Restaurantes en Madrid

• Vergara, 10
  Madrid (Centro)
  Ópera (Línea 2)
  91 559 65 48
  30 - 45

El Restaurante Sushi Creativo ha cerrado.

Rayo: Restaurantes cercanos al Palacio Real nos habían encandilado ya en otras ocasiones, así que decidimos dar una vuelta más por la zona, a ver si encontrábamos algún local nuevo, restaurantes de nueva apertura todavía desconocidos para el gran público en los que poder disfrutar de su propuesta gastronómica. ¡Y encontramos uno! El Restaurante Sushi Creativo.

El nombre llamó nuestra atención, por lo que nos quedamos un buen rato observando la pantalla de plasma que muestra una de sus cristaleras, donde uno a uno van pasando los manjares que ofrece su extensa carta. Obviamente, a primera vista todo “sabrosísimo”, ¡pero eran fotos! -y ya sabemos todos las atractivas imágenes que nos brindan de sus productos los establecimientos de comida rápida-. Resumiendo… que teníamos que comprobar en directo si esas imágenes eran reales o un espejismo de nuestra imaginación. Reservamos mesa y… llegada la noche, ¡pa’ dentro!

Un espacio que domina indiscutiblemente el negro -sin ser un espacio oscuro ni mucho menos-, roto únicamente por unas cómodas sillas claras y unas atractivas lámparas de diseño que nos recuerdan a los trabajos manuales que realizábamos de pequeños en los talleres del colegio, uniendo trozos idénticos de papel hasta conseguir una llamativa figura.

La única pincelada de color la da un esperanzador verde “CREATIVO” que preside el salón. Un aspecto que cambió radicalmente cuando comenzaron a llegar viandas a la mesa, pues el restaurante se llenó de color: rojos, naranjas, rosas, amarillos, violetas, verdes y un sinfín de tonos que llenaban nuestros platos de tonalidades comestibles que combinaban con el elegante negro de sus paredes.

Multitud de mesas pensadas para parejas nos muestran una de las apuestas de este joven local. Una “mantelería” en rejilla negra a modo de camino daba soporte a una sencilla vajilla cuadrada a la que acompañaban los -tan complicados para algunos y que a mí me encantan- palillos. El espacio reservado para la cubitera que enfriaría las referencias de blanco que ofrece el local y una velita que marcaba con encanto la mesa completaban el coqueto conjunto.

El local juega con las diferentes zonas de luz que consiguen unos halógenos que escoltan a las enormes lámparas centrales, apuntando directamente a algunas de sus mesas, y dejando el resto más sombrías para que la llama de las velas adquiera protagonismo. Sencillo pero elegante, y es que el negro… es lo que tiene, consigue aportar al local un toque distinguido sin necesidad de engalanar sus paredes.

Allí estábamos los tres cucharetes y un acompañante para probar esa nueva cocina japonesa con un toque creativo venezolano que le aportan sus creadores y que les diferencia de la competencia. ¡Todo salió perfecto!

Como os podéis imaginar, ante una carta conquistada por nombres como: yaki, hosomaki, nigiri, ebiyaki, sashimi, chirashi… puedes sentirte un poco perdido, ya que a la mayoría de los mortales lo único que le suena es el sushi -bien elegido como nombre del restaurante. ¿Os imagináis… Ebiyaki Creativo?-. Pero para eso está Rosibell, una chica muy atenta y agradable que te ayuda en las elecciones de los platos, explicándote detalladamente de que consta cada uno de ellos.

De aperitivo nos sirvieron un Puré de patata con vegetales que disfrutamos con nuestros palillos de madera, venía acompañado de un sabrosísimo Cócktel de fresas que hizo las delicias de todo el equipo Cucharete. ¿Adivináis de qué color era la pajita? ¡Qué bueno estaba! La velada prometía… y no habíamos echo más que empezar.

Pedimos unas cervezas japonesas que podéis ver en la instantánea de la sección de FlashBack y… 3… 2… 1… ¡Go!

Después de unos ricos Langostinos en tempura de coco que os muestran mis compañeros y que venían acompañados con una salsa de maracuyá, llegó a la mesa una enorme y vistosa tabla con una gran selección de pescado fresco: el Sashimi Chimito, que contenía raciones de Maguro (atún), Sake (salmón), Itzumi Dae (tilapia), Ika (calamar) y Tobikko (huevas de pez volador). Todo acompañado -cómo no- del curioso jengibre -que tanto gusta a FlashBack- y del -no menos sorprendente- wasabi.

Nunca había tomado calamares crudos, y la sensación la recomiendo, porque estaban bien buenos acompañados con las huevas de pez volador.

El salmón no me defraudó -habrá que probar en otra ocasión el Sashimi de Salmón Salvaje que también tienen disponible en carta y le superará con creces-, aunque en esta ocasión me quedo con el atún, más sabroso.

La tilapia, presentada en forma de flor, muy rica también. Sin duda, una tabla que merece un hueco en vuestra mesa, pues representa una buena muestra de la oferta de las materias primas del Sushi Creativo.

Os enseño ahora el Tataki de atún, una ración más que generosa de un atún de gran calidad, se presenta en rodajas, braseado a la pimienta. Una opción realmente sabrosa, que incluso gustará a los que el pescado fresco -o crudo mejor dicho- no les hace tanta gracia. Probadlo, porque merece la pena.

“Robamos” una instantánea a la mesa de al lado, debía ser gente que ya conocía el local o que tuvo la suerte de acertar con un plato muy vistoso -no me digáis que no lo es- ¡Un Barco de Sushi! Cuando lo vimos no pudimos resistirnos a fotografiarlo para nuestros lectores cuchareteros. ¡Vosotros ya sabéis lo que se puede pedir! ¡Qué suerte tenéis! ¡Vais sobre seguro!

Pues os explico un poco… se trata de una selección de su mejor “sushi creativo” -como no podía ser de otro modo- y es aconsejable pedirlo cuando el grupo de amiguetes es de 4 o más comensales. La presentación en un barquito de madera hacen la velada más divertida y la mesa se llena de color. El precio depende de la cantidad y variedad de rolls que se pidan, porque ¡os lo hacen a vuestro antojo!

En “cubierta” podemos apreciar los Caribe Roll -que os mostraré más adelante, porque los pedimos por separado- y también se aprecia los Arcoiris Roll -que os muestran FlashBack y Ninillas, pues también resultó ser una de nuestras elecciones-.

Ya sabéis… coged con fuerza ese timón flanqueado por wasabi y jengibre y… ¡Viento en popa a toda vela!

Aprovechando que estábamos cuatro personas, y por consiguiente el importe de la factura duele menos cuando se prueban viandas más exclusivas… ¡Pedimos Entrecot de Kobe! -el plato más destacado de la sección Teppan Yaki Grill de su carta-. Una generosa pieza de 60 € de carne de buey Wagyu que habíamos probado en más ocasiones en restaurantes distinguidos. El sabor de este género difiere ampliamente del resto de carnes que consumáis habitualmente, estamos ante un corte de suave textura que no os dejará indiferentes. No es de los mejores que he probado, pero os lo recomiendo de igual modo.

El Entrecot de Kobe viene acompañado de un salteado de verduras: judías verdes, brócoli, zanahoria, pimiento rojo y espárragos trigueros.

Después llegaron las vieiras, los calamares y los langostinos… ¡El Udon del Mar! Unos gordos y sabrosos fideos acompañados de judías verdes, tomate y una riquísima salsa de sake y teriyaki que bañaban los productos del mar. Delicioso este plato.

No podíamos irnos sin probar los Futomaki, más si cabe después de alucinar con la vistosidad y colorido del Barco de Sushi de nuestra mesa vecina. Preguntamos casi a dedo con el típico: “queremos ése y ése” y llegaron los Caribe Roll, salmón y queso crema cubiertos con una fina capa de plátano macho. ¡Me encantaron los “rollos”! Había diversidad de opiniones en la mesa, a FlashBack le gustaba mucho más el Arcoiris Roll -mucho más vistoso, eso sí- pero yo me quedo con mis “rollitos caribeños”. ¡Salsa!

A parte de una amplia sección de Postres Japoneses, ofrecen otra mucho más vistosa de Postres artesanales, y como cucharetes que somos… ¡como para dejarlos en el tintero!

El Pie de Limón acompañado de nata que veis en la foto es un vicio de los que no puedes dejar ni con una intensa terapia. ¡Riquísimo! Muy ligero y con una base de galleta de las que no olvidas. ¡Qué bueno estaba madre mía! 5 € bien invertidos, sin duda.

El Tres Leches, cuya presentación puede no parecer muy atractiva, está realizado con tres texturas excelentemente combinadas: condensada, merengada y evaporada. ¡Y van 10 € que merecieron la pena! Otro que no podéis dejar huérfano en la carta. Un “hijo” al que le cogeréis un cariño especial.

La verdad es que me sorprendieron mucho las sobremesas, son de nivel.

Pedimos también el Helado de Wasabi -sabor que encandila a FlashBack y que os muestra en primer plano- del que yo no puedo opinar objetivamente -ni subjetivamente- porque es un sabor que no va con mi paladar -desde siempre- y todo lo que pueda aportar no tendría sentido alguno.

Y terminamos con una fresca gelatina (de algas con un 80% de fibra) a la que tampoco cogí el gustillo, el Agar Agar. O eso… o estaba completamente ido, disfrutando del Tres Leches y el Pie de Limón que se salían de lo buenos que estaban.

Un nuevo restaurante japonés en Madrid que recomendaré a amigos y familiares, y por supuesto a todos vosotros. Merece la pena navegar por su creatividad en uno de sus generosos Barcos de Sushi. ¡Nos vemos en los mares! ¡Pescando con los palillos de madera el pescado fresco!

FlashBack: Supone siempre una gran satisfacción cuando descubrimos como vías públicas que, anteriormente podrían pasar desapercibidas, se convierten en auténticos referentes de la gastronomía madrileña según avanza el tiempo. Así comienza a darse el caso con la interesante calle Vergara, flanqueada en sus extremos por el Palacio de la Ópera y la Plaza de Ramales.

Ocupando el hueco abandonado por un antiguo establecimiento de comida italo-argentina llamado la Pasta de Betty, se presenta hace escasos días el espacio Sushi Creativo, una original idea ya rodada con abundante éxito desde hace 6 años en la ciudad condal. Precisamente en Barcelona, se asentaron las bases de este concepto de cocina japonesa influenciado por los orígenes americanos de sus fundadores, Yaiza y René, quienes aportan una fusión principalmente venezolana.

Coincidiendo prácticamente en una diferencia de pocos meses su traslado en esta ciudad del centro comercial Pedralbes Center a la calle Dr. Fleming, 25 y, esta reciente apertura en el mismísimo centro de Madrid, apuestan por ofrecer su forma de entender la gastronomía de innovación dentro de un entorno minimalista y acogedor al mismo tiempo.

Se opta por un suelo en combinación de blancos con madera, rodeado de paredes realmente oscuras sobre las que resalta la imagen verdinegra del logotipo del local. La luminosidad la aportan grandes ventanales con vistas al exterior. Tanto mesas como sillas se han realizado con material procedente de árboles de interior claro. Consigue unir perfectamente la contraposición de tonos claros y más sombríos haciendo uso de caminos negros sobre las mismas.

Claro que, si algo aporta un gran sello de identidad, son las enormes lámparas que visten extravagantemente la parte superior del restaurante. Complementadas con un gran número de lámparas halógenas mucho más discretas creando un juego de luces especial. Un escenario perfecto donde los actores y actrices son, como no puede ser de otra forma, las elaboraciones culinarias procedentes de la cocina.

Sobre los manteles realizados en una especie de esterilla negra de plástico con un acabado bastante elegante, encontramos un vistoso plato cuadrangular provisto de un pequeño recipiente donde servir las salsas de acompañamiento. Podemos optar por usar los clásicos palillos chinos de madera o por una estupenda cubertería alemana Ameta. Nos acompañará, además, a lo largo de nuestra aventura japo-americana, una sugerente vela que brilla en el interior de un sencillo recipiente de cristal.

Los grandes pilares sobre los que se asienta la carta son, por orden de presentación, Entrantes -una gran variedad-, Teppan Yaki Grill -diversas sugerencias a la plancha japonesa-, Conos de Algas Rellenos -su nombre lo indica todo-, Nuestros Futomaki -sushi en su presentación enrollada-, Nuestros Rolls en Tempura -principalmente de vegetales y langostinos, anguila, salmón o atún-, Chirashi -o boles de arroz-, Hosomaki -rollitos de 6 piezas- Sashimi -delicias del mar en su esencia pura- y Nigiri Sushi -bolitas de arroz cubiertas de pescado-.

Para completar la labor de acompañarlos perfectamente, disponemos de una selección de Vinos Blancos, Tintos y Rosados escogidos de D.O. nacionales con alguna excepción procedente de Alemania o Francia. Igualmente se ofrece una representación de espumosos catalanes. Sin embargo, optamos por deleitarnos con una serie de cervezas japonesas: Asahi, Kirin y Sapporo. Todas ellas bastante suaves. Como cerveza de grifo, es digna de apreciar la checa Pilsner Urquell.

Una vez provistos de bedida suficiente, nos encontramos listos para pasar a la siguiente fase en la labor de compartir unos cuantos platos que nos permitan descubrir los elementos diferenciadores de Sushi Creativo. Comenzamos a través de la degustación de unos Langostinos en tempura de coco. Unos langostinos de estupendo tamaño y agradecida frescura rebozados con harina de arroz -conformando una exquisita tempura de coco- que se nos hacen muy recomendables como aperitivo de apertura. La cualidad especial de esta selección es que viene acompañada de una salsa de Maracuyá que le aporta ese toque más ligero y apetecible.

A continuación una selección de Sashimi Chimito, entre los que escogemos los de Maguro o Atún, Sake o Salmón, Itsumi Dae o Tilapia e Ika o Calamar con huevas de pez volador o Tobikko. Excelentemente presentados sobre una compacta bandeja de madera elevada con porciones indispensables de jengibre y wasabi. Mis preferidos son el Ika y el Maguro sin lugar a dudas.

Nos produce un gran impacto visual, el ver acercarse el siguiente Barco de Sushi en una mesa cercana a la nuestra. Tanto que no podemos evitar el pedir permiso para obtener una fantástica instantánea como la que aparece a continuación. Sobre su superficie se sirven una variedad de rollitos de Futomaki elegidos al gusto de los comensales. Su gran tamaño lo hacen aconsejable para grupos a partir de 4 personas.

La presentación a lo largo de su eslora es ejemplar y podemos identificar las siguientes variedades: Caribe Roll -una tajada de plátano macho frito que recubre un relleno de salmón y queso crema-, Arcoiris Roll -un interior multicolor de atún, salmón y pepino cubierto por aguacate, salmón, atún, wakame e ikura-.

La estrella de la sección de plancha japonesa o Teppan Yaki, lo supone el Entrecot de Kobe, disponible en función de la temporada en la que nos encontremos. Se sirve con sal marina y una salteado de verduras. Una carne de buey Wagyu, cuyo sabor resulta distinto al de cualquier corte que conozcamos habitualmente, además de crear grandes expectativas a partir de la leyenda originada alrededor de la alimentación y cuidados aportados a esta raza.

Tras habernos quedado boquiabiertos con el anterior Barco de Sushi, no podíamos dejar atrás nuestro interés por probar al menos un par de Futomaki. En concreto, los que más vistosos nos habían parecido previamente y que parecen ser dos de los platos insignia del local: el Caribe Roll y el Arcoiris Roll. Aunque el primero de ellos sorprende por su distinción debido al plátano macho frito que lo cubre, personalmente me encanta muchísimo más el segundo. Tanto por su variedad de cubiertas (salmón, atún o aguacate) como por el wakame -alga parda comestible- e ikura -huevas de salmón japonés- con que se aderezan. ¡Realmente delicioso!

A modo de plato principal, nos decantamos por un Ebiyaki Especial. Unos grandiosos langostinos salteados con la salsa dulce secreta del Chef, elaborada a partir de crema de leche y una serie de toques personales. Un acertado punto y seguido para pasar a la siguiente etapa en la exótica degustación de esta velada.

Nos pasamos a los postres, ya que siendo artesanales no nos podemos resistir. El primero es un Pie de Limón muy ligero y digestivo con una base de galleta que lo hace realmente especial. Acompañado de nata y caramelo supone una satisfactoria elección para poner el colofón a la cena. Mademoiselle Ninillas os muestra también el Tres Leches, realizado con tres texturas (condensada, merengada y evaporada), que es perfecto para los muy golosos.

Como sugerencia personal, no puedo dejar escapar la ocasión de proponer un Helado de Wasabi que catalogo como un auténtico hallazgo. En mayor medida, debido al característico sabor ligeramente picante que aporta. D. Rayo os muestra además el Agar Agar, una gelatina muy fresca y con un gusto fuera de lo común.

El Restaurante Sushi Creativo supone un entorno ideal situado en el casco histórico de Madrid donde disfrutar de la cocina japonesa observada desde un punto de vista menos ortodoxo aunque manteniendo la alta calidad de sus materias primas. El servicio destaca por ser un gran conocedor de la carta y la forma de elaboración de los platos. Lo que me recuerda que debemos, por supuesto, agradecer la paciencia en sus explicaciones y el buen trato recibido, a Rosibell.

Un espacio que nos brinda una extraordinaria ocasión para deleitar nuestro paladar con sencillas innovaciones. Perfecto para una, no es necesario que sea muy multitudinaria, reunión de amigos o para sorprender a nuestra pareja. Incluso para aquellos días que no sabemos qué cocinar o realizamos una imprevista celebración en casa, siempre podremos solicitar unos cuantos destellos japo-americanos para llevar.

Ninillas: Hoy os lo sirvo recién salido del horno, un restaurante de nueva apertura en Madrid que apenas cuenta con mes y medio de vida, y esto tiene mérito en estos días de crisis, o como dice ZP, de desaceleración. Sea lo que sea, Yaiza y René, así se llaman sus propietarios, le ponen a los malos tiempos buena cara con este local en el que reflejan su pasión por la cocina japonesa fusionada con sus orígenes venezolanos. Sin más preámbulos, os presento el Restaurante Y&R Sushi Creativo.

En pleno Madrid de los Austrias, concretamente en la Calle Vergara, llaman la atención unas enormes cristaleras y una televisión donde se van dando paso los distintos y coloridos platos que con tan sólo subir un escalón puedes degustar.

El recorrido por el restaurante es bastante breve, consta de dos comedores: el primero, nada más entrar, con capacidad para unas 25 personas y el segundo subiendo tres escalones pensado más para grupos de un máximo de 15 personas. Es en esta zona donde se encuentra una barra chiquitita de sushi donde podrás ver su elaboración en directo.

“Decorativamente” hablando, podríamos decir, bueno… y digo, que el minimalismo es su estilo. Sus paredes son de un gris muy oscuro, casi negro, y de ellas no cuelgan ni cuadros ni cualquier otro elemento superfluo que añada color, porque aquí el colorido está en sus platos. Únicamente pueden llamarte la atención dos cosas: por un lado sus enormes y originales lámparas y por otro, su logo, de verde intenso, presidiendo la sala principal.

Las mesas son modulares de dos y se van configurando dependiendo del número de comensales. Aparecen vestidas con caminos de un tejido, que la verdad no sé como se llama, servilletas de papel -muy absorbentes, eso sí-, unos palillitos -no podría ser de otro modo- y una velita, que le da el toque íntimo.

Pero lo realmente interesante de este restaurante es su propuesta gastronómica, o mejor dicho, la originalidad y creatividad con la que elaboran sus platos, y es que su nombre: Sushi Creativo, no es casualidad. Como os he comentado anteriormente, sus propietarios son venezolanos, de modo que si bien la cocina es japonesa, ellos han añadido color y sabor a las típicas creaciones niponas consiguiendo elaboraciones vistosas y, al mismo tiempo, muy sabrosas. Y es que, a este restaurante, a lo que se va es a probar sus fantásticos makis, futomakis y nigiris, todos ellos ricos ricos y con el toque personal de Yaiza y René.

Su carta es extensa y variada, tanto es así que se hace difícil la elección, pero por suerte para nosotros Rosibell estaba allí. Ella es la encargada del restaurante y conoce todos y cada uno de los platos, te los explica y te recomienda. Desde luego, si no llega a ser por ella todavía estábamos allí pidiendo. Porque entre los Entrantes, los Teppan Yaki Grill, los Conos de Algas Rellenos, los Futomaki, los Rolls Tempura, los Chirashi, los Hosomaki, las Tempuras, los Sashimi y Nigiri Sushi, lo cierto es yo me pierdo y o me encauzan por algún sitio o no sé ni qué pedir. De cualquier forma si no quieres pensar mucho, cuentan con un menú degustación por 25 €, un menú infantil a 9 €, y al mediodía de lunes a viernes un menú del día a 15 €. Por supuesto, también configuran menús cerrados especiales para grupos, que varían de precio en función de los platos seleccionados.

La carta de vinos cumple con las denominaciones de origen españolas más importantes a precios adecuados y además incorpora alguna que otra referencia alemana y francesa. Nosotros nos pasamos por alto el vino y decidimos beber cerveza en todas sus variantes: Asahi, Kirin y Sapporo, y como cerveza de grifo la checa Pilsner Urquell.

Bien, vamos a ir empezando porque tenemos faena, comenzamos con los Langostinos en tempura de coco. Servidos en copa de martini, los langostinos tienen dos particularidades, por un lado su tempura de coco, que le dan un sabor muy especial y, por otro, la salsa de maracuyá, cebollino y zanahoria que descansa en el fondo de la copa. El resultado de mojar el langostino en la salsa pues… tienen que probarlo porque está de muerte. Fantástica entrada.

Este primer plano pertenece al Sashimi Chimito, consta de una selección de pescados como Maguro (atún), Sake (salmón), Itzumi Dae (tilapia), Tobikko (huevas de pez volador) y Ika (calamar), acompañados de perejil rizado, jengibre y wasabi. Pescado de buena calidad, únicamente tiene que gustarte comértelo crudo, sino, ni te molestes. Debo añadir, que además de este sashimi de salmón ofrecen también otro de salmón salvaje, el precio obviamente es más elevado y debéis consultarlo pues varía dependiendo del mercado.

El Tataki de atún, me encantó. Eran rebanadas de atún braseado a la pimienta. Buena materia prima y mejor elaboración, no os lo podéis perder.

El siguiente barco, lleno de Futomaki, no es nuestro. Se lo pedimos a los de la mesa de al lado, que dicho de paso se rieron de nosotros durante toda la cena, pero mira, de tanta gracia que les hicimos, muy amables nos lo dejaron fotografiar. Sobra decir que nosotros no sabíamos de su existencia, sino… había caído fijo.

El precioso barquito se suele pedir para cuatro personas y viene cargado de 32 Futomaki de 4 variedades distintas, las que tú elijas. Desde luego, la presentación es muy original y llamativa. Aunque por supuesto, también puedes pedir los Futomaki por separado, como hicimos nosotros.

Pedimos dos tipos de Futomaki, que vienen en rollos de 8 piezas, éste es el Arcoiris Roll. Viene relleno de atún, salmón y pepino, y cubierto de aguacate, atún, salmón, wakame e ikura. Entraba por los ojos y al estómago le sentaba muy, pero que muy bien, por lo menos al mío.

El otro Futomaki seleccionado fue el Caribe Roll. El relleno constaba de salmón y queso crema y por fuera iba cubierto de una tajada de plátano macho frito. Por supuesto, éste es un homenaje a la tierra de sus creadores, Yaiza y René. Y si el Arcoiris me gustó, éste me encantó, la combinación de ingredientes me pareció tremendamente acertada y el plátano envolviéndolo todo suponía la guinda del pastel.

Y como no sólo de fríos vive el hombre, aquí vienen los Udon del mar, y por cierto… el nombre les viene como anillo al dedo, porque efectivamente a mar sabían. Venían con vieiras, calamares, langostinos, tomates cherry y judías verdes, y me resultó un plato muy sabroso, tanto es así que pregunté por la salsa, sólo conseguí que me dijeran dos de tres ingredientes, el sake y el teriyaki, pero el secreto del chef se lo guardaron, bueno… sino no sería un secreto.

Otro de los platos que llamó y mucho mi atención fueron los Ebiyaki Especial. Según reza su carta son langostinos salteados con salsa dulce del chef, y por ahí van los tiros. Efectivamente llevan langostinos, y van salteados; el secreto reside en su salsa elaborada con dulce de leche. Reconozco que no me llevo bien con el dulce de leche, pero desde luego de esta salsa me hice amiga al primer bocado. Era nuevamente un plato de fusión americano-nipona muy acertado. El conjunto se completaba con unas verduritas -judías verdes, brócoli, zanahoria, pimiento rojo y espárragos- y Unagi, o lo que es lo mismo, anguila.

En este punto exactamente debimos dejar de comer, yo personalmente no podía más, pero ¡ay…! Nos trajeron la carta de postres, y la primera sección era Postres Artesanales, desde luego la palabra “artesanales” fue definitiva, había que probarlos, y más aún cuando Rosibell nos comentó que algunos de ellos son recetas propias en honor a su tierra, Venezuela.

El Pie de Limón -mostrado por mis compañeros- estaba delicioso, riquísima galleta sobre la que se disponía una fantástica crema de limón, todo cubierto por clara montada quemada. ¡Ummm…! El que yo os muestro se llama Tres Leches y desde luego al igual que el anterior, no os lo podéis perder porque se sale. Leche evaporada, condensada y merengada conforman este postre, y mala leche es la que se te pone cuando se acaba, y mira que la ración es contundente.

Además del Helado de Wasabi, que reconozco que no es mi sabor y por tanto poco puedo decir de él, pedimos Agar Agar. Se trata de una gelatina de algas con un 80% de fibra, pertenece a ese grupo de postres suaves que entran sin sentir. A mí me gustó mucho, pero reconozco que no es del agrado de todos los paladares, has de ser amigo de gelatinas y algas, como es mi caso.

Dejé al resto del equipo reposando, que falta hacía y me fui a hacerle una visita al baño, chiquitito y muy sencillo, pero como se suele decir “mu limpio”.

Hay que ir terminando… porque cenados estamos y, en este punto, sólo me quedan mis detalles. El primer detallazo, porque no puedo llamarlo de otro modo, es el aperitivo y cóctel de bienvenida, que no sólo es generoso, sino que además es gratuito. Vamos… que no hay sorpresas en la factura. Los precios son definitivos, con IVA incluido, sí, sí, habéis oído bien. Sé que esto no debería sorprenderme, pero la realidad es que prácticamente el 99% de los restaurantes tienen su carta sin IVA, pues bien, eso aquí no sucede. Sorprende también el servicio, muy ágil y preparado, sobre todo porque se trata de un local de nueva apertura y ya sabéis cómo funcionan en sus comienzos. El local, montaje de mesas y demás, pues es lo que veis, no tiene ni más ni menos, pero es que en el Restaurante Sushi Creativo se centran en lo importante: la cocina, y ahí estoy convencida de que van a dar mucho que hablar, porque bajo mi punto de vista sus platos son capaces de convencer tanto a paladares occidentales como orientales. Trabajan con una buena materia prima a la que le añaden buenas dosis de creatividad, originalidad y color, mucho color. Y por si esto no fuera suficiente, son osados y ofrecen postres caseros de alto nivel. Con todos estos ingredientes estoy convencida de que el Restaurante Y&R Sushi Creativo no va a ser flor de un día sino más bien todo lo contrario, se le augura una vida larga… larga y fructífera y sólo espero poder seguir disfrutándolo, porque creedme cuando os digo que yo lo disfruté mucho.

Cucharete: Un elegante restaurante japonés minimalista donde el negro envuelve al comensal, dejando el protagonismo de color a las diferentes viandas de Futomakis, que presentadas en sus vistosos “Barcos de Sushi” ganan enteros. En breve, no ponemos en duda de que será una de las opciones más solicitadas de su carta por los comensales. Mi equipo cenó por 35 €/persona, cuatro personas con 7 generosos platos a compartir y 4 cervezas, más un Entrecot de Kobe que no podíamos dejar de probar (60 € más entre los cuatro).

Comedor en exclusiva para no fumadores. La calidad de sus materias primas. La presentación de los platos de sushi, sobre todo en sus llamativos “Barcos de Sushi”. La atenta y agradable atención del servicio en todo momento. Aperitivo y cóctel de bienvenida invitación de la casa. Aceptan cheques restaurante (mediodías de Lunes a Viernes).

La mantelería -aunque resulta muy moderna- y las servilletas.

4,0

El Restaurante Sushi Creativo ha cerrado.