Restaurantes en Madrid

¡Qué bien lo hemos pasado! ¡Un sábado para el recuerdo! Espectacular ha resultado la culminación del Vinete de Cucharete disfrutando del premio a los mejores post sobre el evento: ¡El viaje a las Bodegas Arconadas de Castilla! El punto de partida… Plaza Castilla (Madrid), el destino… Aranda de Duero (Burgos), y la meta… la sensacional bodega subterránea del vino Mundo Gay. De modo que, allí estábamos los 23 asistentes listos a las nueve en punto, dispuestos a disfrutar no sólo del sugerente vino que tanto echábamos de menos, sino también de la sensacional compañía. Y no os perdáis el reportaje, pues bebimos… ¡más de 40 botellas!

Esperábamos un microbús, pero como por arte de magia lo que apareció fue un autobús en toda regla, por lo que cada uno de los asistentes contamos con dos plazas para cada uno. Puede que a la ida nos diera igual, pero a la vuelta…. ¡se agradeció muchísimo! ¡Menuda siesta se echaron algunos!

Llegamos sobre las 11 a Aranda de Duero, concretamente a los Jardines de Don Diego, centro neurálgico de la ciudad. Allí estaban esperándonos Fernando y Óscar, los padres del vino Mundo Gay, sí, ese vino que convence a quien lo prueba.

Desde allí emprendimos una visita guiada por el casco antiguo de Aranda, que resultó ser tremendamente amena gracias a la documentada explicación que a cada paso nos ofrecía Fernando -desde luego no sólo entiende de vinos-.

En esta foto en concreto, nos explicó detalles sobre la reproducción en bronce del plano de la Villa de Aranda de Duero, inaugurada en el 2003 con motivo del V Centerario.

Por supuesto, contábamos con un equipo de reporteros gráficos de excepción, cada uno con estilo propio, qué duda cabe. Ellos son: Óscar, Antonio, Natalia, Pisito, Noelia, Emper, Manu, PipiloKa, Orlando y Laura.

Pero sin duda, a quien podríamos denominar el “puto amo” es a Luisete. ¡Qué despliegue de medios! ¡Qué despliegue de objetivo! ¡Siempre hay alguien que la tiene más grande!

Continuamos caminando por la calle Isilla atendiendo a cada una de las explicaciones con las que Fernando nos fue amenizando el recorrido con anécdotas muy divertidas. Nos sorprendió saber que absolutamente todo el casco antiguo de Aranda es recorrido por una red kilométrica de bodegas subterráneas construidas en la época medieval ante la necesidad de los arandinos de almacenar la enorme cantidad de cántaras de mosto.

Y llegamos a la Iglesia de Santa María, como veis cuenta con una excepcional fachada de estilo gótico isabelino.

Unos cien metros más allá nos topamos con esta elegante portada gótica, es la Iglesia de San Juan Bautista y en ella se celebró en 1473 el Concilio de Aranda.

Sobre este puente romano y con el campanario de San Juan de fondo, hicimos un alto en el camino para dejar constancia de quiénes estuvimos allí. ¡Foto para la posteridad!

Continuamos nuestra ruta, sin prisa, pero sin pausa, admirando el paisaje de la Villa de Aranda.

Entre docenas de patos que poblaban el parque, el hermoso pavo real tuvo a bien desplegar sus alas y mostrarse en todo su esplendor para nuestra visita, y nos sorprendió a todos… ¡Fijaos lo que lleva escrito en sus plumas! ¡Cucharete.com!

Claro que visitar Aranda y no ver el Duero a su paso, es imposible. Este río no sólo le da nombre a la Villa sino que además está ligado a su forma de vida y costumbres.

El día se iba oscureciendo, nos había respetado hasta el momento, pero quién sabe, en cualquier momento podía empezar a caer agua a cubos, de modo que decidimos ponernos en pose para continuar inmortalizando momentos.

En esta parte del río, nos contó Fernando que antiguamente se usaba como pista de patinaje cuando los fríos inviernos helaban el Duero. En la actualidad rara vez se hiela, y ante la falta de fuente en el pueblo, los arandinos han creado la tradición de cruzarlo a nado cuando llegan las fiestas.

Tras el paseo por la ribera del Duero, volvimos hacia el centro, visitamos su mercadillo, que en Aranda es los sábados, y por supuesto fuimos a comprar las típicas y deliciosas morcillas de Burgos. ¡Menuda cola formamos en la tienda!

Pero habíamos ido a conocer una típica bodega subterránea arandina y el momento llegó: ¡Arconadas de Castilla! Ya sabíamos por Fernando que éstas se situaban justamente a dos o tres metros por debajo del suelo que íbamos pisando, pero su acceso no nos quedaba muy claro hasta que llegamos al portal de un bloque de pisos común y corriente, nos abrieron una puerta y nos dijeron: ¡Tened cuidado con la escalera de caracol!. La bajamos muy despacito y tras ella… allí estaba la impresionante bodega.

Como nos dijo su propietario, es su capricho, y como tal está cuidada. Tiene hasta su particular espacio de vinos míticos. Claro está que éstos no están a la venta y de estarlo habría que tener una saludable cuenta bancaria para adquirirlos.

Nos parecía increíble que aquello estuviera bajo tierra, anda que no tuvieron que picar y picar en su día para hacer semejantes túneles. Nosotros bajábamos cada vez más… ¡Y llegamos!

Esta bodega es una de las pocas verdaderamente privadas que quedan en Aranda. La gran mayoría pertenecen a peñas y hacen de sede central cuando llegan las fiestas patronales de Septiembre.

Todos y cada uno de los rincones están perfectamente iluminados y cuidados con mimo, lo que haga falta para que el líquido elemento repose y se conserve en condiciones óptimas.

El lugar da para hacer todo tipo de fotos porque cualquier rincón se presta a ello.

Curioseamos todo lo que quisimos y más, y cuando llegamos a su último túnel nos sorprendieron con un almuerzo a base de salchichón, chorizo y jamón ibéricos, aceitunitas, un excelente queso y por supuesto unas fantásticas tortillas caseras. Damos las gracias a la madre de Fernando que con tanto cariño nos las preparó, sin duda era una tortilla de madre, ¡qué rica estaba!. Todo iba acompañado por el típico pan de Aranda, no son hogazas al uso, parecen más bien como unas tortas aplastadas, y todos coincidimos en que estaba impresionante.

Para que la comida bajara en condiciones, se optó, como no podía ser de otro modo, por el vino Mundo Gay crianza. Cayeron… ¡botellas y botellas!

Así que empezamos a acomodarnos para empezar a degustar las viandas. La verdad es que no era una tarea difícil, porque te sentaras donde te sentaras todo estaba a mano, no había que estirar el brazo en absoluto quisieras lo que quisieras.

Comimos, bebimos y charlamos animosamente como podéis observar en las siguientes instantáneas, donde también prestamos atención a las explicaciones de Fernando y nos echábamos unas risas con la frescura de las salidas de Fumero (no os perdáis el vídeo).

Antonio Fumero tuvo la suerte de disfrutar de un puro exclusivo que ni tan siquiera se comercializa todavía para el resto de los mortales. Una pieza única. El purito en cuestión había que tratarlo “con un cariño especial” como bien le aconsejó su propietario con una de las mejores e impublicables explicaciones que habíamos oido los allí presentes en nuestra vida, de libro vamos.

Pero no crean que un puro exclusivo eclipsa al verdadero protagonista: el vino Mundo Gay.

Todos lo bebimos y en gran cantidad, pero sin duda, esa sonrisa de Luís le delata como uno de los campeones. ¡La madre que lo parió! Él mismo reconoció que bebió por dos días: por el del Vinete, que apenas pudo probarlo por estar haciendo fotos, y por ese mismo día.

El plano que nos enseñó Fernando, es una reproducción de uno de los primeros planos que existen en España en tres dimensiones. Éste por supuesto es de Aranda de Duero, el original se encuentra en el Archivo de Simancas.

El equipo de Cucharete estaba solicitado para las fotos y no sabían hacia donde mirar… ¡Cuánta cámara junta! ¡Madre mía!

Conforme iba avanzando la velada, el vino iba haciendo acto de presencia en los cuerpos y sobre todo en el ánimo de los asistentes. Si así iban los cucharetes, imaginaos al resto, nuevamente: ¡impublicable!

El brindis estaba obligado y por supuesto lo efectuamos muy alegremente y con nuestras copas llenas de Mundo Gay.

Además del vino Mundo Gay, las Bodegas Arconadas de Castilla comercializan otros caldos igualmente recomendables: Histórico Crianza, Histórico Reserva, Rosa Cruz Crianza, La Diosa Fortuna e Iluminaty Gran Reserva. Todos ellos aderidos a la D.O. de Ribera del Duero y pueden ser adquiridos en su Tienda de Vino online con total garantía.

Sin duda, la joya de corona es el Iluminaty Gran Reserva, y como tal se merece esta fantástica foto del no menos fantástico fotógrafo “Luisete”.

Se iban acercando las 3 de la tarde y fuimos levantándonos de la mejor forma que pudimos, no sin antes disparar las últimas fotos con encanto de esta fantástica bodega subterránea. Escaleras arriba… ¡De nuevo hacia la luz natural!

Al salir de nuevo a la calle, el sol cayó sobre nosotros alegrándonos, aún más si cabe, el día.

Esta foto no es casual, sino para mostraros el auténtico espíritu de esta ciudad. Mientras en otros lugares se andan con tonterías con las droguerías, aquí se llama a las cosas por su nombre, no se andan con chiquitas. Y para muestra, este botón.

Debemos decirlo todo, a estas alturas, los estómagos no tenían hambre, y desde luego viniendo de visitar una bodega… tampoco sed, pero con todo, la Bodega Arconadas de Castilla nos tenía reservada mesa para degustar el auténtico lechazo en un típico mesón arandino.

El lugar elegido fue el Mesón-Restaurante El Fogón de San Gregorio, especializado -claro está- en cordero asado en horno de leña.

Fuimos ocupando nuestros asientos y avisando a nuestros estómagos de que se prepararan, porque en breve el lechazo haría acto de presencia.

Las razones que han convertido al lechazo asado en el emblema gastronómico de Aranda son principalmente dos: la calidad y el buen precio. Mientras el lechazo llegaba a su punto exacto, nos explicaron que por aquellas tierras el lechazo se cocina en hornos de barro, como se hacía antiguamente.

El lechazo debe ser pequeño, blanco de carne y por supuesto, de raza churra, algo que sólo sucede en lugares, que como Aranda, disponen de abundantes pastos frescos y jugosos.

Primero, el lechazo se va asando poco a poco, como ellos nos comentaron, se trata de que el fuego “lama un poco la carne”.

Cuando se ha estazado el lechazo, se hacen cuatro cuartos y se sirve al comensal. Es requisito imprescindible que vaya acompañado de su “torta de aceite”, ese pan sabroso y sin miga que ya habíamos probado en la bodega, de la ensalada típica de la huerta y por supuesto, de un excelente vino de la zona, en nuestro caso el vino Mundo Gay.

Bien, todos sentados, la mesa preparada, las botellas de vino Mundo Gay abiertas y dispuestas para ser servidas… ¡Comenzamos con la fiesta gastronómica!

Las cámaras no se aparcaron ni tan siquiera durante la comida, y se entremezclaban con los cubiertos. ¡Había que inmortalizar cada momento!

Comenzamos con este primer plano de morcilla de arroz y chorizo. ¡Madre mía! ¡Qué hambre entra con sólo mirar!

Un revueltito de huevo y setas, igualmente muy rico, que nos preparaba para el verdadero plato fuerte de la jornada: ¡el lechazo!

Y aquí está, en todo su esplendor: el genuino, el auténtico lechazo de Aranda. Perfecto, en su punto y con un sabor que no se puede transmitir, sencillamente hay que ir por allí y darse el homenaje. Si además lo acompañas con el vino Mundo Gay, como fue nuestro caso, el placer se multiplica.

Terminamos con una tarta de queso con arándanos y helado, un cafecito y unos chupitos de orujo de hierbas. ¡Nada faltó!

Con los estómagos bien saciados, reventando más bien algunos de ellos, decidimos levantarnos y dar un paseo para ver si éramos capaces de bajar un poco la comida antes de nuestro regreso.

Volvimos a los Jardines de Don Diego, donde las Bodegas Arconadas de Castilla, nos obsequiaron con una botella de vino Mundo Gay para cada uno en una bolsita individual que permitía lucir su colorida etiqueta.

Inmortalizamos el momento, todos muy alegres y contentos, porque el vino es lo que tiene… ¡Alimenta el cuerpo y el espíritu!

Aquí estamos el equipo Cucharete al completo -como si no nos conocieseis ya-, flanqueados por los dos monstruos -Óscar y Fernando- que organizaron este fantástico e inolvidable viaje.

Menuda sorpresa, cuando nos regalaron una preciosa imagen de su seductora bodega subterránea en donde constaba a pie de foto: “1er. Vinete de Cucharete”. Todo un detalle que nos llegó al corazón. ¡Gracias!

Pero no sólo nosotros, todos se llevaron el recuerdo. Ésta es la imagen que abre el post: una fantástica clausura para un evento inolvidable, el “1er. Vinete de Cucharete”

Todo el equipo de Cucharete deseamos que el pasado sábado 31 de Mayo quede en el recuerdo de todos vosotros como un cariñoso momento. Para nosotros, fuísteis la mejor compañía. Por orden alfabético:

1 - Antonio Fumero de Antoine’s Blog que nos relata en su blog la experiencia (al que le acompañó Noelia, una chica muy salada)

2 - David Alayón de Pisito en Madrid que describe detalladamente el viaje y lo termina con un fotomontaje graciosísimo (acompañado por César Saiz de Emper, cuyas fotos de las caras de los asistentes con el gran angular pasarán a la historia)

3 - Emilio Márquez de Networking Activo que nos cuenta su versión del viaje (acompañado de su mujer, que se encarga de gestionar el blog Mujeres TIC donde también nos relata el viaje)

4 - Guillermo de My Biota (que llegó desde Toledo acompañado de un buen amigo)

5 - Ildefonso Mayorgas, infatigable organizador de los Thursday (acompañado por “Tocho”, muy buena gente)

6 - Laura Tomás de Puente Aereo que detalla todo el viaje (acompañada de su superfotógrafo marido Luís Rodríguez)

7 - Manuel Sagra de El Blog de Manu que nos muestra en su blog todo el viaje y también se da cuenta de quién la tiene más grande (acompañado de su mujer, muy maja)

8 - Natalia de Narelo que comenta el viaje en su blog (acompañada por María Criado)

9 - Orlando de Turivino que nos relata el viaje (acompañado de un colega)

10 - Pipiloka de Vida de una loca que narra la experiencia en su blog (acompañada de su novio)

Para los que queráis ver cientos y cientos de fotos, muchas de ellas de las “impublicables” no os perdáis el espectacular reportaje gráfico que inunda la Red.

30 Fotos de Luis, 108 Fotos de Laura, 254 Fotos de César, 117 Fotos de Manu, 99 Fotos de Fumero, 36 Fotos de Natalia, 30 Fotos de Pipiloka.

Y para todo aquel lector que llegue a este artículo navegando por los mares de la Red y que haya quedado prendado por el vino Mundo Gay, que sepa que puede hacerse con él con un simple click en la Tienda de Vino de las Bodegas Arconadas de Castilla: Una botellita o una cajita. ¡Merece la pena! Porque si algo nos ha quedado claro es que: “Las buenas personas hacen buen vino”. Os estaremos siempre agradecidos y nunca olvidaremos el haberos conocido. ¡Muchísimas gracias!