Restaurantes en Madrid

• Paseo Pintor Rosales, 76
  Madrid (Moncloa)
  Moncloa (Líneas 3 y 6)
  91 544 17 16
  30 - 40

AVISO: Este restaurante ya no existe.

Rayo: ¡Vaya con la Ninillas! ¡El “viaje” que se ha pegado con los ultrasonidos y el barro negro del Mar Muerto! No hay más que ver su sección, en la que nos lo cuenta todo muy detalladamente…¡La madre que la parió! Pero gracias a esta experiencia, le debemos el haber descubierto este nuevo concepto de restaurante multicultural -exclusivamente ecológico (que nada tiene que ver con lo vegetariano, pues aquí hay carne y pescado)- que lleva abierto pocos meses en Madrid, y que pronto se convertirá en un espacio en el que será necesario reservar con antelación: ¡El Ëco Bar & Spa!

Este singular espacio nos permite vivir una experiencia diferente entre la amplia oferta que nos brinda la capital, ya que podemos combinar el placer de comer sano con multitud de opciones que completarán nuestro bienestar. Tenemos desde Consultas Médicas (medicina estética, nutrición y dietética, fisioterapia y osteopatía, psicología) hasta Terapias Alternativas (homeopatía, naturopatía, acupuntura, quiropráctica, flores de Bach, kinesiopuntura) pasando por Terapias de Bienestar y Relajación (ayurveda, shiatsu, masajes de todo tipo, drenaje linfático, sauna, chocolaterapia…), sin olvidar su Beauty Center para tratamientos corporales y faciales, así como sus actividades (yoga, pilates, yogilates, kin-jo, tai chi, chi kung, danza oriental) y todo tipo de cursos y charlas.

Miman mucho al cliente -y sino que os lo diga Ninillas- y todos los tratamientos son realizados con producntos 100% ecológicos de gama alta en un ambiente sosegado a la luz de las velas. También hay que tener en cuenta que los especialistas del centro están titulados y los aparatos que utilizan son de lo más sofisticado: LPG, NARL, PHOTON, radiofrecuencia, presoterapia…) ¡La leche en vinagre vamos!

En la imagen os muestro la “cama” de la Cabina 1, la de Kinesiopuntura, para que veáis donde os encontraréis si concertáis una cita para que os dejen relajaditos (o relajaditas). Un lugar que, sin duda, no pasará desapercibido. Ya me está apeteciendo ahora mismo a mí tirarme ahí mismo.

Despiertan mi atención dos salas, la de Quiropráctica (Cabina 2) y la Sauna (en el vestuario de los chicos).

La primera por razones obvias, el estar la mayor parte del día sentado en una silla delante del portátil me deja la espalda totalmente hecha polvo, y no estaría de más pasarse a que Jerónimo Arenas (Licenciado en Estados Unidos, miembro de la AEQ y con más 15 años de experiencia) me recolocase la columna, seguramente se sorprendería de cómo la tengo, hecha un cristo.

Respecto a la sauna… Estar a más de 80 ºC no me hace mucha gracia, pero es que se queda uno… ¡De P.M! Y alguna vez me dejaré caer por allí para eliminar toxinas después de un poco de footing por el Parque del Oeste.

Una de las salas -o cabinas- más atractivas es la 5 (SPA FIND), con “Tratamientos del mundo” para todos nosotros. Pero nadie mejor que Ninillas para contároslo, ya que lo ha vivido en primera persona.

Y vamos ya con la zona más cucharetera del Ëco Bar & Spa… ¡La de la comida! Nada más entrar, te encuentras con una tienda ecológico-gourmet a la derecha, donde descansan en sus estantes docenas de interesantes productos que se han hecho económicamente competitivos en los últimos años, ya sabes, esos que son tan beneficiosos para el medio ambiente como para ti que los consumes, una tendencia sumamente extendida fuera de nuestras fronteras y de la que ahora podremos disfrutar en Madrid.

A la izquierda vemos una zona “lounge”, cómodos y amplios sillones perfectos para tomarnos una copa o charlar con los amigos disfrutando de unos cafés y tés ecológicos -por ejemplo ese tan “sensual” que os muestra FlashBack en su artículo-.

El centro del espacio es conquistado por la gran oferta de aguas minerales disponibles en el Ëco Bar & Spa: Voss, Finé, Ty Nant… todas ellas a modo de megapartida de bolos y presidida por la Ogo, conocida a nivel mundial por tener una concentración de oxígeno 35 veces superior a la que posee el agua habitual. Su envase, con forma de burbuja de oxígeno, la hace más atractiva si cabe, aunque su principal ventaja respecto al resto es la capacidad de aumentar el nivel de oxigenación de la sangre, perfecta para los deportistas. ¡Ninillas se tomó una!

Claro que las joyitas que encontramos investigando la tienda no se quedan ahí, sino que observamos también un magnífico frasco de Sal Cristalina de la Región del Himalaya. ¡La sal rosa más pija del mundo! Para los que no conozcáis su historia, dicen que proviene de las montañas del Himalaya en Nepal, y que su edad supera los 250 millones de años, convirtiéndola en la sal más pura disponible en la tierra, al no estar contaminada con ninguna toxina o contaminante, ofreciéndonos sus 84 elementos esenciales para la salud. Pero claro, otros dicen que todo es marketing y que realmente proviene de la segunda mina de sal más grande del mundo, en Pakistán, y que su consumo no conlleva ninguna propiedad mágica. ¡A vuestra elección! Lo que está claro es que se mantiene de manera estable en el Top 10 de los productos de salud alternativa, y para mi gusto… encima de un buen chuletón… ¡Se sale!

¿Y… qué me decís del Cloud Juice procedente de Tasmania? 9.750 gotas exactas de lluvia envasada de los cielos de King Island -Australia-. Segun dicen los expertos, el aire más puro del mundo -la tierra más cercana está a 11.000 km. de distancia- con el que se consigue un agua 400 veces más pura de lo que los estándares mundiales recomiendan.

¡Y todavía hay más! La tienda gourmet del Ëco Bar & Spa bien merece una ojeada tranquila, observando detenidamente sus productos. Encontramos Blueberry Syrup, Sirope de Arce, Huile Vierge D’Argane, Puro Jugo de Aloe Vera, y las tan famosas Bayas de Goji, frutos tibetanos con un altísimo contenido en antioxidantes naturales siendo muy recomendable su ingesta diaria para nuestra salud. Ya sabéis, 400 veces más vitamina C que las naranjas.

El alcohol tiene su propia sección, y destacamos botellas exclusivas de whisky, ron y ginebra que muy difícilmente encontraremos en otros establecimientos de la capital. En la imagen os muestro un Calvados de 15 años, un Atholl Brose, un Castarède Bas Armagnac del 79 y un Seven Tiki de Fiji. FlashBack completa esta sección con otras delicias de los más sibaritas. Y al final de la cena, nos tomamos una copa, con lo que continuaremos con el tema….

Paso a enseñaros el comedor del restaurante, que a estas horas y después de tanta lectura ya tendréis hambre. Aquí es donde se ve que el Ëco Bar & Spa aspira a convertirse en un local moderno, atractivo, y en el que prime un ambiente distendido a la vez que elegante. Maderas divisorias y tubos de tela iluminados colgando del techo, convierten el espacio en un conjunto de sensaciones agradables que se mezclarán con las obtenidas por nuestro paladar.

La mesas lucen tela blanca a modo de camino de un comensal a otro y un estilizado enrejado divide los espacios. Un clima correcto y sosegado para disfrutar de nuestra cena.

La cubertería, vajilla y cristalería lucen impecables, como en todo local nuevo, y la vela que marca la mesa le confiere ese toque romántico que no pasa desapercibido por las parejas que buscan un toque de distinción en su reserva. ¡Muy coqueto el Ëco Bar & Spa!

Al tratarse de un restaurante de nueva apertura y con el aliciente de una selección de platos multicultural y ecológica, queríamos probarlo todo del Ëco Bar & Spa, y claro, se nos fue la mano, un poco más y nos comemos al camarero… Empezamos con unas cervezas especiales -que os muestran FlashBack y Ninillas- a excepción de nuestra acompañante, que se pidió una normal. Me encantó mi elección, la Blond, realmente suave, puede que haya alguno que no le parezca ni cerveza. Las acompañamos de una exquisita ración de Jamón Ibérico de Bellota Ecológico que os muestra Ninillas, 21,50 € bien invertidos, porque… ¡Estaba buenísimo!

Como sorpresa, llegaron dos aperitivos a la mesa que combinaban perfectamente con el pan de sésamo de la finca Río Pradillo de la Sierra de Guadarrama. El primero constaba de un chorrillo de aceite virgen extra de Jaén, acompañado de dos tipos de sal: una francesa y la otra, la rosa del Himalaya de la que os hablé anteriormente. ¡Riquísimo! Un buen aceite, un buen pan y una buena sal… ¡Lo mejor del mundo!

El segundo aperitivo fue el Ëco Gazpacho a la hierbabuena con huevas de arenque y cebollino. ¡Fantástico! ¡Buenísimo! Pena de más chupitos. La imagen lo dice todo… Claro que no la podéis probar, tendréis que ir allí en directo y que tengan los mismos aperitivos, porque imagino que los irán rotando con otros difrentes…

Comenzamos con las viandas propiante dichas, y dejando a un lado el Ëco Sushi y el Canelón de lechuga relleno de shitake, tomate cherry, gratinado con alioli negro del que os hablan mis compañeros, tengo que deciros que el Carpaccio de pulpo con espuma caliente de patata al pimentón de la vera estaba… ¡Tremendo! Nunca lo había disfrutado con esa presentación, y la verdad, me sorprendió muchísimo. No dejéis de pedirlo porque no os arrepentiréis.

La Mihoja de vieiras con hummus de pera fue a mi parecer el entrante más flojo. Claro que un gallego de pura cepa como yo… que ha comido millones de veces esta exquisita materia prima, no puede ser imparcial con este plato… ¡Que se lle vai facer! Pero sí reconozco que el humus de pera le iba como anillo al dedo.

Los entrantes los acompañamos con un Honeymooon 2007, un blanco de la variedad parellada con D.O. Penedés eleborado también de forma ecológica. Y para los platos principales optamos por un Finca los Frutales 2006, un tinto merlot y syrah con D.O Sierras de Málaga. Un crianza de 10 meses en barrica de roble francés y una tirada exclusiva de tan solo 7.727 botellas. Muy correctos los dos como acompañamiento de nuestra cena, no tenemos nada que echarles en cara, muy buenos para disfrutarlos en el Ëcobar.

Nuestra acompañante -que no nos deja sacarla en Cucharete, no vaya a ser que se haga famosa- se decantó por el Carpaccio de Kobe a la mostaza antigua con rúcola -21,50 €- ya que nunca lo había probado y le tenía ganas, y que mejor forma de hacerlo que sin desembolsar lo que suele costar un entrecot de esta carne -unos 60 €-. Un carpaccio que sorprenderá a unos y defraudará a otros que esperaban mucho más, hay que probarlo y valorarlo personalmente. A nuestra amiga le encantó.

Aprovechando que estábamos en un restaurante ecológico, un carnívoro como yo eligió pescado, ya que comemos sano… vamos a hacerlo lo mejor posible, y ahí tenéis un Salmón asado con salsa thai de coco que estaba bien bueno, en su punto justo. La salsa ligaba perfectamente con cada bocado. Apuntadlo en vuestra memoria porque quedaréis satisfechos con su sabor.

Nada mejor que un primer plano para lucir su presentación. ¿Apetece incarle el diente, verdad?

De los platos que os muestran mis compañeros, tanto la Carrillera de cerdo ibérico con lombarda salteada como la Musaka, salieron muy bien parados. Muy rico todo según sus apreciaciones.

¡Y llegamos a los postres! Esa guinda del pastel con la que toda cena que se precie debe concluir. Por mi parte deciros que las cucharillas viajaban de un lado a otro… ¡Queríamos probarlos todos! En la imagen, os enseño la Crema con granizado de café y polvos de chocolate y el Cheesecake, para mi gusto los más sorprendentes de los cuatro que tomamos. ¡El Cheesecake del Ëco Bar & Spa se sale! A ver quien me dice lo contrario después de que lo pruebe….

La cena había sido un éxito, y ya que estábamos -muy bien- acompañados de la amiga de Ninillas, qué mejor que continuar la conversación en la zona lounge con unas copas… ¡Ecológicas! Yo soy whiskero, así que ante la presencia de una botella del escocés SCAPA 1993 no pude resistirme -la botella está a 77 € en la tienda- y un vaso de degustación -como el de la imagen- son 7 € -la copa son 11,50 €-. ¡Merece la pena!

Y así queda nuestra extensa visita al Ëco Bar & Spa, que comienza con el descubrimiento del mismo por parte de Ninillas. Un espacio multicultural que fusiona tres conceptos de manera ecológica: gastronomía nórdica-mediterránea-japonesa, terapias de belleza y una amplia tienda gourmet.

Visitadlo y… ¡Ya nos contaréis!

FlashBack: Son dos los grandes momentos del año en los que siempre nos planteamos los buenos propósitos para los meses venideros: con la llegada de aquellos instantes en los que nos concentramos con los más cercanos a degustar las doce uvas de la suerte, y al finalizar la temporada estival alcanzando el comienzo del otoño. ¡Otro nuevo curso incluso para el equipo de Cucharete!

Con esta finalidad en mente, lo mejor que podemos realizar es comenzar con buenos pasos y revitalizarnos tanto interior como exteriormente para retomar el día a día con nuevas y mejores energías. Siguiendo esta iniciativa, Ninillas nos pone en alerta de su descubrimiento de un nuevo espacio dedicado al cuidado corporal, la búsqueda de la paz mental y ligado, al mismo tiempo, a un concepto de gastromía, pensada para los más exigentes, basada en productos orgánicos y ecológicos. Es decir, todos aquellos en los que no se ha utilizado ningún tipo de añadido químico a lo largo de todo su proceso de producción.

Así pues, nos dirigimos al recién llegado complejo Ëco Bar & Spa -de reciente apertura desde el pasado mes de Abril- situado al margen del madrileño Parque del Oeste. Un enclave que potencia, sin lugar a dudas, la exótica oferta que plantea a sus clientes. Será el lado femenino de este blog quien os cuente más detalladamente los entresijos de los diversos tratamientos de belleza iniciales que se pueden disfrutar en el establecimiento en el que nos encontramos. Pero, y aunque haya llegado en el momento de recoger a Ninillas de sus sesiones rejuvenecedoras, os puedo asegurar que las diversas actividades que se llevan a cabo en las distintas salas tienen muy buena pinta: Pilates, Expresión corporal, Chi-kung, Danza oriental, Tai-chi, Yoga e incluso clases de Balet clásico y Música para niños.

Sorprende ante todo el esfuerzo realizado en acompañar cada una de las sesiones de un ambiente relajante al mismo tiempo que acogedor. Limpieza, elegancia y sosiego son los calificativos fundamentales que pueden resumir el entorno con el que nos encontramos. Un buen inicio para los diversos circuitos que se nos ofrecen como comunión de la potenciación de la belleza y un buen menú gastronómico, a saber: ejecutivo, energético, ecológico, japonés, ponte en forma, ensalada & zumo purificante…. Una serie de opciones que incluyen el uso de la sauna finlandesa, tratamientos corporales, masajes o puestas a punto completas (incluyendo manicura, pedicura, depilaciones y limpiezas faciales). Su duración oscila entre entre una hora y tres horas pudiendo contratarlas tanto de forma conjunta como individualmente en función de nuestras necesidades.

Mientras nuestra querida compañera de equipo termina de acicalarse tras su paso por las diferentes áreas de este spa urbano, nos dirigimos a la zona reservada para la tienda de bioproductos gourmet -algunos exclusivos- en la que no es difícil encontrar todo aquello que se nos pase por la cabeza. Un claro ejemplo son las distintas marcas de agua minerales elitistas con las que nos topamos. Desde la famosa Voss -procedente de los acuíferos naturales del sur de Noruega- o la japonesa Finé -obtenida de las aguas subterráneas del cinturón volcánico Fuji-, hasta la única y privilegiada Cloud Juice -botellas procedentes de Tasmania cuyo contenido se basa en exactamente 9.750 gotas de lluvia recogida en la australiana King Island, orgullosa de poseer el aire más limpio del mundo, obteniendo un agua 400 veces más pura que la recomendada por los estándares mundiales-.

Claro que si estos excepcionales líquidos elementos ni sus botellas de atractivo diseño consiguen convencernos lo suficiente, podemos optar por múltiples cervezas de importación alemana, por supuesto también ecológicas o de múltiples vinos orgánicos de las más populares Denominaciones de Origen. Principalmente Rioja, Penedés, Valdepeñas, Toro y Málaga.

Me inclino por las primeras, de las que os recomiendo la ,Blond para aquellos que os encantan los sabores suaves en esta bebida, y tanto la Lagerbier o la Espelta, para el resto. No os olvidéis de probar esta última al menos alguna vez en vuestra vida ya que se encuentra realizada con un cereal -del que toma su nombre-, el cual estuvo a punto de desaparecer hasta que se descubrió que sus nutrientes y propiedades son superiores a las del trigo que todos conocemos. Por supuesto, no falta la opción “sin” e incluso la versión “light” baja en calorías.

Se ponen a nuestra disposición algunos que otros productos estrella que consiguen que múltiples clientes se desplacen desde los más variopintos rincones de nuestra ciudad con el fin de conseguirlos en este establecimiento. Estamos hablando de The Sensual Tea que parece lograr el objetivo de “poner a tono” tanto a hombres como a mujeres, así como whiskys escoceses o ginebras inglesas, ambos orgánicos. Y si un producto vuela fervientemente de las estanterías, se trata de las Bayas de Goji procedentes del Himalaya que, según se dice, ayudan a prevenir múltiples enfermedades, mejorar las funciones corporales y, en definitiva, alargar la vida de quienes las toman.

Y más, ¡muchísimos más productos ecológicos! pueblan los pasillos configurados por las altas estanterías. Llaman la atención de mis ojos algunos patés como el Paté de Tofu y Miso, botellas de Salsa Teriyaki, pastas, legumbres, verduras, harinas, tortitas, galletas, bizcochos… Un sinfín de productos ecológicos. Incluso una multitud de aceites de oliva virgen extra de primera presión y sales exclusivas como la del Himalaya, característica por su aspecto rosado. Una auténtica miscelánea de productos tanto listos para tomar como para permitirnos preparar los más saludables, además de originales, platos en nuestro domicilio.

¿Os parecía que habíamos pasado demasiado rápido sobre los whiskys? Pues aquí tenéis una gran selección de esta bebida de malta en sus ejemplares gourmet para los más exquisitos. Y para los amantes de la ginebra, se dispone de una auténtica joya, la Citadelle Gin, única en el mundo por elaborarse con una combinación de 19 variedades vegetales distintas. Se destila tres veces consiguiendo un aroma suave y elegante que permite crear los mejores Gin Tonic y una gama de cócteles muy atractivos.

Dirigiéndonos al área del restaurante más propiamente dicha, nos encontramos con una zona “lounge” donde esparcirnos relajadamente con nuestros acompañantes y disfrutar de cualquier tipo de cóctel, cafés, infusiones, vinos, refrescos -que también los tenemos orgánicos- o cervezas. Todo ello rodeados por una gran cantidad de esculturas contemporáneas que se exponen de forma temporal y con la posibilidad de adquirirse directamente en el local si así lo deseamos.

La sala, donde disfrutaremos de los auténticos platos de la carta a lo largo de nuestra velada, se compone de una serie de mesas de madera vestidas con caminos de color blanco sobre los que se apoya una cristalería y cubertería elegante. Si bien lo que más sorprende son sus pequeñas planchas de piedra de pizarra que usaremos a modo de plato para la degustación de alguna de las elaboraciones que se nos van a ofrecer. No faltan unas románticas velas que aportan el toque íntimo deseado a todo el conjunto.

Una iluminación, muy conseguida gracias a elementos halógenos regulables, que combina con el diseño moderno de las amplísimas cristaleras que permiten dejar pasar una increíble cantidad de luz desde el exterior del local. El suelo de madera consigue crear una sensación aún más cálida si cabe.

Ya sentados en nuestra mesa, se acercan unas cartas elaboradas artesanalmente de las cuales elegimos un buen elenco de platos así como los caldos con los que acompañaremos la cena: un Vino Blanco Honeymooon 2007 y un Vino Tinto Finca Los Frutales 2006. Aunque comenzamos eligiendo distintas cervezas, de las orgánicas disponibles, para combinar el aperitivo. Me decanto, sin duda, por la Espelta que, a estas alturas, ya habréis comprobado que su peculiaridad no me ha permitido resistirme a la tentación.

Dentro de las características del servicio por comensal, se incluye un recibimiento que depende de la creación que el jefe de cocina haya elaborado en el día de nuestra visita. En nuestro caso, se trata de un Ëco Gazpacho a la hierbabuena con huevas de arenque, que resulta un comienzo muy apropiado al mismo tiempo que original. Además, se nos sirve un pan de sésamo realizado en la Sierra de Guadarrama acompañado de aceite de oliva virgen extra de primera presión procedente de Jaen y sal del Himalaya.

Entrando de lleno con los entrantes, disfrutamos de un llamativo plato de Ëco Sushi. Uno de los toques asiáticos del restaurante elaborado con salmón y queso de untar. Una buena opción, si bien debo reconocer que me sorprende aún más el Carpaccio de pulpo con espuma caliente de patata al pimentón de la vera que os muestran mis compañeros. Una combinación estupenda.

Quizás teníamos mayores expectativas respecto a la Mihoja de vieiras con hummus de pera aunque, en cualquier caso, la presentación está creada a conciencia y el puré de pera le aporta un gusto muy agradable. ¿Alguien puede resistirse a dejar sobre el plato alguna de las rodajas en que se ha cortado este molusco o no romper y degustar un trocito de tan graciosa peineta?

Antes de lanzarnos a por los “Seguimos”, completamos las aperturas con un buen Canelón de lechuga relleno de shitake, tomate cherry, gratinado con alioli negro. Un interior vegetal que combina perfectamente el tomate con la reina de las setas orientales. Su presentación, en forma de rollo recubierto por la hoja de la lechuga, y la peculiaridad de su alioli negro lo convierten en un plato con personalidad.

Llegados a los platos principales, me decido por la Carrillera de cerdo ibérico con lombarda salteada. Un gran compendio de sabores gracias a la mezcla de una pieza de carne de calidad, muy tierna, con una salsa ligeramente dulce y unas exquisitas hojas de lombarda con una textura provocadoramente crujiente. Lo recomiendo sin lugar a dudas.

Igualmente, pruebo fugazmente alguna que otra pizca de los platos del resto de la mesa -con el permiso de todos, por supuesto-. De esta experiencia, consigue causar buena sensación en mis papilas gustativas el Salmón asado con salsa thaï de coco. Una materia prima de estupenda frescura que consigue potenciarse aún mas gracias a su acompañamiento.

En cuanto a los postres, ordenamos una amplia variedad. Llegando a nuestra mesa un, aún burbujeante, Gin-Tonic con espuma y crujiente de limón que, aunque se encuentra fuera de carta, no dudamos en pedirlo para degustarlo al sernos ofrecido. Junto a él podéis ver el Ganache de chocolate blanco con carpaccio de fresas & menta fresca. Un postre apropiado para los más exigentes con todos los elementos necesarios para permitirnos disfrutar apropiadamente del momento más dulce de la velada.

Como colofón final, se nos agasaja con unos Petit Fours -dos a cada lado de la mesa- incluidos dentro del servicio por comensal. Consiste en un chupito de leche de ron con polvo de café, perfecto para finalizar con un buen sabor de boca.

Finalmente, no podemos evitar dirigirnos a la zona de chill-out y poner broche final a la cena con una serie de cócteles y bebidas espirituosas orgánicas. Sin duda, uno de los más apreciados es el Gin Tonic de Citadelle y Fever-Tree con espuma de cítricos. De esta Ginebra orgánica ya os he hablado previamente y, si ya resulta muy sugerente, aún más lo es combinada con esta tónica elaborada con quinina natural -procedente de los árboles de la fiebre de Ruanda-, azúcar de caña, agua mineral, ácido cítrico y ralladura de limón, sin ningún tipo de aditivo químico. Si acudís al Ëco Bar & Spa no os la podéis perder.

A modo de resumen, no podemos más que alegrarnos de haber hallado y poder descubriros un concepto innovador como éste, en el que se da importancia a gran número de detalles que rodean una cena exigente y saludable. Ya sea para recibir algún tratamiento, adquirir alguno de sus productos ecológicos, disfrutar de sus cócteles o repetir una nueva cena-velada, seguramente volvamos pronto nuevamente. ¡Hasta nuestra próxima visita!

Ninillas: Nunca me ha importado cumplir años, lo veo tan natural como que la vida pasa y yo he estado disfrutando de ella. Un año más cumplido, es un año más vivido, y por supuesto pongo siempre la esperanza en llegar al siguiente. Pero si hay algo fundamental ese día, son los regalos. Cuando mi novio y yo comenzamos nuestra relación, estos regalos eran los típicos de anillito, pulserita, “¡oh! ¡qué bonito colgante!” Y todo eso está muy bien, aunque llega un momento en el que las parejas se conocen y deciden, al menos ése fue nuestro caso, que los presentes han de ser algo más, es decir, buenos bolsos, buenas botas y… el que os voy a enseñar a continuación: una tarde completa de “porque yo lo valgo” en el Ecobar&Spa.

¡Me encantan estos sitios! Una llega a ellos hasta las narices de todo y de todos, pero es cruzar el umbral de su puerta y… “na de na”, todo se olvida, te sientes divina, relajada y por supuesto, feliz. Pero tal experiencia, no tiene punto de comparación si la compartes con una buena amiga en vez de vivirla en solitario. Por esa razón, Clara, siempre dispuesta a estos menesteres, se convenció a ella misma, poco tuve que insistir, y se vino conmigo. Salimos de allí, siendo las mismas, aunque eso sí, con unos cutis súperoxigenados -ya veréis porqué- y unos cuerpos masajeados de pies a cabeza.

Comenzamos el camino hacia una piel sana, limpia y renovada, por dentro y por fuera… El Ecobar&Spa es un concepto totalmente novedoso en España, que engloba belleza & spa, gastronomía y tienda, con un nexo en común, el “eco” de ecológico. Y es que aquí, absolutamente todos los productos son ecológicos.

En el EcoSpa ponen a tu disposición una amplia oferta de terapias, tratamientos y actividades que favorecen el bienestar físico y por supuesto, la belleza. Todo en un entorno acorde a estos menesteres y donde la elegancia de las estancias no ha quedado a un lado. Y para muestra… un botón, o mejor dos, los correspondientes a los vestuarios de chicos y chicas, que por cierto son los que lucen de azul.

Cada una de sus salas está destinada a un fin concreto. Cuentan con un gran número de expertos profesionales que abarcan multitud de disciplinas destinadas, como no, al cuidado integral de la piel y del cuerpo. De modo que, tienen a tu disposición tanto médicos titulados en medicina tradicional como en medicina alternativa, nutricionistas, dietistas, fisioterapeutas, naturópatas, quiroprácticos, esteticistas…

Dentro del programa de actividades, se imparten distintos cursos de pilates, yoga, yogipilates, reeducación postural, Tai chi, Kin-Jo, Chi Kung, danza oriental… Así como diferentes conferencias y charlas gratuitas ofrecidas por especialistas según la temática.

Si de tratamientos faciales hablamos, el EcoSpa también es tu sitio. Puedes optar por los más clásicos, o por los más innovadores como pueden ser la limpieza con ultrasonidos, el Vita Skin, la radiofrecuencia, la mesoterapia virtual-facial, foto rejuvenecimiento, foto acné o por qué no, toda la línea de tratamiento del Dr. Hauschka, que ofrece productos cosméticos ecológicos cien por cien, es decir, productos elaborados con principios naturales sin parafina, llenos de aromas y basados en la estimulación linfática.

Pues bien, de todo lo nombrado y las mil y una cosas que me habré dejado en el camino, mi chico me eligió una. Pero no una al azar, sino la que se ajustaba a mi perfil… ¿Cómo decirlo? ¿Facial? Vale, lo dejo así. De momento os enseño la sala donde me lo dieron.

Cuando tenía 18 años -ya ha llovido desde entonces- mi cara empezó a sufrir, y nunca mejor dicho, lo que los dermatólogos denominan acné tardío. Cada día aparecían monumentales comedones y granos que no desaparecían por mucho que yo rogara a Dios y al Cielo. El tratamiento aconsejado no fue otro que “la limpieza”, mucha limpieza. Así que, tonta de mí, yo llevaba mi cara como “los chorros del oro” y, por supuesto, cada mes me sometía a una limpieza facial en un centro de estética. El resultado de un tratamiento tan abrasivo no fue otro que un cutis extremadamente sensible que padeceré toda mi vida. Los comedones y granos… no se fueron, me acompañaron aún durante unos cuantos años, hasta que la naturaleza decidió que tocaba retirada. Y… todo esto, ¿para qué? Porque yo sé, que mis puntos negros a nadie interesan. Pues bien, todo esto me sirve a mí para explicaros el por qué mi novio se decidió por el tratamiento facial Vita Skin.

Vita Skin es un claro ejemplo de cómo las nuevas tecnologías son aplicadas a la belleza. Cumple los tres principios básicos de higiene profunda del rostro, reactivación de células y tratamiento contra el envejecimiento cutáneo, pero eso sí, no suponen una agresión en la dermis como una limpieza tradicional.

En este periplo, además de Clara como fotógrafa, me acompañó Gea, que como esteticista, fue quien ofició la ceremonia -nunca mejor dicho-. Comenzamos por una crema limpiadora y un tónico, lo habitual, pero éstos con un añadido, y es que llevan mucho oxígeno. A continuación, empezamos con la fiesta de luz y color, que corre a cargo de dos electrodos para corriente mircrogalvánica. Uno positivo que se mantiene fijo, y otro negativo que va efectuando rotaciones por toda la cara y que es el que actúa desincrustando.

Con estos electrodos se recorre cada centímetro de la cara, y una vez se han desincrustado todos los poros, llega el momento de la espátula de vibración ultrasónica, cuya misión es extraer impurezas y realizar una limpieza profunda de la piel.

Luego viene lo que yo he denominado “operación sellado”, si es que las limpiezas de cutis y la chapa y pintura se llevan poco… Consiste en darle la vuelta a la espátula e ir introduciendo un gel oxigenante al tiempo que se van sellando los poros. Después… la relajación. Un paño caliente te cubre la cara y a descansar un ratito.

Pasados tres minutos, más o menos, te secan la cara y llega el momento de la mascarilla, aplicada de dentro hacia afuera, para realizar una estimulación linfática. Te cubren los ojos con un revitalizante ocular y dejan que la cosmética surta efecto.

Vuelven a limpiarte el cutis y lo envuelven en otro paño calentito con esencia de salvia y lavanda.

Con la cara limpia, desincrustada, sellada y relajada, llega el momento de aplicar el sérum y la crema nutritiva, ambos ricos en oxígeno. Y es ahora, cuando te pasas la mano por la tez, y compruebas que está tan suave como el culito de un bebé.

Tras una hora y media, bien invertida por cierto, me bebí una botellita de agua Ogo, que previamente me había agenciado en la EcoTienda. No la compré a tontas y locas, me aconsejaron que era perfecta para beber cuando se ha realizado un sobreesfuerzo físico o te has sometido a un masaje debido a su alto contenido en oxígeno. Aunque si os digo la verdad, yo sencillamente tenía sed, y la del grifo seguramente me habría hecho el mismo servicio. Pero oye, cuando se va a un spa, se va con todas las consecuencias y acatando todos los consejos.

Os preguntaréis por el precio, pues a eso voy. El Vita Skin cuesta 90 € y tiene una duración de hora y media. Los efectos, aparte de los inmediatos de relajación, nutrición y suavidad facial, se ven sobre todo a la mañana siguiente, cuando efectivamente mi cara tenía más luz y carecía de las irritaciones producidas por una limpieza tradicional. La conclusión… volveré porque veo que a mí me va bien.

Mi visita al EcoSpa no terminó ahí, salí de la cabina en la que estaba y me metí en la 5, que es la que os muestro en la imagen. Ya veis, luz tenue acompañada por el parpadeo de velitas, ambiente sosegado y ausencia total de ruido. ¡Pero mira que se estaba bien!

En el EcoSpa también hay diversas terapias para el bienestar y la relajación. Llama la atención por ejemplo el Ayurveda -98 €-, basado en la medicina Ayurvédica y cuyo tratamiento nutritivo y desintoxicante, ayuda a la limpieza del cuerpo y la revitalización de la piel, los músculos, el sistema circulatorio y el sistema nervioso.

Otros más conocidos son la Chocolaterapia -50 €-, el masaje sueco -26 ó 48 € dependiendo de su duración-, el drenaje linfático -45 €-… Luego han introducido una serie de tratamientos alrededor del mundo como el Find Confort -70 €-, que incorpora técnicas del tradicional masaje hawaiano, el Find Clarity -40 €-, que es un masaje indio de cabeza o el Find Heaven -90 €-, que es el que me di yo. En cualquier caso, los precios de los masajes dependen en gran medida del tiempo que requieren. El mío en concreto, dura hora y media y, ¡bendita hora y media!

El masaje Find Heaven es sobre todo relajante, y comienza por los pies. Lo primero que te hacen nada más tumbarte en la camilla, es cubrirlos con barro del Mar Muerto para posteriormente envolverlos con un film transparente para que el barro penetre bien y conseguir así los efectos deseados. Durante 90 minutos, el tiempo que dura el masaje, los pies permanecen tapados. Transcurrido ese tiempo, se elimina el barro y… ¡Voilà! Has entrado con pezuñas y sales con pies de princesa. Suavitos, suavitos…

Mientras yaces en la camilla con los pies embadurnados de barro, comienza lo realmente divertido… el masaje en cuestión. El Find Heaven es un masaje integral, es decir, no queda centímetro de tu cuerpo sin ser masajeado convenientemente. Se comienza aplicando un aceite de coco por la parte delantera y las piernas, para después llevar a cabo el masaje propiamente dicho con pindas, que son unos saquitos rellenos de sales minerales, con los que se van haciendo fricciones en los puntos clave. Te sientes como si te estuvieran amasando. Terminada la delantera, se repite la operación con la retaguardia y los brazos. Relaja especialmente cuando con la pindas te presionan en el sacro y el comienzo de la columna vertebral.

Nos quedamos relajadísimas, desde luego veíamos el mundo de color rosa. Pero aún así, nos faltaba algo. Y es que, ya lo dice el refrán: “Con la tripa vacía, no hay alegría”. Y conociéndome como me conozco, hice bien avisando al resto de Cucharetes de dónde íbamos a cenar esa noche.

Como ya he comentado al principio, el Ecobar&Spa es una trilogía ecológica. Ya os he enseñado el Spa, pero queda el resto. Vamos con ello. La EcoTienda pone a disposión del cliente un sinfín de productos ecológicos, por supuesto, de todo tipo y condición.

Mi abuela solía decir: “Bendita sea el agua, por sana y por barata”. Pues bien, en la EcoTienda encontrarás la primera parte, porque la verdad es que aquí las aguas baratas, lo que se dicen baratas, no son. Pero claro, hablamos de aguas con estilo, aguas exclusivas que se supone son lo más de lo más. Entre ellas están Fiji, Finé, Cloud Juice, Voss, Karoo u Ogo, de las que os hablan más detalladamente mis compañeros Rayo y FlashBack.

Y como no sólo de agua vive el hombre, ofrecen prácticamente cualquier alimento de una dieta habitual: espinacas, patatas, aceites de oliva virgen, pastas, miel… Por supuesto, todo “eco”.

Yendo por otros derroteros, pero dentro del marco ecológico que nos invade, podemos encontrar las Bayas de Goji, con las que por lo visto, si las tomas, no te mueres nunca… por los numerosísimos beneficios que reportan a tu salud. Dentro de esa línea de complementos alimenticios, también podemos hacernos con el apreciado Jugo de Aloe Vera Puro. Tiene efectos tonificantes para todo el organismo, ayudándolo a depurarse y a regenerarse.

Si nos dirigimos a la zona de espirituosos, tampoco saldremos defraudados, puesto que disponen de una amplia gama de Whiskys, Cognacs, Vinos y Cavas. Todos ellos orgánicos cien por cien. En la fotografía os muestro algunos de esos cavas, entre los que destaca un Reserva Privat Laietà y un Mirgin.

Justamente enfrente de la EcoTienda está la “zona de reposo”, así la llamo yo claro. Y es que, en esta parte han puesto unos sillones, perfectos para reposar mientras charlas tomando un cocktail, un café o cualquier otra cosa que se te pase por la mente. Desde luego, es el sitio perfecto para pasar un rato, con vistas a la calle a través de sus enormes cristaleras.

En ese mismo lado, encontramos la zona de la sala con la barra al fondo. Su decoración está basada en un estilo Zen Nórdico muy actual. Suelos de tarima, mobiliario de color wengué muy oscuro, agradable iluminación… Todo muy sobrio y al mismo tiempo relajante. Vamos… muy zen.

El comedor tiene capacidad para 40 comensales y, por supuesto, es para no fumadores (Ahora se permite fumar) al igual que la EcoTienda. No se puede ser tan “eco” y estar dándole al pitillo. De todos modos, en veranito disponen de una coqueta terraza de verano donde poder practicar el vicio.

Las mesas son modulares de dos y corriendo bien el aire entre ellas -algo que últimamente se estila poco-, aunque se pueden hacer las combinaciones pertinentes dependiendo del número de personas. Además, disponen de una mesa grande para 6-8 personas a modo de reservado.

En lo que respecta a la indumentaria… lucen caminos y servilletas en blanco y de tela -que no se me olvide-. Una original cristalería y una vistosa cubertería completan el conjunto, iluminado -eso- sí por una velita.

Ahora sí, ya va siendo hora de que entremos en nuestra temática. Y comenzamos con unas cervecitas, que los chicos me venían con sed. Los Cucharetes pedimos 3 de las denominadas top -a 4.10 € cada una- y mi amiga Clara una normal. La mía en concreto fue una Reidemburger de trigo, que me entraba sola, estaba muy suave. No la había probado nunca y me gustó.

El Restaurante Ecobar&Spa ofrece una cocina multicultural, es decir, nos presentan una combinación de la gastronomía nórdica, mediterránea y japonesa, pero salpicándola con toques de creatividad y alguna que otra deconstrucción más que interesante.

Empiezan su oferta culinaria con sus Eco aperitivos, que por cierto también los tienen disponibles fuera del horario de cocina. De este apartado, nos faltó tiempo para pedir una ración de Jamón Ibérico puro de bellota ecológico. El corte no era muy acertado, pero de sabor estaba… ¡Ay… Cómo estaba el jamón!

Mientras decidíamos nuestra cena, nos trajeron los aperitivos, mostrados por mis compañeros, y que por cierto me parecieron muy acertados y originales. Además corren por cuenta de la casa.

De sus secciones “Para Empezar” y “Seguimos” nosotros hicimos lo que nos vino en gana, vamos… como siempre. Sencillamente elaboramos nuestro propio menú de cuatro entrantes y cuatro principales, pero muy a nuestro gusto. He de destacar, que dentro de su propuesta gastronómica hay platos vegetarianos, marcados como tales en su carta. Y, desde luego, ecológicos, como el resto de viandas.

De su vertiente japonesa nos fijamos en su Eco shushi. Era de salmón y queso tipo Philadelphia, además el arroz resultaba más sabroso que el sushi tradicional, no sé qué más le añaden, pero el resultado es bueno.

Como entrantes también llegaron a la mesa un plato vegetariano: Canelón de lechuga relleno de shitake, tomate cherry, gratinado con ali-oli negro y unas Milhojas de vieiras con hummus de pera. Ambos muy correctos y en los que me sorprendió tanto el ali-oli negro como la salsa de la vieiras.

El que yo os muestro en la imagen es el Carpaccio de pulpo con espuma caliente de patata al pimentón de la vera. Este plato me encantó, es una especie de “pulpo a feira” deconstruido. El pulpo se presenta a modo de carpaccio y en lugar de la patata con el pimentón por encima, se ha elaborado una espuma caliente con dichos ingredientes. Ya os digo, riquísimo.

Entrando de lleno en los platos principales me agradó el Salmón ahumado asado con salsa thaï de coco, buen salmón y perfecto el punto de cocción y muy bien combinado con la salsa. De la Carrillera de cardo ibérico con lombarda, ¿qué puedo decir? Estaba tierna, tierna… Un plato para acertar sin riesgo. Con respecto al Carpaccio de Kobe a la mostaza antigua con rúcola, pues sencillamente fue un antojo de Doña Clarita, que no lo había probado, pero vamos… no deja de ser kobe, que a nuestro país llega con precios astronómicos, aunque eso sí, la salsita de mostaza y rúcola le iba que ni pintada.

En la fotografía os muestro la Musaka de verduras con bechamel.

En el restaurante Ecobar & Spa es habitual ofrecer platos fuera de carta y éste era uno de ellos. Es también vegetariano al cien por cien y a mí me gustó, sobre todo porque en la base llevaba una crema de calabaza que se ajustaba perfectamente al resto de ingredientes.

Regamos la cena con dos vinos -lo de ecológicos yo creo que ya lo intuís-. Un blanco Honeymooon 2007 D.O. Penedés -10.50 €- y un tinto Finca Los Frutales 2006 D.O. Sierras de Málaga -25 €-, que cumplieron con las espectativas. Y… con los postres, llegaron los Petit Fours -mostrados por FlashBack- que también son gentileza de la casa.

Estos son los postres que nosotros degustamos, unos en carta y otros sugerencias que el Ecobar tenía aquel día. De izquierda a derecha, y de arriba a abajo: Ganache de Chocolate Blanco con carpaccio de fresas & menta fresca, muy bueno, seguido llega su Eco Cheesecake, es un cheesecake con textura de crema de galleta maría y crujiente de chocolate. Sin duda es de esos postres difícil de olvidar. Continuamos con la Crema de granizado de café y polvos de chocolate, a mí me gustó mucho, pero sin duda es un postre para cafeteros, a pesar de que no tenga un sabor excesivamente pronunciado. Por último, Gin-Tonic con espuma y crujiente de limón, un cocktail ligerito de postre que agradó en general.

Como pega a los postres, la presentación. No me refiero a le presentación del postre en sí, que me pareció adecuada, sino al uso excesivo de la misma copa en todos ellos. No sé, a lo mejor fue por los postres que pedimos.

Después vinieron las copitas en la zona de reposo, bueno… yo me pedí un café con leche -2.10 €-, que por cierto, el café procede del “comercio justo”. Charlamos, nos reímos y nos relajamos.

Total, que Clara y yo llegamos al Ecobar&Spa a las cuatro de la tarde y salimos a la 1:30 de la madrugada. Yo creo que la visita fue bien completa.

Como decía al principio, el Ecobar&Spa es un nuevo concepto que aúna tres líneas de negocio con un nexo común, el ecológico. Puedes disfrutarlo por partes, o en su totalidad, e incluso puedes optar por sus completos circuitos que alternan el Spa con variados menús en el EcoBar. Sea como sea, yo personalmente lo disfruté desde el principio hasta el final, y sólo espero volver en breve, porque en el Ecobar&Spa te cuidas tanto por dentro como por fuera.

Agradecimientos:

A mi novio, a quien adoro y espero que para la próxima se acuerde de que el masaje Hawaiano tiene una pinta estupenda.

A Doña Clarita, gran fotógrafa, pero pésima modelo, no permite una foto ni aunque le vaya la vida en ello.

A Gea, la esteticista, mujer de paciencia infinita. ¡Qué coñazo le di!

A Emilio, camarero, que con gracia nos soportó estoicamente.

Cucharete: ¡Vaya! ¡Cómo se lo han pasado mis chicos en el Ëco Bar & Spa! ¡Sobre todo Ninillas! Que hizo uso de prácticamente todos sus espacios. Un restaurante multicultural y ecológico que no pasará inadvertido en Madrid… Pronto se convertirá en lugar de peregrinación de aquellos que quieren cuidarse tanto por dentro como por fuera. Además, al permitir solicitar medias raciones, se hace ideal para compartir platos con amigos y probar un poco de todo. Mi equipo cenó por 34 €/persona. Cuatro personas con 4 entrantes, 4 platos principales -uno de ellos kobe-, 4 postres y agua. A lo que añadimos 2 botellas de vino ecológico de 25 € y 10,50 €. Las cervezas especiales con una ración de Jamón Ibérico puro de bellota ecológico fueron 37 €. Las copas y el café con leche 28 €. Los dos tratamientos a los que se sometió Ninillas 180 €.

El concepto, totalmente novedoso: Spa, Tienda Gourmet y Restaurante. Comedor en exclusiva para no fumadores (Ahora se permite fumar). Su original propuesta gastronómica multicultural. El uso de productos ecológicos en su cocina. Permite solicitar medias raciones de las entradas de su carta. Aperitivos y Petit Fours por cuenta de la casa. El amable trato del servicio. Su zona WIFI. La separación entre mesas.

Todos los postres son presentados en el mismo formato.

4,0

AVISO: Este restaurante ya no existe.