Restaurantes en Madrid

• Churrruca, 21
  Madrid (Centro)
  Bilbao, Tribunal
  91 521 81 21
  10 - 20

Rayo: ¡Atención lectores cuchareteros! Estamos ante un… ¡Restaurante de menos de 15 € por persona! ¿Increíble verdad? Esta es nuestra respuesta a todos los mails recibidos que nos pedían un reportaje de un verdadero restaurante anticrisis: buena calidad, súper económico y, a ser posible, de nueva apertura en Madrid y bien agraciado. Pues… ¡Lo hemos encontrado! Os presentamos El Rincón de Avenencia: Un restaurante que presume de las tres B’s. ¡Bueno, bonito y barato! Repito para los despistados… ¡Hemos salido a unos 15 € por persona! ¡Insuperable!

Este pequeño restaurante madrileño lleva abierto apenas dos meses, todo un aliciente para estrenarlo y abordarlo minuciosamente, pero no tengo ninguna duda -después de haberlo experimentado en primera persona- de que gozará de una larga vida en la capital si continúa sirviendo esas jugosas raciones y manteniendo esos precios que lo catapultan al primer puesto de los locales más económicos de Madrid analizados en Cucharete que merecen la pena. ¡Es el más económico!

El nombre de este pequeño local viene dado por el conocido tinto de la D.O. Ribera del Duero que ya hemos disfrutado anteriormente en otros restaurantes de la capital: el Avenencia Vendimia Seleccionada 2005, un tempranillo 100% de tirada limitada que brota de los viñedos que la Finca El Rasillo tiene en Pesquera de Duero -tierra de buenos vinos-. Un tinto sabroso que termina con un potente y expresivo final fructuoso -de ahí que le guste a todo el mundo-. Un vino equilibrado y sedoso que resulta tremendamente agradable, y además a muy buen precio: Sólo 16 € para la botella de este crianza de 16 meses en barrica de roble francés y americano que posteriormente reposa en botella 24 meses más antes de salir al mercado. ¡Armonía en el paladar! -para los que desconozcan el significado de “avenencia”-.

La entrada de El Rincón de Avenencia está flanqueada por un enorme botellero de hierro fundido repleto de botellas de Avenencia en todas sus variedades, una escolta de lo más gustosa que nos va insinuando desde un primer momento que nos tomemos un vinito para acompañar cualquier pincho que nos ofrezcan en la barra.

El Rincón de Avenencia es una taberna del siglo XXI en la que se cuidan los detalles. Nos ofrece dos zonas bien diferenciadas: una zona de barra -que dispone de 8 barriles cercados con sillas altas- y un comedor al fondo -con 10 mesas que dan cabida a 40 comensales-. Y, por supuesto, la barra en sí, que se llena de pinchos en cuanto el local se pone hasta los topes de gente, y os aseguro que desaparecen rápido rápido… ¡Prueba de que están bien buenos!

Espacio hay de sobra, para ser una taberna -como podéis ver en la siguiente imagen-, y el mayor atractivo es que todo está nuevo, desde la tarima del piso hasta el acertado diseño de la barra. Sois unos privilegiados, porque… ¡Estrenaréis El Rincón de Avenencia!

Los grifos de cerveza son de Amstel, y al fondo volvemos a tener todas las variedades de botellas de Avenencia que hay en el mercado, incluyendo el equilibrado y magnífico Terracum 2004 -buque insignia de la marca- que presume de más de 2 años de crianza en barrica. Cuando llegamos, a primera hora, la barra todavía lucía vacía, pero a medida que se fue llenando comenzaron a salir continuamente bandejas de atractivos pinchos de la cocina -tanto fríos como calientes-, como podéis ver en una de las imágenes de la sección de Ninillas. ¡Los hacen al momento!

Sin duda alguna, lo más llamativo de la decoración de la taberna El Rincón de Avenencia son sus piedras encarceladas. Un vistoso enrejado iluminado que sujeta gran cantidad de piedras en vertical. ¡No probéis, que no salen! A más de uno hemos visto darle a dos dedillos entre la cuadrícula de metal para intentar sacar alguna piedrecilla, desconocemos lo que haría después con ella, a no ser que el siguiente reto fuese introducirla de nuevo en su lugar…

Las mesas de madera de esta moderna taberna madrileña se cubren con mantelitos individuales corporativos de papel. ¡El rojo domina el espacio! Y sobre cada una de ellas, se presenta la carta, escueta pero tremendamente directa: Pinchos y raciones divididos en diferentes secciones: Raciones de ibéricos, Pinchos, Ensaladas, Huevos Revueltos, Cazuelas y Brochetas. Ahora que lo pienso… de breve no tiene nada, hay de sobra para elegir…

El Rincón de Avenencia tiene forma de “L”, y la instantánea que veis a continuación es la de la barra del fondo, que presenta la misma imagen que la de la entrada. ¡Debe de haber un trailer de piedras allí dentro! Tantas como botellas de vino Avenencia… Si veis que tenéis tiempo y queréis contarlas…

Me encantan las bombillas de las lamparitas que iluminan con tonos cálidos el espacio, son de esas que no dejan que el haz de luz se dirija hacia abajo, lo que le da un aspecto mucho más acogedor al local. Se está francamente cómodo -en todos los sentidos- en El Rincón de Avenencia.

El Rincón de Avenencia está situado en el número 21 de la calle Churruca, que me viene a la mente por la mítica calle Churruca de Vigo -que tengo mucho más presente por ser de Pontevedra-. ¡Cuántas veces habré salido por allí! En Vigo, esa vía representa la zona de marcha más popular de la ciudad entre aquellos que se decantan por un ambiente alternativo -cervecerías y restaurantes con una oferta variada de música de autor, rock, funky, techno…-, resulta perfecta para picar algo, cenar y después ir a bailar. Dentro de poco sucederá lo mismo con El Rincón de Avenencia: ¡Se pondrá de moda por sus pinchos y raciones! No me quiero ni imaginar lo complicado que resultará entrar cuando sea popular si ya estaba hasta los topes el viernes que fuimos nosotros. ¡Y eso que acaba de abrir hace dos meses! Claro que los viernes hay monólogo… pero eso os lo cuento un poco más abajo.

Una pizarra a la entrada nos presenta toda su carta y, como podéis ver, los precios son anticrisis total. Nosotros no nos privamos de nada, y quedamos muy por debajo de 20 € por persona pidiendo incluso dos botellas del Avenencia Vendimia Seleccionada 2005 para regar la cena de 6 personas. ¡Y jamón ibérico! Ya veréis, ya…

Elegimos el Avenencia Vendimia Seleccionada 2005 de la D.O. Ribera del Duero -la conocida botella roja- del que os hablé al comienzo de este reportaje para nuestra cena cucharetera, pero tenéis disponibles más opciones según vuestros gustos: El Avenencia Rosado 2009, el Avenencia Verdejo 2009 -D.O. Rueda- y el Avenencia Barrica 6 Meses. ¡Ya nos contaréis cuál habéis probado vosotros!

Como os había comentado, los viernes hay monólogo -gratis-, así que ir a cenar a El Rincón de Avenencia un viernes por la noche con espectáculo incluido es un pequeño lujo. La actuación empieza a las 23:00h, momento ideal para pedirse la primera copa de la noche, que están muy bien de precio: nosotros optamos por unos mojitos, unas caipiriñas y alguna copa -entre los 5,50 y 6 €- como veréis al final de la sección de Ninillas.

Los monologuistas van cambiando cada viernes. ¡A ver si os toca uno tan bueno como a nosotros! Porque os aseguro que nos descuajiringamos de la risa con Quique Macías. Le grabé algún que otro vídeo, pero no voy a publicarlo para no desvelar sus secretos y por respeto a su show… ¡Que os haga el “pez globo” que os morís de la risa! ¡Jajaja! Lo que sí os voy a contar es uno de los chistes que hiló perfectamente en su monólogo:

- Póngame un pescado fresco.
- ¡Mírale el ojo, chaval!
- Qué pasa imbécil, que me lo va a guiñar ¿o qué?

A Quique Macías podéis escucharlo por las noches en la radio, porque colabora en “La parroquia del monaguillo” en Onda Cero. Ese viernes deleitó a toda la clientela de El Rincón de Avenencia con un monólogo sobre las bodas, y como nosotros teníamos una la semana siguiente, no dejamos de reír a carcajadas con cada frase. ¡Buenísimo!

¡Llegó la hora de comer! Vamos a probar El Rincón de Avenencia en toda su esencia, y para eso comenzamos, cómo no, por el jamón -ibérico de Salamanca, como podéis apreciar en la imagen, y con un veteado que auguraba un saborcillo “rico, rico”-.

Juanlu es el encargado de cortar jamón los fines de semana en El Rincón de Avenencia. ¡Y vaya si se gana a la clientela! Pues todo el mundo se sorprendía con el plato de jamón… ¡Mirad la foto! ¡Eso es una ración de jamón! ¡Sí señor! Si yo me pongo a cortar jamón para dejar un plato tan atractivo visualmente como ése de la imagen, tardaría una semana. Se nota donde hay experiencia…

¡Uffffff! Esta fotografía es peligrosa… ¡Madre mía que hambre me está entrando! Debería publicarla en negro y ponerle un cartelito encima con el siguiente mensaje: “Pincha aquí sólo si ya has comido”. ¡Vaya pinta tenía ese jamoncito ibérico! ¡Estaba bien bueno! A ver si todos los jamones le salen como éste, porque… ¡qué placer!

Íbamos 6 personas esa noche a cenar a El Rincón de Avenencia: Pedro, Marisa, Marta, José, Ninillas y un servidor. Comimos todo lo que quisimos, bebimos buen vino -de los más caros- y, aun con todo, no llegamos ni a 20 € por persona. ¡Se puede comer o cenar tranquilamente por 10 €! Porque si se piden cañas, que son a 1,20 € -2 € las dobles- la cuenta baja todavía muchísimo más. ¡Ya os veo a todos allí! Eso sí, si vais un viernes llegad pronto, porque como hay monólogo se pone hasta arriba, y tener una mesa -o un barril- es un lujo, porque no admiten reserva a no ser que sea un grupo grande. ¡Tenéis que ser los primeros para coger sitio!

Después del jamón, llegó a la mesa la Ensalada Capresse con crujiente de jamón ibérico que me acompaña en la fotografía. Rodajas intercaladas de mozarella de búfala y tomate fresco con jamón y albahaca. Es el plato que menos me sorprendió de la cena, quizás porque el resto de ellos estaban tan ricos que la ensalada pasó más desapercibida, porque la mozarella la verdad es que estaba buena. Claro que… ¡El jamón era el Rey! ¡Como para comparar!

¡Qué rico estaba el Salmorejo cordobés que nos sugirieron fuera de carta! Si tuviese ahora mismo una cucharilla la metía hasta el fondo de la cazuelita de barro (por supuesto cogiendo un dadito de jamón). Duró poco… las seis cucharillas tropezaban al pelear por entrar una y otra vez a recoger un poquito más… ¡Qué bueno! Aunque no lo veáis en la carta, ¡preguntad si lo tienen disponible! No os arrepentiréis.

Una ración que no se nos iba a escapar es la de Huevos rotos con jamón ibérico y patatas, y más cuando vas de picoteo… ¡A quién no le gusta este plato! ¡Lo pedimos por unanimidad en la mesa! Creo que es una de esas viandas, junto con la de Huevos rotos con chorizo y patatas que más nos gustan a los españoles. ¡Un manjar en toda regla!

Pedro y Marisa os presentan la Rueda de pinchos de El Rincón de Avenencia, que consta de tres pinchos fríos y otros tres calientes, que regados con el Avenencia están todavía más buenos si cabe. También se pueden pedir individuales -a 2 € el pincho-, pero con la rueda de 6 pinchos a 10 € te sale uno gratis y hay que aprovechar. ¿O no?

Marisa tenía los pinchos calientes: Solomillo con cebolla caramelizada y queso brie, Minihamburguesa y Pimiento de piquillo relleno de bacalao, y Pedro, los fríos, que podéis ver también en la siguiente imagen: Ventresca con pimientos, Salmón con crema de queso y Anchoas con pimientos y tomate. ¡Muy ricos todos!

Os pongo también el primer plano del pincho caliente de Minihamburguesa porque merece la pena darle un poco de protagonismo. La verdad es que vienen muy bien presentados. ¡Cuidado los que tengáis hambre que se sale de la pantalla!

A mí me tocó inmortalizarme para la posteridad con el Revuelto de morcilla, pasas, piñones, huevos y patatas paja. ¡Olé a este plato! Había varios amantes de la morcilla en la mesa, y todos quedaron encantados. Sorprende que estemos en una taberna y que los platos salgan cuidadosamente presentados. Se agradece -pensad que vamos a rondar los 10 o 15 €/persona al final de la velada- y no es nada común.

Pedimos también unas Croquetas caseras. En este caso, un combinado de croquetas de jamón ibérico, espinacas con gambas y roquefort, así pudimos probar un poquito de todas. Estaban muy cremosas y nada aceitosas, por lo que resulta una vianda de lo más recomendable.

José y Marta os enseñan el Solomillo a la pimienta y el Queso provola fundido con tomates secos -en la sección de Ninillas en primer plano-. El queso estaba buenísimo, y con los picos de pan y sorbitos del Avenencia Vendimia Seleccionada 2005 mejor todavía. La ración de solomillo era muy generosa, acompañada de pimientitos y de patatas fritas -la salsa, para mojar pan-.

¡Empezaba el monólogo! Menos mal que habíamos terminado la cena, quedaba sólo un pellizquito por aquí y otro por allá y ¡listo! Así que nos pedimos unos cafés -con unas curiosas tacitas Nespresso, lo que aventuraba que iba a estar bien rico- y… ¡A disfrutar de Quique Macías! ¡Qué risas!

Al final del monólogo, Quique -muy agradable- compartió un rato con los clientes, así que le echamos morro y aprovechamos para hacernos una foto cucharetera con él. Aunque le veáis muy serio, nada más lejos de la realidad, tenemos otra en la que sale muy sonriente, pero tres de nosotros salimos con los ojos cerrados… ¡Vaya casualidad!

¡Terminamos allí mismo la noche con unas copas! ¡Mojitos y caipiriñas! -como os muestra Ninillas-. La fotografía que cuelgo a continuación para poner punto y final a este reportaje cucharetero es necesaria; este curioso Tetris de cantos rodados es, sin lugar a dudas, la tarjeta de visita de El Rincón de Avenencia. Desde su fachada, una de las más bonitas e impactantes de la zona, nos seduce con sus sombras y se nos queda grabada para regresar asiduamente. ¡No me extraña! ¡Con las cañas con aperitivo a 1,20 € y las dobles a 2 € como para no volver! Si sales por la zona de Fuencarral/Glorieta de Bilbao… ¡No te pierdas El Rincón de Avenencia! ¡Volverás!

Ninillas: Me encanta descubrir locales nuevos, de esos que nada más entrar ya sientes ese olor a recién estrenado. Si además de ser nuevo, el sitio merece la pena… ¡Qué queréis que os diga! ¡Me encanta recomendarlo! El restaurante de hoy, aunque tal vez lo de restaurante no sea lo más apropiado, yo diría más bien taberna, responde a estas premisas, es de nueva apertura en Madrid y con los precios que tiene, es apto para todos los bolsillos. Vamos, un “bueno, bonito y barato” que tanto nos gusta a todos, más aún en estos tiempos tan difíciles.

El Rincón de Avenencia, así se llama, se encuentra ubicado en la Calle Churruca 21, una paralela a la Calle Fuencarral, muy cerquita de la Glorieta de Bilbao. Su característica fachada, a base de piedras que parecen estar aprisionadas, llama la atención del viandante e invita a echar un vistazo en su interior, sobre todo cuando en su rótulo lees: “Vinos, tapas y algo más…” Sin duda, ese “algo más” es lo que definitivamente te incita a hacerles una visita.

Una vez dentro, El Rincón de Avenencia se nos presenta haciendo precisamente honor a su nombre, como un rincón acogedor que seduce y anima a la charla con los amigos mientras te tomas unas cañas o unos vinos acompañados de buenas tapas. Sí, definitivamente, este local es un buen lugar como sitio de encuentro y, a tenor de lo que vi aquella noche, no he sido la primera en darme cuenta.

En sus paredes podemos encontrar diversas fotografías que están de venta al público con precios que oscilan entre los 120 y los 150 €, dependiendo de si son analógicas o digitales. Las que os muestro a continuación responden al nombre de: “Sifones de Buenos Aires” y “La Copa Rota“. ¿Adivináis cuál es cuál? Yo creo que os lo he puesto muy fácil.

El local tiene forma de “L” donde en una primera parte toman protagonismo sus enormes barriles alineados -que hacen las veces de mesa- rodeados de taburetes. Al final del recorrido, nos encontramos con su comedor, que cuenta con unas 10 mesas con capacidad para 40 comensales. ¡Ah! Antes de que se me vaya el santo al cielo, quiero deciros que los precios son exactamente igual tanto en barra, como en barril o en mesa. Como ya os he comentado anteriormente, El Rincón de Avenencia no es un restaurante en sí sino más bien una taberna y, por tanto, no admiten reservas, de modo que, si decidís ir a conocerlo, yo lo haría más bien prontito porque a las nueve de la noche empieza a llenarse y es difícil agenciarse un buen sitio.

La imagen que El Rincón de Avenencia nos muestra en su fachada, tiene continuidad en su interior con su barra, totalmente revestida de piedras que parecen querer escapar de su prisión, pero que son detenidas por los numerosos guardianes, a modo de taburetes, que rodean el perímetro. Y es que una taberna sin taburetes es como un jinete sin caballo, que por mucho que corra nunca llega a primero a meta.

La iluminación del espacio corre a cargo de diversos halógenos distribuidos convenientemente a lo largo y ancho del local y de unas coquetas lamparitas que proporcionan una luz íntima que da calidez e invitan a la conversación. En realidad, El Rincón de Avenencia no es un local donde nada llame especialmente la atención, todo está muy acorde y en armonía, es una taberna coqueta, pero sin grandes estridencias.

Sus mesas mantienen una distancia más que considerable entre ellas y aparecen vestidas por un mantelito de papel corporativo. Sí, ya sé que soy “la tonta del mantel de tela” y que en estos momentos yo debería decir que el papel no corresponde, pero queridos lectores, estamos en un local con una horquilla de precios que se mueve entre los 10 y los 20 € de modo que, sólo el hecho de que haya un mantelito aunque sea de papel, ya me parece un detallazo.

Os he dicho que El Rincón de Avenencia es un local sin estridencias, donde nada llama la atención especialmente, pero creo que no he sido sincera. En honor a la verdad, hay varias cosas que fijan tu mirada. Sin ir más lejos, sus pinchos. A eso de las nueve de las noche, su barra empieza a llenarse de apetitosos pinchos que parecen estar diciendo: “cómeme”. Tienen hasta 20 tipos distintos entre fríos y calientes y su precio es de 2 €. Eso si los pides individuales porque si optas por una Rueda de pinchos que incluye 6 diferentes, entonces son 10 €. Nosotros nos decantamos por esta segunda opción.

Otra de las cosas que causan curiosidad es su nombre: El Rincón de Avenencia, pero las dudas se disipan cuando uno se encuentra en su interior y advierte las numerosísimas botellas de vino que llenan paredes, botelleros y barra y, todas, claro está, son de este conocido tinto de la Rivera del Duero del que los cucharetes tenemos tan buen recuerdo, pues no es la primera vez, ni la última, que lo hemos disfrutado. Encontramos el Avenencia en todo su esplendor y en todas sus variedades: Avenencia Vendimia Seleccionada 2005, Avenencia Rosado 2009, Avenencia Verdejo 2009 -éste de la D.O. Rueda-, Avenencia Barrica 6 meses y el exclusivo Terracum 2004 -con más de 2 años de crianza en barrica-. Rayo os muestra todas las botellas en su sección. De todos ellos se puede disfrutar por botellas o por copas, dependiendo de la sed o del número de amigos que se junten en torno a la mesa, o al barril.

Nosotros nos decidimos por el Avenencia Vendimia Seleccionada 2005 -16 €/botella- un tempranillo 100% que a mí me encanta por su potencia y equilibrio y que nos pareció perfecto para acompañar a otro de los grandes protagonistas de El Rincón de Avenencia: el jamón. Sí, habéis leído bien, en esta taberna el jamón interpreta también un papel protagonista y, de hecho, es lo primero que ves nada más cruzar el umbral de su puerta. Claro, una vez que le has echado el ojo… ¡No se te va la mente hasta que no lo comes!

Y precisamente eso es lo que hicimos, pedirnos una Ración de Jamón Ibérico de Salamanca. Como podéis ver, la presentación es impecable, con los trocitos perfectamente colocados configurando un “rueda ibérica” que da hasta respeto romperla. Por supuesto, este miedo duró poco y en menos de un amén todos estábamos “dándole al jamoncito”, que estaba… ¡Cómo estaba el jamón! Desde luego, es una de las raciones imprescindibles en El Rincón de Avenencia.

Pero desde luego, para que un jamón sepa divinamente hacen falta dos cosas: que la pieza sea buena y que el corte sea adecuado. Aquí se unieron ambas, porque lo cierto es que tienen un cortador de jamón de primera. Se trata de Juanlu -uno de los camareros- y, como podéis apreciar en la siguiente imagen, hace de cada corte una pequeña obra de arte. Sólo con verlo ya me entran ganas de volver hoy mismo.

El Rincón de Avenencia nos ofrece una carta muy pensada para compartir y disfrutar de su cocina en grupo. De esta forma, además de sus Raciones de ibéricos -donde no os podéis olvidar de pedir el jamón ibérico de Salamanca- nos presentan un numeroso surtido de Pinchos, 4 Ensaladas, 4 raciones de Huevos revueltos, 10 Cazuelas distintas, 2 Brochetas y varias sugerencias del día que el camarero te ofrece de viva voz. De lunes a viernes al mediodía cuentan con un menú del día a 12 €, así como diversos menús de grupo que adecúan a las necesidades de cada cliente. Para beber, dos opciones claras son las que se imponen en esta taberna: cañas y vino -Avenencia, como no podía ser de otro modo-.

Para la cena de aquel viernes noche nos reunimos además de Rayo y una servidora, otros 4 amigos más: Marta, Marisa, José y Pedro, que dimos buena cuenta de 9 platos, entre raciones, ensaladas, cazuelas, pinchos y demás. Pero vayamos por partes, abrimos la velada con la Ración de jamón ibérico de Salamanca para continuar una Ensalada Capresse con crujiente de jamón ibérico. Entre sus ingredientes: mozarella de búfala, tomate fresco, jamón y albahaca. Todo ello regado por un buen aceite de oliva virgen. Fue perfecta para dejar el paladar fresco y preparado para el resto de platos que aún estaban por llegar.

José y Marta os presentan unos Huevos rotos con jamón ibérico y patatas y un Salmorejo cordobés, respectivamente. Los huevos rotos estaban muy ricos, pero no más que el salmorejo -una sugerencia que nos hizo el camarero de viva voz-. En realidad, no sabría con cuál de los dos quedarme porque ambos cumplieron sobradamente nuestras expectativas.

Entramos de lleno en el universo de los pinchos de El Rincón de Avenencia. Cuentan con 20 tipos diferentes entre fríos y calientes y, como ya os he comentado, su precio es de 2 €. O también se puede optar -como fue nuestro caso- por una Rueda de Pinchos que incluye 6 unidades -3 calientes y 3 fríos- y cuyo precio es de 10 €. Nuestros pinchos calientes fueron de Solomillo con cebolla caramelizada y queso brie, de Minihamburguesa y de Pimiento de piquillo relleno de bacalao. ¡Ummm…!

De entre los tres fríos en primer plano nos aparece el de Anchoas con pimientos y tomate y en un segundo el de Salmón con crema de queso. En realidad, no sabría deciros cuál nos gustó más porque allí cada uno era de una opinión, en lo que sí coincidimos todos es en que eran unos pinchos muy, pero que muy ricos.

El último de los pinchos fríos que venía en la rueda fue el que os muestro a continuación: Ventresca con pimientos coronado por una gambita a la plancha. ¡Ay, si te pillara ahora…!

Otro de los platos que pedimos de la sección de Huevos revueltos fue este Revuelto de morcilla, pasas, piñones, huevos y patatas paja. Me encanta la buena morcilla y si es con huevo aún mejor, de modo que me puse las botas.

Estando de raciones no podía faltar una de croquetas. En carta las ofrecen caseras de jamón ibérico y de espinacas con gambas. Además aquella noche como sugerencia las tenían de roquefort. Pedimos si nos podían hacer un combinado de las tres y nos dieron el gusto, de modo que ahí os va, una ración de Croquetas caseras: 2 de jamón ibérico, 2 de espinacas con gambas y 2 de roquefort. Pero no me paso al siguiente plato sin antes deciros que las croquetas eran buenísimas, nada aceitosas, muy cremosas y con el sabor que correspondía a cada una.

Otra de las cazuelas que apuntamos en nuestra comanda fue ésta de Queso provola fundido con tomates secos, que hizo las delicias de los amantes de queso, entre los que me incluyo.

Finalmente, y como colofón a tan suculenta y surtida cena, hicimos caso nuevamente de otra de las sugerencias del día y llegó a nuestra mesa este Solomillo a la pimienta que venía presentado sobre una cama de patatas fritas y con unos pimientos de Padrón como guarnición. Me gustó el solomillo, además la salsa estaba muy sabrosa.

En esta ocasión no cayó ningún postre, puesto que no eran caseros y la verdad es que no nos apetecían mucho, pero sí que acompañamos la sobremesa con unos solos -1.20 €- y unos cafés con leche -1.40 €- como os muestra Rayo en su sección.

Creíamos que la cosa no iba a dar más de sí, pero a eso de las once de la noche aún nos quedaba un plato fuerte por digerir, eso sí, cargado de risas y buen rollo, todo ello de la mano del monologuista Quique Macías. Y es que en El Rincón de Avenencia muchos viernes por la noche ofrecen monólogos sin coste alguno. Nosotros, ya que estábamos bien situados, nos quedamos a verlo y la verdad es que pasamos un buen rato tomando nota de las instrucciones que Quique nos daba para que no nos vuelvan a invitar a una boda. Regamos el momento con unos mojitos, unas caipiriñas, un Cacique 500 con limón y un Brugal con coca-cola -todos a 6 €, las copas nacionales son a 5.50 €-.

Una vez terminó la actuación, salimos de allí con la sensación de haber tenido una noche completa en un local que, efectivamente, es de nueva apertura, pero que parece haber rodado durante años y todo ello en un espacio agradable, con precios tremendamente asequibles y aptos para todos los públicos. ¿Qué más se puede pedir? Como os decía al principio del post, tenemos las tres “B’s” en pleno centro de Madrid, en El Rincón de Avenencia. No olvidéis su nombre y no dudéis en hacerle una visita, porque es el sitio perfecto para pasar una magnífica velada. Yo, por mi parte, pienso volver en breve.

Cucharete: ¡El Rincón de Avenencia es el restaurante taberna más económico que ha analizado el equipo de Cucharete! Aprovechaos, porque acaba de abrir sus puertas en Madrid, y para todos aquellos que salgáis de tapeo por la zona de la Glorieta de Bilbao (C/ Churruca paralela a C/ Fuencarral) resulta una opción más que interesante. Además, está en esa época difícil en la que tiene que ganarse al público, con lo que es el mejor momento para dejarse llevar y optar por todas sus sugerencias. ¡Con pinchos y raciones, se cena por unos 10 € por persona! ¡Y sin que nadie se quede con hambre! Mi equipo cenó por 13 €/persona, seis personas con 8 platos, una rueda de 6 pinchos, y 6 cafés con leche. A lo que habría que añadir dos botellas de vino -a 16 € cada una-. Las copas -caipiriñas y mojitos- fueron a 6 € -las nacionales son a 5,50 €-.

Su céntrica situación. Su atractiva fachada con piedras encarceladas -que prosigue en su interior bajo la barra-. Su agradable y cálido espacio a pesar de ser una taberna. El amable y ágil trato del servicio en todo momento. Su excelente relación calidad/cantidad/precio en sus pinchos, tapas y raciones. Un horquilla de precios pensada para todos los bolsillos. La elaboración y presentación de sus platos. La separación entre mesas. Sus vinos Avenencia. Los monólogos de los viernes a las 23:00h.

Pequeñas pinceladas típicas de un local todavía joven.

3,5