Restaurantes en Madrid

• 14, Belgrave Road
  Londres (Reino Unido)
  +44 (0)20 7592 9911
  15 - 30 (£10 - £20)

FlashBack: ¿Quién dijo que Londres era una ciudad cara? ¿Y que más vale acudir bien alimentado para aguantar el tirón? Ambas afirmaciones estereotipadas cada vez deberían considerarse menos fundamentadas gracias a Pubs Restaurantes como la St. George’s Tavern.

Cierto es que nos encontramos en el país de las cadenas de comida rápida, de los ligeros “lunch” a las 12 del mediodía, pero si buscamos el comer bien a precios asequibles no hay mejor elección como la de escoger una buena Public House, mejor conocidas como Pubs, donde no todo son bebidas alcohólicas o refrigerios.

Es muy sencillo encontrarse en ellas con personas oriundas de la zona disfrutando de sus típicas pintas de cerveza, conocidas así por ser la octava parte del galón imperial o lo que es lo mismo una unidad de medida anglosajona equivalente a unos 0,56 litros.

Siguiendo nuestro horario alimenticio, únicamente coincidiremos en la mesa con ellos si decidimos programar nuestra comida o cena a eso de las 18 horas. Su hospitalidad nos garantiza que a partir de las 12 seremos atendidos gustosamente pero se recomienda no acudir a cenar más allá de las 20 de la tarde o podremos encontrarnos con la cocina cerrada.

Debido a estas razones, el establecimiento se subdivide en diversos espacios a enumerar: la barra, el salón comedor, la bodega en la planta inferior y su terraza de mobiliario de madera resguardada por unos elegantes toldos, perfecta cuando la meteorología nos acompaña.

Gracias a una restauración completa del amplio local y su fachada, decorada en tonos negros y dorados, resulta realmente atractivo acudir a disfrutar de él. Y es que un pub como éste puede llegar a resultar tan acogedor que, de no poner impedimento, podría llegar a convertirse en nuestra segunda casa. ¡Qué se lo digan a sus vecinos!

Su nombre proviene de la leyenda de St. George o San Jorge que cuenta como la ciudad sufría una gran escasez de agua debida a que un dragón había asentado su nido sobre el manantial del cual provenía. Su única elección consistía en realizar el sacrificio humano obligado de la princesa, pero la osadía de este gran héroe que consiguió aniquilar a la bestia salvando tanto a la bella dama como a todos sus súbditos.

Nacido como un tradicional pub de Londres, fue de los primeros en diversificar su actividad ofreciendo además espectáculos de música gracias a el caballero inglés Charles Morton, padre del music-hall, allá por el año 1840. De todo ello ello surgió la idea de combinar en un solo enclave bebidas, comida y actuaciones parar el disfrute de todo tipo de clases sociales.

Ha de saberse, como su fascinante escudo exterior nos indica, su pertenencia al conjunto de propiedades de la familia de Nicholson y sus descendientes, cuyos orígenes allá por el siglo XVIII los situaban como destiladores de Ginebra en el céntrico barrio londinense de Clerkenwell. Un auténtico lugar con historia.

Nos recibe una muy amplia barra realizada en madera, rodeada de sillas y mesas altas en el mismo material. Debido a lo anterior y a la tenue luz de sus lámparas nos sentimos en un espacio cálido, acogedor, como decía antes hogareño.

Dentro de ella se encuentran unos auténticos y profesionales bartenders, de aquellos con los que disfrutas de una sosegada conversación entre pinta y pinta, de los que se nota que disfrutan sirviendo a su clientela, la cual acaba formando parte de su grupo de amigos diarios.

Su indumentaria en color negro, pantalones y camiseta, resulta al mismo tiempo informal, cercana y en consonancia con la atmósfera del establecimiento.

Como cualquier buen local que se precie, dispone de un plato estrella para un ligero lunch inglés a eso de las 12 del mediodía: las Award Winning Sausages, género de salchichas premiadas de forma nacional cuyos proveedores son los maestros carniceros suministradores de la mítica tienda de alimentación Fortnum & Mason, inaugurada en 1707 y situada en Picadilly, y los conocidísimos almacenes Harrods.

Consiste en un plato con precio único de £5.95 (alrededor de 10 €) de este tipo de comida a base de carne picada sobre una base tradicional de puré o lo que es lo mismo, un buen plato de Sausages & Mash de diversas carnes del Reino Unido a elegir entre las señaladas cada día en la pizarra que nos muestra la siguiente fotografía.

Para nuestro placer disponemos en esta ocasión de Cumberland, Pork & Leek, Pork & Guiness, Pork & Red Onion, Roasted Carrot parsnip onion & herb, Lamb & Mint, Scottish Venison Juniper Berry & Gin, Pork & Apple y Pork & Cheddar. ¡Menudo apetito se nos está abriendo!

El salón comedor no es más que una buena combinación de todos esos elementos que nos esperamos en toda costumbrista casa de la isla británica que se precie. Lámparas de baja potencia, cuadros, espejos, asientos de piel y ¡como no! una inevitable moqueta sobre su suelo que, bajo ninguna duda, eleva la temperatura de nuestros pies y nos transmite una peculiar sensación de acogida.

Al fondo del mismo, en una auténtica pizarra que llama la atención por su título Wines, se nos muestra los vinos disponibles tanto para tomar en la barra como para ser disfrutados como acompañamiento de nuestros platos.

Con el fin de acompañar nuestra comida, o cena, disponemos en todas las mesas de aquellas salsas que no pueden faltar para este tipo de cocina: ketchup, brown sauce, mostaza, vinagre, sal y pimienta. La carta viene presentada sobre unas hojas de cartón que le dan un carácter, cuanto menos, entrañable.

Para acompañar al resto de platos decidimos, como no podría ser de otra forma, pedir a nuestro camarero una selección de cervezas Ales, creadas a base de cebada de malta lo cual les da un sabor que afrutado y algo dulce, manteniendo igualmente su cuerpo.

Nuestra elección son las siguientes, cada una en su original vaso: Wells Bombardier, elaborada en Bedford con un aroma sutilmente amargo, Timothy Taylor Landlord, una pale ale originaria de West Yorkshire característica por su un aroma original de lúpulo, Young’s, igualmente de Bedford con un sabor más seco y limpio y Tribute, una ale más moderna elaborada con malta de Cornualles creada para la conmemoración del eclipse solar de 1999.

Mi ellección personal se decantaba entre una Fuller’s London Pride, de las más consumidas en esta ciudad quizás por el orgullo a la tierra que se pertenece -nunca mejor dicho- y la Timothy Taylor Landlord, la cual tenía algo más olvidada por lo cual me decido por esta segunda.

Y he de advertir que es ésta junto con la Tribute, la que más éxito genera entre el resto de comensales que me acompañan. Así de sonriente se muestra Cristóbal siendo el agraciado con la cerveza más deseada de la mesa pero igualmente Miguel Ángel no puede ocultar cuanto está disfrutando con su Wells Bombardier.

Puestos a ejercitar la mandíbula, dedicamos un tiempo a dar un buen repaso a los diversos platos principales o Mains y a dejarnos aconsejar por nuestro simpático camarero.

Con el primero de todos ellos acertamos por completo y es que el Nicholson’s Pie sin duda es espectacular en presentación debido a su corteza de bollo, rellena de piezas a elegir de carne de vacuno o pollo, acompañadas de Timothy Taylor Landlord ale, jamón de Whitshine y puerro. Como acompañamiento unas buenas cantidades de puré de patata, verduras -brócoli y coliflor- y salsa de carne.

No os podéis ni imaginar la expectación con la que observábamos como Miguel Ángel habría este plato tan elaborado. Seguramente de darnos de nuevo la oportunidad ¡habríamos elegido todos el mismo!

Cristóbal, sin embargo, se decanta por las ya comentadas Sausage & Mash en su tamaño Standard (£5.95) aunque también está disponible uno mayor, el Large (£8.95). Unas salchicas de cerdo preparadas con una receta originaria de Oxford servida sobre puré de patatas y salsa de cebolla. Se encuentra además una opción disponible para vegetarianos a base de salchichas vegetarianas, zanahoria y cebolla. Pero no es éste el caso.

Nuestra cuarta comensal acompañante, con un gusto más femenino, elige una de las exquisitas ensaladas, la Tuna Niçoise cuyo ingrediente principal son las porciones de atún acompañadas de trocitos de huevo duro, judías verdes, tomate y patatas cocidas. Todo ello sobre una cama de hojas de lechuga con salsa de vinagreta.

Y esta vez soy yo quien me quedo con la elección más representativa y conocida estas tierras. He de reconocer que llevaba tiempo con el antojo así que no puedo evitar degustar un buen plato principal de Fish & Chips en su versión estándar (£6.95) a pesar de estar disponible además en versión large (£9.95).

Un buen plato de filete de pescado recubierto por una crujiente capa de rebozado cocinada con mantequilla de cerveza y presentado con patatas fritas y puré de guisantes. ¡No me puedo imaginar como es la opción large!

Entre cervezas y abundantes platos nos surge la incertidumbre sobre qué hacer con los postres. Claro que algo tendrá que ver también que hayamos comenzado a comer a las 12:30 después de un gran English Breakfast a primera hora de la mañana. Pero teniendo en cuenta lo satisfechos que hemos salido hasta el momento, nos decantamos por pedir un postre para cada dos.

El primero de ellos, el Sticky Toffee Pudding no tiene desperdicio. Un bollo esponjoso impregnado en un suave licor y recubierto de buena cantidad de salsa de toffee. Todo ello acompañado de helado de vainilla iMi preferido! ¡Exquisito!

Como segunda opción, un detalle para los chocolateros de la mesa, el Giant Chocolate Cake. Un esponjoso bollo de chocolate con relleno de caramelo, bañado por salsa de chocolate, trocitos de brownie y galletitas de chocolate. Acompañado de una bola de helado de Vainilla. ¡Un auténtico deleite para Cristóbal! como se puede apreciar en la segunda instantánea.

Aunque no es nuestro caso, cabe recordar que en la St George’s Tavern podemos disfrutar igualmente de variados cafés y tés tanto como sobremesa como para disfrutar en un momento de relax. Incluso disponen de Hot Chocolate o chocolate caliente ideal para una inesperada merienda.

Como ya advertía al principio el establecimiento dispone de un auténtico Cellar o Bodega donde disfrutar de su Wine & Champagne Bar. A estas horas tan tempranas se encuentra cerrado pero estamos seguros de que nos contaréis vuestra experiencia si acudís a partir de las 18 horas.

Y si al final de vuestra aventura culinaria decidís hacer una visita a los Toilets, recordad que se encuentran en la planta superior tras recorrer una agradable escalera enmoquetada y con algún que otro cuadro en su recorrido.

En resumen, una más que recomendable opción para conocer la oferta culinaria británica en un entorno inmejorable muy frecuentado tanto por nativos como por algún que otro turista que lo encuentra debido a su cercanía con los puntos de llegada a la capital, ambos grupos tratados espectacularmente por su personal. De esos sitios que, aún encontrándote en otro país acabas sintiéndote parte de él inmediatamente.

Ideal para quienes no sólo buscan un restaurante de cocina internacional en los barrios Chino o del Soho. Recomendaré igualmente un establecimiento con una carta similar a orillas del Támesis situado en el punto donde parte el puente del Blackfriars característico por su inmejorables vistas. ¡Nos vemos en el próximo viaje!

Cucharete: Un auténtico e histórico pub británico donde siempre hay una excusa para pasarse a cualquier hora del día debido a su carta de comidas, vinos, infusiones, cervezas, ales y otros “spirits” o bebidas alcohólicas. ¿A alguien se le antoja un buen Gin o Whisky escocés? Mi equipo cenó por £13/persona (22 €/persona).

Su decoración tradicional, la amplia oferta, sus salones, la terraza exterior. Un personal muy agradable y acogedor.

No encontramos grandes innovaciones en la decoración ni elementos accesorios como manteles, servilletas de tela… Paro también es cierto que nos encontramos en una auténtica “public house”.

3,5