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Nuncio, 17
Madrid (Centro)
La Latina (Línea 5)
91 366 57 36
15 - 25
La Calle del Nuncio se hace peatonal en 2012, y la terraza de la Taberna Los Austrias se viste para la ocasión. El bajo de uno de los edificios más antiguos de la capital rejuvenece y llena de luminosidad su interior: un espacio custodiado por magníficas fotografías del Madrid de los años 30. Esta renovada taberna presume en solitario en la zona de la Latina de sus parrillas, en las que puedes hacer las hamburguesas a tu gusto. Dispone de dos comedores, uno de mesas altas de aspecto informal y otro convencional cuidadosamente iluminado, con capacidad para 70 comensales. Es el lugar perfecto para tapear por la zona -incrementando los precios un 20% en terraza-. De lunes a viernes ofrecen un menú del día a 8,50 € en el interior de local y a 10,20 € en la terraza. Elaboran menús de grupo según las necesidades del cliente. Su horario de apertura es de martes a viernes de 12:00h a 16:00h y de 20:00h a 00:30h -los viernes hasta la 1:00h-. Sábados de 13:00h a 1:00h y domingos de 13:00h a 00:00h.
3,9
Rayo: ¡Transformación restaurantil 2012 en la zona de La Latina! ¡Nos os perdáis el cambiazo que ha sufrido uno de los 10 edificios más antiguos de Madrid con esta reforma en la que el blanco es ahora el elemento protagonista! La nueva zona peatonal de la calle Nuncio vive en directo la evolución de uno de sus restaurantes más representativos, un típico lugar madrileño donde las cañas fluyen una detrás de otra en su larga barra y sus mesas altas, acompañadas siempre de pinchos y raciones, claro está, y en el que su nuevo espacio de comedor permite un gasto ajustado disfrutando de la gastronomía de moda (¡Ya veréis cómo son sus hamburguesas de sólo 8,50 €! ¡Las haces a tu gusto en la plancha en tu mesa!), sin superar en ningún momento los 25 € por persona cuando hablamos de un “todo incluido” (primero, segundo, postre, botella de buen vino y café). En estos tiempos de crisis… ¡Hay que tenerlo muy en cuenta!
Aquí os dejo la imagen más representativa de la zona -cuya vista disfrutaréis en todo momento desde su “asombrillada” y tranquila terraza de verano-, la imponente torre mudéjar de la centenaria Iglesia de San Pedro “El Viejo”, sin duda alguna el elemento arquitectónico más destacado de la que ostenta el título de uno de los templos católicos más antiguos de la ciudad. El Jueves Santo es el día más esperado por madrileños y foráneos para ver a los anderos cargar los pasos de “Nuestro Padre Jesús Nazareno El Pobre” y “María Santísima del Dulce Nombre” -reconocidas tallas de la escultora Lourdes Hernández- en uno de los desfiles más multitudinarios de la Semana Santa madrileña.
La terraza de la nueva Taberna Los Austrias no sólo estará protegida del sol por las amplias sombrillas… ¡También estará protegida de la lluvia con aires divinos! Pues no olvidéis que, a pocos metros, en el interior del templo se encuentra la capilla del Cristo de las Lluvias y, según cuenta la leyenda, el repicar de sus campanas lograba antaño desviar las tormentas para preservar las cosechas de agricultores y, apuesto que a día de hoy, las desvía igualmente para salvaguardar las comidas y cenas de los viandantes más cuchareteros. ¡Que suenen las campanas esta primavera! Por si acaso…
La seductora barra de la Taberna Los Austrias destierra antiguos apliques de hierro fundido para dar paso a una moderna iluminación, a base de focos alineados, que rejuvenecen un nuevo espacio en el que la luminosidad gana protagonismo a la penumbra. ¡Marchando una caña, por favor!
El Madrid de 1930 conquista la nueva Taberna Los Austrias por medio de formidables y monumentales fotografías de la época magnificadas por fuentes de luz que le llegan en todas direcciones. A continuación, podemos ver como el famoso Edificio Metrópolis preside la esquina de Alcalá con Gran Vía en una exquisita toma en blanco y negro que armoniza perfectamente con el nuevo estilo del local, inmortalizando una imagen que no deja de ser una ventana abierta a la historia en estas paredes centenarias.
¡Los barriles de la Taberna Los Austrias han sufrido un ERE indefinido! Desconozco si con 20 días por año soportando cañas bien tiradas sobre sus espaldas o si con 45 a la antigua usanza, pero es que ¡no ha quedado ni uno! Ahora pueblan la zona de taburetes robustas mesas altas que permiten a los clientes disfrutar más del local. Hay mucho más espacio para que las raciones no se amontonen unas sobre otras y para que no tengas que estar con la caña en la mano porque no coge en la mesa, como sucedía antes. Se sacrifica la belleza de los barriles verticales ante la comodidad del convite. ¡Me gusta el cambio!
Los tonos ocres, anaranjados y granates dan paso ahora a un universo en blanco y negro donde la nota de color la rescata el ladrillo visto centenario. ¡La Taberna Los Austrias rejuvenece! Una atractiva combinación del pasado con los nuevos tiempos que corren gracias a una coqueta brocha blanca que no sólo ha acariciado las mesas y las sillas, como puede parecer a primera vista, sino que ha dado multitud de pinceladas de diseño a lo largo y ancho del establecimiento con detalles que armonizan el conjunto.
La separación entre mesas es correcta, y además permite una total modularidad cuando se trata de dar cabida a un grupo grande de personas. Parejas, grupos de cuatro, de diez, de veinte… ¡No hay problema! Hay espacio suficiente para que todos estén cómodos. La fotografía que os muestro a continuación induce tranquilidad… ¿Verdad? Se está cómodo en la nueva Taberna Los Austrias.
Cenamos con vistas al Monumento a Alfonso XII enfrente mismo al estanque del Parque del Retiro, ¿qué más se pude pedir? Hermosa imagen de época que preside el comedor principal de la renovada Taberna Los Austrias cubriendo la pared en su totalidad: Pasarela de lujo para un desfile de viandas hacia las mesas.
Las ventanas simuladas guardan “en su exterior” la bodega de Los Austrias, diferentes referencias que nos permiten disfrutar del mundo del vino a precios comedidos, incluso adentrándonos entre crianzas y reservas.
Las mesas -vestidas con caminos en tonos gris marengo y servilletas de papel a juego- están marcadas con velas que transmiten calidez al conjunto y que consiguen ese toque especial que gusta a todo tipo de comensal: ¡A todos nos gusta encenderlas! La vajilla -al igual que la cristalería y la cubertería- es correcta para un local de estas características: sencilla y funcional, sin suntuosidades.
¡Nos sentamos a la mesa! ¡Así que id abriendo boca! Nos habían comentado muchos compañeros cuchareteros que habían renovado la Taberna Los Austrias -la teníamos desde 2009 en Cucharete-, y no pudimos evitar el salir de visita a comprobarlo “in situ” como muestran las imágenes, pero no sería digno de Cucharete no aprovechar para disfrutar de una cena en condiciones experimentando su nueva oferta gastronómica -que como veréis a lo largo del artículo nos deparó jugosas sorpresas-, así que “whatsappeamos” a unos amigos y… ¡Al lío!
Roberto, Ángeles, Javi, FlashBack, Ninillas y un servidor reservamos una mesa para seis por la que, como no podía ser de otro modo, comenzaron a desfilar nuestras viandas cuchareteras. ¡La estrella fue la “Hamburguesa Los Austrias”! ¡Os va a encantar ese plato! Ya veréis el porqué, ya… De momento, comenzamos la degustación con el vino elegido, una botella de Raúl Calvo 2008, un 100% tempranillo con 12 meses de crianza en barrica de roble francés y americano de la D.O. Ribera del Duero. Nos gustó a todos, y prueba de ello es que acabamos repitiendo otra botella.
Como íbamos a pedir varios pinchos, optamos por una “Tabla de 6 pinchos”, porque te ahorras 3 € respecto a si los pides individualmente uno a uno, y además los puedes elegir de igual modo y se acompañan de chips. Así que, como podéis ver en la siguiente imagen, Ángeles os muestra uno de Espárragos trigueros con cebolla caramelizada -que venía sobre una base de queso crema y cubierto de queso brie-, otro de Pasta de cabrales con compota de manzana, y también otro de Solomillo ibérico, pimienta y queso brie. Javi sale con los pinchos de Vinagreta de atún con pimientos de Padrón, Cebolla caramelizada con queso de cabra y reducción de Módena y, para finalizar, Cebolla con morcilla y manzana -curioso este último al llevar por encima de la morcilla compota de manzana-. Ya os imagináis como fue la historia, los troceamos al medio y… ¡Cada uno a elegir dos mitades variadas! Por los comentarios de la mesa, todos merecieron la pena -buena elección por tanto-, quizás esperábamos un pan más tostado y menos esponjoso, aunque para gustos colores.
La Ensalada de queso de cabra de la Taberna Los Austrias lleva un montón de ingredientes: aparte de la lechuga, el queso de cabra y el tomatito cherry, se acompaña de bacon, cebolla caramelizada, salsa de yogurt, reducción de Módena, orégano y un chorrito de aceite de oliva virgen. ¡Multitud de sabores! Ya en la fotografía apetece hincarle el diente…
Mi “turno fotográfico-cucharetero” os enseña la Ensalada de pimientos asados con ventresca. Una vianda generosa de la que disfrutamos los seis de la mesa. ¿A quién no le gusta la ventresca con pimientos? ¿Conocéis a alguien? Pues por eso la pedimos…
A continuación, un primer plano de la Ensalada de jamón de pato. Láminas de jamón que se entremezclan con la lechuga y se acompañan de nueces troceadas y sabrosas pasas chiquitillas aderezadas con una suave salsa de mostaza. Muy rica.
A Roberto le gustó la presentación de la Suprema de foie de pato, de la que pedimos doble ración, de ahí que aparezcan dos porciones en el plato. El foie se acompaña de una pequeña ensalada como guarnición y se adereza con una reducción de Módena y Pedro Ximénez. También pedimos una ración de pan tostado, que se factura aparte, pero que creemos necesaria añadir para el disfrute del foie. Cuchillo al canto y… ¡a untar! Y, por supuesto, traguito de vino entre medias…
No nos fuimos sin probar la Torta de la Serena que se presenta sobre un plato de madera. Para el neófito, no es otra cosa que leche de oveja cuajada con cardos, que en la Taberna Los Austrias acompañan con una reducción de vino. Un sabor fuerte para algunos paladares y delicioso para otros. ¡Probadla y decidme en qué bando estáis!
Después de unos variados entrantes adquirimos el visado carnívoro de la noche. ¡Fijaos lo que llegó a la mesa! Toda una novedad en la Latina, no existe ningún otro local en la zona que ofrezca una plancha en la mesa para hacerte tú mismo la carne al punto que prefieras. ¡Esto nos encantó! La plancha sale al rojo vivo del horno y los quemadores de etanol la mantienen a temperatura estable. ¡Cuidado que quema!
Disfruté como un enano asando las tiras del Entrecot de ternera a la fragua que venía con una guarnición generosísima de patatas panaderas. Primero se acaricia la plancha con un poquito de manteca, luego se hace la carne al gusto -en mi caso vuelta y vuelta-, y después, se esparcen por encima unas escamas de sal. ¡Carnívoros Power! Tenéis un vídeo en la sección de Ninillas con FlashBack de protagonista durante el proceso.
Y el plato estrella en la renovada Taberna Los Austrias es… ¡la Hamburguesa “Los Austrias”! que pedimos por triplicado -así tocamos a media para cada uno, porque si llegamos a pedir una entera por persona después de todo lo que habíamos comido nos daba algo-. Una buena hamburguesa de carne de vacuno 100% que se acompaña de tomate, lechuga, cebolla caramelizada, y queso Fontina, -especial de la casa- para que, una vez hecha la hamburguesa en la plancha, la montes tú mismo. En la siguiente imagen la podéis ver cruda, tal y como llega la vianda a la mesa.
Por supuesto, como no podía ser de otro modo, pan de hamburguesa -con sésamo- para tener todo listo en cuanto la plancha de etanol haga su trabajo.
Os dejo con un vídeo de Roberto y Ninillas custodiando las hamburguesas al gusto. Una poco hecha, otra al punto con el queso fundido encima… ¡Cada uno como más le guste! Sin duda alguna, la Hamburguesa “Los Austrias” se convertirá en el plato estrella de este renovado local. ¡Ya me imagino la sala llena de hamburguesas! ¡Tiempo al tiempo! ¡Vivan las hamburguesas!
Además, tenéis ketchup, mayonesa y mostaza para aderezar la hamburguesa a vuestro gusto, como podéis ver en la imagen. En mi caso, la mostaza es esencial: ¡Me paso tres pueblos siempre!
Salimos a poner una vela al Cristo de las Lluvias de la iglesia de San Pedro “El Viejo”, para ver si así nos cogían los postres, pero para no abusar del poder divino sólo pedimos cuatro para compartir entre los seis. ¡No podíamos más!
FlashBack sostiene el Strudel de manzana. Un postre contundente y generoso. Realmente bueno, pero para mi gusto excesivo para rematar una cena, habrá que disfrutarlo en todo su esplendor en una comida, porque resulta una sobremesa que destaca por sí sola.
La Tarta de chocolate nunca falla, se presenta en una porción más reducida que el strudel y se acompaña de un sirope de fresa, siempre sobre una nube se azúcar glass. Según uno de los últimos estudios, las personas que más chocolate ingieren tienen menor índice de masa corporal… ¿Chocolate para adelgazar? ¡Conmigo no funciona! ¡Palabra de Cucharete!
También me gustó mucho la Tarta tradicional de queso con coulisse de membrillo. Excelente y digestiva sobremesa para rematar los últimos tragos de la botella de Raúl Calvo. Pero, eso sí, compartidla porque ¡es contundente para una persona sola!
Finalizamos con unas sabrosas Milhojas de dulce de leche que a primera vista impresionan por su enorme tamaño en el plato, pero el postre se deja disfrutar porque está muy “aireado” y el sabroso crujiente permite que podamos terminárnoslo sin problema.
Ninillas se despide con una fotografía de los cafés -con galletita, detalle que sorprende en un local como éste- y del té, que supusieron el broche final de nuestra velada -con vela encendida y todo- en la nueva Taberna Los Austrias de la zona de la Latina, que con su recién estrenado traje blanco hecho a medida, será por segunda vez referencia en una de las nuevas calles peatonales del centro de la capital. ¡Triunfarán sus hamburguesas al gusto! ¡Y en terraza!
Ninillas: No creo que exista madrileño que se precie, ni foráneo afincado en la capital, ni tan siquiera turista despistado, que no haya “latineado” al menos una vez en la vida. Porque, si de algo estoy segura, es de que La Latina es la zona de tapeo por excelencia de Madrid. Por entre sus pintorescas y castizas calles podemos encontrar todo tipo de restaurantes, bares, tabernas y tascas capaces de calmar el hambre y la sed a todo aquél que se acerque a visitarlas. Y, de entre todos estos establecimientos que rezuman historia por doquier, hay uno al que yo siempre he tenido un cariñito muy especial, amor que me viene de mis primeros años en Madrid y que conservo en mi memoria como el de aquel primer novio al que nunca olvidas no sólo por ser el primero sino por la ternura e inocencia con las que viviste la experiencia. Os estoy hablando de la Taberna Los Austrias.
Ubicada en el número 17 de la Calle del Nuncio, desde una de las ocho mesas que componen la terraza de la Taberna Los Austrias, uno puede disfrutar de una vista inmejorable de la Iglesia de San Pedro “El Viejo” al tiempo que calmas la sed o sacias el hambre, lo mismo da, lo importante es la panorámica de esa tranquilidad que se vive en primera persona cualquier día de diario o, en su defecto, el bullicio e incesante trajín de personas que se siente cualquier fin de semana. Un mismo sitio y, sin embargo, dos perspectivas muy diferentes dependiendo de cuando lo visites.
Nos habían comentado que la Taberna Los Austrias se había renovado y, para qué os voy a engañar, me asusté un poco. Recuerdo que la primera vez que me lo dijeron pensé: “Pero qué demonios le habrán hecho a mi taberna”. Miedo me daba ir por allí, pero algún día tenía que ser así que, aprovechando que estábamos por la zona, reservamos y por fin vi con mis propios ojos qué había cambiado para poder forjarme una opinión propia. En cierto modo soy un poco como Santo Tomás: no creo hasta que no veo.
Si has conocido la antigua Taberna Los Austrias como yo, el primer vistazo resulta cuanto menos impactante, porque el cambio es radical, pero os adelanto que su esencia es la misma. De momento, su larga y fantástica barra continúa intacta porque coincidiréis conmigo en que una taberna sin barra no es taberna. La barra es la esencia de todo local de La Latina que se precie, es el hospicio de los rezagados que ya no pillan mesa, la anfitriona que te sirve la primera caña o, por qué no, la estancia de los culos inquietos que no soportan sentarse mientras tapean. En definitiva, la barra es el alma de toda buena taberna y en Los Austrias han respetado este precepto.
La Taberna Los Austrias sigue contando con dos espacios bien diferenciados donde poder degustar su gastronomía. Por un lado, encontramos una zona de mesas altas de madera acompañadas de taburetes blancos, ideal para un tapeo informal. Nada queda de los antiguos barriles que antaño poblaban esta estancia y que tanto encanto aportaban, sin embargo, el cambio resulta más confortable, más cómodo y, sobre todo, más acorde a los tiempos que corren.
Sólo con echar un vistazo a las fotografías que ya os he mostrado, os habréis dado cuenta que todo está muy, pero que muy cambiado. La Taberna Los Austrias ha pasado de ser un local íntimo donde las sombras jugaban un papel importante a un espacio donde prima el color blanco y la luminosidad. Se podría decir que se ha pasado de un extremo a otro sin perder su esencia. Se ha modernizado el continente, pero conserva su contenido.
Si en la zona de mesas altas el blanco inmaculado era el protagonista indiscutible, en la de comedor no pierde su vigencia aunque queda más patente la presencia del ladrillo visto original del local en sus paredes. Cómo no dejar que respiren unos ladrillos que han sido parte de un peladero de pollos, una vaquería e incluso un anticuario… Y es que, la Taberna Los Austrias está llena de historia, y eso se nota sólo con sentarte a una de sus mesas.
Aún manteniendo una personalidad rústica, el espacio se ha modernizado haciendo uso de mesas y sillas blancas, acompañadas por lámparas que las marcan en el mismo tono y consiguiendo que lo de ayer y lo de hoy formen un matrimonio perfecto. No se entiende una Taberna Los Austrias sin lo que fue, pero corren nuevos tiempos y aquí han sabido conjugarlos a la perfección.
Si a la entrada del local las paredes te reciben con el Edificio Metrópolis y la Real Casa de Correos, en el comedor, es la fotografía costumbrista del Estanque del Retiro y el monumento a Alfonso XII quien recorre toda una pared recordándonos que en Madrid hubo un tiempo en el que había burros, y no penséis… pero aún hoy en día quedan “algunos”.
El comedor tiene capacidad para 70 comensales distribuidos en mesas de 2 y 4 comensales, aunque como podéis imaginar, tratándose de una taberna las mesas se adaptan a todos los grupos, aunque éstos sean numerosos. En definitiva, que la Taberna Los Austrias vale para un “roto y para un descosío”, da igual que se trate de una cena íntima para dos, que de una cena para un numeroso grupo de amigos dispuestos a disfrutar de unas buenas raciones y tapas.
Las mesas son amplias e ideales, como no podía ser de otro modo, para compartir tapas, pinchos y raciones. Aparecen vestidas con un camino gris oscuro y una servilleta de papel gris perla. La vajilla, cubertería y cristalería están acordes a la categoría del local. Además, como ya he mencionado antes, cada mesa se marca con una lámpara que reparte su luz directamente sobre ella y una velita que nunca está de más, estemos en el más exclusivo restaurante o, como en este caso, en una taberna “latinera”.
Pero vamos al meollo, que el local ha quedado muy bonito, pero “lo bonito” no se come y nosotros íbamos a eso. La Taberna Los Austrias es un espacio pensado para el tapeo de modo que, como podéis imaginar, su carta es un amplio abanico de: Raciones, Pinchos fríos, Pinchos calientes, Ensaladas, Tablas de patés, Tablas de quesos, algunos entrantes y otra sección llamada Recomendaciones del chef. En definitiva, una oferta pensada para compartir y poder probar un poquito de todo. Debo añadir que Los Austrias cuentan con unos precios de lo más asequible y que en terraza se facturan con un 20% de recargo. También cuentan de lunes a viernes a mediodía con un menú del día a 8,50 € en el interior del local y 10,20 € en terraza, como veis un precio tremendamente competitivo. Por supuesto, también confeccionan menús de grupo que se adaptan a las necesidades de cada cliente. Conclusión, versatilidad a precios económicos.
Para la cena de aquella noche nos reunimos 6 personas en torno a la mesa: Ángeles, Roberto, Javi y, por supuesto, los tres cucharetes. La elección de las viandas no fue tarea fácil, pero por suerte, nos ofrecieron algunos platos que formarán parte de su próxima carta y eso simplificó mucho nuestra elección. ¡Comenzamos otra cena cucharetera!
Abrimos con una Tabla de 6 pinchos que os muestro de tres en tres. Los primeros eran de Pasta de cabrales con compota de manzana, de Solomillo ibérico con pimienta y queso brie y de Espárragos trigueros con cebolla caramelizada -sobre una base de queso crema se disponen los espárragos con la cebolla y se cubre con queso brie-.
Los Pinchos de la Taberna Los Austrias se facturan a 3,50 €, ya sean fríos o calientes, pero si pides una tabla de 4 ó 6 pinchos el precio se ve reducido a 13 y 18 € respectivamente, en lugar de los 14 ó 21 € que serían de manera individual. Además, se pueden elegir los pinchos que se deseen. Pero vamos a lo nuestro, los otros tres pinchos que formaron nuestra tabla fueron de Vinagreta de atún con pimientos de Padrón, de Cebolla caramelizada con queso de cabra y reducción de Módena y de Cebolla con morcilla y manzana -con una compota de manzana también por encima-. Mención especial me merecieron tanto el de morcilla, el de pasta de cabrales y el de vinagreta de atún. En definitiva, buenos pinchos y a precios razonables.
Continuamos nuestra experiencia tabernera con tres ensaladas. La primera de ella fue esta Ensalada de queso de cabra que os muestro a continuación y que constaba de un mézclum de lechugas, queso de cabra, tomate cherry, bacon y cebolla caramelizada. Como aderezo: salsa de yogur, reducción de Módena y aceite de oliva virgen con orégano. Estaba muy rica.
Y, estando yo sentada a la mesa, no podía faltar en ella esta Ensalada de pimientos asados con ventresca y es que, yo no sé que me pasa, pero a mí los pimientos me encantan y no dejo pasar la ocasión de probarlos siempre que me los encuentro en la carta. Debo reseñar que la ensalada estaba francamente buena y que además era una ración tremendamente generosa.
FlashBack os muestra la tercera ensalada que hizo acto de presencia en nuestra mesa: Ensalada de jamón de pato. El jamón de pato se acompañaba de un mézclum de lechugas, nueces y pasas, y se aderezaba con mostaza. Una combinación arriesgada, pero a mi juicio acertada.
Tras la etapa verde de nuestra cena hicieron acto de presencia en nuestra mesa dos raciones de Suprema de foie de pato que estaba regada por una reducción Módena y Pedro Ximénez y que traía como guarnición una ensalada a base de lechuga, pimientos asados y tomate cherry.
La Suprema de foie de pato viene tal cual, por lo que si deseas untarla debes pedir un cestillo de pan tostado que se factura aparte a 1,50 €. Nosotros pedimos dos raciones de pan.
Otra de las delicias con las que disfrutamos en nuestra cena fue esta Torta de la Serena. Riquísima leche de oveja cuajada con cardos que en la Taberna Los Austrias la sirven acompañada de una reducción de vino tinto para poder mojar entre bocado y bocado.
Llega la sección “carnívora” de la cena, ésa que tanto gusta a Rayo y a FlashBack. En esta ocasión corrió a cargo de este Entrecot de ternera a la fragua. Es otra de las novedades de Los Austrias y, la verdad es que… ¡Nos encantó! Puedes elegir el peso entre: 250, 350 y 500 grs. Nosotros nos quedamos con el de 250 grs., aunque una vez que lo probamos deberíamos haber ido a por los 500.
Pero lo realmente interesante de este Entrecot de ternera a la fragua es precisamente eso, la fragua que nos pusieron. Hombre… para ser exactos yo no lo llamaría fragua, es más bien una plancha de hierro que llega a la mesa al rojo vivo y que mantiene el calor gracias al etanol que arde debajo de ella. La idea es estupenda, porque así cada uno se hace la carne en el punto que desea. Si queréis ver todo el proceso de preparación, Rayo os lo muestra más detenidamente en su sección. ¡Ah! Se me olvidaba. El rico entrecot se acompaña de una guarnición de patatas panaderas, que siempre van estupendamente con la carne.
Pero la sección carnívora de la Taberna Los Austrias no queda ahí porque, además del entrecot, también han incluido hamburguesas, concretamente dos: la Hamburguesa “La Latina” a 8,50 € y la Hamburguesa “Los Austrias” a 8,90 €, que es la que os mostramos Roberto y yo a continuación. Se trata de carne 100% de vacuno que, como novedad llega cruda a la mesa acompañada de tomate, lechuga, cebolla caramelizada y queso Fontina -especialidad de la casa- además del pan de hamburguesa, ketchup, mayonesa y mostaza. Y para cocinarla, como podéis imaginar, se lleva a cabo el mismo proceso que con el entrecot, se echa en la parrilla y te la haces a tu gusto. Así que, en Los Austrias, se acabó el decir que la hamburguesa está pasada o cruda porque aquí cada comensal decide el punto de su hamburguesa. Por cierto, se me olvidaba deciros que las hamburguesas, porque pedimos tres, estaban riquísimas.
Aquí os dejo un vídeo donde se ve claramente el proceso de elaboración de nuestro entrecot y nuestras hamburguesas. No se nos de nada mal eso de dar la vuelta ¿verdad?
Regamos nuestra cena con un Raúl Calvo 2008. Un tinto crianza de la D.O. Ribera del Duero que satisfizo todos los paladares, de hecho cuando tuvimos que volver a pedir vino repetimos con el mismo. Señal de que la primera vez había ido francamente bien.
La carta de postres cuenta con 7 entradas, todas ellas al mismo precio: 4,50 €. Nosotros nos decantamos por cuatro de ellos y la verdad es que no decepcionaron en absoluto. A continuación os presento un Strudel de manzana. Estaba rico, pero os aconsejo que si lo pedís sea para compartir ya que la ración es tremendamente contundente
La Tarta de chocolate que os presento a continuación hizo las delicias de los más chocolateros e incluso las mías propias porque reconozco que estaba francamente buena.
Otro postre recomendable es esta Tarta tradicional de queso con coulisse de membrillo. Nuevamente, una ración muy generosa por lo que vuelvo a recomendar compartirlo.
Por último, Ángeles os presenta estas Milhojas de dulce de leche. Éste fue el único que, con franqueza, no terminó de convencerme, pero claro, es que este postre está pensado para los amantes del dulce y yo, como sabéis, no soy de ese clan.
La sobremesa transcurrió con alegría y buena conversación, ésa que siempre surge cuando te rodeas de gente a la que quieres y tienes aprecio y, mientras tanto, disfrutamos de nuestros cafés con leche, nuestras infusiones y nuestros solos, todos a 1,30 €.
Como habéis visto, nuestra cena en la renovada Taberna Los Austrias transcurrió plácidamente y sin sobresaltos. Y es que, Los Austrias, ha cambiado su espacio llenando de luminosidad todos y cada uno de sus rincones, pero su esencia sigue siendo la misma: un local en el meollo de La Latina que ofrece raciones y pinchos de calidad a precios asequibles, sin olvidar la simpatía y el buen trato al cliente. En definitiva, una taberna de las de siempre, pero con el aspecto de un local joven y moderno de los de hoy. ¡No os lo podéis perder!
Cucharete: ¡Nos ha encantado la completa renovación de la Taberna Los Austrias! A día de hoy se convierte en un local mucho más actual sin perder un ápice de su personalidad. No hay más que echar un ojo a la nueva “Hamburguesa Los Austrias”, que puedes hacer a tu gusto en la mesa, para que te apetezca ir hoy mismo a disfrutarla. ¡Pronto se pondrán de moda! ¡No lo dudo! Mi equipo cenó por 18,50 €/persona. Seis personas con 9 viandas variadas y 4 postres, a lo que tendríamos que añadir 2 botellas de vino -a 16,80 €-, 3 de agua -a 1,20 €- y 6 cafés e infusiones -a 1,30 €-.
Su céntrica situación, en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid, ahora con la calle peatonalizada. Su decoración, actual y renovada, sin perder su esencia. La generosidad de sus raciones. El ajustado precio de sus referencias de vino. Su destacable relación calidad/cantidad/precio en sus pinchos, tapas y raciones. Sus hamburguesas a la plancha, que haces tú mismo al punto en la mesa. Una horquilla de precios pensada para todos los bolsillos. El amable y ágil trato del servicio en todo momento. Su separación entre mesas. Su terraza de verano.
No admiten pago con tarjeta de crédito.
3,9
2 comentarios a “Taberna Los Austrias (2012)”
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Increíble lugar!
Fui ayer a llevar a unos amigos pensando que iría la taberna castiza que siempre fue… Menuda decepción ese “lavado de cara”. No entramos.
Era un sitio único, precioso, merecía la pena sólo por la decoración, los barriles, ese sabor antiguo… Ahora es super fashion y uno más como otro cualquiera.
Qué pena. Que manera de matar la personalidad de un sitio.