El Racó Gallego (Calpe - Alicante)
17 Agosto 2007 por Cucharete - Este artículo ha sido leído 33,749 veces
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Plaza de la Villa, 17
Calpe (Alicante)
96 583 86 31
20 - 30
Un restaurante gallego con aires rurales en un enclave de auténtico lujo, su terraza permite disfrutar de los sabores del norte -incluidos los mariscos- en la misma Plaza de la Villa. Dispone de un amplio abanico de platos a degustar asà como de numerosas recomendaciones fuera de carta según esté el mercado. Se puede solicitar carne de caza por encargo.
3,0
Rayo: Zapato Veloz ya nos avisaba de que habÃa un gallego en la Luna -algo que todos conocemos-, pero lo que seguramente no sabéis es que ¡hay otro en Calpe! y regenta “El Racó Gallego”, uno de los restaurantes recomendados del lugar por su envidiable enclave: su terraza está situada en la misma Plaza de la Villa y comparte una espectacular fachada de piedra -el contrafrente- con el Museo del Coleccionismo, instalado en el interior del emblemático “Torreón de la Peça” y que se nutre con exposiciones de carácter temporal de colecciones procedentes tanto de ámbito público como privado. Durante estas fechas se puede disfrutar de “La cerámica viaja en tren“.
Antiguamente era conocido como “La Plaza”, todavÃa encontramos alguna placa que indica: “Restaurante La Plaza a 20 metros”. La terraza crea un ambiente francamente acogedor, un lugar protegido con el cielo como techo y con una ligera brisa que refresca gratamente a los comensales sin molestarle lo más mÃnimo. Incluso desmontan mesas del comedor interior para situarlas en la plaza según los clientes lo vayan requiriendo. Como os lo definirÃa yo… muy sencillo… se está de lujo.
Visto desde cualquier ángulo, las mesas reclaman nuestra atención.
A la entrada, una pequeña, ordenada y coqueta barra da acceso al comedor interior.
Las paredes desprenden todo su encanto al haber formado parte del pasado y transfieren al lugar un atractivo rural que disfruta el comensal en cada mirada. Los manteles, muy españoles.
Un gran ventanal atraviesa la muralla de la fotografÃa que os mostraba al principio de este artÃculo. Sin duda, una de las mesas más solicitadas -si la terraza está completa, obviamente-.
Pequeños detalles completan la decoración del comedor, que gracias a sus tonalidades cálidas no necesita más que ofrecer una buena cocina, pues el conjunto visual ya tiene al cliente en el bote. Además, la música de Julio Iglesias amenizaba en un tono muy adecuado la cena en cualquier punto del restaurante, incluida la exterior.
Me encanta esta foto: la vista de la terraza desde el interior.
La carta es muy amplia y ofrece: entrantes, ensaladas, sopas, tapas, carnes -muy variadas incluyendo D.O. Ternera Gallega y piezas de caza que se pueden solicitar por encargo-, pescados, mariscos -garantizando que pertenecen a las RÃas Gallegas a precios según mercado y peso- y postres -preparados por ellos mismos-.
De todos modos, hay que tener siempre en cuenta las puntualizaciones fuera de carta de Toni “el gallego”, que brinda a sus clientes lo que considera lo mejor del dÃa. Hacemos caso de la recomendación y dejándonos aconsejar en todo momento nos llega a la mesa un Revuelto de morcilla con piñones que estaba delicioso -excepto para alguno de mis acompañantes a los que no les gusta la morcilla, pero contra eso no hay nada que hacer-.
Minutos más tarde unos Mejillones al vapor, que como suele suceder siempre, es un plato muy veraniego y consigue que el presente disfrute del mismo estrujando una y otra vez su rodajita de limón.
Dos entrantes eran suficientes para cuatro personas, pues las raciones principales que llegarÃan en breve no podÃan calificarse de pequeñas.
Aquà tenéis un plato de la carta: Solomillitos con cebollitas confitadas (300 gr.) acompañados de unas patatas fritas, que según su degustador, estaba en su punto.
Una de las recomendaciones de Toni fue el Bonito a la plancha con base de patata y cebolla confitada y según su “propietaria” -la del plato- estaba muy bueno.
El Lenguado a la plancha (acompañado de unas verduras y unas patatas cocidas) formaba parte de los platos habituales, y en esta ocasión he de decir que estaba fuera de punto, excesivamente “planchado” como pudo apuntarme su “analizadora”.
Por si os queda alguna duda sobre el tamaño de las raciones, echad un vistazo a esta foto en la que sostenemos los platos.
Yo, como no podÃa ser de otra manera, me dejé aconsejar por Toni, que al verme cara de muerto de hambre -la que tengo habitualmente- me propuso un Chuletón, asà sin más, a lo que accedà sin pensármelo dos veces, ya sabéis los que me conocéis que soy carnÃvoro 100%.
Era enorme y venÃa acompañado de unos pimientos y unas patatas, aunque he de añadir que no se me preguntó si lo deseaba al punto o muy hecho y yo por mi parte tampoco me di cuenta de indicarlo pues estaba imerso en la conversación de la mesa. El resultado fue un chuletón excesivamente hecho que no pude disfrutar tanto como imaginaba. En esta imagen podéis apreciar la cara de la que os hablaba más arriba.
A parte de nuestras elecciones, lucÃan en la carta platos como Cordero asado al horno, Merluza de pincho a la gallega y Rodaballo “salvaje” a la gallega a un precio que aunque no alcanzaba el del chuletón era bastante elevado.
Los platos de diferentes clientes llegaban a nuestra mesa, y los de la nuestra al resto de las mesas. La camarera era un completo desastre e iba mesa por mesa preguntando si lo que llevaba entre manos era para allÃ. Se notaba que era su primer dÃa y que nunca habÃa trabajado como tal, pero habrá que darle una oportunidad… seguramente la próxima vez que visite el Racó Gallego o no está o habrá aprendido mucho.
Toni en cambio era muy campechano y su trato directo con los comensales era ocurrente, gracioso, bromista y burlesco a la vez. Una de las frases que más gracia me hizo fue cuando preguntó a una mesa de dónde eran, a lo que respondieron “de padres gallegos, de Vigo” y Toni sin cortarse un pelo dijo: “¿De Vigo? Pero si eso no es Galicia, eso es Portugal” ¡Jajaja!
También -y no sin razón- “denunciaba” una y otra vez mesa por mesa que muchas de las reconocidas marcas de albariño ya no son bodegas, sino verdaderas fábricas de vino. Y aprovechaba para encandilarte con el Aires da Rosa 2006, un albariño con denominación de origen RÃas Baixas, caldo muy correcto pero a un precio algo elevado, 19,75 €.
Ante tal cantidad de comida no podÃamos con los postres, pero optamos por un Variado de dulces que ofrecÃan a 11,75 € para un mÃnimo de dos personas e incuÃan sus postres más representativos: filloa con canela y azúcar, arroz con leche, tarta de queso, nueces caramelizadas con nata, tarta de la abuela y helado.
La Tetilla gallega con membrillo -no incuida en el surtido- era el postre más caro de la carta a un precio de 6,25 €.
Un lugar que os recomiendo encarecidamente porque a parte de disfrutar de una buena mesa, el enclave en el que está situado no tiene precio. No puedo mostraros lo a gusto que se está en su terraza ni con palabras ni con fotos, ¡hay que vivirlo!
Cucharete: Si visitas Calpe y después de un largo dÃa de playa das un paseo por su casco antiguo, vas a “chocar” vayas por donde vayas con la Plaza de la Villa, y allà mismo tienes una de las mejores terrazas para estar a gusto disfrutando de una buena mesa, la del Racó Gallego. Mi equipo cenó por 27 €/persona.
La privilegiada situación de su terraza en la céntrica Plaza de la Villa. Sus recomendaciones fuera de carta. El trato y la atención de Toni “el gallego”.
Deficiencias muy acusadas en el servicio de una joven camarera, aunque obviamente era su primer dÃa y las cosas cambiarán. Algunos platos están pasados de punto.
3,0
3 comentarios a “El Racó Gallego (Calpe - Alicante)”
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No cocnozco el restaurante pero si a TONY su propietario, un profesional hostelero como la copa de un pino, toda una vida dedicada al sector desde
que vio la luz en el Hotel El Progreso propiedad de sus padres. Desde Pontevedra le enviamos un fuerte abrazo y ánimo para mejorar todos y
cada uno de los dÃas, pues siempre se puede mejorar, y aquà tienes todas mis
elaboraciones de platos propios a tu disposición AMIGO. Un saludo y abrazo de Karlitos GSA .
Pasamos el FIN DE AÑO 2006 en éste Restaurante ¡¡¡ nos pareció lo más interesante no solo de Calpe, también de la zona!!! Bien en GastronomÃa y en la implicación de Toni a la hora de confeccionar el menú.
El ambiente inmejorable (cada cliente un amigo), la sobremesa… ¡cada una irrepetible!
Lo mejor, cuando la preciosa plaza se llenó de cientos de residentes extranjeros para celebrar el Año Nuevo con las campanadas del la Iglesia ¡¡¡ es curioso verlos disfrutar cada uno a su manera!!! (cánticos, toques de trompeta, muchos besos y abrazos, situaciones simpáticas… ) y Toni en la ventana más alta, teléfono en mano disfrutando del momento con su familia…
Recomiendo todo, en especial el queso de tetilla gallega (queso en forma de buen pecho de mujer, como dice Toni “Teta del tamaño de una cunha de viño, é boa teta”), y que le llevan sus proveedores directamente desde las queserias de Galicia.
Volveremos, seguro
Hemos estado cenando muchas veces en el racó gallego,el sitio donde está ubicado es maravilloso, de lo más acogedor tanto en la terraza como dentro del local. la comida es muy buena y bien cocinada y que decir del dueño, Toni,es entrañable te hacer sentir como en casa. Os aconsejo que lo probeis por vosotros mismos.