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Mozart, 7
Madrid (Moncloa)
PrÃncipe PÃo (L6,L10,R)
91 548 51 40
25 - 30
El restaurante brasileño El Novillo Carioca nos acerca los sabores de Brasil y nos permite disfrutar de un largo buffet a precio fijo de 21 € +IVA con degustación de hasta 12 tipos de carnes diferentes en la cantidad deseada, repitiendo las veces que se consideren necesarias, siguiendo el sistema “rodizio”. En su comedor -con capacidad para 100 comensales- no está permitido fumar. Su horario de apertura es de 13:30h a 16:30h y de 20:30h a 00:30h. Parking cercano 24h. Cierran los Domingos por la noche y los Lunes todo el dÃa.
3,0
Rayo: Hoy os presentamos uno de esos restaurantes que os gustan prácticamente a todos los lectores jóvenes (y no tan jóvenes), por aquello de que te puedes poner hasta arriba (literalmente) probando diferentes carnes a la brasa. Un espacio que permite disfrutar de los “placeres carnales” hasta que tengas que aflojar el cinturón (de seguridad) para poder continuar el “viaje gastronómico”. Como podéis imaginar, a lo largo de este artÃculo veréis todo un ritual carnÃvoro que terminará por presentaros a todos aquellos que no lo conocéis este restaurante brasileño cercano al Centro Comercial PrÃncipe PÃo: El Novillo Carioca.
Granates y blancos dan color a un amplio comedor de mesas vestidas al “modo boda” o “modo comunión”, muy enfocadas a grupos, por lo que resulta un local perfecto para comidas de empresa, cumpleaños y todo tipo de celebraciones “carnÃvoras”.
El logo que nos encontramos en el luminoso de su entrada, nos resultó realmente gracioso, nada menos que un novillo a pleno rendimiento, dando estopa al cuchillo que raciona la carne. ¡La jornada gastronómica prometÃa!
El comedor está plagado de detalles brasileños -¡cómo no!- aunque no llegan a agobiar como puede suceder en otros locales con temática similar, ya que muchos de ellos son cuadros y fotografÃas de aquellas tierras cuya función es hacerte sentir en un ambiente con “sabor brasileiro” que te envuelva por los cuatro costados.
La música que acompaña la degustación no podÃa ser otra que la que todos tenéis en mente ahora mismo, asà como los diferentes vÃdeos que se van mostrando en su pantalla de plasma recorriendo los éxitos más representativos del carnaval brasileño.
La mayorÃa de manteles tienen heridas de guerra que nos detallan fielmente un pasado de fumadores (aunque a dÃa de hoy no se permite fumar), y le dan ese aire de local de batalla, lejos del lujo -a pesar de su vestimenta-, pero con toques distintivos que no lo dejan caer en el grupo de los habituales.
La separación entre mesas es más que razonable, por lo que se puede hablar a gusto con tus acompañantes, aunque cierto es que al no acudir en fin de semana, no lo hemos visto completamente lleno, y desconocemos el ruido que se puede llegar a generar en su comedor. ¡Ya nos contaréis en los comentarios!
El techo del restaurante despierta nuestra atención, pues esta repleto de imágenes retroiluminadas a modo de fotografÃa enmarcada que nos sirven de guÃa turÃstica por este paÃs multicultural que cubre casi la mitad de Suramérica: Brasil -el quinto paÃs más grande del mundo, marcado por grandes y diversas corrientes migratorias provenientes de todos los continentes y el intenso mestizaje entre ellas-. ¡Un paÃs digno de ser visitado! Pero mientras tanto, probaremos aquÃ, en Madrid, ese Sistema Rodizio que hace del Restaurante El Novillo Carioca, un lugar peculiar. ¡Que pa’ eso estamos los cucharetes!
Encontramos también diversas antigüedades que han topado su hueco entre la decoración del local, como puede ser un modelo The Champion de máquina de coser, o incluso un receptor de ondas de radio Philips con el que sus afortunados propietarios disfrutaban de las emisiones que se recibÃan del exterior en la época.
Vamos a darle ya visibilidad a la materia exclusivamente gastronómica -va tocando-, que es la que merece la pena cuando visitamos el Restaurante El Novillo Carioca. Nosotros optamos por probarlo todo, aprovechando que no tenemos a nuestra disposición ni menú ni carta, y que el funcionamiento del restaurante sigue la esencia del “buffet libre”, con lo que puedes hacerte una idea de que posiblemente la calidad no sea su punto fuerte, a favor de la generosidad de sus raciones, que las elaboras a tu gusto.
Los entrantes -tanto frÃos como calientes- que podemos disfrutar en El Novillo Carioca no dejan huella en nuestro paladar. Encontramos algunos que despiertan más nuestra curiosidad que otros, incluso hay raciones muy atractivas, pero ninguna llega a sorprendernos para que podamos recomendárosla con firmeza. Digamos que entre la farofa, el strogonoff, la yuca, el plátano frito, el feijao tropeiro… no nos decantamos por ninguno en exclusiva. Lo mejor y más recomendable es probar un poco de todo y entablar conversación con nuevos sabores, sin olvidar uno de sus recomendados platos calientes: la tÃpica Feijoada, hecha a base de judÃas negras con carne de cerdo de ternera, chorizo criollo, carne seca… ¡Eso sÃ! ¡No os olvidéis de dejar suficiente espacio para el plato fuerte! ¡El Rodizio! ¡Que con la carne sà que vais a pasároslo bien los carnÃvoros! (A parte de reventar).
En la zona de ensaladas y salsas encontramos acompañamientos más sabrosos -al menos por mi parte- como pueden ser los Huevos de Codorniz y las Ensaladas Clásicas y Tropicales, sin olvidarnos de las Ensaladillas, Purés, Queso Fresco, y las diferentes hortalizas de diferentes tipos. También podemos intentarlo con el Salpicón Brasileiro y con algún que otro plato del que desconocemos el nombre pero que ahà está presente para que lo probemos cuando nos apetezca en alguno de los diversos viajes con base en nuestra mesa. ¡Hay mucho donde elegir! ¡Muchas cosas que probar! Pero repito… ¡No os olvidéis que después viene el plato fuerte! ¡Las carnes!
Y ahora… ¡A por la carne! ¡Ya era hora! Comenzaba el desfile de carnes por las mesas con Chorizo y Morcilla para empezar a saborear el excelente tacto que deja la brasa, que combinado con los esponjosos panecillos calientes de queso que sirven en El Novillo Carioca, degustamos con placer. No habÃamos hecho más que empezar nuestro viaje carnÃvoro, todavÃa quedaban muchas y sabrosas paradas por delante, y como buenos cucharetes, nos detendrÃamos en todas y cada una de ellas. Ya sabéis que esto es un buffet, por lo que repitas las veces que repitas… el bolsillo no lo nota, tú eres quien pone el lÃmite –y el de algunos que yo me sé… ¡está en las nubes!-
Una ración de patatas fritas nos acompañó fielmente durante el placentero viaje que recorrió nada más y nada menos que 12 tipos de carne a la brasa, de las que repetimos las más jugosas. Continuad bajando que… ¡Hay más!
Legaron a la mesa las Alitas de pollo y el Pollo con bacon en sus respectivas espadas. El camarero separaba con maestrÃa cada una de las porciones llevándolas directamente al plato de cada comensal, se notaba la experiencia. De haberlo hecho nosotros, os aseguro que la mitad de ellas acabarÃan rodando por el suelo.
A continuación de los chorizos, morcillas y pollos… ¡Lo más esperado! Un sinfÃn de diferentes cortes de carne que consiguieron elevar la nota cucharetil de este restaurante brasileño hasta posicionarlo como un lugar muy recomendable para ir con amigos y pasárselo en grande, repitiendo las veces que se considere necesarias sobre las carnes que más haya disfrutado cada uno.
Ésta que miro fijamente mientras la separan de su espada, es la Entraña de Buey. Muy sabrosa, aunque no es de las que repetÃ, ya que venÃan todavÃa raciones mejores, y no podÃamos saturarnos. ¡Que ya es difÃcil!
La Tapilla estaba más jugosa, asà que cayeron un par de cortes -como podéis apreciar en la imagen, la espada era tremenda-. Tanto FlashBack como yo, puedo aseguraros que con hambre, lo que se dice con hambre… ¡No nos quedamos! ¡FaltarÃa más!
Y el cuchillo… ¡Impresionaba! Como se le resbalase… alguno de los comensales se iba a quedar sin nariz -no hay más que ver la cara de “acongoje” de Ninillas en una de las fotografÃas siguiendo al cuchillo de reojo-.
La Costilla de Buey tampoco pasó desapercibida para nuestra mesa, ya que volvió a ser una de las candidatas a repetir corte. Y eso que ya Ãbamos bien servidos, pues como os muestran mis compañeros, habÃamos también degustado el Lomo de Cerdo, la Cadera de Buey, el Rabillo de Buey… y todavÃa quedaba el Pan de Ajo, que estaba bastante bueno y el Lacón, que probamos por probar, porque no podÃamos ni movernos en la silla. ¡Y no me extraña en absoluto!
¿Os ha gustado el reportaje? Pues fijaos bien en el precio de la cena, porque para los dÃas que corren, en Madrid pocas ofertas de este calibre están disponibles para que salir a cenar no se convierta en un ahogamiento económico. El precio del Buffet -todos los entrantes más las carnes- es de 21 € +IVA. ¡Realmente sorprendente! A lo que hay que añadir la bebida y, si se desean, los postres, que nosotros optamos por un surtido. Por lo que por menos de 30 € hicimos un recorrido por la carta del local, disfrutando de diferentes cortes de carne a la brasa, observando que las mesas que por allà nos rodeaban se lo pasaban pipa repitiendo una y otra vez las carnes más sabrosas. La verdad es que es todo un espectáculo, y se crea en el local un ambiente distendido perfecto para grupos de amigos.
Terminamos con un Surtido de Postres, enorme bandeja que incluÃa: Manjar de Coco, Quindin -elaborado a partir de yemas de huevo y coco rallado-, Pudding y Flan de Leche condensada, que aunque no logró soprenderme puso el broche final de la carnÃvora velada.
Pocos serán los que no disfruten en un restaurante como El Novillo Carioca, que nos conocemos, y de vez en cuando dejamos aparcado el gourmet que llevamos dentro y nos apetece vivir experiencias de este tipo, más si cabe -para los carnÃvoros empedernidos- si la carne es la protagonista.
Espero que os hayamos descubierto un local que sacie -nunca mejor dicho- vuestras espectativas gastronómicas, y que además no dañe en gran medida la cartera en estos tiempos de crisis. Ya nos contaréis en los comentarios que tal os ha ido a cada uno de vosotros. Y… ¡Cuidado con el cuchillo! ¡Que pasa cerca!
FlashBack: En estos contemporáneos tiempos de crisis, reajustes económicos o búsqueda del nuevo orden financiero mundial, se agradece en el bolsillo de muchos el encontrar uno de esos establecimientos donde el precio de nuestra cena viene fijado sea cual sea la cantidad de alimentos que injeramos. Éste es el caso del Novillo Carioca que, con un haber de más de quince años en la capital, mantiene el honor de ser el embajador más representativo de la cocina brasileña madrileña. Cuenta, sin duda, con el sistema de rodizio clásico de las churresquerÃas propias de este paÃs suramericano.
Aquellos quienes tienen el orgullo de haber visitado la República Federal de 26 estados federados y un distrito federal recientemente, seguramente se encuentren recordando la ordenanza municipal de la ciudad de São Paulo que restringe la circulación de vehÃculos en función de la numeración de sus matrÃculas. Sin embargo, no será el tema sobre el que nos centremos hoy, sino que examinaremos de lleno el rodizio que nos afecta de pleno en esta ocasión. Un sistema habitual en los restaurantes brasileños que permite al cliente ser servido tantas veces como desee. O, lo que es lo mismo, un auténtico “bufet libre” de variopintas carnes asadas que incluso se nos servirán de un original modo directamente en nuestra mesa.
El local dispone de dos accesos desde el exterior a través de la calle dedicada al compositor austrÃaco Mozart. La entrada oficial, situada en el número 7, nos conduce a través una barra terminada en azulejos de diversos coloridos donde podemos encontrar toda clase de bebidas y espirituosos. Mientras que aquella conocida únicamente por los asÃduos de este restaurante y, en mi opinión más atractiva, se ubica en la misma calle de forma perpendicular una vez atravesamos un bonito jardÃn privado permitiéndonos entrar directamente al salón comedor.
Una vez alcanzamos la sala, comprobamos que existe una gran espaciosidad rodeada de amplias cristaleras con vistas a áreas residenciales. Entre los motivos decorativos que se muestran, no faltan insignias de Brasil, cuadros con contenido autóctono e incluso una televisión plana en la que se visualizan constantemente videos relativos al carnaval y la música carioca. Y es que si a alguna ciudad se hace homenaje en este establecimiento, se trata sin objección de su querida RÃo de Janeiro. Un espacio que pronto comienza a ser poblado por variados grupos de comensales con expectativas de aire festivo y apuestas culinarias del nuevo continente.
Sorprende apreciar como las mesas se cubren de ropajes de gala: sillas vestidas hasta los pies, servilletas que adoptan formas divertidas y una cuberterÃa adecuada en la que no faltan los indispensables cuchillos de sierra aptos para atacar el corte de cualquier tipo de carne. De hecho, la casa parece presumir de disponer de un entorno adecuado para todo tipo de celebraciones o eventos tales como cumpleaños, comuniones, bodas, etc.
Decidimos escoger una de las mesas con forma rectangular ya que en esta ocasión acudimos el equipo mÃnimo de Cucharete. Claro que las redondas realmente se presentan bastante vistosas, especialmente para grupos. Al margen de todas ellas y, utilizando una separación consistente en un muro bajo con cristalera, se integra una zona de bufet con numerosos platos tÃpicamente brasileiros a nuestra disposición con los que comenzar abriendo boca y que examinaremos en detalle dentro de breves momentos.
Con el fin de acompañar nuestro recorrido por los manjares llegados de occcidente, se sirve sobre nuestra mesa un cesto repletos de rebanadas y picos de pan junto con unos deliciosos panecillos de queso a los que, sin duda, pocos paladares pueden resistirse debido a poseer textura esponjosa y una presentación en su punto de recién horneado.
Nos levantamos a continuación para servirnos nosotros mismos tanto como deseemos de aquellos entrantes que más nos llaman la atención dentro de la extensa oferta de elaboraciones seleccionadas que nos proporciona el bufet. En él hallamos Quiches, Pasteles Salados, Mousses y el conocido Cuscus a Paulista. Grandes fuentes que se aprecian prácticamente inagotables para quienes deseen una cena original, sorprendente y variada.
Dentro de las secciones refrigeradas podemos optar por otros productos como Huevos de Codorniz, Ensaladas Clásicas y Tropicales, Ensaladillas, Purés, Queso Fresco, asà como vegetales y hortalizas de todos los tipos.
Claro que si lo nuestro son las opciones calientes, no debemos dudar en probar la Feijoada, realizada con una base de judÃas negras a la que se añaden diversas carnes, tales como cerdo, ternera o chorizos criollo. Podemos incluso experimentar con el Feijao Tropeiro, la Farofa, el Strogonoff, la Yuca y el Plátano Frito.
Otra de las elaboraciones estrella disponible dentro de los platos frÃos es el Salpicón Brasileiro compuesto por una serie de productos del mar muy atractivos. Que nadie se lleve a engaños de poder encontrar un género de excepcional frescura, pero se hace llevadero como acompañamiento del resto de aperturas de las que puede constar nuestra cena.
Y bien, una vez que hemos creado una buena base en nuestros estómagos, llega la hora de dejarnos atacar por el impresionante Rodizio que se acerca directamente a nuestras mesas, sirviéndonos el personal de sala cada una de las carnes trinchadas en su espada individual a cada uno de los comensales. Como acompañamiento, no echamos en falta una generosa fuente de patatas fritas colocada desde el inicio.
La primera de todas ellas se trata realmente de un matrimonio de Chorizo -algo picante- y Morcilla. A ellos dos les sigue el Pollo envuelto en bacon. Como se puede intuir, más vale no saturar nuestro cuerpo con ninguno de los cortes o no podremos llegar a probar todos ellos.
El desfile continúa con Alitas de Pollo, Lomo de Cerdo Asado, Entraña de Buey y Tapilla. Incluso podremos pedir, presentado de la misma forma, todo el Pan de Ajo que nos apetezca.
Llegados a esta altura y, puesto que la siguiente instantánea lo delata, cabe resaltar que dentro de las bebidas disponemos de el tÃpico Guaraná, muy consumido en Brasil pero un gran desconocido en nuestra ciudad. Toma su nombre de una planta trepadora del Amazonas a la que se le atribuyen propiedades estimulantes y es notoria por su alto contenido en vitaminas.
Proseguimos con otros cortes de buey: la Cadera de Buey y la Costilla de Buey. De los cuales me sorprende con diferencia esta última. A ellos podemos sumarles aquellas repeticiones de las anteriores carnes que vuelvan a realizar la ronda por nuestra mesa de nuevo.
Bastante interesante el Rabillo de Buey por proporcionar otro de los sabores a los que menos acostumbrados podemos encontrarnos. Según el dÃa en el que acudamos al Novillo Carioca, podremos toparnos incluso con Picaña, Alcatra, Cupim o Mamiña.
Y, por último, el Lacón. Por supuesto, debemos estar precavidos de requerir a nuestro camarero tanta cantidad como realmente deseemos injerir. O acabaremos juntándonos con un buen montón con el que no sabremos lidiar durante nuestra cena y acabaremos -permÃtaseme usar esta expresión tan de nuestra tierra- dándonos mus.
Para poner el toque dulce de la velada, optamos por un surtido de los postres artesanos que nos dedica la carta. Ha de tenerse en cuenta que ninguno de ellos se incluye en el precio fijo, al igual que tampoco es el caso de la bebida. La bandeja de Postres Surtidos incluye: Manjar de Coco, Quindin, Pudding y Flan de Leche condensada. Destacable el primero de ellos y el Quindin, elaborado a partir de yemas de huevo y coco rallado. Individualmente, se pueden ordenar también Mousses de Guayaba, Mango o Maracuyá.
Un buen lugar al que acercarse cuando nuestro apetito nos requiere especial atención. El Novillo Carioca ofrece un espacio perfecto para acercarnos a la cultura gastronómica de Brasil y sus costumbres en el servicio de la carne propio de sus famosas churresquerÃas a un precio fijo. A riesgo de repetirme recordaré que, como suele en ocurrir en estos casos, la bebida y postre no vienen incluidos en el mismo. ¡Que lo disfrutéis con vuestros acompañantes!
Ninillas: Nos cuesta mucho encontrar restaurantes donde la relación calidad-cantidad-precio sea realmente buena. No os voy a decir que el de hoy la cumpla ni mucho menos, pero sà que por un precio fijo te pones las botas, y visto lo visto, no es poco.
El Restaurante El Novillo Carioca se encuentra ubicado muy cerca del Centro Comercial PrÃncipe PÃo, afinando un poco más en la Calle Mozart Nº 7.
Lleva ya unos añitos abierto y eso se deja notar en su decoración. Viene a ser un comedor grande con capacidad para 100 comensales donde continuamente tienes la sensación de que los novios van a entrar de un momento a otro.
El techo es bastante singular, por no decir “horterillo”, pues son distintas fotografÃas paisajÃsticas iluminadas a lo largo y ancho del local,muy al estilo de “hace 20 años que lo puse y ahà está que mi dinero me costó”, esta máxima se repite bastante.
El resto de interiorismo corresponde a distintos enseres brasileños. No podÃa faltar un cuadro del Cristo Redentor de RÃo de Janeiro ni, por supuesto, una bandera de Brasil. Vamos… todo muy carioca.
En lo que respecta al montaje de las mesas, como ya he mencionado antes, es muy de “bodas, bautizos y comuniones”: sillas vestidas con nudo posterior incluido haciendo juego con el bajo mantel, mantel blanco algo quemadillo ya, y eso que a dÃa de hoy no se puede fumar en el comedor y vajilla, cristalerÃa y cuberterÃa de batalla.
Pero voy a dejarme de “interiorismos” porque está claro que no es su fuerte y vamos a centrarnos en su cocina. El Restaurante El Novillo Carioca, por si todavÃa no ha quedado claro es un Restaurante Brasileño basado en el sistema Rodizio, es decir, por un precio fijo, en concreto 21 € +IVA, uno puede disfrutar para los entrantes de un buffet libre para posteriormente pasar a la carne, en sus diferentes cortes y servida pinchada en espadas por los camareros.
El buffet consiste en una selección bastante amplia de platos frÃos y calientes, con alguna que otra especialidad brasileña como su tÃpica Feijoada, Arroz blanco, Plátano frito rebozado o Salpicao.
El resto es una mezcla de diversas ensaladas, quiches y varios pasteles salados. En definitiva, muchos platos para comer, que no para disfrutar, pues la verdad es que ninguno sobresale, mucha cantidad y poca sustancia.
Lo realmente interesante del Restaurante El Novillo Carioca viene ahora, cuando te sirven una fuente de patatas fritas, cargaditas de sal, y el camarero empieza a traerte espadas y espadas de carne en sus diferentes cortes, hasta 12 distintos los fines de semana y que se reducen a 10 entre semana.
Junto al cestillo de pan en el que sobresale por mucho el de queso, el recorrido se empieza con unos Choricillos criollos, Morcillas, Alitas de pollo y Pollo con bacon. A continuación viene el Lomo de cerdo asado, bien churrascadito y rico.
Por cierto, que el cuchillito se las trae y me tenÃa bastante “acojonadilla”. ¡Menudo filo!. Y entre espadas y cuchillos, allà estábamos los 3 cucharetes dándole al diente.
La siguiente espada que hace acto de presencia es la Entraña de Buey, bueno… buey o vaca mayor… ¡Vaya usted a saber! Bueno sà lo sé, el “buey” que todos conocemos: la vaca.
En la imagen os presento la Tapilla, una de las que más sabrosas me estuvo. Como podéis apreciar el camarero va haciendo el corte plato a plato, lo que tiene su aquel. Y, por supuesto, se puede repetir cuantas veces desees, lo que supone un plus.
Luego vinieron la Cadera, el Rabillo y la Costilla de buey. No sé si es todo del mismo buey o son varios, eso no me lo dijeron, lo que sà sé es que tras el buey vino el Lacon y por último el Pan de Ajo, muy bueno, que es la espada que os muestro en la imagen.
Tras el viaje por la “anatomÃa vacuna”, vinieron los postres, que no están incluidos en el precio. En el Restaurante El Novillo Carioca presumen de unos postres caseros, cosa que no pongo en duda, aunque a mà me dejaron un poco indiferente, ninguno sobresalÃa, y la verdad es que me resultaron flojos. Nosotros pedimos una fuente de Postres surtidos, mostrada por mis compañeros, y ya os digo… todos fueron probados y punto.
Tras la cena nos obsequiaron con unos chupitos de Vodka con zumo de maracuyá.
En esta ocasión no hubo cafés, ni infusiones… Pero sà hubo visita al baño, el cual no es nada del otro mundo, pero está curioso y limpio, que no es poco.
Vamos con los detalles, que aquà hay que cogerlos con pinzas. El Novillo Carioca es un restaurante brasileño que sigue el sistema Rodizio en lo que respecta a su gastronomÃa. Por un precio fijo de 21 € +IVA, uno se puede poner “hasta las trancas”, pero teniendo cuidado puesto que ni las bebidas ni los postres están incluidos. Respecto a la calidad, dos frentes abiertos, uno mediocre correspondiente al buffet de los entrantes y otro -no sobresaliente pero acorde a su precio- para sus carnes. En resumen, no es un sitio para sibaritas, pero se come mucha cantidad y puede ser el sitio perfecto para celebraciones grandes, cumpleaños o reuniones de amigos donde prime más la compañÃa que la cocina.
Cucharete: ¡Viva el sistema rodizio! A probar carnes se ha dicho… ¡Hasta 12 diferentes los fines de semana! Cuidado que ya os veo aflojando el cinturón -que ya está bien de apretárselo en tiempos de crisis-. Os aseguro, que al igual que mi equipo, no os vais a quedar con hambre en El Novillo, y si vais un grupete de amigos, os lo vais a pasar francamente bien. Mi equipo cenó por 28 €/persona, tres personas con el buffet, 4 bebidas y un surtido de postres.
Poder repetir las veces que haga falta de los platos que consideramos más sabrosos. El atento trato del servicio en todo momento. La calidad de las carnes respecto al precio en el que nos movemos. Acepta cheques de comida.
La “maltratada” mantelerÃa. La mayorÃa de entrantes del buffet. Los postres.
3,0
7 comentarios a “El Novillo Carioca”
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Hola Cucharetes, aquà vuestro fan nº1. Fan también del rodizio brasileño (creo que la mejor muestra la podéis encontrar en
referencia a otro restaurante). Cuanta sabidurÃa mostráis al insistir en la clave de este tipo de restaurantes: pasar casi por alto los entrantes para centrarse y disfrutar plenamente las carnes.Recibid tres saludos!
Hola Pablo,
gracias por los halagos. Apuntamos tu referencia en nuestra larguÃsima cola de restaurantes que podrÃan ser visitados en un futuro por nuestro equipo.
Un saludo.
Hola,
A mi el restaurante, simplemente, me pareció aceptable. Creo que está bien si sabes a lo que vas y no te dejas engañar porque por lo que và es lo que quieren y de donde sacan los mayores beneficios.
Os cuento lo que me pasó:
Fuimos bastantes personas con reserva (era una cena de facultad). Nos sentaron en una mesa grande (bueno, eran 2 mesas, una redonda y otra normal, a distintas alturas. Y en fin de semana sà que hay mucho ruido) y lo primero que no me gustó es que tras preguntarnos la bebida nos intentaron colar 2 botellas de vino que no habÃa pedido nadie. Cuando las pusieron hubo dudas porque nadie sabÃa si las habÃan pedido por otro lado, pero tras consulta general vimos que no. El problema es que esto habrÃa pasado por un error si no fuera porque tras llevárselas, al cabo de un rato, volvieron a intentarlo, dejándonos de nuevo otras dos botellas que, obviamente, volvimos a devolver y que en la cuenta aparecieron luego.
El tema de la comida me parece un engaño también porque el buffet de primeros, como bien decÃs, no tiene gran calidad y principalmente son platos baratos para que te llenes y comas menos carne. Luego vienen las carnes, ¿no os parece curioso que las primeras carnes que vengan sean las de menos calidad? A nosotros nos trajeron 4 o 5 espadas y a partir de ahà ya nos preguntaban, antes de pasar con la espada, si querÃamos las demás. Como muchos dijimos que sÃ, trajeron 2 o 3 más. Pero a partir de ahà ya habÃa que exigirlas porque los camareros no tenÃan ninguna intención de traerlas si no se lo pedÃas. Yo no tomé las 12 porque en una mesa grande, al final, una o dos personas solas no consiguen que les hagan caso. Lo dejé por imposible y porque no querÃa cabrearme. Ah! de repetir ni hablamos, claro.
Con los postres nos volvieron a intentar hacer el lÃo porque no nos decÃan claramente que no estaban incluidos. Que si habÃa un postre especial para grupos con menú, que si solo nos traÃan para probar… Y eso por distintos sitios de la mesa a ver si con alguno colaba.
En resumen, yo volverÃa pero pasarÃa de los postres, la bebida y los entrantes. Y me centrarÃa en comer las 12 carnes y repetir muchas veces. Y muy atento a lo que me quieran colar.
Hol:
Leyendo esos comentarios que han puesto a ese restaurante, yo me pregunto si ellos estan hablando del mismo restaurante que yo fui.
Lo que te digo es que fui maravillosamente bien atendida.La amabilidad que los camareros tienen con sus clientes debieran de aprender otros muchos restaurantes de Madrid.
De los entrantes, tampoco estaban tan mal asi, habia huevos de codorniz, palmitos, salpicon de mariscos, otro salpicon brasileño de pollo con patatas paja que estaba maravilloso.A mi que me encanta ese tipo de comida estaba encantadacon todo, probe de casi todo del buffet, que no es poco, eso si, con las carnes, ya tube que decir que no podia mas y, aun asi me preguntaban si no queria alguna mas.
Del postre, la verdad es que no he comido una mouse de maracuya como la de alli.Probe de otra mouse que habia pedido mi amiga, que era de guayaba, divina, con ese sabor peculiar que le da la fruta.
Cuando vino la cuenta, despues de saborear el licor de marauya que siempre nos ofrecen, la encontre con muy buen precio.
La vardad, con el tratamiento que nos dan, la calidad y cantidad que se nos ofrece, es un restaurante digno de recomendar.
Yo ya he vuelto varias veces.
Hola,
Fuimos anoche a este lugar a festejar el cumpleaños de mi marido. Eramos 4 personas (y las unicas del local)
En fin: UN VERDADERO DESASTRE. Nos arruinaron la noche. Los entrantes, al final, terminaron siendo lo mejorcito de la noche y eso que eran horribles. Lo mejor: la ensalada de lechuga y tomate, ja, ja… Realmente una verdadera
palabra no permitida. Toda la carne estaba recalentada y habia sido cocinada en dias anteriores (hecho reconocido por uno de los camareros ante nuestra queja). Las alitas estaban mas duras que una piedra. No hubo morcilla, los panecitos de queso estaban crudos y los tuvimos que pedir 3 veces porque se hacian los distraidos con el tema. Las carnes no estaban cocinadas a las brasas, ni mucho menos. Parecian mas bien hervidas y luego pasadas por la plancha. Al dejar los trozos en el plato por incomibles, estos quedaban duros, crudos y frios. Realmente feas, incomibles… Luego de nuestra queja nos ofrecieron amablemente (eso si, son todos muy simpaticos) hacernos un poco de carne NUEVA, FRESCA pero no accedimos. Pagamos como tontos y nos fuimos ‘cabreados’ y con hambre.Eramos pocos, si , los unicos pero realmente nos preguntamos para que abren el local si no piensan dar de comer…
NO SE LO RECOMENDAMOS A NADIE (NI A NUESTROS PEORES ENEMIGOS)
Yo he estado allà más de una vez. De los brasileños que hay en Madrid este es uno de mis preferidos. El trato podrÃa mejorar, a veces tardan un poco en atenderte, pero la comida (por lo menos cuando yo fui) estaba exquisita.
Eso sÃ, para ir allà tienes que ir con hambre, y no te pares a comer los “entrantes” porque no tendrás sitio para la carne que es lo mas sabroso.
Las carnes? Muy buenas, pero los mejores cortes están al final, asà que no te cortes en decir “no” a las primeras porque si quieres te dejan repetir. De hecho te suelen preguntar si tienes alguna preferencia.
Yo lo recomiendo.
Hola, yo estoy de acuerdo con Jorge, he estado con mi marido y mis dos hijos, que ya son mayores, y el tema de las espadas lo hacen en plan rácano, además me parece un engaño el precio, ya que la bebida y el postre aparte suben bastante.
Esta bastante mejor el novillo de plata en la calle Tellez.