-
Conde, 1 (Esq. Cordón)
Madrid (Centro)
Sol, Tirso de Molina
913624714 / 687942860
15 - 25
El corazón del Madrid de los Austrias late con energía renovada gracias a la apertura de la Cantina Moctezuma, un nuevo restaurante de auténtica gastronomía mexicana que aspira a ser un referente imprescindible en la capital. A día de hoy, es habitual encontrar personal de la Embajada de México y de EE.UU. entre sus mesas disfrutando de los sabores genuinos de su tierra. Su comedor, al que se accede por tres entradas, ofrece cabida para 60 comensales. Elaboran menús de grupo a gusto del cliente. Su horario de apertura es de Martes a Domingo 12:30h a 16:30h y de 20:30h a 00:30h. Cierra los domigos por la noche y los lunes todo el día.
3,9
Rayo: Avisamos a todos nuestros lectores de que, después de haberlo disfrutado y verificado en primera persona… ¡Hemos localizado uno de los mejores restaurantes mexicanos de Madrid! ¿Quién se apunta a comer como un verdadero emperador azteca del siglo XVI? Hace tan sólo cinco meses que la Cantina Moctezuma abrió sus puertas a tiro de piedra de la Puerta del Sol, un espacio cuya fama crece de manera exponencial desde su reciente apertura y que viaja de boca en boca con la frase que escuchamos nosotros semanas atrás tomando unas cañas con nuestros amigos: “¿Habéis probado ya el nuevo mexicano de Madrid? ¡Realmente bueno! ¡Imprescindible!”. Seguimos sus indicaciones y… ¡Aquí estamos!
Investigando un poco el tema, descubrimos que sus mesas son frecuentadas tanto por la Embajada de México como por la de Estados Unidos, prueba de que exigentes paladares han descubierto un auténtico restaurante mexicano en Madrid, escapando de los habituales tex-mex que pueblan la capital. ¡No podíamos perdérnoslo con semejante carta de presentación! Y este reportaje cucharetero es la prueba fehaciente de que la Cantina Moctezuma bien merece una visita gastronómica. ¿Preparados para lo que se os viene encima? ¡Aviso que vais a pasar hambre viendo las fotografías! ¡Y mucha!
La barra del establecimiento -que resulta ideal para tomarse algo mientras se espera por la mesa- presume de dar cobijo a una amplia colección de Tequilas, desde los más habituales (Don Nacho, Real, José Cuervo Especial…) hasta los de más renombre (Don Anastacio Añejo, Don Julio Añejo, 1800 Añejo…) ¡Nada más y nada menos que 12 referencias diferentes! Siendo las botellas más exclusivas las de Porfidio Añejo y Porfidio Plata que os muestro en la siguiente imagen -muy difíciles de encontrar-. Un tequila excepcional agave 100% destilado en Puerto Vallarta (Jalisco), ganador durante cuatro años consecutivos del premio World Champion Tequila Añejo, entregado por la revista Wine Enthusiast con la calificación más alta jamás otorgada a una marca de tequila (98 sobre 100). No os olvidaréis de esas curiosas botellas por el famoso cactus de vidrio que nace en su interior desde la base, por el que ha recibido diferentes premios de diseño. Eso sí, la copa de Porfidio Añejo cuesta 12 €, un lujo para nuestro paladar que dista mucho del resto de “contrincantes”, que se pueden disfrutar desde los 3,50 €. ¡A vuestra elección! Además, siempre se ofrecen crujientes y sabrosos nachos con salsas de aperitivo para acompañar.
Personalmente os recomiendo reservar este espacio de sillas altas para recrearos con una exquisita Margarita -he de confesar que un par de ellas me acompañaron durante la cena-. En la Cantina Moctezuma las preparan a conciencia… ¡Riquísimas! Una pócima secreta de 4,50 € que elaboran con limón natural y con tequila 100% de agave, aderezando el borde de la copa con un adictivo y sabrosísimo tajín. Resumiendo para los neófitos: ¡Una margarita como Dios manda! O mejor dicho… ¡Como el Gran Moctezuma manda! De las que apetece repetir una y otra vez.
No hay más que deleitarse con un fragmento de “La Historia Verdadera de la conquista de la Nueva España” -de Bernal Díaz del Castillo-, para darse cuenta de que el mismísimo emperador Moctezuma da nombre a esta cantina:
[…] en el comer, le tenían sus cocineros sobre treinta maneras de guisados, hechos a su manera y usanza y teniánlos puestos en braseros de barro chicos debajo, porque se enfriasen, y de aquello que Moctezuma había de comer guisaban más de trescientos platos […] cotidianamente le guisaban gallinas, gallos de papada, faisanes, perdices de tierra, codornices, patos mansos y bravos […] él sentado en un asentadero bajo, rico y blando, y la mesa también baja […] allí le ponían sus manteles de mantas blancas […] y cuatro mujeres muy hermosas y limpias le daban agua en unos xicales […] y le daban sus toallas, y otras dos mujeres le traen el pan de tortillas.
¡Comía bien el tipo éste! Nadie lo puede poner en duda… Seguramente allá por el 1500 formaba parte del Equipo de Cucharete azteca de la época. Un camino marcado por sombreros de mariachi nos guía hasta el comedor de la Cantina Moctezuma, que resulta realmente acogedor. La tarima se ve truncada por dos zonas cuidadosamente diferenciadas, la primera está iluminada con mayor potencia y el blanco de sus paredes marca el contraste. Las mesas -que dan cabida a 60 comensales- se distribuyen sin agobios permitiendo la modularidad de las mismas, por lo que no resulta complicado combinarlas para satisfacer tanto a una pareja como a un grupo numeroso, resulta perfecto para cualquier ocasión en la que la gastronomía mexicana sea la protagonista.
El logotipo de este coqueto restaurante madrileño es un quetzalapanecáyotl ¡Qué! ¿Has sido capaz de pronunciarlo o te has atragantado? Se trata de una colorida recreación artesanal en madera del Penacho de Moctezuma, un majestuoso tocado de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas que se encuentra custodiado en el Museo de Etnología de Viena. Todo un símbolo que conquista actualmente las calles Conde y Cordón con la gastronomía mexicana de primer nivel.
La Cantina Moctezuma dispone de tres entradas, por lo que, cuando comienza el buen tiempo, la agradecida terraza amplía el comedor hasta la calle por tres flancos. ¡Un lujo! A continuación os presento una mesa situada al lado de una de las ventanas bajas, desde la que se ha habilitado un asiento corrido forrado con las típicas telas mexicanas.
Un bello ejercicio de papiroflexia da vida a un pequeño centro de flores que marca las mesas, que ve potenciado su colorido gracias a los mantelitos individuales de diferentes tonalidades. Del resto de la vestimenta se encarga el blanco, dando protagonismo a los platos y a las servilletas de papel.
La zona interior del comedor, más cálida y recogida, se presenta bajo un techo oscuro que absorbe la luz y cede protagonismo a las diferentes secciones murales de Diego Rivera -siendo el nombre completo de este gran artista mexicano “Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez”, ahí es nada-.
En la siguiente fotografía podemos observar fragmentos de “The Great City of Tenochtitlan” -1945-. Una recreación del espectacular mural del Palacio Nacional de Ciudad de México que plasma las costumbres de los aztecas. ¡Llegó a pintar impresionantes murales de más de 100 metros cuadrados! Disfrutarlos en directo debe ser tan gratificante como degustar la gastronomía de la Cantina Moctezuma en primera persona… ¡Pero para eso todavía os quedan un par de imágenes!
Las mesas se intercalan entre oscuras y claras a lo largo del espacio, pero las sillas mantienen una vestimenta común, siempre con las telas típicas del país megadiverso. Cada uno de los rincones de la Cantina Moctezuma está listo para disfrutar de un desfile de molcajetes, quekas, enchiladas, chilaquiles, tacos… ¡Todo es ponerse!
Sesenta comensales tienen cabida en la Cantina Moctezuma, por lo que resulta un lugar más que recomendable para quedar con los amigos y compartir todo tipo de platos organizando las mesas a gusto. No os vais a aburrir en ningún momento porque la carta es realmente extensa, y acompañando los diferentes platos de su bebida correspondiente -dejándoos aconsejar por el personal de sala-, podéis disfrutar de una inolvidable velada mexicana en pleno centro de Madrid.
Os dejo a continuación la imagen de una mesa pensada para parejas presidida por un artístico y excepcional mapa turístico y cultural de México. Desde el Océano Pacífico hasta el Mar Caribe, pasando por el Golfo de México… ¡Tenéis muchas cosas que ver! Quizás los sabores de los fogones de la Cantina Moctezuma os ayuden a recorrer ese magnífico mapa en todas direcciones.
La cerveza de barril que sirven en el grifo de la Cantina Moctezuma es la Modelo Especial, propiedad de una de las dos más grandes cervecerías de México -fundada en 1925-, productora de las cervezas Corona, Modelo, Victoria, Montejo, Pacífico, Estrella y León. La Modelo Especial es una cerveza rubia de 4’5º que resulta ideal para tomar fresca y saciar la sed, pues se muestra suave y ligera, con poco cuerpo y marcada presencia carbónica -obviamente, no faltó en nuestra cena cucharetera-. Además, la Cantina Moctezuma te ofrece otras opciones, como una acreditada Coronita, una dorada Pacífico o una Negra Modelo.
La carta de la Cantina Moctezuma es muy amplia y se presenta divida en secciones para facilitar la selección de las viandas: Entradas, Las Quekas, Quesos Fundidos, Ensaladas, Pa’ Taquear ¿Quién no quiere taquear en un mexicano?, Nopalitos, Lo Picosito (Aquí encontramos los chilaquiles, las enchiladas, las enmoladas, las enfrijoladas…), Especialidades (Por supuesto, las flautas y los chiles), Molcajetes (Realmente impresionantes…), Postres y Sugerencias del Día. Y… ¿Os habéis fijado en los precios? ¡La Cantina Moctezuma se convierte en pleno 2012 en uno de los restaurantes más económicos de Cucharete! Un restaurante más anticrisis para guardar en nuestra agenda gastronómica personal. Éramos 6 comensales y, comiendo de todo, salimos a 18,50 € cada uno -bebida aparte, que fue de lo más variopinta como veréis a lo largo del artículo-. Una sabrosa velada mexicana que FlashBack, Ninillas y yo mismo -como cuchareteros de Pro- compartimos con Luz, Roberto y Sara aquella noche.
Lo primero en llegar a la mesa fue un esperado aperitivo: ¡Nachos con salsas! ¡Qué ricos! Crujientes y frescos, listos para acariciar suavemente la salsa a gusto de cada uno: una verde a base de tomatillo con chile verde, y otra roja -e igual de sabrosa- a base de tomate rojo con chile verde. Además, van reponiendo los nachos mientras queden salsas en los cuencos. ¡Yo me quedo con la verde! ¿Y vosotros? ¿No os apetece mojar ya en la foto?
De la sección de Entradas nos decidimos por unas Chalupas. Como reza la descripción de la carta, son 3 tortillas de maíz azul bañadas con salsa verde, acompañadas de carnitas, crema agria y queso en polvo. La carne es de cerdo y el conjunto resulta especialmente sabroso, diferente… La salsa verde que baña la tortilla de maíz azul tiene un toque adictivo. ¡Me encantó!
A todo esto tengo que añadir que las órdenes son de 3 unidades, por lo que si se desea pedir alguna unidad más por separado, porque por ejemplo sois 4 en el grupo y deseáis probarlas todos por igual, pues se os añaden sin problema y os las facturan por separado e incluso a menor coste que las primeras. ¡Es genial!
Luz os muestra sonriente media ración de Guacamole. Como sucedía con el aperitivo, el equipo de la Cantina Moctezuma sirve tantos nachos como sean necesarios mientras quede guacamole en el cuenco de barro donde se presenta. ¡Cómo se agradece cuando el guacamole es casero y tan rico! ¡Ñam! La bebida de Luz era Agua de Jamaica -sin alcohol- imitando fielmente las costumbres del pueblo mexicano, que suele acompañar la comida con aguas de sabores. Sin duda alguna, merece la pena probarla.
Ahí tenéis un primer plano de los Totopos que podéis encontrar en la sección de Entradas de la Cantina Moctezuma. ¡Un plato esencial por unanimidad en la mesa! Deliciosos estos triángulos de tortilla de maíz frita inundados de frijoles, queso gratinado, guacamole, pico de gallo y jalapeños. ¡Un manjar mexicano!
Me toca posar con mi inolvidable margarita “moctezumesca” -que ya os comenté al principio cómo la elaboraban aquí, de lujo- y con los Tacos de Cochinita Pibil, que son típicos de Yucatán. Unas ricas tortillas con carne de cerdo marinada en axiote -secreto de la cocinera del local- y cebolla morada. ¡No quedó en el plato ni el jalapeño! Y os lo digo muy en serio, la margarita es adictiva 100%…
A continuación, vienen unos Tacos de alambres. Podéis pedirlos de pollo o de ternera, nosotros nos decantamos por los de pollo, que se acompañaban de pimiento rojo, pimiento verde, cebolla y queso fundido. ¡Tan ricos como los anteriores! No sabría decidirme…
Las Flautas de la Cantina Moctezuma son una vianda obligatoria, incluso los inexpertos en este ancestral instrumento de viento acabarán tocando una sensual melodía gastronómica. Vienen siendo unos tacos dorados de tortilla de maíz, que se presentan rellenos de pollo y cubiertos con crema, queso y lechuga. Como guarnición les acompaña pico de gallo. ¡Riquísimas!
Las Carnitas que os enseño ahora las podéis encontrar en la sección de Especialidades. Una fuente llega a la mesa con generosos trozos de carne de cerdo, frijoles, guacamole y pico de gallo y, además, se acompaña de una cesta de tortillas de maíz que se mantienen calientes gracias a un paño que las cubre mientras no las utilizamos -el ingrediente básico y el más importante de la gastronomía azteca-. A rellenar con un poco de todo y… ¡Pa’ dentro!
FlashBack y Luz os muestran el plato estrella de la Cantina Moctezuma: Molcajete de ternera en salsa de chile pasilla. Este plato de espectacular presentación difícilmente se encuentra en otros mexicanos de la capital, pues se sirve directamente sobre una curiosa piedra volcánica -trabajada a mano- que en México se suele utilizar como mortero. Una fina capa de queso fundido y ligeramente tostado cubre la carne en salsa del recipiente. El sabor es potente a la vez que tremendamente sabroso. Resulta una vianda imprescindible ideal para compartir. Se acompaña también de una cesta de tortillas. ¡No os perdáis los molcajetes de la Cantina Moctezuma!
Como podéis observar en la fotografía, FlashBack se decantó por una Pacífico Clara -cerveza de gran tradición en el Norte de México-, en copa se asemeja a un blanco espumoso, pero estamos ante una cerveza ácida de cuerpo ligero. ¡Probadla a ver qué os parece!
Fijaos en este primer plano del molcajete anterior, se aprecia claramente que la piedra volcánica es de baja porosidad, lo que permite que sea utilizada como recipiente para la elaboración de salsas en la cocina popular y tradicional mexicana, con el añadido de que el sabor proporcionado por la piedra resulta único y tremendamente característico según los expertos. Como nota curiosa, el molcajete más grande del Mundo -más de 3 toneladas de peso- se encuentra en Mascota (Jalisco).
Realmente espectacular otra de las especialidades de la Cantina Moctezuma: Chiles en Nogada. ¡Sensacional! Vistoso, sabroso, tierno, jugoso… ¡DELICIOSO! ¡Con mayúsculas! La carne picada -combinada con nueces, pasas y piñones- se baña con una salsa de nata riquísima que se adereza con granos de granada. Una magistral mezcla de lo dulce con lo saldo que quita el sentido. ¡Estábamos llenos y no dejamos nada en el plato! ¡Qué rico estaba! Es de esas viandas que hacen que recuerdes un local en el mapa para siempre… Pensad en una vistosa isla caribeña rodeada de espuma blanca y coronada por una enorme palmera de perejil, colonizada por un sinfín de imponentes iguanas rojas. Pues además… ¡Ese sueño se come!
¡Llegamos a los postres! Que aunque realmente no teníamos hueco para ellos, el equipo de sala nos tocó la fibra sensible al indicarnos que eran caseros… ¡Había que cucharetearlos! Así que no nos quedó otra que continuar con la velada… Luz sostiene un Sorbete de papaya “naranjísimo”. Lleva un chorrito de tequila que lo hace realmente atractivo.
Soberbio el Sorbete de cactus, también con un toque de tequila. ¡Súper refrescante! Me lo pediría 10 veces seguidas, resulta muy digestivo y además está riquísimo. Dan ganas de echarle la boca a la pajita de la imagen… Si lo hubieseis probado me entenderíais.
La siguiente fotografía no hace justicia al Brownie casero con helado de vainilla, porque, sin duda alguna, es de los mejores que he probado en Madrid -incluso incluyendo en la comparación los de restaurantes más exclusivos-. La mayoría de brownies me resultan empalagosos, y en cambio éste, se disfrutaba enormemente -el resto de la mesa estaba de acuerdo con esta afirmación, eso lo dice todo-.
Y qué decir de la Tarta tres leches. Puede parecer una tarta más, del montón, pero es absolutamente todo lo contrario. ¡Está buenísima! ¡Riquísima! Los tenedores de los seis comensales entraban una y otra vez en el plato: Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere…
Roberto ultima su margarita -comenzó con una Modelo Especial y al escucharme hablar a mí en la mesa, no repitió y cambió para probar la verdadera exquisitez líquida- con una sobremesa de Crepas con cajeta y chocolate -la cajeta es el dulce de leche-. Este postre sí que resulta contundente, por lo que se lo recomiendo sólo a los más atrevidos, pues puede llegar a resultar pesado para el gran público.
Terminamos con seis cafés ¡riquísimos! Y eso que yo no soy muy cafetero que digamos, pero este Café de olla -o “de pota”, como decimos en Galicia- no se olvida. Lleva canela, clavo, naranja y azúcar moreno, una combinación realmente sorprendente. Nos os lo perdáis porque más de uno se va a llevar una sorpresa de lo bueno que está. ¡Que hagan una cápsula de Nespresso ya de esto! ¡Se agotaría!
Una velada excepcional como la que habíamos vivido necesitaba terminar con unas copas como broche final, y eso que era Martes y al día siguiente había que trabajar, pero cuatro valientes nos lanzamos a la aventura y prolongamos un poquito más la noche. Además era noche de taxi, no de coche, y había que aprovechar.
A escasos 50 metros, simplemente cruzando la calle Segovia, nos encontramos con el Inuit Cafei -que también es de nueva apertura en Madrid-, un local del que teníamos muy buenas referencias. Nos habían comentado que preparaban muy bien los gin tonics y que resulta un espacio tremendamente acogedor. ¡Allí que nos fuimos pues!
Ninillas os muestra al final de su sección un par de fotografías del local -una imponente y vistosa barra custodiada por un botellero señorial y el rincón en donde nos tomamos la última de la noche-. Por mi parte, voy a mostraros una fotografía caprichosa que me conquistó. ¡Un diamante de frambuesa! ¡Gigante! Os explico… Resulta que en el Inuit Cafei cuidan mucho los pequeños -o grandes- detalles, y como uno de nosotros pidió un Gin Tonic de Pink 47 -premiada ginebra Premium obtenida de cuatro destilaciones que entre sus botánicos lleva corteza de naranja y limón españoles-, le añadieron un impresionante diamante de hielo coloreado con frambuesa a juego con la botella de la ginebra, que representa un diamante Khavaraya -un legendario diamante rosa-. ¡Increíble! ¡Qué punto!
Nos encantó el detalle, tanto que le grabamos un vídeo a Javier, el autor del gin tonic “diamantizado”, que lo preparó como mandan los cánones: Enfriando una copa de balón que nos permita disfrutar de los aromas a su temperatura óptima, utilizando hielos grandes que permanezcan intactos durante toda la degustación, la proporción exacta de ginebra medida cuidadosamente, y el uso de una cuchara trenzada para evitar que se rompan las burbujas al servir la tónica lentamente. ¡Perfecto! Echad un ojo al vídeo para aprender a servir un buen gin tonic Premium…
Últimamente se suele ver por ahí la técnica del pinchazo en la chapa de la tónica para servirla a presión sobre la copa, aunque lo único que se consigue es romper la burbuja y eliminar gran parte del gas carbónico, puede que esté de moda, pero es una moda absurda. Aunque… ¡Para gustos, colores!
También pedimos una Caipiniña, un Mojito -ambos muy bien preparados- y otro gin tonic de Hendrick’s, que como nota curiosa y en la línea del gin tonic anterior, uno de los hielos era una enorme esfera con una rodaja de pepino congelada en su interior. ¡Genial!
Excelente velada cucharetera en la Cantina Moctezuma, un local de nueva apertura en el corazón del Madrid de los Austrias que pronto gozará del reconocimiento que se merece entre los paladares más exigentes amantes de la gastronomía mexicana. ¡Queda inscrito con cariño en la historia de Cucharete! ¡Volveremos!
Ninillas: Lo mejor que le puede suceder a un restaurante cuando recién acaba de abrir sus puertas es que el boca-oreja se corra como la espuma. Así ha sido como los cucharetes hemos conocido el restaurante de hoy, y tentados hemos estado de no publicarlo por miedo a que sea imposible reservar mesa en un futuro, pero lo cierto es que este boca-oreja es ya una inmensa bola de nieve que nada ni nadie puede parar y, pensándolo bien, si ya no se puede hacer nada… Mejor contribuir a su difusión y quedar como generosos. Aunque no os voy a engañar, me da muchísima, pero que muchísima pena, porque este restaurante en menos tiempo del que yo desearía estará hasta los topes. ¿Que no me creéis? Bueno, pues el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, pero yo por si acaso iría haciendo la reserva. Ah, por cierto, se llama Cantina Moctezuma y, como no podía ser de otra forma, es un restaurante donde se sirve auténtica comida mexicana. Ahí es nada…
La Cantina Moctezuma podríamos decir que está situada a medio camino entre lo noble y lo canalla pues, aunque técnicamente está en el Madrid de los Austrias, le han faltado apenas 20 metros para irse hacia La Latina, dado que su ubicación exacta es en la esquina de la Calle Conde con la Calle Cordón, muy cerquita de la Calle Segovia. De modo que, una vez comes o cenas en una de sus mesas, la sobremesa está asegurada gracias a los numerosos locales de ocio que lo rodean. ¡Nosotros acabamos tomando una copa en el Inuit Kafei, que está muy cerquita!.
El logo que os muestro en la imagen anterior es el elegido por la Cantina Moctezuma para ser reconocido en todo Madrid. Se trata del Penacho de Moctezuma, sólo que éste a base de madera y con colores vivos es más modesto que el tocado original de plumas de quetzal engarzadas en oro y piedras preciosas que se encuentra en la actualidad en el Museo de Etnología de Viena, Austria. Cuenta la leyenda que Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520) lo usaba como atavío para la cabeza, aunque lo cierto es que no hay certeza histórica ni de su antigüedad ni de su uso.
Lo primero que nos encontramos nada más cruzar la puerta de la Cantina Moctezuma es su vistosa barra, iluminada con lámparas en tonos rojos y violetas. El sitio ideal para hacer tiempo mientras todos los comensales van llegando a ritmo de unas mañanitas acompañadas, cómo no, de una refrescante bebida que se servirá con unos nachos con salsas de aperitivo.
Y es que esta barra promete muy, pero que muy buenos momentos. Además de cervezas, de las que cuentan con una Modelo Especial de barril -a 3 € la caña doble-, Coronita, Pacífico, Modelo Especial y Negra Modelo -todas ellas a 3.50 € la botella-, ofrecen la posibilidad de pedirse una buena Michelada -que ya os contaré luego bien lo que es-, una Sangrita -bebida típica mexicana a base de zumo de tomate y petróleo, ideal para acompañar el tequila- o una excepcional Margarita, de la que nos fue imposible conseguir su fórmula secreta, únicamente nos dijeron que la elaboran “flapeada” con auténtico limón natural y con tequila 100% de agave. Y hablando de tequilas… Cómo estar en un auténtico restaurante mexicano y olvidarnos del tequila. En la Cantina Moctezuma cuentan con 12 referencias distintas de tequilas, desde los más económicos a los más exclusivos, como Porfidio Añejo, Porfidio Plata, Don Julio y 1800. Eso sin olvidarnos del mezcal, con una presencia importante también en sus estanterías.
Nos ponemos un sombrero de mariachi, o tal vez este poncho de piel de venado típico de los rancheros mexicanos y, a ritmo de un “corridito”, nos dirigimos hacia el comedor.
Ya en la zona de sala, nos encontramos con una única estancia pero con dos ambientes distintos. En la primera, reinan los colores fríos y la omnipresencia del Penacho de Moctezuma, que parece presidir el recinto. Por cierto, que la cantina eligió precisamente a Moctezuma para darle su nombre debido a que el emperador azteca fue un gran gastrónomo. Se cuenta que a la hora de comer le gustaba agasajar a sus invitados con más de 30 guisos diferentes además de distintos tipos de tortillas, todo ello con la finalidad de disfrutar plenamente de la comida. Vamos, que de haber nacido en nuestros tiempos, este Moctezuma habría sido un Cucharete fijo, no me cabe la menor duda.
En esta primera parte, además de algún que otro sombrero de mariachi, cuelgan de sus paredes coloridos cuadros como el que os muestro a continuación, que parece sentarse a la mesa como un comensal más. Se trata de la reproducción de un agave, planta de la que salen bebidas tan mexicanas como el tequila o el mezcal.
El comedor tiene capacidad para 60 comensales distribuidos en mesas de cuatro comensales y modulares de dos. Con la ventaja de que al tratarse de un único espacio diáfano resulta ideal para albergar cualquier número de comensales en la misma estancia. En definitiva, que la Cantina Moctezuma es el restaurante perfecto tanto para una cena íntima como para una reunión más numerosa, lo importante es que se tengan deseos y ganas de disfrutar de la auténtica comida mexicana.
En el fondo del comedor, el ambiente se torna más cálido y acogedor. Si en el primer tramo de la sala el blanco de las paredes iluminaba la estancia, aquí las paredes aparecen recubiertas por paneles que agrupados forman varias reproducciones de reconocidos murales del artista mexicano Diego Rivera, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. Sin ir más lejos, los paneles que os muestro corresponden al mural de “La gran ciudad de Tenochtitlan” pintado sobre el Palacio Nacional de Ciudad de México.
Sin duda, los murales ayudan a crear un espacio agradable, cómodo y placentero, idóneo para disfrutar de una comida o una cena. Aunque como ya podréis imaginar, lo más importante de la Cantina Moctezuma no es su decoración sino su trato, tremendamente familiar y, por supuesto, su cocina, capitaneada por una mexicana de pro llamada Mª del Carmen, que pone todo su cariño en cada uno de los platos que se sirven a la mesa. Con estos ingredientes, esta cantina nos encandiló y, en breve, os dejaré constancia gráfica de ello.
Las mesas de la Cantina Moctezuma se visten con unos llamativos mantelitos individuales acompañados por una sencilla vajilla y cubertería. La servilleta es de papel, pero no pienso objetar absolutamente nada puesto que, dada la horquilla de precios del local, poco podemos exigirle. Para terminar, un coqueto jarroncito con flores de papel de vistosos colores marca todas y cada una de las mesas. Un bonito detalle cara al comensal que va a sentarse a la mesa.
Pero vamos a ir metiéndonos en faena, que teniendo en cuenta que éramos 6 comensales, ésta es larga. La Cantina Moctezuma nos ofrece una amplia selección de platos típicos mexicanos recorriendo todo lo largo y ancho de la República. Así, agrupados en Entradas, Quekas, Quesos fundidos, Ensaladas, Tacos, Nopalitos, Lo Picosito, Especialidades y Molcajetes, podemos encontrar auténticas joyitas gastronómicas como Quesadillas sin tortillas, Rajas, Chiles en nogada, Tacos de cochinita Pibil y, como no, Molcajetes de pollo, de cerdo y de ternera. Eso sin olvidarnos de las auténticas salsas mexicanas, como la Salsa de chile de árbol con tomate, la Salsa de chile de árbol con aceite de sésamo -ambas del Sur de México-, la Salsa de jalapeño con tomatillo -típica de Veracruz- o la Salsa de tomate asado y chile verde -procedente del centro de la República-, entre muchas otras. En definitiva, sabores picantes y agridulces, pero llenos de sensualidad y exotismo.
Comenzamos nuestro periplo mexicano con el aperitivo cortesía de la casa: unos Nachos acompañados de dos salsas -la de tomatillo con chile verde y la de tomate rojo con chile verde-. Podéis verlo en la sección de Rayo o en la imagen anterior. Y, para beber… Pues como cada uno es de su padre y de su madre, hubo de todo un poco. Luz optó por un Agua de Jamaica, a lo que debo añadir que en México en lugar de agua se suelen tomar aguas con sabores, ya sea de Jamaica, de Horchata o de Tamarindo entre otras. Todas ellas las podéis disfrutar en la Cantina Moctezuma y son sin alcohol. Sara y Roberto optaron por unas dobles de Modelo Especial, FlashBack por una cerveza Pacífico, Rayo por una fantástica Margarita -Uhmmm… ¡Qué rica estaba!- y yo… Yo me decanté por la Michelada. Y ¿Qué es una Michelada? Pues bien, os la describo a la de ¡YA!. Una Michelada es una bebida típica en todo México, se trata de una jarra escarchada con tajín en el borde. El tajín es una mezcla de varias especias que deja un final picante. En la base de la jarra se sirve el petróleo, que es una mixtura a base de salsa de carne, zumo de limón y salsas picantes. A continuación, se vierte sobre el petróleo la cerveza que se desee, en mi caso, una cerveza Negra Modelo. Su precio son 0,50 € más que se le añaden a la cerveza seleccionada. En cuanto a su sabor… Os diré que está pensada para paladares atrevidos que gustan de emociones fuertes.
Ahora sí, abrimos el desfile de viandas con estas Chalupas que os muestra FlashBack. Muy típicas de la zona Sur de México, el plato lo forman tres tortillas de maíz azul bañadas con salsa verde, carnitas -carne de cerdo-, crema agria y queso en polvo. Tienen un sabor muy, pero que muy especial, sobre todo al final. Os aconsejo que las probéis.
Por cierto, muchos de los platos que se sirven en la Cantina Moctezuma incluyen tres órdenes, es decir, tres tortillas, como es el caso de las Chalupas. Por lo que si se desea, se pueden pedir aparte unidades si el número de comensales es superior, cobrándose las mismas a un precio que no llega a ser el de la ración dividida entre tres.
Y estando de cena en un mexicano, no podía faltar en la mesa media ración de Guacamole. Estaba riquísimo y muy trabajado. Además, mientras queda guacamole, el camarero va trayendo nachos hasta que se acaba. Todo un detalle.
Continuamos con este fantástico plato típico del centro de la República: Totopos. Se trata de triángulos de tortilla de maíz frita sobre los que se disponen los frijoles, queso gratinado, guacamole, pico de gallo y jalapeños. No resulta fácil de comer, pero la verdad es que da gusto poder chuparse los dedos con esta mezcla de sabores. ¡Qué ricos!
Procedentes de la provincia de Yucatán llegan estos Tacos de Cochinita Pibil. Sobre las tortillas de maíz se dispone la cochinita -carne de cerdo- horneada y marinada en axiote y jugo de naranja con especias. El axiote es un arbusto que posee una flor rosada muy vistosa, aunque lo que más valor tiene en el axiote no es su flor sino su fruto, pues de él se obtienen las semillas de un color rojo intenso que otorgan un sabor muy, pero que muy especial. La verdad es que estos Tacos de Cochinita Pibil estaban sabrosísimos. Son un imprescindible en la Cantina Moctezuma.
Tras los Tacos de Cochinita Pibil, no dejamos de taquear y nos pasamos a los Tacos de alambres -muy típicos del Sur de la República-. En México los platos que se conocen como alambres tienen su origen en los shishkebab del Medio Oriente. Pero el tiempo ha hecho que hayan evolucionado en la gastronómica mexicana hasta convertirse directamente en lo que se conoce como alambres y que se comen por norma general en tacos. Los Tacos de alambres pueden ser de pollo o de ternera, en nuestro caso se sirvieron de pollo y venían con pimiento rojo, pimiento verde, cebolla y queso fundido. Muy ricos también.
A continuación os muestro unas Flautas de su sección de Especialidades que, sin tocarlas, a mí me supieron a gloria. Se trata de unos tacos de tortilla de maíz dorados y rellenos de pollo. Por encima venían cubiertos con lechuga, crema y queso. De guarnición, pico de gallo. Lo dicho, una delicia crujiente que además es otro de mis imprescindibles.
Llega el turno de otra de las especialidades de la Cantina Moctezuma: las Carnitas. Este plato procede de Michoacán, y es la prueba viva del mestizaje de la cocina mexicana, pues el cerdo, ingrediente principal, fue llevado a México desde Europa. La carne se va añadiendo en un cazo de cobre con manteca y allí se mantiene hasta que se termine de cocinar. En la Cantina Moctezuma se sirve la carne de puerco con frijoles, guacamole y pico de gallo y, cogiendo un poquito de todo, uno lo va disponiendo sobre la tortilla, consiguiéndose unos bocados de lo más sabroso.
Aquí os dejo un primer plano de las Tortillas perfectamente envueltas en un paño, que serán necesarias para degustar tanto de las Carnitas como del siguiente plato que os presento a continuación.
Del Sur de la República Mexicana procede otro de los platos emblemáticos de la Cantina Moctezuma: Molcajete de ternera en salsa de chile pasilla. La carne puede ser de pollo, de cerdo o de ternera. En nuestro caso era de ternera y estaba elaborada con una salsa de chile pasilla, también llamado chile negro. Por encima viene el queso fundido y, el conjunto, es lo que se echa sobre la tortilla, consiguiendo un sabor potente pero no picante. En definitiva, otro imprescindible que meto en mi lista. Aunque sin duda, lo que en un principio más llama la atención de este plato es su presentación en un molcajete, que no es otra cosa que un mortero de piedra volcánica de poca porosidad ideal no sólo para cocinar sino también para elaborar salsas, a las que precisamente por ser un recipiente de piedra volcánica les confiere un sabor muy especial.
Y vamos con el que, sin discusión alguna, fue el plato estrella de la noche: los Chiles en Nogada. Reza en su carta que es uno de los tesoros de México, y doy fe de que así es porque son sencillamente deliciosos. Es una mezcla de dulce y salado, una especie de indefinición que estoy convencida que satisface cualquier paladar. Este plato fue creado en Puebla por unas monjas clarisas que lo idearon para homenajear a Agustín de Iturbide cuando volvió de firmar la independencia de México. Consiste en un pimiento poblano asado, pelado y desvenado relleno de carne, nueces, pasas y piñones. La salsa está elaborada con nata y nuez de Castilla -de ahí lo de Nogada- y se culmina con unos granos de granada y un poquito de perejil. Blanco -salsa-, rojo -granada- y verde -perejil- son los tres colores de la bandera mexicana con los que las monjas clarisas, contagiadas del espíritu patrio, quisieron elaborar un plato para agasajar a Agustín de Iturbide. No me cabe la menor duda de que a todo aquél que lo pruebe le parecerá un plato de una finura excepcional. Y, por supuesto, yo lo apunto en los imprescindibles.
Tras un cena tan suculenta y con los estómagos de sobra saciados, había de decidir si tomábamos postre o no. Nos quedamos pensando, pero lo cierto es que sólo hizo falta que nos dijeran que eran caseros para dar por finalizado el proceso y pedir los cinco que más nos sedujeron. La carta de postres de la Cantina Moctezuma cuenta con 5 entradas más otras 3 que te dicen de viva voz. Sus precios oscilan entre los 3 € y los 4,80 €. Empezamos con este Sorbete de papaya con tequila. Me recordó a un zumo de papaya muy concentrado.
El que os muestro a continuación es un Sorbete de cactus con tequila. Estaba… sencillamente delicioso, con un sabor muy peculiar, tremendamente refrescante y digestivo. Entraba solo. Vamos, que… Si no tenéis inconveniente, lo incluyo entre los imprescindibles.
Claro que, si el Sorbete de cactus con tequila me sorprendió, no lo hizo menos la fabulosa Tarta tres leches casera, dulce, pero nada empalagosa. Se comía sin sentir. Apuntáosla porque ahí va otro imprescindible.
Y qué decir del Brownie casero con helado de vainilla que os presenta FlashBack… Pues que no quedó de él ni la sombra, porque estaba riquísimo, y sino preguntad a Luz, que tuvimos que quitarle la cucharilla de las manos para que lo probásemos el resto.
Para terminar, unas Crepas de cajeta con helado de chocolate. La cajeta es como llaman los mexicanos al dulce de leche, de modo que, como podéis suponer, es un postre bastante empalagoso y contundente, ideal para los muy golosos.
La sobremesa la acompañamos con los ellos llaman un Café de olla. Un café muy especial que viene con canela, clavo, naranja y azúcar moreno. Ideal no sólo para los cafeteros sino también para aquéllos que deseen tomar algo calentito y suave después de la comida. Hasta Roberto, que es “don infusiones”, se bebió una tacita.
Aproveché la animada charla de mis acompañantes para echar un vistacito a los baños y, de paso, conocer a Julito Fernando de Jesús y Rebeca María de los Remedios -así los bauticé- que son quienes te saludan un poco de lado cada vez que tienes que visitar al Señor Roca.
A la salida del restaurante el grupo quedó un poco mermado, ya que Luz y Sara decidieron que era la hora de marchar hacia casa, pero allí quedamos cuatro valientes con ganas de la última copa de la noche. El sitio elegido fue el Inuit Kafei a escasos 50 metros de la Cantina Moctezuma, justamente cruzando la calle Segovia y subiendo las escalerillas de Nuncio. El local ha cambiado su imagen en los últimos tiempos y nos viene a recordar a los pubs ingleses. Pero lo importante de este Inuit Kafei es que es el sitio perfecto para tomar unas copas sentado y con buena música sonando. Hablando de copas, sus precios son de 7 € para las más clásicas y de ahí en adelante dependiendo de la referencia que se desee.
Trabajan mucho y bien la elaboración de sus cócteles, por lo visto hacen un Dry Martini espectacular, y tienen detalles como hielos con forma de esfera y lima dentro de sus copas, además de que cada gin-tonic se sirve de una manera especial dependiendo de la ginebra elegida, por ejemplo la Pink 47 que me pedí yo llevaba un hielo con forma de diamante además de pétalos de rosa y una frambuesa. Rayo os lo muestra en su sección, no os perdáis la fotografía. Respecto al resto del equipo, Roberto se pidió un gin-tonic de Hendrick’s, Rayo una Caipiriña -deliciosa- y FlashBack un Mojito -muy rico-. Lo dicho, un local tranquilo, atendido fantásticamente por Javier, donde tomarte la primera copa, la segunda… Porque lo cierto es que allí se está de lujo.
Pues sí, así fue nuestra noche. Una jornada llena de sorpresas, pues no nos esperábamos que el restaurante mexicano del que nos habían hablado tan bien efectivamente estuviera tan bien, y no sólo por su cocina auténtica mexicana, llena de matices y mestizaje, sino también por su servicio capitaneado por Luis Daniel de Monterrey -México- que en todo momento ofrece cercanía amén de que te explica absolutamente todo lo que le preguntes. En definitiva, la Cantina Moctezuma es el restaurante ideal para todos aquellos paladares curiosos que buscan nuevos, exóticos y picantitos sabores, alejándose de los tan manidos tex-mex que poco o nada tienen que ver con la auténtica gastronomía mexicana. Ahí os la dejo: la Cantina Moctezuma, bajo mi humilde opinión uno de los mejores mexicanos de la capital, sino el mejor.
Cucharete: ¡Fantástico restaurante mexicano en Madrid que escapa de lo tex-mex! Exquisita y auténtica cocina mexicana que conquistó de pleno a todo el equipo de Cucharete y a sus acompañantes. No me extraña, con ese vistoso y sabroso molcajete del que no quedó ni un pellizco. Se agradece que vayan reponiendo nachos mientras queden salsas o guacamole en los cuencos… ¡Sobre todo cuando todo está tan bueno! Sin duda alguna la Cantina Moctezuma será uno de los restaurantes más visitados de Cucharete. Mi equipo cenó por 18,50 €/persona. Seis personas con 9 viandas variadas y 5 postres. A lo que tendríamos que añadir 3 margaritas -a 4,50 €-, 2 cañas dobles -a 3 €-, 2 botellas de cerveza -a 3,50 €-, una michelada -a 4 €-, 2 aguas de sabores -a 3 €- y 6 cafés.
Su céntrica situación, en pleno corazón del Madrid de los Austrias. Su original decoración, a base de fragmentos de murales de Diego Rivera. El amable y ágil trato del servicio en todo momento. Su excelente relación calidad/cantidad/precio. Una horquilla de precios pensada para todos los bolsillos. Su auténtica oferta gastronómica mexicana. Sus molcajetes. Sus Chiles en Nogada. Sus postres caseros. Sus aguas de sabores, típicas mexicanas. Sus variadas referencias de tequila y mezcal. Sus margaritas. Su prometedora terraza de verano.
Detalles insignificantes, típicos de un local de nueva apertura.
3,9
16 comentarios a “Cantina Moctezuma”
Escribe un comentario
IMPORTANTE: Por favor, intenta que tu comentario tenga que ver directamente con el restaurante analizado. Para cualquier otra comunicación tienes disponible la sección de contacto.
Debes estar identificado para escribir un comentario.
Un sitio espectacular! Merece la pena probarlo y escapar del tipico tex mex para conocer a fondo la gastronomía real mexicana
Excelente Comida y Atencion….Viva Mèxico…!!!!
Lo conoci por un amigo y realmente es autentico, ya es mi restaurante mexicano, os lo recomiendo cucharetes.
Acabo de reservar para el jueves! Espero que este tan bueno como las fotos y descripciones… echo de menos los buenos mexicanos de eeuu! Muchas gracias por la oferta también, nos viene muy bien!
La mejor comida mexicana que he probado nunca. El servicio genial también y se respira buen ambiente. 100%100 recomendable.
ya tengo mi reserva para este viernes
Ya tenemos reserva para cuatro esta noche, ayer viernes ya estaba todo completo!! Comentamos a la vuelta, pero promete ser una gran noche!!!
FUI EL FIN DE SEMANA PASADO Y ME ENCANTO..
EL TRATO DE LOS CAMAREROS ES MUY BUENO..Y LA COMIDA LA VERDAD ES Q ESTA RIQUISIMA..
LO UNICO Q CREO Q ES UN RESTAURANTE MAS PARA GRUPOS Q PARA PAREJAS YA Q LOS PLATOS SON MUY ABUNDANTES Y YENDO SOLO DOS NO PUEDES PEDIR MUCHA VARIEDAD..SIN EMBARGO SI VAS EN GRUPO PUEDES PEDIR MUCHAS COSAS Y PROBAR UN POCO DE TODO
Pues fui el domingo pasado y, la verdad, me esperaba más. Fui con el menú de groupon y todos los platos consistían en lo mismo que tampoco estaba delicioso. Diría que no está mal, pasable sin más. Como punto positivo el trato, eso fenomenal, pero la comida regular.
Reservamos para 12 el sábado y el local se llenó. Fue todo bastante bien salvo los detalles que voy a comentar que no hubieran tenido mayor importancia si no fuera por lo que pasó a la hora de pagar.
En un momento de la cena pedimos tres claras con limón y las trajeron normales. Se lo dijimos y cuando volvieron trajeron una clara y dos normales. Visto esto y el jaleo que tenían dijimos que cada uno llevara la cuenta de las bebidas que se había tomado por si acaso. En otro momento pedimos dos margaritas y trajeron tres. Más tarde, en otra de las rondas, trajeron una cerveza de más pero les dijimos que no importaba, que nos la quedábamos.
Cuando pedimos la cuenta hicimos el recuento y nos habían cobrado 5 cervezas de más y un tinto de verano de menos. Se lo dijimos al camarero y se la llevó para corregirlo. Hasta aquí todo correcto. No hay problema en que se equivoquen. Todos nos podemos equivocar. El problema vino cuando llegó el camarero y dijo que nos habían quitado 3 cervezas porque el jefe decía que eran solo 3. Miré la cuenta y, efectivamente, habían quitado 3 cervezas y habían añadido el tinto de verano. Volvimos a contar y recontar todos. Nos aseguramos de que no se nos olvidara ninguna y nos seguían saliendo dos de más así que fui a hablar con el jefe. Me vino a decir que cuando había grupos grandes siempre les pasaba que les decían que les habían cobrado de más y que no comprendía como me podía acordar de las que habíamos pedido, que me las iba a quitar porque no tenía tiempo de discutir pero que menuda memoria teníamos. Le expliqué por qué habíamos recordado cada uno lo que pedíamos y que no es la primera que en un restaurante se equivocan. No considero que lo hagan a mala fe pero no es la primera vez ni será la última.
No voy a volver. Me sentó muy mal que me tratara como si le quisiera engañar.
Que restaurante más chulo. Como fan de la comida mexicana, tengo que pasarme por ahí. Me pediré uno de esos sorbetes de cactus, rico, rico.
mañana vamos un grupo de 4 con el cupon del Groupon, he visto vuestra página y espero no salir decepcionada. ya os contaré
hemos estado este domingo y coincido con Aitana, no sé si será por el cupon del Groupon, pero me esperaba más. No pudimos elegir la mitad de los platos ofertados, tuvimos que conformarnos con lo que había y con los postres fue igual, solo helado y tarta de nata (ni parecido con lo que ofertaba el menú) El margarita fue chupito, nada de lo que esperaba. El servicio bien.
Hola A todos; Somos un grupo de gente que nos gusta salir a cenar o comer por muchos de los restaurantes de Madrid, nos hablaron que la cocinera del restaurante Alamillo se fue y abrio uno llamado “Moctezuma”, conociendo lo buenas que estan sus comidas, nos pusimos en marcha para ir un dia a cenar. Cual fue nuestra sorpresa que la comida era muy muy escasa, el trato de los camareros muy secos, cosa que no entiendo…. se equibocaron con la cuenta y fueron tras nosotros para cobrarnos 15€ que faltaba, volvi al restaurante y les pedi el ticket de la cena, Tras un rato deliverando la calidad de la comida y el trato, un camarero gordito y calvo me hizo la estremahuncion. INCREIBLE……Fuimos con los ticket de Groupon …..NO LO RECOMIENDO……..
Hola, estuve con la promoción de cucharetee hace un mes mas o menos y hace poco estuve con la de groupon. Nada que ver una con la otra, la de cucharetee le da mil vueltas y una amiga del grupo fue sin promociones y también salió mas contenta que con groupon. al preguntar al camarero la explicación es sencilla, de nuestro cupón el rte se lleva solo el 50% y el otro 50 se lo queda groupon. Por unos 20/25euros se puede comer ahí mucho mejor y sin cupones ni engañabobos. Os recomiendo ir de parte de cucharetee o por libre.
Buenas, estuvimos ayer en este sitio, sin palabras…
Es el mejor mejicano en el que he comido!!
Recomiendo el mocaljete de pollo porque estaba tan bueno que tuve que pedirme otro margarita para poder verle el fin a la fuente, la cochinita pibil sin palabras, en definitiva creo que queda claro…
El trato de los trabajadores que me sirvieron fantástico, pero lo realmente recomendabilísimo son los margaritas auténticos, sin esa sal asquerosa en los bordes de la copa, tuve que llamar a una grúa para que me bajara la cuesta de la calle Segovia.
Gracias cucharete por recomendarlo, este queda apuntado en mis favoritos!