos alegramos mucho y nos sentimos muy orgullosos de que el restaurante La Nova colabore con iniciativas de este tipo, de las que merecen la pena, pues nos ayudan a todos en estos tiempos de crisis. ¡Y sin olvidar que toda la semana hay una botella de rioja crianza gratis para vosotros! ¡Qué seguro que eso no estaba en la carta!
¡Un saludo!
¡Magnífico restaurante! Fui con mi pareja a probar el menú cucharete y fue todo estupendo. El trato inmejorable; la comida riquiiiiiisima, toda. Estoy deseando repetir.
Por cierto, el sitio muy bien decorado a lo rústico y los manteles le dan un toque cercano que ¡me encanta!
Una buena oferta
La relación calidad/precio es, sin duda, lo más destacable del «menú gallego», publicitado también por Cucharete. Quizás podría mejorarse la algo la cocción del pulpo y la presentación de la parrillada de carnes (una distribución más cuidadosa en la bandeja: también se come con los ojos), pero son detalles de menor importancia frente a los muchos aspectos positivos: el buen corte del jamón, la calidad y preparación de las zamburiñas, el sabor auténtico de los cachelos, la variedad de las carnes y el buen punto de lacón, con sus grelos a punto. Quizás las cañas rellenas del postre también puedan tener un punto mejorable, especialmente en su textura. El vino correcto. Los camareros, atentos y muy amables. En suma, una grata experiencia. Para otra ocasión queda la prueba de carnes exóticas.
(Para los editores de Cucharete, una observación: los avisos móviles que colocáis en la página, aunque son útiles desde el punto de vista informativo, dificultan mucho la lectura y más aún la escritura de comentarios; tal vez deberías estudiar un poco su ublicación. Por lo demás, vuestra labor de recomendación gastronómica sigue siendo muy útil y bien informada. Que no decaiga.)
Muy buen sitio y muy buena la comida, bastante cantidad, nos sobró, no podiamos ni con el postre. Os lo recomiendo, buena atención, y buena calidad-precio. Salimos muy contentos asique repetiremos!!!
Hola a todos:
Puesto que somos unos carnívoros apasionados, fuimos 6 amigos a cenar al Nova para ponernos morados de carne.
La oferta nos parecía excelente, pero no nos fiábamos mucho. Y aunque en general estuvo bien, si es verdad que no es oro todo lo que reluce, o como dicen, nadie da duros a peseta.
Los entrantes están bastante bien, el pulpo a la parrilla muy bueno, la parrillada de verduras excelente, el foie con setas buenísimo, pero las anchoas bastante normalitas, tirando a vulgares.
La carne, pues bien, mal y todo lo contrario. De los 3 tipos que te sirven, diré que la cadera no nos gustó mucho, el lomo normal y lo mejor fue la picaña.
Quizá sea que estamos acostumbrados a otros sitios con una carne excepcional (pero claro, el precio también lo es) y esta nos decepcionó un poquito. Aparte que cada vez, traen un plato muy pequeño (poca cantidad) para los 6 que íbamos y que se enfriaba enseguida, con lo que los 2 que les gustaba la carne más hecha, tuvieron problemas. Cierto que puedes repetir todas las veces que quieras, pero pierdes mucho tiempo entre plato y plato. Quizá deberíamos haberlo dicho y pedir 3 platos cada vez.
Los postres buenos, sin sorprendernos en nada, y el vino, era una apuesta segura con un Mataromera.
Estuvo bien lo de la oferta de Gin Tonics Premium a 6 euros, aunque solo tienen 3 marcas de ginebra, Hendrix, London nº 3 y la otra no la recuerdo. El problema es que nos cargamos la ginebra con la tónica que nos ofrecieron, la Nordic Blue, que nos llamó la atención al ser azul, pero mataba a la ginebra.
En resumidas cuentas, experiencia aceptable, dependiendo de tus expectativas. Si valoras la cantidad, está bien, si buscas una carne de primerísima calidad, se puede quedar corto.
Pero como siempre digo, esta fue nuestra opinión y que para gustos los colores.
Muchas gracias a los compañeros de Cucharete por la página, las infirmaciones y las ofertas que ponéis de las cuales ya hemos disfrutado unas cuantas.
Mick
Hola amigos,
Ayer estuvimos en este restaurante y este es nuestro comentario:
Atención: un 2. Atienden de pena. Parece como si les estuvieras haciendo un favor. Muy desagradable el trato. Muy muy poco profesionales.
Local: no está mal.
Comida: las hamburguesas, pues bueno, no es que sean una gran maravilla, pero están pasables. Nosotros pedimos: 2 vinos + 3 cervezas + ensalada de salmón (estaba pasable)+ hamburguesas (pasables) + carnes (varias, en plato caliente, regulares) + panacota (muy mala) por un total de 60€. Barato no nos pareció, ya que la calidad es bastante regular. Si a eso le sumas que no te sientes cómodo porque el trato no es bueno, el resultado es que resulta caro.
Sinceramente nosotros no volveremos. Hay sitios que por ese dinero te tratan de maravilla y el producto es bastante mejor.
Nuestra valoración es de un 5,5 sobre 10, y no entendemos como les dais una valoración tan alta, puesto que no lo vale.
Saludos a todos.
Buenas tardes!
Hace mucho que no vengo por aquí a dejaros una opinión.. Pero creo que hay que hacerlo para ir renovando cositas de los sitios.
Reconozco que este sitio lo conocí por vosotros, que la carne en su día me pareció bastante buena, algo diferente que probar.. Estuve un par de veces con mi pareja de entonces..
A día de hoy lo tengo más a mano, porque mi nueva pareja vive muy cerca de este sitio y un día por la noche, que no sabíamos donde ir, se me ocurrió decir de ir a este restaurante, en que hora!
El sitio era un sábado y estaba totalmente vacío.. Entramos y no había nadie, NADIE en la puerta, ni cercano a ella, al final se asomó una cocinera (Supongo por el traje) a la que parece que asustamos por estar en la puerta esperando y le preguntamos ¿Para cenar? y ella nos dijo, “si un momento” y metió un grito para dentro de la cocina.. Al rato salió un señor que nos dijo que nos sentáramos donde quisiéramos.
Pedimos una cosa de primero, que no recuerdo que era, que no tenían.. al final pedimos parrillada de verduras, pedimos el mix de carnes que hay para probarlas y tomamos agua para cenar, la cena salió por 60 euros.. sin postres, ni cafés.. Pero claro por persona son 22 euros las carnes, así que más o menos era de esperar..
La parrillada de verduras, sencilla, sin más, pero es que yo personalmente nunca había visto que en una parrillada hubiese lechuga a la plancha!!, hace pensar de veras, que no tenían nada más para rellenar el plato y pusieron eso para decorar.
Las carnes, estaban buenas, pero realmente no tanto como yo recordaba, estaban a la plancha en algún caso (creo que fue el buey) estaba realmente sin hacer, Vale que la carne al punto me gusta, pero sentir que el animalillo va a salir corriendo, no me gusta.
Lo dicho, demasiado caro, para lo que están ofreciendo. Me he desanimado mucho con este restaurante, creo que no volveremos.
Un saludito
Nenufar.